Resaca electoral




Así han celebrado las derechas su victoria... pírrica.

Me cuentan que han habido elecciones municipales en toda España y autonómicas en trece Comunidades Autónomas. El balance ha sido, contando el total de votos en toda España, una victoria del PP sobre el PSOE. Una victoria justita, porque no llega a medio millón de votos más, pero ¡atención! Aunque esa victoria se repite en muchas partes, quedan por contar los votos de Podemos y semejantes. Entonces, el batacazo del PP es notable y se nota que ha perdido por el camino algunos millones de votos. Apenas suma seis millones, de ocho que tuvo la última vez.

Así, aunque haya sido el partido más votado en tantas partes, queda en franca minoría frente a las izquierdas que, si quieren echarlo del poder, tendrán que ponerse de acuerdo entre sí. Las fuerzas emergentes (Ciudadanos y Podemos, por orden alfabético) hay quien dice que no sacan tanto como se había dicho y hay quien dice que se consolidan como opción política; eso lo dejo a gusto del lector. Ahora vendrá el juego de las negociaciones y los pactos y entonces se verá a qué juegan esos dos nuevos actores. También ha habido grandísimos derrotados. UPyD se ha desintegrado; Izquierda Unida ha sufrido mucho. El mapa político español ha cambiado de la noche al día.

En Cataluña ha pasado algo parecido. Cuentan que CiU ha ganado las elecciones si se cuenta el total de votos emitidos, pero son bastantes menos votos que la última vez... sea cual sea la última vez que quieran contar ustedes. La cara de don Artur Mas recordaba la de tantos dirigentes del PP, porque tenía que comer de su mismo plato la derrota sibilina de una mayoría insuficiente. Porque, aunque haya ganado, ha perdido, porque ha perdido Barcelona y ha perdido fuelle en el resto del país. Han subido ERC, Ciutadans, la CUP y las izquierdas de la órbita de Podemos. El PSC ha bajado y en Barcelona ciudad se ha hundido, pero echando cuentas sobre el total, ha aguantado el tipo con cierto decoro. 

Trias, ¡te la han Colau!
Ada Colau, una de las grandes ganadoras de la jornada electoral.
Ahora vendrá lo más difícil: gobernar. Suerte.

Más que otras veces, el proyecto convergente ha sido rechazado por la Cataluña urbana. En las grandes ciudades catalanas, especialmente en la Región Metropolitana, el voto ha sido más cosmopolita, más propicio a las izquierdas y menos propicio al prusés; en las ciudades más pequeñas y en las zonas rurales, el voto ha sido más del prusés y menos progresista. Y digo lo del prusés porque se quiso leer este voto de esta manera antes de las elecciones, aunque ahora todos (los convergentes) despisten. 

Ha aumentado la participación comparándonos con las últimas elecciones municipales y es verdad que en tanto por ciento la suma de CiU, ERC y la CUP aumenta, sumando unos 300.000 votos más. Pero es que entonces se dió una participación muy baja y hay que contar que también suman 300.000 votos menos que en las últimas elecciones autonómicas y 400.000 votos menos que el sisí de la manifestación con urnas del 9 de noviembre. No suman la mitad de los votos y apenas una tercera parte del censo. Han ganado, sí, pero no lo suficiente. Hay quien dice que el prusés ha salido tocado y otros, que se ha hundido. Sólo ERC y la CUP celebran su éxito viéndose en lugar de CiU, en la proximidad del poder que pierden los hijos de Pujol y compañía a ojos vista.

Mirando en los mapas, ha quedado claro que ahora mismo existe una Cataluña carlista y otra liberal, una rural y otra urbana, una en la costa y otra en el interior, una cerrada sobre sí misma y otra más cosmopolita, una de barretina y otra de blusa de obrero, una de monjas y curas y otra de ateneos populares, una subvencionada por la burguesía y otra proletaria, una que tolera la corrupción y otra que no, una que pone la bandera delante y otra que la deja para después, una que ve TV3 y otra que prefiere Sálvame... y todas mezcladas entre sí. 

Me parece que nos vamos a divertir.

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