El caso Innova, suma y sigue


Josep Poblet, imputado y presidente de la Diputación de Tarragona.
Sigue ejerciendo cargos de la más alta representación institucional, pese a la imputación que ha caído sobre él, sobre su señora y sobre los concejales de su partido en el pueblo donde es alcalde. Qué vergüenza.

El dicho afirma que éramos pocos y parió la abuela. Otras versiones, menos respetuosas, dicen que éramos pocos y parió la burra. Sea una u otra versión del dicho, puede aplicarse perfectamente al caso Innova, que ha perjudicado muy severamente al conjunto de los catalanes (especialmente, a los de la provincia de Tarragona), ha dañado mucho y muy adentro al sistema sanitario público catalán y nos ha costado millones (muchos millones) de euros en una mala gestión endémica y una apropiación indebida (i.e., robo) de mucho dinero. 

Para más inri, tanto el señor Mas como don Baudilio Ruiz, consejero de Salud, han dicho que el modelo Innova es el que quieren aplicar a todo el sistema sanitario público catalán, agárrense, y en eso están y se les nota en el pensamiento, palabra, obra y omisión, aunque la agitación de banderas ayuda a disimular sus esfuerzos. ¡Así nos va! 

El señor Poblet, en las elecciones municipales de 2011.
En orden, el señor Pujol, imputado, el señor Poblet, imputado, y otro señor que no sé quién es ni si está o no está imputado. En cualquier caso, ninguno dimite, no cesan a nadie.

Les recuerdo que el total de imputados en el caso Innova ya es de cincuenta (cincuenta, 50, han leído bien), y que las investigaciones no hacen más que destapar tramas de corrupción y negocios sucios allá donde levantan la alfombra. ¡Cuánta mierda! Y los periódicos catalanes, calladitos, calladitos.

La última, por si no siguen el caso. Diego Álvarez de Juan, el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Reus, instructor del caso, acaba de imputar al presidente de la Diputación de Tarragona, que también es alcalde de Vila-seca desde hace diecinueve años, diputado al Parlamento de Cataluña por CiU y miembro del Consejo Nacional de CDC, Josep Poblet. Es decir, todo un personaje, un jefazo de CiU, un cacique de la comarca, un capo, el mandamás en Tarragona y provincia, y lo han imputado por (agárrense) prevaricación, malversación de caudales públicos, omisión del deber de perseguir delitos, blanqueo de capitales y falsedad documental. 

El señor Josep Poblet se suma a la imputación de su señora, Ester Ventura, que fuera directora económico-financiera del holding Innova (qué casualidad). La mujer fue imputada por estafa, apropiación indebida, prevaricación, acciones contra la administración pública, blanqueo de capitales, malversación, falsedad documental y omisión del deber de perseguir delitos, y cuando el juez la llamó a declarar, se sumó una imputación por desobediencia, como les cuento. 

Los señores Vila, Mas, Poblet y Batalla, en la campaña electoral de 2010.
El señor Poblet es un tipo importante en CDC, no lo niega nadie.

Para que el señor Poblet y señora no se encuentren solitos, el juez ha añadido a la lista de imputados por los mismos delitos a seis (6) concejales de CiU del Ayuntamiento de Vila-seca: Francesc Xavier Farriol, regidor de Hacienda; Manuela Moya, titular de Urbanismo; Josep Maria Pujals, que fue concejal de Salud Pública; Josep Toquero, edil de Relaciones Ciudadanas; Esmeralda Núñez, concejal del Área de La Pineda (el núcleo turístico de Vila-seca); y Ana Josefa Girona, antaño responsable del barrio de La Plana. ¡Ahí es nada!

El Hospital de Sant Joan de Reus, una obra que enriqueció a más de uno.

Estas imputaciones recientes proceden de tirar del hilo de los trabajos de otro imputado, el arquitecto Jorge Batesteza, que habría cobrado 387.000 euros (parece que sin justificación alguna) entre 2007 y 2010 por una asesoría técnica en la construcción del hospital Sant Joan de Reus, una obra faraónica que provocó la riqueza de más de un imputado. Este personaje era gerente de Infraestructuras de Área de Patrimonio y Inversiones del Servicio Catalán de la Salud entre 2000 y 2007. Es decir, trabajó con Pujol y con el Tripartito, que aquí todos andan metidos.

Etcétera, que parece el cuento de nunca acabar. Les daré más cosas en qué pensar cuando señale que los grandes casinos que quieren instalarse en Cataluña lo harán en los alrededores de Vila-seca, Reus y Tarragona, donde el vicio del juego se dará de la manita con los políticos viciados. Huele mal. Que CiU y el PSC hayan llegado con tanta facilidad a un acuerdo para rebajar los impuestos a esos grandes casinos que se instalarán ahí, precisamente ahí, no me gusta nada. Pero, ay, quizá me equivoque.

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