Apoyo parlamentario



El día de San Jaime, patrón de España, se celebró una sesión extraordinaria del pleno del Parlamento de Cataluña. Se pretendía aprobar (y se aprobó) una moción que instaba al Gobierno de la Generalidad de Catalunya a pedir la independencia fiscal de España, petición que tiene muy pocas probabilidades de éxito. Quizás otro día nos dediquemos a estudiar un tema tan apasionante, pero hoy quería hablar de otra cosa.

Ya saben que esta semana ha habido unos incendios forestales en el norte de Cataluña que se han llevado por delante unas veinte mil hectáreas y que han costado la vida a varias personas. Aunque el Parlamento de Cataluña hizo una declaración sobre este asunto al inicio del pleno, la mayoría de las personas que subieron a la tribuna de oradores iniciaron su discurso mencionando la catástrofe. La mayoría, no todos.

El primero en hablar, don Artur Mas, ponente, tuvo muchas palabras de agradecimiento y se tomó su tiempo para saludar a los ilustres invitados, la carcundia patria en persona. Las damas y caballeros a los que se refería el ponente ocupaban la tribuna de invitados con aire solemne y caras serias y agradecieron el gesto. Mas no dijo nada del incendio. Él estaba por hacer historia (tal dijo). Habló cincuenta y seis minutos de un texto que no llega a ocupar tres páginas, de modo aburrido, hueco y grandilocuente, atento a la escenografía.

Todas las personas que le respondieron, excepto una, mencionaron el incendio al iniciar su discurso. La excepción fue doña Alicia Sánchez-Camacho Pérez, que lo mencionó en mitad de su intervención, agradeciendo el gesto de los funcionarios (bomberos y policías).

Quién más, quién menos, todos tuvieron un recuerdo para las víctimas y agradecieron la labor de los que combatían contra el fuego. Doña Rocío Martínez-Sampere Rodrigo (PSC-PSOE) los saludó con especial atención, dando a entender que éstos, más que los invitados, merecían su reconocimiento; pero el más combativo fue el ilustrísimo señor don Uriel Bertran Arrué, del Subgrupo Parlamentario de Solidaritat Catalana per la Independència, que largó contra el Gobierno con dureza por no querer postponer el debate en señal de respeto por las víctimas de la tragedia.

Con todo, hubo un lapsus linguae que merece ser anotado. El ilustrísimo señor don Oriol Pujol i Ferrusola (CiU) también comenzó hablando del incendio. Manifestó su duelo por las víctimas y luego agradeció la labor de los servidores públicos: regidores, alcaldes y de ahí hasta el conseller (sic). Los bomberos, los policías, los soldados y demás los dejó para otro día. Éstos no sirven al primo de Zumosol.

Pueden comprobarlo ustedes mismos o aburrirse con el debate entero aquí.

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