Entre mentira e ironía



Helena Lozano Miralles ha traducido para el grupo Random House Mondadori en 2013 una colección de cuatro ponencias, ensayos o artículos de Umberto Eco, publicados en Italia en 1998 con el título Tra menzogna e ironia (Entre mentira e ironía). Tengo en mis manos la edición para DeBolsillo de finales de 2013.

El libro muestra cinco perlas del Eco filósofo, profesor y ensayista, y lo vemos escribiendo sobre la mentira y el humor. En sus reflexiones sobre Cagliostro entrevemos su novela El cementerio de Praga, que, como diría un gran sabio, va de esto. Luego dedica los otros tres ensayos a la literatura. El ensayo más académico es el que dedica a Manzoni, el más curioso el que dedica a Campanile (para mí, que no conocía al autor) y queda un apunte para el final que dedica a los tebeos de Corto Maltés. 

En pocas letras, un buen resumen del pensamiento de Eco, que ha dicho mucho y muy interesante sobre semiótica, por ejemplo. Por lo tanto (y salta a la vista en sus novelas), el asunto de la mentira, la ironía, el humor, el equívoco, es un asunto de la más transcendental importancia. ¿No creen que El nombre de la rosa podría interpretarse entera como un chiste filosófico? Igual son imaginaciones mías, no me hagan mucho caso. Y, no, la semiótica no se come. ¡Se oye cada cosa...!

Piccoli equivoci senza importanza



La colección Universale Economica Feltrinelli publicó este libro de relatos en 1988, aunque ya se había publicado antes en formato convencional. En España, Pequeños equívocos sin importancia se tradujo en 1985. El libro que tengo en mis manos es la vigésimosexta edición de la colección de bolsillo de Feltrinelli, de 2011. Piccoli equivoci senza importanza ha tenido, pues, una larga carrera en los estantes de las librerías. Será porque lo merece.

Antonio Tabucchi escribió estos relatos a lo largo de varios años. No comparten más que el deseo del autor de verlos reunidos. Unos gustarán más o menos a un lector u otro, pero todos conservan un estilo tabucchiano, por llamarlo de alguna manera. Son once cuentos, once planteamientos diferentes de cómo es, puede o podría ser la vida, o cómo la ve uno. Hay uno de espías, un melodrama, varios con sorpresa al final, alguno culto y postmoderno, alguno clásico, dicen que hay uno de fantasmas y otro con reflexiones sobre el destino... En fin, ustedes mismos, porque no puedo hacer otra cosa que recomendarlo. Si no pueden con el italiano, practiquen la lectura en español, pero lean, caramba, lean.

Correr, corren, pero no tanto (Gran Premio de Malasia 2014)



Ganó Hamilton, seguido de Rosberg, los dos Mercedes. Detrás, Vettel, con Red Bull y motor Renault. Alonso, cuarto, porque el otro Red Bull tuvo un día malísimo. Si no, se queda quinto. El otro Ferrari también sufrió mal de ojo y acabó duodécimo. Ay, Señor... Que Ferrari lleva 30 puntos en dos carreras y delante ya tiene a McLaren, con 43, y a Mercedes, con 68. 

En lo que llevamos de año (dos carreras, ya ven), Ferrari ha salido muy fiable, pero lento. Dicen que le salen 60 CV menos que a Mercedes y que pierde medio minuto por carrera si se comparan uno con otro. ¡Qué feo! Porque ganar en aerodinámica o en potencia ahora mismo, ya lanzados, parece misión imposible. Así que, ferrarista como soy, tendré que comerme un año más de resignación y sacrificio.

Por lo demás, ahora ya puedo decirlo, la nueva Fórmula 1 ha fracasado en su intento de ser más divertida (permítanme la cursiva). Querían más equilibrio entre las escuderías, más adelantamientos en pista, resultados inciertos, y llevamos dos carreras y ya estamos ciertos del predominio de Mercedes, no se adelanta ni marcha atrás y el presunto divertimento se queda en el zumbido de los motores, que no el rugido de antaño. Vettel se quejó diciendo (qué finesse) que en una noche de juerga hace más ruido que su motor. Los más puristas le dan la razón y ven con malos ojos motores tan pequeños y turbos tan grandes, por muy cierto que su tecnología sea magnífica y sorprendente. Pero el ruido nos puede, primitivos que somos.

¡Hagan juego!



Se supone que uno gobierna con algo entre las dos orejas, un mínimo de inteligencia que permita articular un discurso político y económico, y entiéndase bien qué significa político y económico. Será político porque explicará cómo piensa gestionar los bienes públicos y con qué finalidad, entrando entonces en el terreno de la economía, que trata de cómo administrar unos recursos escasos, que no dan para todo. Hay que escoger; eso es la política, escoger. La economía nos dirá entonces cómo hacerlo de la mejor manera posible y qué podremos esperar de esa elección. 


Si uno es de izquierdas, escogerá promover la justicia social y procurará un reparto más equitativo de la riqueza, buscando la igualdad de oportunidades. Fomentará la salud pública mediante la sanidad gratuita y universal, un sistema educativo de calidad, también público, gratuito y universal, un sistema de seguridad social que asegure pensiones y subsidios a las personas que no tienen medios de subsistencia, etc. Estas políticas exigen un protagonismo del Estado y obligan a una mayor exigencia fiscal: quien más tiene tendrá que pagar más para poder disfrutar de su riqueza.


Si uno es de derechas, comenzará por quitarle peso al Estado, rebajará los impuestos o reducirá la proporcionalidad de éstos, porque su ideal sería que todo el mundo pagara los mismos impuestos sobre la renta o el patrimonio, un porcentaje idéntico de las rentas del trabajo o de los rendimientos patrimoniales. Venderá, privatizará o dará concesiones a empresas privadas para que ofrezcan servicios públicos, desregularizará las relaciones entre empleados y empleadores, reducirá o eliminará controles públicos a las actividades económicas y toda su actuación se encaminará a procurar que el mercado actúe libremente, sin interferencia pública, porque asegura que así será más justo y ganará más el mejor, procurando una economía más activa y eficiente.


Si uno es nacionalista, empleará todos los recursos públicos posibles que le queden para demostrar que nosotros somos diferentes del resto del mundo (es decir, mejores), para dividir el mundo en dos poblaciones diferentes, ellos y nosotros, y construir un imaginario colectivo donde la diversidad social, cultural e ideológica quede toda aniquilada ante una proliferación de nosotros que no quiere saber nada de ellos. Acto seguido uno se erige como el único árbitro capaz de definir quiénes somos nosotros y quién no merece serlo. ¡Pobre del que no quiera ser uno de los nuestros! Es decir, pobre del que no se pliegue a nuestros intereses. Será, además, conservador, tradicionalista y de derechas, se da por descontado.

Ahora bien, si uno es de CiU y otro del PSC, se llega a un acuerdo, al único acuerdo político de envergadura en cuatro años, donde se decide que un complejo de casinos y casas de juego de Tarragona se llamará Barcelona World, para joder a los tarraconenses y a los barceloneses por igual. También se acordará reducir la fiscalidad del juego en Cataluña al mínimo para fomentar tan sano vicio y facilitar la inversión en timbas, lenocinios y blanqueo de dinero en el país. ¡Una inversión de futuro! ¡Ése es el único proyecto que tienen para sacar el país adelante! Es decir: ¿ése es el único proyecto que tienen para sacar el país adelante? ¡Válgame Dios!

Proyecto político para Cataluña actualmente vigente.

Hoy traen los periódicos que los socialistas y los nacionalistas ceden ante los inversores de Veremonte, que son Melco International (una empresa dedicada a invertir en casas de juego), Meliá Hoteles, Value Retail y PortAventura. Veremonte promete una inversión de 4.500 millones de euros, pero exige como condición un pacto de CiU con el PSC o con el PP para asegurar una mayoría parlamentaria acorde con sus intereses. ¿Qué exige qué? Pero ¡dónde se ha visto!

En Cataluña, se ha visto. Aquí, como antes en Madrid, nos hemos bajado los pantalones. ¡No tenemos dignidad alguna! Eso sí, CiU se ha negado a pactar con el PP, que estaba de acuerdo con las exigencias de Veremonte. El señor Mas en persona no quería salir en una fotografía llegando a un acuerdo con el PP, porque dice que le da mala prensa entre los suyos. Así que ha pedido la complicidad de los socialistas, que en teoría eran de izquierdas, y la ha conseguido, porque una cosa es la teoría y otra, el PSC.

El acuerdo dice que la tasa de juego pasaría del 55 al 10%, pero se mantendría la fiscalidad del resto de la actividad (sic). También se negociará un plan de compensación social para los trabajadores de este complejo de vicio y ocio, porque la empresa no quiere pagar tanta seguridad social. Se cambiará la edificabilidad en la zona, a gusto de las casas de juego, a disgusto de las gentes del lugar. Parte de esos beneficios del juego irían a parar a asociaciones de personas con dependencia de Tarragona, para simular los beneficios sociales del negocio. No hay ni que decir que, si se recaudase el 55% que ahora exige la ley, los beneficios sociales serían mucho mayores para todos los catalanes, incluyendo los dependientes de Tarragona.


Hay que notar que se ha llegado a un acuerdo para dar carta legal a un dinero de origen incierto y se ha apostado por un desarrollo económico coyuntural y de bajo valor añadido, del que sacaremos algún provecho a corto plazo, pero poco o ninguno de aquí a unos años. Sin embargo, la industria editorial catalana (la más potente de España), la alta cocina, la investigación aplicada en las universidades, las empresas de alta tecnología y un largo etcétera de proyectos muchísimo más interesantes y beneficiosos para el país y su gente no han conseguido, ni de lejos, tanto apoyo de la gente que nos gobierna. ¡Y hubiera sido más barato promocionarlos! Ha sido imposible, en los últimos cuatro años, im-po-si-ble, llegar a ningún tipo de acuerdo para promover una actividad económica capaz de mejorar las perspectivas económicas y sociales de nuestro país. Pero ha sido posible llegar a un acuerdo para favorecer el auge del juego en Cataluña.


Uno acaba pensando mal, porque ese comportamiento sólo tiene tres explicaciones posibles. A saber: 1) Esa gente que nos gobierna es imbécil y no sabe lo que hace. 2) Esa gente que nos gobierna siente afición por el dinero fácil y los negocios turbios. 3) Esa gente que nos gobierna es imbécil, no sabe lo que hace y siente afición por el dinero fácil y los negocios turbios. ¿Qué será? ¿1, 2 o 3? ¡Hagan juego señores! ¡Se admiten apuestas! ¡Hagan juego!


Piedra a piedra


In situ, por el autor.

En el Ensanche (Eixample) de Barcelona uno puede encontrarse con varias iglesias que fueron trasladadas piedra a piedra del centro histórico a la nueva zona urbanizada a finales del siglo XIX. Hoy en día ni se nos pasaría por la cabeza un traslado así, pero en la época se puso de moda. 

Una de estas iglesias que se fueron de viaje a las afueras es la basílica de la Purísima Concepción y Asunción de Nuestra Señora, que por abreviar llamamos de la Concepció (en catalán). La plantaron en una de las calles más transitadas de la ciudad, Aragón, entre Roger de Llúria y Bruc, y ocupa casi toda la manzana.

Había sido, atención, el monasterio de Santa María de Jonqueres, cerca de donde está hoy la plaza Urquinaona. El plan del Ensanche iba a pasar por encima de este edificio gótico, como una apisonadora, pero el Ayuntamiento de Barcelona puso manos a la obra para salvar el monumento. ¿Cómo? Trasladándolo piedra a piedra hasta donde hoy puede verse.

Sólo movieron la nave principal y el claustro. Se trata de edificios de un gótico tardío y delicado que nació al tiempo que el Renacimiento en Florencia, en el siglo XV. Es un estilo decadente, dicho con cariño: no crece fuerte como en sus orígenes, sino que se recrea en el detalle y la elegancia de la flor que está a punto de marchitarse. El campanario, llamado de Sant Miquel (San Miguel) pertenece a otra iglesia que el Ensanche se llevó por delante. Salvaron el campanario, que también es gótico, y lo adornaron con algunos pináculos, por hacer bonito. Creyeron que combinaría bien con los elementos rescatados y combinaron elementos de dos iglesias en una.

Todos estos traslados, desmontajes y montajes se realizaron entre 1869 y 1888. La nave central se completó en 1871, el campanario se alzó en 1879 y el claustro fue lo último en reconstruirse. Añado que se reinterpretó el conjunto arquitectónico original. Se añadieron capillas en el interior y tuvo que reconstruirse una parte importante de la iglesia después de la Guerra Civil, porque el templo fue pasto del saqueo y las llamas entre 1936 y 1937. Las intervenciones neogóticas del interior de la iglesia son de 1942.

Sorprende vérselas con el claustro en medio de la vorágine ciudadana. Su arquitectura calma los ánimos y procura solaz para el espíritu.

¿Por qué miramos siempre hacia arriba?




Un nuevo síndrome


La nascita di Venere. El famoso lienzo se expone detrás de un cristal antibalas porque es el objeto del deseo de muchos perturbados. Según como le da la luz, el cristal refleja y no se ve muy bien. Pero el cuadro es magnífico en vivo y en directo, doy fe.

Se ha publicado en los periódicos, formando parte de esa colección de noticias curiosas que sirven para llenar el vacío, pero que resultan ser las más interesantes de todas. El suceso que narran las agencias acaeció en Florencia, el pasado sábado 22 de marzo.

Ya saben que existe el llamado síndrome de Stendahl. Dicen que es una indisposición real, pero verdaderamente rara. Tanto que muchos dudan de su verdadera existencia, porque las más de las veces es una combinación de agotamiento físico y mental más un tanto de deshidratación, falta de azúcares y mal dormir. En teoría, a uno le da la pájara después de haber contemplado tanta belleza, queda con el entendimiento fuera de sí, como deprimido, desinflado, a veces ansioso, en cualquier caso echo unos zorros. Stendahl en persona dijo: Sufrí lo que los alemanes llaman un ataque de nervios

A ojo, los servicios médicos de Florencia atienden un centenar de casos al año. Las más de las veces no tienen nada que ver con Stendahl, pero afirman que se dan casos auténticos. ¡Hay que conservar la leyenda! ¿Cuántos no van a Florencia para ver si les da la pájara esta? ¡Más de uno!

Ahora tendremos que inventar un nuevo síndrome o reconocer que existen casos agudos del síndrome de Stendahl que habían escapado hasta ahora a los perspicaces ojos de los investigadores. El pasado sábado, decía, la Galleria degli Uffizi estaba llena de turistas. Siempre está llena de turistas, qué le vamos a hacer, pero ¡qué pinacoteca! 

La cuestión es que un turista (español, por más inri) va y se planta en la sala donde se expone la obra de Botticelli. Comienza a arrojar pétalos de rosa por el suelo y se desnuda delante de La nascita di Venere (El nacimiento de Venus). Comienza a decir burradas (¡Esto es poesía!, clama en voz alta) hasta que queda en pelota picada delante del cuadro. Tal como vino al mundo, se arrodilla delante del lienzo y no va más allá, porque ya vienen a buscarlo y se lo llevan envuelto en una manta, mientras grita como un desesperado Freedom! Freedom! (¡Libertad! ¡Libertad!) en inglés. ¡Pudiendo gritar Mon amour, je t'aime! en francés o Cara mia! Mi prendono! Morirei lontano da te!... que queda más bonito...! Qué pena, qué desperdicio.

Comienza el espectáculo. Arroja pétalos de rosa a su alrededor y a los pies de la diosa, en pelota picada y ante los visitantes del museo.

Rinde pleitesía a la diosa, arrodillándose ante ella, mientras dice en voz alta que eso que hace es poesía.


Los vigilantes del museo se arrojan sobre el fulano y lo tapan con una manta, no vaya a resfriarse. 

Nadie se hizo daño ni dañó ninguna obra. ¡Menos mal! Don Antonio Natale, director del museo, comentó el suceso restándole importancia, porque está acostumbrado a tratar con toda clase de arrebatos ante la maravilla expuesta, aunque no tenga por costumbre tratar con desnudos integrales entre el público. Quizá sufrió el síndrome de Adán, dijo, socarrón. ¡Mecachis! ¡Un nuevo síndrome!

En cualquier caso, queda saber si nos enfrentamos a un chalado, a un sinvergüenza que quiere ser famoso, a un artista en plena performance (que ahora podrá decir que es un artista incomprendido), a un caso exageradísimo de síndrome de Stendahl o qué. Sea lo que sea, la noticia no tiene más importancia. Lo más importante es que la Venus sigue intacta, sólo faltaría.

P.S.: Acabo de tener noticia de este personaje a través de los periódicos. Se llama Adrián Pino Olivera y es de Barcelona. Le ha faltado tiempo para hablar de sí y de su actividad artística. Al parecer, es artista metido en performances y miembro de un colectivo de teatro del instante (sic), llamado nakadaska (http://nakadaska.com/index.html). Dice que los carabineros le trataron bien, que uno hasta le tapó con su abrigo (es que hacía frío, dice), pero niega que su actuación fuera obscena. Fue un acto de libertad, sostiene, y por eso gritó Freedom! Freedom! Bah, qué quieren que les diga. Se ha perdido toda la poesía. Prefería mil veces un chalado en éxtasis que un tipo intentando llamar la atención sobre su obra. La poesía de este caso se ha ido a tomar viento. Eso demuestra que el Arte (el arte, si prefieren) puede ser un aguafiestas y un fastidio. Qué pena.

El eco de una explosión


Este gráfico ha sido elaborado con las observaciones del telescopio BICEP2. Publicarlo y ver a los astrofísicos dando saltos de alegría ha sido todo uno. 

Andan los astrofísicos como locos de puro contento. Un observatorio astronómico en la Antártida, el BICEP2, ha descubierto... Eh... No sabría decir qué ha descubierto exactamente. Los científicos intentan explicarlo que se entienda y dicen que ha descubierto el eco del Big Bang, la explosión que fue el origen de todo. 

Por lo visto, el catapún inicial generó unas ondas gravitacionales. Esas ondas alteran el curso de los fotones que andan de aquí para allá por el espacio. De ahí que el ruido de fondo del espacio se deforme al paso de estas ondas gravitacionales. No es exactamente un eco, pero como si lo fuera. En todo caso, hay que tener un oído muy fino para percibir esta variación en el ruido de fondo. Ese oído es la estación BICEP2. 

Para que se hagan una idea, imagínense su aparato de radio entre emisora y emisora. Se oye un zumbido, un siseo, ruido. Ese ruido son las ondas electromagnéticas que van de aquí para allá por el espacio. Es un sonido aleatorio, pero a poco que uno observe comienza a descubrir patrones estadísticos. El BICEP2 no ha hecho más que buscar donde le habían dicho que tenía que buscar y ha descubierto que ese zumbido ahora sube, ahora baja, más allá del azar. Ese comportamiento había sido predicho por un modelo inflacionista, que sostenía que las ondas gravitacionales lo alterarían de esa determinada manera, y c'est voilà! ¡Por eso los científicos están tan contentos!

El BICEP2, en los confines de la tierra, mirando hacia el espacio.

El universo tuvo un momento inicial muy singular. Pasó de no existir a existir, de no tener espacio a tenerlo, y al tenerlo, pudo comenzar a contar el tiempo. Al tener espacio, también pasó a existir el vacío, que no está vacío, sino atravesado aleatoriamente por ondas y corpúsculos de ésos que vuelven majaras a los físicos cuánticos. Puede definirse, pues, cómo era el vacío inicial.

A partir de entonces, comenzó la llamada Era de Planck, que duró aproximadamente 0,00000000000000000000000000000000000000000001 segundos, si no he contado mal los ceros. En esa era manda la mecánica cuántica, porque había muy poco espacio que considerar. En general, no da muchos problemas teóricos.

Entonces el universo creció muy violentamente y muy deprisa. Es la llamada inflación cósmica, que sí que pone patas arriba a toda la física contemporánea. El universo pasó de caber todo dentro de un guisante a tener el tamaño de una pelota de fútbol. La inflación acabó cuando habían pasado 0,0000000000000000000000000000001 segundos, y espero no haberme descontado. A partir de entonces, se calma todo el asunto y la física vuelve a ser considerada normal... o no tanto, que le llaman la Era Oscura (qué miedo).

Los científicos responsables de BICEP2 intentaron explicar lo que habían descubierto empleando este mismo gráfico. Ustedes mismos.

En esa etapa de expansión tan bestia, la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad general, las dos principales teorías de la física contemporánea, parece que se dan de bofetadas. Durante la inflación ¿es cierto que las cosas (radiaciones, partículas, etc.) se habían movido más rápido que la luz? Eso no podía ser, porque entonces ¿cómo pasaron a moverse más despacio?

Se arregla la cuestión si se meten en la ecuación esas ondas gravitacionales primigenias (sic) creadas por la llamada fluctuación del vacío cuántico. Eh... Vamos de mal en peor, ¿verdad? Digamos que durante la Era de Planck el vacío tenía unas características y durante la inflación éstas tuvieron que cambiar de tal modo que no se violara ni la mecánica cuántica ni la teoría general de la relatividad. Ya saben, el vacío no es la nada, sino un lugar de paso, etcétera.

Cambió el vacío y al cambiar (digamos que se dilató) generó ondas gravitacionales. Esas ondas siguen dando vueltas por ahí, han alterado el ruido de fondo de forma sutil y eso ha sido lo que (parece que) ha detectado el observatorio BICEP2.

Dicho esto, seguro, seguro, que he dicho algo que no debía y que me habré explicado mal. Pero da lo mismo. Lo que importa es que la ciencia acaba de dar un paso adelante de los que hacen historia, aunque no sepamos muy bien en qué consiste. Felicidades, pues. Andan todos tan contentos que me da grima seguir preguntando por qué.

Adolfo Suárez González (1932-2014)



Hoy ha muerto el que fuera presidente del Gobierno de España entre 1976 y 1981, don Adolfo Suárez, honrado con el título de duque de Suárez y la grandeza de España. Además, había sido condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, la Medalla de Oro de Segovia, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar, con distintivo blanco, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, la Encomienda, la Gran Cruz de la Orden de Cisneros, la Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas... En democracia también recibió grandes honores. Ya he mencionado el ducado y la grandeza, pero añado la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, además del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro, que ahí es nada, que no se lo dan al primero que pasa ni porque sí.

Aunque don Adolfo fue protagonista de un discreto, pero brillante, ascenso político durante el franquismo, fue toda una sorpresa que don Juan Carlos I, rey de España, lo nombrara presidente del Gobierno de España en el verano de 1976. Fue el elegido para acabar con el franquismo y convertir a España en una monarquía parlamentaria europea, que no es poco trabajo. Así iniciamos la Transición, que pudo haber ido mejor, pero también peor, y que, con sus fallos y achaques, con el esfuerzo de todos y la oposición de algunos, salió p'alante


Vivimos el retorno de la democracia y el Estado de Derecho después de decenios de barbarie. Lo que hoy consideramos normal fue difícil de conseguir y les aseguro que es fácil de perder. La libertad y la prosperidad que conoció entonces España no se había dado nunca antes a lo largo de toda su historia. No sé si don Adolfo tuvo mucho o poco que ver con ello, si lo hizo mejor o peor, si podría haberlo hecho de otra manera, pero sí sé que se nos ha ido uno de los protagonistas de nuestra historia.

Matar al mensajero


Daniel Alfonso, actual director de la OAC.

Hay que ceñirse a los hechos para ver qué significan las palabras dichas en boca de un político. Así, por ejemplo, el sintagma reforma fiscal no significa lo mismo lo pronuncie un político de izquierdas o uno de derechas. Por eso, cuando CiU habla de combatir la corrupción política, uno echa unas risas o se lleva las manos a la cabeza. 

La última propuesta de CiU para combatir la corrupción tendría que protagonizar la portada de todos los periódicos: El Partido quiere suprimir la OAC, la Oficina Antifraude de Cataluña. 

El señor Mas en la sala de actos de la OAC, dando lecciones de ética política.

Es cierto que el trabajo de la OAC deja mucho que desear. Pero las razones de su mal trabajo son evidentes y saltan a la vista. No será culpa de sus empleados, que son buenos y hacen lo que pueden. ¿Quién será entonces responsable de su mal funcionamiento?

El Parlamento de Cataluña. No la institución, sino, más exactamente, los señores diputados, uno a uno, con nombres y apellidos, quién más, quién menos. Porque ellos son los últimos responsables de la politización de la OAC. En vez de convertir la OAC en un organismo profesional e independiente que persigue el fraude y la corrupción política, la OAC llega lastrada de comisarios políticos que ponen palos a la rueda. Véase apenas este ejemplo, que expuse hace unos días en este blog:

Aparte del corsé político, la OAC sufre un corsé presupuestario. Su crónica falta de medios le impide ser quien tendría que ser. Eso lo sabe todo el mundo, pero a nadie le interesa corregir esta falta de medios, ¿verdad? ¿Por qué? ¡Qué cándida pregunta! Lástima, porque la inversión no sólo se compensaría en términos morales, sino también en términos económicos, tan grande es el número de chorizos del país.

Traduzco el mensaje de CDC: Transparencia y firmeza ante los casos de corrupción.
Aviso, no es un chiste, es lo que van diciendo por ahí.

Como CiU es el principal agente de la corrupción política en Cataluña y también ha sido el grupo con mayor representación parlamentaria, tendríamos que pedirle cuentas. Los convergentes, por si acaso, ya han dicho que sin independencia seguirá habiendo corrupción, afirmando que una Cataluña convergente-independiente se verá libre de toda clase de corrupción política. Véanlo en:

¡Manos a la obra! CiU ha dado el primer paso hacia el futuro incorrupto de la Gran Cataluña: ha propuesto suprimir la Oficina Antifraude de Cataluña. Han leído bien. No quieren reformarla, quieren suprimirla. Con esa gente tenemos que lidiar, señores.


P.S.: ¡Otra! La Generalidad de Cataluña se niega a proporcionar información sobre las tarjetas VISA de sus cargos públicos con la excusa del derecho a la intimidad. ¿Es violar la intimidad de un cargo público saber qué hace con los fondos públicos mientras ejerce un cargo público? ¿O acaso gasta dinero público en asuntos privados? Lo denuncia la CUP, aquí:

Fichajes y adquisiciones


Se han vendido sus sellos literarios por 72 millones de euros.

El grupo sigue fagocitando a otros grupos editoriales.

Lean. Penguin Random House ha comprado a PRISA por 72 millones de euros la línea literaria de Santillana, su grupo editorial. PRISA sigue con los libros de texto y los libros infantiles y juveniles, pero los sellos Aguilar, Alfaguara, Punto de Lectura, Suma de Letras y Taurus, más las filiales de Santillana en Brasil (alrededor de media docena), se van todas a Penguin Random House. 

Eso es tanto como decir que se quedan con las marcas editoriales que (casi) dominan el mercado editorial de los autores en lengua española (y portuguesa) en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, EE.UU. y no vale dejarse España, donde también pesan lo suyo. 

Dígase de otra manera. Penguin Random House Grupo Editorial ha pagado 72 millones de euros por los derechos (universales) de edición en lengua española de las obras de varios premios Nobel (Alice Munro, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, José Saramago, J.M. Coetzee, Orhan Pamuk, Doris Lessing, V.S. Naipaul y Gunter Grass), varios premios Cervantes (Juan Marsé, Jorge Edwards, Guillermo Cabrera Infante y Sergio Pitol), unos cuantos Premios Nacionales de Literatura (Javier Cercas, Javier Marías, José María Merino, Luis Mateo Díez...) y una tropa numerosísima de autores que venden a porrillo (Isabel Allende, Florencia Bonelli, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Joël Dicker, Umberto Eco, Albert Espinosa, Laura Esquivel, Ildefonso Falcones, Ken Follett, Carlos Fuentes, Elizabeth Gilbert, John Grisham, E.L. James, Stephenie Meyer, Kate Morton, Julia Navarro, Arturo Pérez-Reverte, Paul Preston, Quino, Marcela Serrano, Hiromi Shinya, Manuel Vicent...). ¡Los que quieran!

No es lo habitual, pero alguno de estos autores podría conseguir por su nueva novela adelantos de seis cifras, incluso, si me apuran, alguno de siete cifras. Porque he mencionado a lo más cotizado del mercado. Eso les dará una idea de la ganga de los 72 millones. Añadan un dato más: los sellos que ha vendido PRISA publicaron casi 1.400 títulos en 2012. ¡Menudo catálogo! 

Ahora, Penguin Random House y Planeta se darán de bofetadas por ver quién manda aquí. El mercado del libro en español en América es muy apetecible. El año pasado, las exportaciones de libros a esa región generaron 320 millones de euros de beneficios a las editoriales españolas, con un incremento de las exportaciones superior al 12%, que parece que sube cada año.

Entre una cosa y la otra, a poco que uno haga cuentas, el beneficio potencial de estos sellos literarios que ha vendido PRISA amortizaría esos 72 millones en muy poco tiempo. ¿Dónde está la trampa? Hace un año, se hablaba de muchos millones más como precio de venta, y no se vendía ni en broma.

El Grupo PRISA arrastra unas deudas de 3.200 millones de euros y pierde dinero cada día que pasa. Dicho de otra manera, ha vendido a cualquier precio. Pero ¿cómo puede nadie llegar a deber 3.200 millones? Cuando llegan, no sé, a los 100 millones de deuda, ¿nadie dice: Que vamos mal, jefe? ¿Nadie hace sonar las alarmas? ¿Cómo se llega a una deuda de 100, 500, 1.000, 2.000 millones... sin que nadie se preocupe? ¿Cuánto tiempo le ha costado al señor Cebrián perder tanto dinero? ¡Nunca entenderé el mundo de los negocios!

Ésa es una de las claves, la mala situación de PRISA. La otra, que el libro está en crisis. La gente lee cada vez menos y el libro electrónico (y la piratería) está hundiendo los beneficios de muchas editoriales y libreros. El libro de bolsillo está siendo exterminado. Los grandes grupos editoriales concentran casi toda la oferta (éste es un ejemplo), pero manejan tales cantidades de dinero que tienen que reducir su catálogo quieran o no quieran y los pequeños grupos independientes van instalándose en los huecos que van dejando. 

Ahora es Penguin Random House quien tiene un marrón encima de la mesa. Ha de poner bajo un mismo techo a los recién llegados (Alfaguara, Punto de Lectura, Suma de Letras y Taurus) con los que ya tenía (Beascoa, Caballo de Troya, Collins, Conecta, Debate, DeBolsillo, Fantascy, Grijalbo, Literatura Random House, Lumen, Montena, Nube de Tinta, Plaza & Janés, RHFlash, Rosa dels Vents y Sudamericana). Algunos de estos sellos eran competidores directos entre sí. ¿Qué sucederá ahora? Habrá llanto y crujir de dientes en los despachos de las editoriales afectadas, lo veo venir.

Conviene recordar que hace apenas unos meses Random House (en España, Random House Mondadori), del grupo Bertelsmann, un gigante editorial, se unió a otro gigante, Penguin. Los chistes a costa de los pingüinos fueron la comidilla del sector editorial, pero la verdad es que la noticia fue de aquellas que hacen temblar la silla. Siguen los chistes. El más oído es el de Santillana Penguin Random House Mondadori Froilán de Todos los Santos y olé.




Los chistes a costa de la fusión entre Penguin y Random House fueron muchos.

En fin, que una colección de derechos de edición en lengua española como ésta se venda por 72 millones de euros pone los pelos de punta. Porque 72 millones de euros son una burrada de dinero para el común de los mortales (¡para mí los quisiera!) y porque hace un año hubiéramos dicho que era un precio de risa por una colección de catálogos y derechos de edición como ésa, que quita el hipo. 

Luego leemos que el F.C. Barcelona pagó casi 90 millones de euros (quizá más) por su última estrella del balompié, un chaval que apenas sabe escribir su nombre, pero que le da unas patadas al balón... Oiga usted, qué patadas. Si las viera... Uf. ¡Eso sí que pone los pelos de punta! ¡90 millones!

No hay que romperse la cabeza. Ésta es la cultura que manda.

A las puertas del tribunal



Dando un paseo dí con un montón de automóviles y furgonetas de TV3 delante del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Los cámaras y un reportero estaban preparando una retransmisión para hablar de... ¡de tantas cosas! 

Esta el caso del hotel del Palau, donde medio gobierno municipal metió mano y el señor Millet procuraba para sí ganar muchos dineros. Hemos visto al señor Millet en silla de ruedas diciéndole al señor juez que no es él, que anda de pastillas hasta la oreja y no sabe lo que se dice. Cómico y ridículo. Me extraña que el cachondeo no sea público, pero quizá los jefes de TV3 y los medios afines al régimen tengan miedo a recordarnos los negocios del señor Millet. 

Cómico Millet, tanto como patético el papel del alcalde de Barcelona y de su predecesor. Su responsabilidad política consiste en ser tan absolutamente ajenos a lo que sucede en el Ayuntamiento que resulte imposible ser responsables de nada que pueda ocurrir en él. Eso sí, como algo salga bien ¿quién se cuelga las medallas?

También está la imputación por cohecho contra Oriol Pujol. A decir del juez, hay pruebas razonables más que suficientes para acusarlo de aceptar 30.000 euros a cambio de un determinado voto en el Parlamento de Cataluña. Ya imputado por tráfico de influencias, ahora lo está por cohecho. Él, su señora, sus amigos... ¿Creen que ha dimitido de alguna cosa? No, qué va. Entonces, lo habrán cesado, ¿no? ¡Tampoco! Pero ha redactado el código ético de los diputados de su partido (sí, sí, va en serio, es verdad). ¡Así nos va!

Nos quedamos sin diplodocus


In situ, por el autor.

Los niños de Barcelona lo llaman el elefante, aunque sea un mamut. Era, supongo que sigue siendo, tradicional sentarse en su trompa o balancearse en sus colmillos, lo que explica que esta escultura en hormigón haya sido restaurada tantas veces. Las últimas, a mediados de los 60, a principios de los 80 y casi acabados los años 90. Desde entonces no se ha vuelto a restaurar.

Los más curiosos se preguntan qué hace un mamut (o un elefante, si lo prefieren) en medio del Parque de la Ciudadela. Ilustrarnos, diría su promotor. Porque hubo un tiempo en que Barcelona era culta e inquieta, cuando los burgueses patrocinaban la ciencia y la cultura. A la que uno hacía dineros, iba al Liceo a escuchar óperas, compraba obras de arte, conseguía que un gran arquitecto contemporáneo pudiera levantar un edificio a su costa, financiaba a músicos y escritores y (ojo al dato) se sumaba a cualquier iniciativa que fomentara la ciencia y la ilustración. Los ricos (y los nuevos ricos) presumían de estudiar ciencias y patrocinar estudios científicos; la burguesía llenaba las salas de conferencias para escuchar a los grandes sabios del momento. ¡Como ahora! ¿verdad?

Al acabar la Exposición Universal de 1888, el naturalista Norberto Font (hoy Norbert) propuso reproducir en piedra algunas especies de animales prehistóricos y dejarlas por todo el Parque de la Ciudadela, aquí y allá. Considérese que el parque era entonces lo que el Fórum hoy en día, un lugar que (como dicen los entendidos) carecía de contenidos. Qué frase tan idiota. Lo de llenar el parque de bichos prehistóricos gustó y se pusieron todos manos a la obra. Así habría contenidos, digo yo.

Don Norberto era un tipo notable. Comenzó siendo escritor y periodista, pero luego estudió geología y llegó a ser catedrático, en 1904. Introdujo la espeleología en España y de la mano del Centre Excursionista de Catalunya elaboró el primer catálogo espeleológico del país. Ése y otros trabajos lo convirtieron en luz y faro de los espeleólogos hispanos. Escribió en catalán y español y cobró una merecida fama entre los geólogos por sus cursos de geología dinámica. Por el camino, se ordenó sacerdote, en 1900, y escribió un libro preguntándose qué decía la geología sobre el Diluvio Universal. Qué lástima que no sé qué dijo don Norberto en esa obra. Supongo que buscaría trazas del diluvio en toda clase de sedimentos, pero es un suponer. Murió joven, con 36 años, en 1910. 

Don Norberto, decía, quiso llenar el parque de bichos antediluvianos y la Junta de Ciencias Naturales de Barcelona aplaudió la idea. Miquel Dalmau, un escultor de cierta fama, hizo la maqueta del mamut y ¡allá vamos! En 1907, el mamut de hormigón se instaló allá donde lo ven y se iniciaron los trabajos para esculpir un diplodocus.

Qué pena que don Norberto muriera tan joven y que con él se fuera también el diplodocus. Se suspendió el proyecto, pero quedó el mamut. ¿Puede sentirse añoranza de algo que no ha llegado a existir? Porque ¿se imaginan al diplodocus alzando el cuello en medio del parque? ¡Qué maravilla!

Metáfora


Desconsuelo, de Llimona.
In situ, por el autor.

Esta escultura la podremos ver en el Parque de la Ciudadela (Parc de la Ciutadella) de Barcelona. Es una magnífica obra de Josep Llimona. Se llama Desconsuelo.

Da en qué pensar que se llame así y se encuentre justo delante del Parlamento de Cataluña. ¡Qué cosas que tiene la casualidad!

Eso pasa por fumar porros


Alumno catalán camino del colegio, a decir de varios consejeros.

El fracaso escolar en España (Cataluña incluída) es cosa de lamentar. Es uno de los más altos de la Unión Europea y no pronostica nada bueno. Los españoles no somos ni más tontos ni más listos que los ingleses, los franceses o los finlandeses, pero nuestro sistema educativo falla por alguna parte. Quien dice nuestro sistema educativo, dice también nuestra sociedad, porque la educación y la cultura no tienen el prestigio que debieran. Es más, a la que uno da sobradas muestras de haber leído, comienza a resultar antipático.

Gracias a Dios, existe gente que sabe por qué suceden estas cosas. Por ejemplo, el consejero de Salud (de Salud, que no de Educación) de Cataluña, don Baudilio Ruiz, que dijo (y cito) que una parte importante de nuestro fracaso escolar es por fumar porros. Así lo dijo, tal cual, el pasado jueves en el Parlamento de Cataluña, respondiendo a una pregunta parlamentaria sobre la regulación del consumo de cannabis. ¿Qué ha hecho, hace o piensa hacer para poner remedio a este problema? A la pregunta sigue un prolongado silencio. Nada.

Don Baudilio en sus cosas, en el Parlamento. 

Pero algo habrá de verdad en eso que dice, porque don Ernest Maragall, en 2009, cuando era socialista, consejero de Educación y hermano del (ex)presidente de la Generalidad de Cataluña, dijo lo mismo. Que el fracaso escolar se explica porque (cito) hay alumnos que llegan a las nueve de la mañana [a clase] habiendo fumado un primer porro. Lo dijo y se quedó tan contento por haberlo dicho. ¿Qué había hecho, hizo o pensó hacer a continuación para poner remedio a ese problema? Yo no lo sé, no creo que nadie pueda saberlo.

Don Ernest, cuando era consejero y socialista, inaugurando una escuela.

Supongamos que existe este problema, porque si no existiera y van por ahí alarmando al personal... Supongamos que existe, digo. No será un problema, será más de uno. Hagan cuentas: fracaso escolar, social y familiar, drogodependencia precoz, comercio de estupefacientes entre menores, etc. Es decir, una suma de problemas morrocotudos, que echan para atrás, que llevan años arrastrándose. 

Examinando los hechos, estos problemas no importan a nuestros líderes patrios. Ni don Ernest en su día ni don Baudilio ahora hacen o han hecho nada para intentar ponerles remedio. ¡Quiá, qué van a hacer! Por lo tanto, los niños catalanes siguen acudiendo fumados a clase desde hace muchos años, lo que explica muchas de las cosas que suceden en este país.

Perdón, porque yo también acabo de banalizar problemas muy serios, demasiado serios. Me ha podido el verbo, lo siento. Pero señalaré que fumar porros antes de ir a clase no es una de las causas de nuestra decadencia, acaso un síntoma de ésta. También lo es el número alarmante de personas que acuden a su trabajo con un chisguete de más y la angustia de otra jornada laboral en el cuerpo. Es una prueba del fracaso (o de un fracaso) de nuestra sociedad, un mal asunto. 

Atención: lo que hacen y lo que dicen ambos consejeros también es un síntoma evidente de nuestra decadencia política, un serio inconveniente para nuestra sociedad. Los dos denuncian un problema gravísimo, los dos tienen medios a su alcance para combatirlo y ninguno de los dos hace nada para poner remedio a tanto mal. Es decir, les importa un bledo, a los hechos me remito. 

Eso sí, que no falte: Anuncian el mal llevándose las manos a la cabeza. Emplean el alarmismo, echan mano de alardes populistas muy efectivos. Marean la perdiz después de alborotar al gallinero. Pero a fin de cuentas ¿qué han aportado a la solución del problema? No más que ruido. Han jugado con la tragedia. Han sido banales y por ello, malvados. Porque sabían lo que hacían y no les ha importado una mierda.

Así se banaliza la responsabilidad de los cargos públicos. Desprovista de importancia, desaparecerá. ¡Malo! Ahora me toca banalizar a mí y preguntar por qué nuestra sociedad es tan estúpida que sostiene en el poder a estos elementos banalizadores. Pongo este ejemplo, pero ¡cuántos podría poner sobre la mesa! Seguro que se les ocurre más de uno, ahora mismo.

Quizá mi pregunta no sea tan banal, ahora que pienso, pero me he metido en aguas tan revueltas que da repelús navegar en ellas.

Será broma


Me da que es cachondeo, que no puede ser verdad. Que es una broma, que no va en serio. Porque la Convención Nacional de Convergència Democràtica de Catalunya, CDC, ha asegurado que la futura república catalana se verá libre de corrupción política

Ay, Señor, ¡quiénes fueron a hablar! 

En el pleno parlamentario donde el señor Mas aseguró que la pobreza en Cataluña era estructural (sic) y que ahora se nota más porque hay crisis, pero que pobres serán siempre los mismos y no hay nada que hacer, porque siempre será así (eso quiere decir estructural), donde dijo que la culpa era de Madrid y que con la independencia los pobres se iban a notar menos, en ese pleno, digo, apareció el señor Mas en el hemiciclo seguido de cerca del señor Oriol Pujol, hijo del antiguo presidente de Banca Catalana y de la Generalidad de Cataluña, chorizo de cuidado, que ni ha sido cesado ni ha dimitido ni nada.


Hay más pistas y antecedentes en el discurso de CDC que nos permiten intuir la seriedad con la que el partido presenta a la sociedad la regeneración democrática y la falta de corrupción en la hipotética y futura república catalana.

Por ejemplo, CDC defiende que los servicios públicos del futuro Estado (incluyendo la educación, la sanidad, los servicios sociales, la policía, etc.) estén abiertos a la colaboración público-privada (i.e., querrá privatizarlos) y el copago será un instrumento de gestión de la política social. Es decir, que el riesgo de corrupción será mucho más alto, porque las empresas privadas, con tal de hacerse con el negocio público, tentarán al demonio, de hacer falta, y los políticos en el poder procurarán vender favor por favor y ayudar a los amigos, como es humana condición, además de previsible. Que los ciudadanos acabaremos pagando más por menos, denlo por seguro. Que los de siempre ganarán más por darnos menos, chanchullos mediante, también.

A los hechos me remito, al larguísimo historial de transparencia y lucha contra la corrupción de CDC, que sirve de ejemplo, guía e inspiración de la que nos espera si éstos han de diseñar nuestro futuro. 

Comenzamos por su fundador, don Jordi Pujol, que montó un banco e hizo fortuna en tiempos de Franco y llegada la democracia dejó un agujero tremebundo que equivaldría poco más o menos al que ayer dejó Bankia. Arruinó a cuarenta mil accionistas y el sistema financiero catalán se fue a tomar viento y no se recuperó en muchos años, pero él cobró, consejos de administración mediante, muchos millones de pesetas de la época, que ¿adónde fueron a parar? Por eso lo llevaron a juicio, por repartirse 500 millones de pesetas de la época mientras el banco perdía miles de millones que sufragaba el Estado.

Esa fortuna ha financiado parte de los negocios de su familia. Jordi Jr., Pere, Oleguer, Oriol... quién más, quién menos, siguen los pasos de papá y varios de ellos son evasores confesos de millones de euros en impuestos. Hacienda, los jueces y la policía están tras de su pista. El que parece más tonto, Oriol, está imputado por el caso ITV, pero sigue como diputado y no ha dimitido de nada ni en el Parlamento ni en CDC. ¡Un ejemplo del buen hacer del partido! ¡Tomen nota!

Luego viene una larga lista de antecedentes y de casos abiertos, que es un no acabar de mierda y corrupción, de prácticas mafiosas, clientelismos, depotismos, chanchullos, mamoneos, prebendas, comisiones, sobornos, favores, etcétera. A poco que hagan memoria, salen media docena de casos que nos pueden ilustrar sobre la relación entre CDC y la corrupción política en Cataluña. Una relación íntima.

Así, de sopetón, sin consultar, me vienen a la cabeza dos casos donde dirigentes de CDC se han relacionado con la mafia rusa. En ambos casos, el tipo de CDC sigue de diputado y sin dimitir, hoy mismo. Son los señores Crespo y Fernández Teixidó. Luego tenemos todo el follón del juez Estivill; al señor Prenafeta, secretario personal de Jordi Pujol y peso pesado en el partido, protagonista del caso Casinos y del caso Pretoria; el señor Alavedra, otro que tal, y la señora del señor Alavedra, que se las daba de pintora y vendía sus cuadros por miles de euros a los empresarios que querían caerle bien a su marido, cuando no valían ni para envolver un bocadillo; el caso Palau, ¡no se nos olvide el caso Palau!


Más. Todo lo que rodea a la corrupción en la sanidad pública catalana huele a CDC: Prat, Bagó, Reus Innova, Crespo... Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña y las jubilaciones millonarias (de euros). La corrupción en las diputaciones de Barcelona y Girona de 2010 hasta ahora. Los apellidos Cullell, Roma, Piqué, Solà... Etcétera, etcétera, etcétera.

Dejando Banca Catalana a un lado, sumando lo dicho me salen centenares de millones de euros en operaciones dignas de escarnio público. En los más de veinte años en los que estuvo en el poder, CDC recibió más del 40% de todas las donaciones anónimas que recibieron los partidos políticos españoles. El 40% de las donaciones anónimas ¡de toda España! Hagan cuentas ustedes mismos.

Ahora volvamos al inicio. CDC asegura que cuando Cataluña sea una república independiente y manden ellos, esto no sucederá. Noooo... respondemos a coro. ¡No sucederá jamás! ¡Salta a la vista!

Aseguran que el Proceso Constituyente (sic) será una oportunidad para priorizar el interés general sobre el particular e implantar la transparencia en la gestión política. Tal cual. ¿Quiere esto decir que ahora no es así? Si no es así, ¿a quién beneficia que no sea así? ¿Quiénes son los chorizos que nos roban día sí y día también? ¿Quién ha emasculado todas las comisiones de investigación sobre casos de corrupción hasta hoy mismo? 

Dicen que en esa Cataluña-Jauja los servidores públicos que tuvieran comportamientos poco éticos y/o legales (sic) dimitirían inmediatamente. ¿De verdad? ¿En serio? ¿Como ahora? ¡Qué bien! ¡Chachi!

CDC también tira contra la prensa. Porque robar y verte luego en las portadas de los periódicos es incómodo. Carga, en su plan, contra los (cito) procesos paralelos mediáticos y filtraciones que perjudican el correcto funcionamiento de los procesos (sic, repite procesos). Es lo que sucede cuando hay libertad de prensa, amigos. CDC amaga con la censura en estos casos.

Hay que preguntar por qué no luchan ahora contra la corrupción, nada se lo impide. Todo esto que dicen podrían hacerlo ahora mismo, si les apeteciera hacerlo. ¡Nadie se lo impide y no es necesaria la independencia para ello! En absoluto. ¿No lo hacen? Será porque no querrán hacerlo, no hay más.

Por lo tanto, hay que decidir si van en serio o en broma, y a quién pretender tomar el pelo. En todo caso, no parece serio y si es broma, es de mal gusto.

El Himno del Proceso


Following the leader, the leader, the leader
We're following the leader wherever he may go
Tee dum, tee dee
A teedle ee do tee day
Tee dum, tee dee
It's part of the game we play
Tee dum, tee dee
The words are easy to say
Just a teedle ee dum a teedle ee do tee day

Tee dum, tee dee

A teedle ee do tee dum
We're one for all
And all of us out for fun

We march in line
And follow the other one
With a teedle ee do a teedle ee di tee dum

Following the leader, the leader, the leader
We're following the leader wherever he may go
We're out to fight the Injuns, the injuns, the injuns
We're out to fight the Injuns becayse he told us so

Tee dum, tee dee
A teedle ee do tee day
We march along
And these are the words we say
Tee dum, tee dee a teedle ee do tee day
Oh, a teedle dee dum a teedle ee do tee day
Oh, a teedle dee dum a teedle ee do tee day

Following the Leader, para Peter Pan. Música y letra de Oliver Wallace, Ted Sears y Winston Hibler.

En la otra punta del mundo (Gran Premio de Australia 2014)



¡Ya ha empezado la temporada de Fórmula 1! En la otra punta del mundo, literalmente, en las antípodas, en Australia. En la otra punta del mundo también metafóricamente. Porque los bólidos son diferentes de arriba abajo a lo que eran. Aerodinámicamente, por ejemplo. Son de un feo espantoso, el pico de pato será eficiente en pista, pero hace daño a la vista, y lo digo en verso para que se entienda.

El motor es mucho más pequeño, pero viene con un turbocompresor y un motor eléctrico auxiliar mucho más potente. Tiene que durar más y consumir una tercera parte menos que el anterior. De hecho, las televisiones se mostraban muy preocupadas porque estos motores son mucho menos ruidosos que los del año pasado. En vez de hacer brooom brrrooom brrrooom, hacen como un zumbido, brrrzzzz brrrzzz... y no es lo mismo para el público, dicen. Parecen coches de juguete. Que no lo son, les aseguro que no.

La primera carrera ha demostrado que los motores Mercedes están muy bien y los demás motores, detrás. También, que los que hasta ahora ganaban todo lo que se les ponía por delante, ahora lo tendrán más complicado. Algunos novatos han dado la sorpresa y algunos campeones se han quedado en la cuneta. Sólo han acabado catorce coches, una escabechina.

Rosberg se ha llevado la carrera con su Mercedes y McLaren lo ha hecho muy bien, ha resucitado. En Ferrari juegan con dos gallitos en el gallinero, un riesgo tremendo; hoy han quedado quinto (Alonso) y séptimo (Raikkonen). Menos es nada, o sea que nada de quejarse y a por todas, que queda mucho campeonato por delante.