Un panorama desolador


Jordi Pujol Ferrusola en 1997, cuando participó en el París-Dakar.

Leo, y luego escucho, la declaración de M.V.A.M. delante del juez, en Madrid. Recuerden: M.V.A.M. fue novia de Jordi Pujol Ferrusola y fue testigo de cómo llevaba grandes cantidades de dinero de aquí para allá. El hijo del presidente de Banca Catalana y la Generalidad de Cataluña se peleó con la mujer, a la que luego maltrató, acosó y amenazó de muchas y muy diversas maneras, todas ellas sumamente desagradables.

El relato me deja con los pelos de punta. Es el relato de una mujer maltratada por un hijo de puta que pertenece a una familia aficionada a las prácticas mafiosas. Es aberrante, da asco.

En la declaración, M.V.A.M. menciona un puñetazo en la cara, gritos y un largo etcétera. Su novio la engañó. Creía que era un tipo interesante y resultó ser un personaje violento, caprichoso e inestable, aficionado al lujo y al despropósito, que derrochaba dinero en automóviles deportivos y consideraba a las mujeres algo parecido a sus automóviles, cosas para usar y tirar. Era un tipo que se enredaba en negocios muy turbios, blanqueaba dinero en el Reino Unido, lo sacaba de Andorra de cuatrocientos mil en cuatrocientos mil euros y llamaba a su madre, doña Marta Ferrusola, para decirle que estuviera tranquila, que ya había cobrado los intereses (esos cuatrocientos mil).

¿Qué tapan tantas banderas?

M.V.A.M. también explica por qué no declaró antes: por miedo. Ella dice no tener miedo, sino pánico. Menciona a Felip Puig; el hermano de Felip Puig es socio de Jordi Pujol Ferrusola, dice, y éste, su antiguo novio, dijo que si acudía a la policía, él lo sabría (gracias a su amistad con los Puig) y ya vería entonces lo que es bueno. Las amenazas son constantes, y no es la amenaza de un cabrón violento, sino las de uno que amenaza con echarle encima a alguien una organización entera. Sucio, muy sucio.

De hecho, la mujer dice que no se atrevía a denunciar nada en Cataluña, donde se sentía acosada, perseguida y presionada por la familia Pujol. Sólo quiso declarar en Madrid, lejos de Cataluña. En Cataluña, no, repite varias veces. En Madrid, dice, se sentía a salvo de esta gente. La mujer padece ansiedad y tiene que acudir al psicólogo. Sostiene que Jordi Pujol Ferrusola también tiene problemas psicológicos y que pasó una temporada ingresado por ello en un lugar de la calle Anglí.

M.V.A.M. declaró con una condición: su anonimato. Pues ¡vaya con el anonimato! Leí la declaración entera de M.V.A.M. ante el juez en El Periódico y hoy puedo escuchar algunos fragmentos del interrogatorio en la radio, la televisión o internet. Está por todas partes. Se supone que la policía protegía la identidad de la testigo y que el juicio estaba bajo secreto de sumario, pero ya ven ustedes.

A CiU le ha salido un grano muy gordo con la familia Pujol, que cada día que pasa se parece más a una versión cutre de la familia Soprano. Pero qué digo... ¡CiU entera es una versión cutre de la familia Soprano! Muy cutre, muy sucia, peor.

Pero M.V.A.M. no sólo sufría el acoso de CiU o de la familia Pujol, que viene a ser casi lo mismo. El PSC-PSOE la seguía y la espiaba, mediante una agencia de detectives. Los indicios que permiten afirmarlo son muchos y parecen sólidos. La factura, por ejemplo. Los periódicos, además, saben quién fue el detective que puso un micrófono en el jarrón de flores que había en la mesa (E.V., dicen), y saben que era amigo tanto del señor Zaragoza (PSC-PSOE) como de la dueña del restaurante. Etc. El PP supo del caso. M.V.A.M. había sido compañera de escuela de un alto cargo del PP (que también es casualidad). Es posible que la señora Sánchez-Camacho animara a M.V.A.M. a declarar, pero quizá hubo omisión al saber de un delito y no hacer nada más. Etc.

En resumen, siento náuseas. Pero ¿no quieres caldo? ¡Dos tazas!

Sigo leyendo los periódicos de hoy y se me cae el alma a los pies:

Un diputado socialista, Daniel Fernández, puede ser acusado de tráfico de influencias en el caso Mercurio del Ayuntamiento de Sabadell.

Cuatro directivos de Caixa Penedès se repartieron veinte millones de euros y es ahora que se plantea denunciarlos, mientras su admirable gestión nos ha costado cientos de millones a todos los españoles.

Don Baudilio, a. Bío Ruiz, conseller de Salud y ejecutor de los planes de desmantelamiento de la sanidad pública catalana con el beneplácito de CiU y ERC, ha sido pillado in fraganti con un informe donde propone una privatización masiva de hospitales públicos catalanes nunca jamás antes vista. Quiere poner a la venta una tercera parte (sic) de toda la sanidad pública catalana: hospitales, laboratorios, centros de atención primaria, etc. Toda la cúpula de su departamento procede de la sanidad privada y sus intenciones son evidentes. El negocio sanitario en Cataluña es otra historia de mafiosos que pone los pelos de punta.

Unió Democràtica de Catalunya, responsable civil en el caso Pallerols, ahora se ve implicada en otro caso de financiación ilegal a través de la Fundació Catalunya i Territori y una empresa de la que son socios cargos del partido. Se solicita, de nuevo, que UDC vuelva a ser responsable civil subsidiaria.

Infraestructures, antes GISA, una empresa pública de la Generalidad de Cataluña, despedirá a la mitad de sus empleados. Eso sí, se mantendrá una inflación de cargos y altos cargos en la empresa. La Generalidad de Cataluña ha suprimido unos cuatro mil empleos el último año, contando por lo bajo.

Etcétera.


Dejo los periódicos. El panorama catalán es desolador.

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