Espiando, que es gerundio



Fíjense en lo que sucede en mi país.

Un pirata informático pone al descubierto un archivo secreto y prohibido expresamente por la ley. Un centro que vela por la seguridad informática de la administración pública, llamado Cesicat, resulta que hace las veces de agencia de inteligencia. Como la NSA americana, pero de andar por casa. ¡Y lo que no sabemos!

El Centro de Seguridad de la Información de Cataluña, Cesicat, tiene un presidente (don Carles Flamerich, CiU, director general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información) y un director (don Tomàs Roy, acusado de cosas muy feas en relación a un contrato tramposo con Telefónica, también CiU). Ambos dependen directamente de don Felip Puig (CiU), que es consejero de Empresa y Ocupación y lo había sido de Interior, les recuerdo. El Cesicat se arroga funciones propias de organismos estatales (entre los que destaca el CNI o Centro Nacional de Inteligencia).

Por lo que se ha hecho público en la Red, los mossos d'esquadra (la policía catalana) disponen de informes detallados sobre ciudadanos que usan las redes para expresar su descontento (sic). Algunos, es cierto, incitan a la violencia, pero la mayoría sólo denuncian la brutalidad policial o la corrupción política. Los mossos d'esquadra persiguen con especial celo y afición a los que denuncian sus malas prácticas. Si encima las fotografían, ni les cuento.

No me negarán un parecido a Felip Puig, ¿verdad?

Se sabía que los mossos tenían listas de personas no fichadas. Sin permiso del juez, naturalmente. Algo expresamente prohibido por la ley. Aunque contaran con el permiso del consejero o del Consejo Ejecutivo (el Gobierno de los Mejores) esto no sólo es ilegal, sino que es delito. Será por eso que el Gobierno de los Mejores ha negado siempre que existen esas listas. 

Ahora no puede negarlo, porque las pruebas están ahí, y son abrumadoras. Los piratas las han publicado y puesto al descubierto. Lo visto provoca estupor. Lo más tremendo es que las redes sociales son sistemáticamente exploradas en busca de usuarios que serán clasificados ideológicamente. En efecto, la preferencia política de uno es suficiente para que lo fichen.

Repito, sin permiso, ilegalmente. Antes que pregunten, no se trata de terrorismo. Sólo en alguna ocasión han explorado las redes sociales en busca de alborotadores (sic). Por lo general, los objetivos son personas que manifiestan en público una ideología política que no es del agrado de los jefes de los mossos d'esquadra. También son perseguidas las personas que denuncian los abusos policiales. Tal cual.

Ésta es Consulta, la gata que caza ratones.

Aunque esta revelación pone los pelos de punta, hay espacio para la risa. Por ejemplo, el seguimiento a los activistas más activos (perdonen la redundancia) lo realizaban empresas subcontratadas por cuatro perras y eso explica muchas cosas que han sucedido después. Se destapó el pastel cuando se supo, hace más de un año, que el director general (el señor Flamerich) leía los correos electrónicos de sus empleados, creyendo que no iban a enterarse. Tonto.

Pero, claro, sus empleados eran consultores de seguridad informática y se enteraron. Se puso al descubierto que no sólo se espiaban los correos electrónicos del Cesicat, sino los correos electrónicos de los altos cargos de la Generalidad de Cataluña. De dos mil cargos. Dos mil. ¡C...! ¿Qué sabrá Felip Puig de sus directores y directores generales? ¡Quién sabe! Hay una denuncia con investigación judicial en curso, no es broma, pero nadie publica nada.

¿Cómo se han filtrado estos archivos? En principio no tenían que existir y se suponía que eran secretísimos. Pues, no. Al parecer, los trabajadores de Cesicat o de alguna de las empresas subcontratadas podrían haberse vengado de sus jefes, que razones tienen de sobras. Sueldos de miseria, recortes y ninguna hora extra. Además, suponiendo que su trabajo fuera legal y correcto, era un trabajo policial. ¿Por qué subcontratan a empresas privadas para hacer el trabajo de la policía?

¿También vigilan los teléfonos?

La mala gestión e ineptitud de nuestros líderes patrios es endémica hasta cuando juegan a espías o se hacen trampas al solitario. Porque si tienes un servicio de espías ilegal que ficha a los ciudadanos según lo que piensan y busca entre los tuyos algún traidor, ve con cuidado. No hagas nada de todo esto con gente subcontratada por cuatro perras y empleados públicos a los que tratas de tal manera que acabarán odiándote. ¿Qué crees que puede acabar pasando, si te comportas así?

Pero ¿saben qué? Que todos callan y otorgan.

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Etc.

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