La rebelión de las ovejas


Huesca, tomada por las ovejas.

Se publica en los periódicos que este martes, en Huesca, alrededor de 1.300 ovejas tomaron las calles. Congregadas en las afueras de la ciudad, esperaban las instrucciones del pastor para proceder a la transhumancia, en busca de pastos. Pero en vez de obedecer al pastor, procedieron a dormirlo. Lo obligaron a contar ovejas una y otra vez hasta que se durmió y una vez libres de él, se echaron a andar. Sin pensárselo dos veces, penetraron en el centro urbano de Huesca.

A las cuatro y media de la madrugada, la policía fue alertada de la invasión ovina por repetidas y constantes llamadas de los ciudadanos. La calle estaba tomada y la situación estaba tornándose complicada. Unos agentes de la ley dieron con el pastor y lograron despertarlo de su beatífico sueño. Alertado por las fuerzas del orden, tuvo que esforzarse para reunir y controlar al rebaño, que no abandonó la ciudad hasta bien tocadas las siete de la mañana, después de lo que, en círculos ovinos, se considera una victoria sobre la tiranía del pastoreo.

Asalto a la ciudad de Huesca, un hito en la historia de la Revolución Ovina.

No ha sido éste el único ni el último incidente ovino en esta primavera. A finales de mayo, la localidad de Rhydypandy, en el Valle de Swansea, allá por el sur de Gales, en la Gran Bretaña del Reino Unido, un rebaño de ovejas provocó el pánico entre la población. Según las autoridades, las ovejas sufrieron un brote psicótico y actuaron en consecuencia. Sin pensárselo dos veces, irrumpieron en Rhydypandy, provocaron el caos circulatorio y arrasaron con los parterres de los jardines públicos y privados. En un caso al menos, las ovejas entraron en una casa y (traduzco y cito literalmente) se cagaron en el dormitorio de sus propietarios. Tremendo.

Ioan Richard, el alcalde de la población, explicó a la prensa que al menos una oveja había fenecido en el ataque ovino, arrojándose bajo las ruedas de un automóvil y provocando un accidente, añadiendo caos al desorden y mártires a la causa ovina. 

La explicación oficial del incidente ovino galés es que las ovejas comieron por error los residuos de un centro ilegal que procesaba marihuana. Sin embargo, los que creemos que algo se está cociendo en el campo ovino, creemos que sí, que hubo ingesta de sustancias estupefacientes, pero no creemos que fuera un error de las ovejas, sino un acto consciente de rebelión ovina. 

A plena luz del día, Huesca seguía en manos ovinas.

¿No tienen bastante con esto? ¡Más! En abril, un rebaño de ovejas se lanzó sobre la línea férrea que recorre la línea Monzón-Zaragoza y consiguió detener el primer tren del día. Fue una acción suicida, pero el convoy tuvo que detenerse en las proximidades de El Tormillo, una vez pasada la estación de Selgua. La locomotora quedó inutilizada y el convoy tuvo que ser remolcado, provocando un retraso de dos horas y media en toda la línea. Las ovejas inmoladas por la causa de la rebelión ovina despertaron la alarma de las autoridades, que han reconocido que ése no ha sido ni el único ni el último incidente en esa línea provocado por ovejas suicidas.

Con fría determinación y fanática resolución.

La historia viene de lejos. En 2008, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid tuvo que poner la mano encima de un rebaño de unas mil ovejas, a las que se habían sumado algunos perros y un burro, que pastaban en el término municipal de Las Rozas, Madrid. Las ovejas, reiteradamente y sin avisar, invadían sin ningún control la autovía A-6 y las vías de servicio adyacentes, provocando el caos en el vecindario y el peligro en la carretera.

En suma, atención, lectores. Algo se está cociendo en el campo ovino. La rebelión de las ovejas está próxima y viviremos para contarla. Que nos pille confesados.

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