Todo queda en familia



Soy del parecer que las noticias menores son las que más nos aproximan a la realidad. Así, la privatización del Hospital Clínic de Barcelona y el brutal recorte al que se verá sometida su actividad apenas ocuparon unas líneas en unos pocos (muy pocos) periódicos a la venta en Cataluña (que no catalanes). Sólo el tiempo y la magnitud del desastre ha dado publicidad al caso, pero no demasiada. Sigue siendo una noticia menor.


Que los médicos de la sanidad pública tengan que dedicarse a operar pacientes de una empresa privada, con las listas de espera que tenemos, y que además se cierren 74 camas hospitalarias, quirófanos y demás no es noticia, no interesa a nadie. No salen banderas y la culpa no es de Madrid; mejor no hablemos de ello. En Madrid, en cambio, la privatización de la sanidad pública (menor en magnitud que la catalana) está en los tribunales, paralizada por iniciativa de los madrileños de a pie. No sé si ganarán o perderán, los madrileños, pero qué envidia que me está entrando.

Hoy mencionaré dos noticias menores más, que nos ilustran sobre la gente que nos gobierna y nos ayuda a dilucidar porqués y cómos. Juzguen ustedes mismos.

El Cuñado del Jefe, Joan Antoni Rakosnik.

Ha saltado a la prensa que don Artur Mas, líder patriótico y mesiánico y responsable último de las trapacerías del Gobierno de los Mejores, que don Artur Mas, decía, tiene un cuñado. Un tipo muy espabilado, su cuñado. Se llama Joan Antoni Rakosnik, es ingeniero agrónomo, especializado en hortofruticultura y jardinería, y tiene un máster de IESE, que viste mucho. Trabaja en una empresa que ofrece servicios informáticos.

Trabajó como supervisor de sistemas informáticos en el Departamento de Agricultura y Ganadería de la Generalidad de Cataluña del señor Pujol. El primer Tripartito lo puso de patitas en la calle y hubo un pequeño rifirrafe político. Los tripartitos dijeron que no pegaba sello y que no se ocupaba de la informática, sino de sus cosas; los convergentes, que lo echaron por ser quien era, cuñado de Mas, en plan represalia. No me meto en la polémica, porque me parece que los dos bandos tenían razón: era el cuñado de Mas y no pegaba sello.

El grupo empresarial que contrató al Cuñado del Jefe. Una magnífica inversión.

Justo antes de las elecciones que tumbaron definitivamente al Tripatito, Seidor, una empresa proveedora de servicios informáticos, contrata a Joan Antoni Rakosnik como Jefe de Proyectos. De facturar 5 millones y pico al año, pasa a facturar más de 9 millones en el ejercicio 2009-2010, el último año del Tripartito. Entonces surge el Gobierno de los Mejores. Con Rakosnik en la empresa y su cuñado en la Generalidad de Cataluña, Seidor pasa a facturar del orden de 60 veces más. Lo diré con letras: sesenta veces más. Ahora se habla de más de 300 millones de euros al año, ganados en concursos digitales, porque son cosas de informática que se otorgan a dedo, ya me entienden.

Léase aquí: 

Doña Mar Ortega, que su tía envió a Berlín para aprender alemán.

La segunda noticia ya ha sido tratada en El cuaderno de Luis. Hablamos del dominio de la lengua tudesca de la delegada del Gobierno de la Generalidad de Cataluña en Berlín, doña Mar Ortega, que es la sobrina de la licenciada Ortega. De la misma manera que la tía dijo que era psicóloga, sin serlo, y eso no fue ningún problema para convertirse en vicepresidenta del Gobierno de los Mejores, doña Mar se fue a Berlín sin saber alemán. De tal palo, tal astilla.

El caso saltó a la prensa como ejemplo de nepotismo y estupidez, pero doña Mar sigue ahí, como su tía. El escándalo se quedó en anécdota. Hay que decir que la chica se esfuerza y dicen que ya es capaz de leer en (mal) alemán el discurso que le escribe el becario. ¡Brava! ¡Sigue así!

Vuelve a ser noticia porque la ANC, la Assemblea Nacional de Catalunya, ese lobby patrocinado por el Gobierno de los Mejores para animar el cotarro de la cosa nacional, porque la ANC, decía, se ha quejado de lo mal que quedamos los catalanes con doña Mar ejerciendo su catalanidad en Berlín. Poca broma con la ANC. Tiene menos socios que el R.C.D. Español, pero mete más ruido. 

Un ejemplo de diplomacia catalana bien entendida.
Con la estrella roja en la antigua Alemania Oriental.

Más exactamente, se ha quejado la ANC Deutschland, formada por los catalanes asamblearios que viven el exilio en Alemania porque en Cataluña no encuentran trabajo, se sienten oprimidos por el Estado y tal. Se ha quejado al Abuelo, a don Jordi Pujol y Soley, que fuera fundador y presidente de Banca Catalana y luego de la Generalidad de Cataluña, dejándonos bien servidos en ambos casos. El señor Pujol, padre de sus hijos, huestes honorarias de Cantimpalo, recibió una carta de ANC Deutschland en propia mano, en Berlín, adonde fue el pasado 11 de septiembre para que no pudieran decir de él que se había encadenado o desencadenado. 

La ANC Deutschland dice al egregio anciano que están hasta el colodrillo de (cito) un alto cargo que no demuestra la preparación necesaria. Dicen cosas más gordas, de gran calibre, pero ya leerán ustedes la noticia, si les apetece.

Ya se habían quejado de este asunto ante el secretario de Asuntos Exteriores de los Mejores, don Roger Albinyana (que tampoco sabe alemán), y también ante el inefable señor Homs, consejero de Presidencia y portavoz de los Mejores. Pero, vayamos por partes, ¿a quién se le ocurre quejarse ante el señor Homs de que Fulanita no sabe hablar en público y nos deja en mal sitio? ¡Ante el señor Homs...! Eso sería sentar un precedente peligroso. El señor Homs archivó la queja, no fuera nadie a fijarse en sus dotes oratorias con la excusa del alemán.

El receptor de la queja de la ANC Deutschland.

Total: que asaltan al señor Pujol y le piden que echen a doña Mar de Berlín. La carta de ANC Deutschland acaba diciendo: Por eso lo hacemos ahora a usted, con la esperanza de que podrá ayudar a solucionar este problema.

Fíjense bien, piensen un poco. ¿Quién es el señor Pujol? Un ciudadano como usted o como yo, en teoría. ¿Forma parte del gobierno? No. ¿Ha sido elegido diputado? No. ¿Ostenta un cargo público? No. 

No me vale que sea presidente jubilado de la banca y la política. En un país normal, europeo y civilizado, en un país con cara y ojos, el señor Pujol tendría que ser un ciudadano más. Pero... Ah, no, él podrá ayudar a solucionar este problema (sic). Nepotismo, enchufismo, favoritismo, chanchulleo y corrupción de la cosa pública, eso es lo que es y nadie mueve un dedo. Al contrario, la ANC Deutschland da por sentado que el trámite extraoficial tendrá más peso que la queja oficial. ¡Manda c...!

Lo que es yo, ahora mismo, ante esta perspectiva, quisiera que doña Mar Ortega continuase en Alemania todo el tiempo posible y algo más, para que la chica aprenda alemán, ya puestos, que buena falta le hará cuando vengan las próximas elecciones. También, para alejar el fantasma del Abuelo omnipotente y para que se vea quiénes mandan en Cataluña: nepotistas, corruptos e inútiles. Que se sepa bien alto y bien fuerte en toda Europa. La verdad os hará libres, y si no dices la verdad, mientes, y tú sabrás por qué.

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