Pinocho, el libro


Carlo Lorenzini, más conocido como Carlo Collodi.

No se si sabían que el final previsto para Las aventuras de Pinocho era que Pinocho muriera en la horca, condenado por sus muchos crímenes. Les juro que es verdad. Luego cambió el final y todos fueron felices y comieron perdices.

Porque hay que señalar que las aventuras de Pinocchio, la marioneta, no estaban pensadas para los niños, sino para los mayores. Las aventuras de Pinocho son la metáfora de un relato de iniciación masónico y una guía en el camino hacia la virtud, ahí queda eso. Pero ya saben qué pasa, que los adultos no están por la virtud y las andanzas de un monigote de madera que habla con un grillo son un cuento magnífico para los chavalines.

Pinocho, preso por sus muchos delitos, camino del juzgado.

Pero ¡quién iba a imaginarlo! ¡El camino de la virtud...! Ya hay algo de eso en La flauta mágica, de Mozart, no es ningún secreto, pero no me lo esperaba en Pinocho. Pero nótese que Las aventuras de Pinocho pertenecen a una época convulsa y llena de cambios en Italia, la Unificación, cuando ser masón era una declaración de intenciones y casi una obligación.

Carlo Lorenzini, que tenía por alias Collodi, fue un periodista y escritor florentino de familia noble, educado en un seminario. Fue en el seminario, qué cosas, donde, gracias a estudiar filosofía y retórica, pudo leer muchos libros listados en el Índice (prohibidos por la Iglesia). Es decir, se empapó de Ilustración y Romanticismo antes de echarse al mundo a luchar por Italia.

Una de las primeras ediciones del Pinocchio.

Trabajó mucho en muchos periódicos y publicó varias novelas, pero nosotros conoceremos siempre a Collodi por dos obras, Storia di un burattino (la historia de un cervatillo llamado Bambinino, Bambi) y Le avventure di Pinocchio. De la Storia di un burattino nació el primer periódico infantil de Italia y uno de los primeros del mundo, Il Giornale dei Bambini. El personaje de Bambi fue tomado por otros autores y cobró mucha fama en Europa.

Cuando murió, Lorenzini fue enterrado en la Basílica de San Miniato al Monte en Florencia. No conozco mejor camposanto.

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