Vamos a leer (libros de mujeres)


Hay que leer lo que escriben las mujeres. Aunque esté en inglés.

He descubierto una iniciativa en las redes sociales que quiere que leamos libros escritos por mujeres. No sé si es una iniciativa feminista o un astuto plan de las editoriales centradas en women's fiction, donde casi todos los escritores son mujeres y casi todos los lectores, también. 

La idea es que la literatura es un terreno en el que mandan los varones y se trata de darle la vuelta a la tortilla. Lea usted libros escritos por mujeres, reza el mensaje, y ya verá que bien. En eso de Twitter, se propaga la idea a través de, por ejemplo, #ReadWomen2014. Es una iniciativa curiosa.

Los últimos éxitos de women's fiction en inglés (todos traducidos al español).

Es cierto que hoy existen grandes escritoras, como también es cierto que escasean en las épocas doradas de la poesía, la novela o el teatro. No es machismo preferir la novela del siglo XIX a la del XXI, aunque los escritores del siglo XIX fueran machistas. Pero tampoco es feminismo leer un libro porque lo escriba una mujer. De hecho, la mayoría de las novelas del género women's fiction son románticas, carranclonas y cursis. Una militante feminista de las de antes tendría que odiarlas, casi por definición, y no recomendaría su lectura. 

Nos hemos metido de cabeza en otro de esos debates políticamente correctos que no llevan a ninguna parte. Lo que a mí me gusta de verdad es leer un buen libro, me da igual quién lo escriba. A veces, esto cuesta de entender.

Nos centramos en quién escribe, cuando lo bueno es qué escribe.

P.S.: Mientras se inicia esta campaña, lo sé de buena tinta, las editoriales de medio mundo están buscando un libro para varones. Es decir, un libro que los varones quieran comprar y leer. Por lo visto, las mujeres leen mucho y Cincuenta sombras de Grey y sus secuelas ha vendido (muchos) millones de ejemplares... entre las lectoras mujeres. Los lectores varones, ante la dicotomía de leer Cincuenta sombras de Grey o ver el fútbol (o navegar por internet o darle a la equisbox), prefieren dejarle el libro a su señora y entretenerse de otra manera. La pregunta del millón es ¿qué libro podría devolver a los varones la afición por la lectura? ¿Les parece un chiste? Pues, no lo es. ¡Cuánto dinero están gastando las editoriales en esta búsqueda...! Uf.

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