Los primeros relojes de astronautas y cosmonautas (II)


Sí, Gagarin fue el primer hombre en orbitar la Tierra. Un cosmonauta soviético. 

Los norteamericanos se llevaron un disgusto con la hazaña de Gagarin. Un disgusto así de grande. Así que no se lo pensaron dos veces y se fueron donde los nazis. Éstos dijeron que tenían un cohete que esta vez no iba a reventar, palabra de honor. Luego se fueron donde los astronautas.

Los cohetes Mercury Atlas enviaron al espacio a dos astronautas en 1961, a Alan Shepard (el 5 de mayo de 1961) y a Gus Grissom (el 21 de julio de 1961), pero ninguno llegó a orbitar la tierra. Que se sepa, ninguno llevó relojes consigo, aunque la cápsula de vuelo llevaba tres relojes digitales en el panel de instrumentos. (Ésos no cuentan en esta historia.)

John Glenn, entrando en la cápsula espacial. 
Con un poco de vista, descubrirán el Tag Heuer que llevaba consigo.


El Tag Heuer de Glenn, en un museo de San Diego.

Tuvieron que esperar unos meses para superar a Gagarin. El 20 de febrero de 1962, John Glenn completó (al fin) tres órbitas a la Tierra, que hizo en 4 horas 55 minutos y 23 segundos. Glenn no llevó consigo un reloj, sino un cronógrafo de pulsera. No marcaba la hora, sino que contaba minutos, segundos y décimas de segundo. Con él hizo la cuenta atrás del lanzamiento con su Tag Heuer 2915A, que la NASA había escogido porque le pareció que soportaba la enorme aceleración del despegue. En verdad, porque lo tenían a mano.

Ahí lo tienen, el Breitling Navitimer Cosmonaute.

El primer reloj de un astronauta (no de un cosmonauta) tuvo que esperar unos meses. Lo llevó encima Scott Carpenter, el 24 de mayo de 1962, y era un Breitling Navitimer, al que luego llamaron Breitling Navitimer Cosmonaute (que no Astronaute, qué cosas), por eso de la publicidad. ¡Qué casualidad! Navitimer es en inglés lo que Sturmanskie en ruso, poco más o menos.

¿Por qué escogió el Breitling Navitimer? Scott Carpenter era piloto de caza antes de ser astronauta y llevaba consigo un Breitling Navitimer con una esfera de doce horas (dos vueltas al día de la manecilla horaria). Cuando lo seleccionaron como astronauta, Scott Carpenter se puso en contacto con Breitling y les preguntó si no le harían un Navitimer con una esfera de veinticuatro horas (una vuelta al día de la manecilla horaria). 

En 1961, Breitling sacó un Navitimer con el número de referencia de siempre, el 806, pero con una esfera de veinticuatro horas y el logo de la Asociación de Pilotos y Propietarios de Aeroplanos (AOPA) impreso en el dial. Las tripas del reloj eran las de cualquier otro Navitimer, un calibre Venus 178.  

La publicidad de Breitling no se hizo esperar.

Poco después, en junio de 1961, se registró el nombre Cosmonaute y nació el Breitling Navitimer Cosmonaute, con la referencia 809. No siempre aparecería la palabra Cosmonaute en la esfera, lo que vuelve locos a los coleccionistas. Tres días antes del despegue, Scott Carpenter recibió su Breitling Navitimer Cosmonaute y se lo puso para hacer su viaje orbital, que salió bien. 

A los demás relojeros suizos les pilló una indigestión. Especialmente a uno, a Omega.

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