¿Qué pintaban los neandertales?



La datación por radiocarbono es muy precisa, pero precisa carbono. Al enfrentarse a las pinturas rupestres, sirve de muy poco, porque muchos pigmentos de estas pinturas son minerales y no proceden de restos de plantas o animales. O no se pueden hacer las dataciones o hay que rascar media pintura para poder hacerlas como Dios manda. Pero ¡tranquilos! La ciencia avanza que es una barbaridad y se ha inventado el método de datación torio-uranio (no pregunten) que, en vez de datar el material, data la capa mineral que el tiempo ha ido depositando encima de él. Con muestras minúsculas, que no afectan a la pintura, pueden hacerse dataciones muy precisas.

Digo esto porque un grupo de científicos han datado las pinturas rupestres de varias cuevas de la Cornisa Cantábrica, la de Altamira entre ellas, y nos hemos llevado todos una sorpresa. Resulta que la mayoría eran más antiguas de lo que pensábamos. Una de ellas, la más vieja de todas, fue pintada hace cuarenta mil años, y muchas más, hace treinta o treinta y cinco mil. ¡No está mal!

La noticia ha provocado una pequeña revolución entre los paleontólogos. Los restos del ser humano más antiguo en Europa datan de hace cuarenta y un mil años y ahora nos salen con pinturas que tienen cuarenta mil años a la espalda. ¿Ya pintaban los humanos mil años después de haber pisado Europa por primera vez? ¿Habían cruzado toda Europa y los Pirineos en apenas mil años? ¡Caramba, qué prisas!

¿Y si los primeros pintores no hubieran sido los humanos, sino los neandertales?

Los neandertales son los primos del ser humano. Más altos, más fuertes y desde el punto de vista humano, más feos que nosotros, mucho más feos, ya vivían en Europa cuando llegamos y no nos vieron venir. Conocían el fuego, fabricaban herramientas, pero los paleontólogos discuten hasta qué punto eran tan humanos como los humanos. No se conoce ninguna afición artística del neandertal. Su tecnología apenas evoluciona. En comparación con la nuestra, es tosca y elemental. Parece que eran un poco brutos y poco dados a lo abstracto, aunque eran padres solícitos (pues tenían pocos hijos) y algo pánfilos (creían que los humanos los dejaríamos en paz).

Nos avergüenza decirlo, pero todo parece indicar que el ser humano aniquiló al neandertal, lo exterminó. Los matamos a todos. Parece ser (no es seguro) que antes de acabar con ellos violamos a sus hijas y de esa unión salieron seres humano-neandertales; también es posible que fueran nuestras hijas las que acudieron a solicitar los favores de esos tipos tan altos, fuertes y peludos. Quién sabe. Los genetistas insinúan que podríamos tener un poco, un poquito, casi nada, de neandertal, y de esos polvos, estos lodos. Eso explicaría el caso de la suegra que gasta bigotes o la capacidad de raciocinio de nuestro jefe. Pero hablamos de cifras inferiores al uno por ciento, en el mejor, o peor, de los casos.

Dicho esto, a la vista de la datación de las pinturas rupestres del Cantábrico, alguien ha insinuado que los primeros pintores podrían haber sido neandertales. La hipótesis no está mal, todo el mundo la considera interesante, es golosa, pero no se sostiene demasiado. En primer lugar, porque hasta ahora nada parecía indicar que los neandertales tuvieran aficiones artísticas. En segundo lugar, porque se sostiene mejor que el ser humano llegó a Santander con un pincel debajo del brazo, que traía de antes. En tercer lugar, y eso lo digo yo, ¿qué problema hay con que el ser humano llegara a Europa sólo mil años antes que las pinturas de Altamira? ¡Lo que puede aprender y caminar uno en mil años...!

Dicho esto, la idea del neandertal pintor es tan atractiva que algún paleontólogo ya busca un punto intermedio. Éste insinúa que los rastros de pintura más elementales podrían ser neandertales y los bisontes, humanos. Eso es tanto como insinuar que los neandertales se han apoderado del arte contemporáneo. ¡Siempre echando las culpas a los demás!

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