Josep Prat, liberado



Hubo un tiempo en que un personaje con responsabilidades públicas pillado en falta era cesado, destituido, expulsado, despedido, incluso con agravantes. Podía serlo fulminantemente, de manera inmediata, deshonrosa, sin remisión o con pesar, en algún caso. Sin embargo, hoy se estilan otras maneras.

Ahora ha salido una expresión nueva, la liberalización. Por lo visto, es lo que hacen los neoliberales; en honor a su nombre, liberan.

Fíjense en las palabras de don Baudilio, a. Bío Ruiz: He aceptado liberarlo para que haga frente a todos sus problemas, dijo. ¡Cuánta bondad...! Es lo que respondió cuando le preguntaron ayer por la dimisión de don Josep Prat Domènech, hasta ahora presidente del Instituto Catalán de la Salud. Recordemos que, a juicio de don Baudilio, lo único que había alrededor del señor Prat era un conflicto estético. El señor Prat, acusado de feo, ha tenido que soportar ese desprecio durante demasiado tiempo y al final, ha pedido ser liberado.

Pues, menos mal que ha liberado al señor Prat, pero ¡cuánto me hubiera gustado que lo hubiera destituido! Razones no le habrían faltado para ello, don Baudilio. Podría haberse cubierto de gloria con una destitución fulminante, contundente, de ésas que no deja lugar a dudas sobre las razones de la expulsión. ¡No sólo era feo, sino que, además, ladrón! Pero eso ¿no hubiera sido tanto como reconocer su culpa? Porque usted o estaba al tanto o era tonto, fijo.

Por eso, don Baudilio, sólo lamento que lo haya liberado tan tarde. ¡Lo que habrá tenido que sufrir el pobrecito, preso de sus obligaciones y acusado de feo! He aceptado liberarlo..., ha dicho. Pues también podría liberarse usted mismo, don Baudilio, y librarnos a a todos de tanto canalla, ladrón y sinvergüenza, de tanto parásito del sistema de salud pública en Cataluña. ¡Libérelos, por favor! ¡Libérese! Y, señor Mas, ¿no piensa usted liberar a nadie más?

Los viajes de la «licenciada» Ortega



La señora Ortega no tiene la licenciatura de Psicología, pero qué importa, porque es la vicepresidenta del Gobierno de la Generalidad de Cataluña. ¡Cualquiera le dice tonta...! Como es la vicepresidenta, si el presidente viaja, ella también. ¿Que cruza el charco? Pues, ella, también. Pero ¿hacia donde?

Como estos viajes sólo sirven para el NO-DO y para generar gasto, la vicepresidenta ha escogido un destino que vende bien en Cataluña: Quebec. Pero ¿a qué va, a Quebec?

La mala gente dirá que quiere salir en el NO-DO, proclamando nuestro inequívoco parecido con los quebequeses. Pero, como en la jota, la Virgen del Pilar dice / que no quiere ser francesa / que quiere ser capitana / de la tropa aragonesa. En este caso, de la tropa aragonesa oriental, que se sitúa geográficamente en Holanda del Sur, quede claro.

Fuera bromas. ¿¡Qué c... hace la licenciada Ortega en Quebec!? Lo explica en una nota de prensa de su departamento.

Se reunirá con su homóloga quebequesa, la viceprimera ministra, Michelle Courchesne, que también tiene las competencias en materia de administración y función pública, para tratar sobre la agilización y simplificación del sector público [sic]. Asimismo, se reunirá también con el presidente de la Asamblea Nacional de Quebec, Jacques Chagnon, y participará en diversas presentaciones para conocer la regulación quebequesa de los procesos electorales y de participación.

¿Qué quiere decir participará en diversas presentaciones?

Ayer, 28 de junio, se reunió con algunos jefes de la Dirección General de Electoral de Quebec (DGEQ) por la mañana, para hablar de sus cosas. Ésta, la DGEQ, es una institución independiente que organiza los procesos electorales locales, excepto los de carácter federal. Su director general es escogido por la Asamblea Nacional de Quebec.

Como el concepto independiente no es comprendido por la delegación catalana, la licenciada y su séquito tienen que tragarse varias ponencias en formato power-point, para después de comer. Así, le pasaron Las consultas populares en Quebec. Marco jurídico y experiencias. La mañana del día 29, dos ponencias más: Mapa electoral de Quebec. Proceso de delimitación de circunscripciones y Establecimiento y mantenimiento de la lista electoral permanente en Quebec.

Eso es todo. No hay más. Se acabó lo que se daba. Fin.

Como tres presentaciones en power-point y tres o cuatro entrevistas con gente culta, preparada y con títulos universitarios canadienses puede ser demasiado para la licenciada Ortega, ha viajado acompañada del director general de Relaciones Institucionales, Joan Auladell (abogado y economista), y por el director del Programa de Innovación y Calidad Democrática, Enric Vendrell (abogado). Estos personajes se supone que saben francés (o inglés) y que podrán explicarle a la jefa qué quiere decir circunscripción o jurídico. Es posible, incluso, que alguno sepa quién era De Gaulle. Pero es un suponer.

Lo cierto es que usted, ella o cualquiera tiene toda esa información al alcance de la mano y que no hacía falta gastar una fortuna de nuestros impuestos para que tres jefazos de la Generalidad y su séquito acudan al Canadá para ver tres pases de diapositivas que, además, no comprenderán. Mientras la licenciada Ortega promueve los despidos de empleados públicos, se gasta el dinero de todos en viajes inútiles. Clara y obviamente inútiles.

Hagan ustedes mismos el experimento, si no me creen. Con un poco de pericia en la búsqueda con el Google y algo de inglés (o francés) se planta uno en un web oficial del gobierno canadiense o del Quebec en un pispás, y hay que ver la cantidad de información que obtiene uno sobre las leyes y los procesos electorales canadienses. Tanta, y de tan buena calidad... Si la licenciada Ortega supiera manejar un ordenador y supiera leer lo que aparece en pantalla, en una tarde habría obtenido mucha más información que en esas tres presentaciones powerpointianas con las que ha sido obsequiada.

Pero donde no hay luces, de qué sirven las bombillas.

La gripe A(sesina)



Quién más, quién menos, ha oído hablar de la gripe A. Al principio, como si fuera una cosa malísima; luego, casi con pitorreo. La gripe A (la ocasionada por un virus llamado H1N1 del tipo A) había sido una metedura de pata de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una conjura de las empresas farmacéuticas para quitarnos el dinero, una excusa cualquiera para poner en duda la eficacia de las vacunas...

Poco bueno puede decirse de muchas empresas farmacéuticas, y la gestión de la gripe A por parte de la OMS fue, como dijo alguno, manifiestamente memorable. Pero también podemos criticar el papel de los periodistas, que se pusieron como el Quico provocando alarmas, y no nos olvidemos de la cantidad de cantamañanas que sacaron provecho del momento: monjitas paranoicas, agoreros apocalípticos, antivacuneros peligrosos, adalides de lo alternativo y demás chusma.

Todo empezó cuando el 27 de abril de 2009 la OMS elevó el nivel de alerta de pandemia un punto (de 3 a 4) tras la rápida aparición de casos humanos de gripe debidos al nuevo virus H1N1 de tipo A, un híbrido de cepas humanas, aviares y porcinas, que había aparecido hacía poco en México. En medio de alarmas periodísticas, un día después la OMS publicó que México ya tenía 26 casos confirmados por pruebas de laboratorio, y siete muertos; en los EE.UU. no había muerto nadie, pero había 40 casos confirmados; también se habían confirmado casos en Canadá, el Reino Unido, España, Nueva Zelanda e Israel.

¡Pánico! Cuando, al final, resultó que la mayoría habíamos sobrevivido, del pánico nació la sorna, el desprecio y el terreno abonado a los cantamañanas. Ahora, con algo de perspectiva, nos tenemos que preguntar si la gripe A fue realmente peligrosa, si hicimos bien en lanzar campañas de vacunación y también preguntarnos qué salió mal.

La gripe normal mata preferentemente a personas mayores de 65 años. En cambio, un 80% de las víctimas de la gripe A son menores de 65 años; la mayoría, niños. Es decir, que la pérdida de esperanza de vida que provoca la gripe A es mucho mayor que la provocada por la gripe estacional. Ésta, la gripe estacional, mata cada año de 250.000 a 500.000 personas en todo el mundo. Las muertes se asocian, la mayor parte de las veces, a colapsos del sistema respiratorio o a fallos cardíacos. No es fácil discernir si algunas muertes han sido ocasionadas por la gripe, especialmente en ancianos, y la evolución de la mortalidad causada por la gripe se estima estadísticamente.

Veamos lo que ha ocurrido con la mortalidad de la gripe A. Entre abril de 2009 y agosto de 2010, se confirmaron 18.500 muertes en laboratorio a causa del virus H1N1 de tipo A. ¡Eso no es nada!, clamaba la prensa. ¡Ha sido todo un montaje para forrarse vendiendo vacunas! ¿Qué son 18.500 muertes frente al medio millón de una gripe como la de todos los años?

Sin embargo, muchos científicos creían que la cifra de muertos a causa de la gripe A H1N1 podía ser mucho más elevada. Algunos estudios locales o regionales de la epidemia se inclinaban a considerarla más peligrosa. Hoy, la ciencia médica se inclina ante las evidencias y considera que se subestimó su impacto y su peligrosidad.

Hace pocos días, diecinueve científicos de Europa, Asia, Oceanía, las dos Américas y África, especialistas en epidemias, salud pública, etc., han publicado un estudio conjunto en el que estiman que podrían haber muerto entre 151.700 y 575.400 personas a causa de la llamada gripe A durante los primeros doce meses de la pandemia.

El estudio parte de una evidencia: en algunos países pobres no hubo un registro exhaustivo de los casos de gripe A y no se distinguía entre una gripe y otra. Los científicos analizan los datos epidémicos de los países donde sí que hubo un control exhaustivo del virus y estudian su incidencia mortal a causa de problemas respiratorios o cardíacos. Observan que el virus mata más en unos países que en otros. Tendría que matar en todas partes por igual, o matar más donde la salud pública fuera peor, en los países más pobres. Pero resulta que no había sido así. ¡Caramba! Los investigadores lanzan una hipótesis: en estos países se ha confundido la gripe A con otra cosa, o sencillamente no se ha considerado.

Cuando analizan las muertes en estos países, descubren un incremento de las muertes cardiorrespiratorias. Un análisis estadístico afinadísimo propone el número de personas que deberían de haber muerto por determinadas causas y las que realmente murieron a causa de ellas. Se observa un patrón que coincide con la mortalidad prevista de haber actuado el virus de la gripe A en los países pobres como había actuado en los países ricos. Et voilà! Las hipótesis de los investigadores se sostienen cuando se comparan con otros estudios independientes a más pequeña escala.

Los autores sostienen que más de 200.000 muertes respiratorias y más de 83.000 muertes por insuficiencia cardíaca fueron ocasionadas por el H1N1. Eso, de media. Podrían ser más. En todo caso, siendo precavidos, el H1N1 fue quince veces (15) más mortal de lo que se creía hasta ahora, y no tuvo nada que envidiar a una gripe normal como mensajera de las Parcas. La mitad de las muertes se produjo en África y el Sudeste Asiático, donde un nuevo análisis estadístico es posible que descubra cifras de mortalidad más elevadas (es la sospecha de los investigadores). Lo peor del caso es que la pérdida en esperanza de vida del H1N1 ha sido tremenda, porque ha atacado a los más jóvenes.

No sé si han pillado el quid del asunto. Les dejo con el artículo.

Lo publica The Lancet Infectious Diseases, Early Online Publication, el 26 de junio de 2012. Su doi es 10.1016/S1473-3099(12)70121-4. Se titula Estimated global mortality associated with the first 12 months of 2009 pandemic influenza A H1N1 virus circulation: a modelling study.

El busto del presidente



Don Félix Ballesteros, alcalde de Tarragona, defiende la moción. Sostiene que es una tradición en Tarragona que los plenos municipales estén presididos por un busto del presidente de la Generalidad de Cataluña. Se ha hecho así desde los tiempos de Tarradellas, dice. Es decir, que ya llevamos cuatro bustos, el del señor Tarradellas, el del señor Pujol (el más amortizado), el del señor Maragall y el del señor Montilla, que ahora están por ahí, en alguna parte de las dependencias municipales.

Ahora, don Félix quiere 12.600 euros para pagar un busto del presidente de Holanda del Sur, otrora llamada Cataluña, don Artur Mas More van Meer. Es la tradición, insiste. Fíjense si viene de lejos que en la Imperial Tarraco ya se empleaban bustos del Divino Emperador para imponer respeto a los súbditos hispanos.

La única persona que se ha opuesto ha sido doña Arga Sentís, representante de IC-V en el Ayuntamiento de Tarragona. Ha dicho que ése no era el momento para gastarse 12.600 euros en un ídolo, pero se ha quedado sola defendiendo que 12.600 euros podrían tener un mejor uso. Gracias, señora Sentís, por poner un poco de sentido común sobre la mesa en el debate.

Se vota la moción y se aprueba por mayoría. A favor de comprar un busto del presidente Mas More van Meer, los representantes del PSC-PSOE y del PP. CiU se abstiene. La única en votar en contra ha sido la señora Sentís.

Sin embargo, el busto del presidente Mas More van Meer todavía no preside los plenos municipales de Tarragona. Observen la fotografía, si no me creen. Todo porque el alcalde, don Félix, ha echado el freno y espera a que se enfríe un poco la polémica. ¿Qué polémica? La que ha encendido los ánimos de algunos tarraconenses. Con la que está cayendo, y levantando ídolos... Así que don Félix ha aplazado (sólo aplazado) el encargo. A veces uno se equivoca con la mejor de las intenciones, ha escrito en un tuit, aunque ha insistido en la tradición histórica de la idolatría municipal ante las huestes de iconoclastas.

El asunto ha tenido más repercusiones que la simple anécdota. El Ayuntamiento de Tarragona había pedido permiso a la Delegación del Gobierno de la Generalidad de Cataluña para colocar el busto del presidente Mas More van Meer en su pedestal. Ésta, generosamente, lo había concedido. Como ahora el señor alcalde se ha echado atrás, se ha creado un conflicto entre instituciones. Don Joaquim Nin, el delegado, ha mandado publicar una nota de prensa para simular que no ha pasado nada.

La nota dice, traduzco:

En relación al acuerdo adoptado por el Ayuntamiento de Tarragona, sobre la colocación de un busto del Muy Honorable Presidente de la Generalidad para presidir la sala de plenos de la corporación, como ha sido la tradición mantenida por los diferentes alcaldes democráticos, y ante la polémica interesada que ha suscitado el caso, desde la Delegación del Gobierno de la Generalidad en Tarragona, se quieren hacer las siguientes precisiones:

Que la iniciativa surge de la Alcaldía de Tarragona, por la voluntad de mantener una manera de hacer que se mantiente en este municipio y que han seguido todos los alcaldes democráticos. Por lo tanto, remarcar que en ningún momento de este proceso ha existido ninguna intervención por parte de la actual Presidencia de la Generalidad.

Que dado el momento temporal en que el Ayuntamiento de Tarragona ha decidido hacer esta escultura, se comunica que no se encuentra ningún inconveniente en el hecho de que el Ayuntamiento posponga o revise el acuerdo de mantener la tradición municipal de colocar en el salón plenario un busto del Presidente del país.

Los subrayados son míos. A mí, personalmente, me encanta el momento temporal, y me fascina la voluntad de mantener una manera de hacer que se mantiene, pero ahí les dejo el texto, para que opinen a discreción.

Ah, un detalle. El alcalde, don Félix, es socialista, del PSC-PSOE.

Éste es un país de locos.

Una pieza de museo



Trabajar tocando a la funeraria tiene sus momentos. Imagínense cómo me quedó el cuerpo al contemplar este espectáculo a tocar de la oficina. Bajo la inclemente canícula, los operarios de la fábrica de ataúdes montaban la carroza en medio de la calle. Memento mori...

La fotografía la tomó mi amigo Ernest, compañero de oficina y penalidades, con una pequeña cámara digital, cosa que agradezco mucho.

¡La escritura está en peligro!

En Alemania tienen unos problemas... Fíjense que ahora Bild, un periódico de corte conservador, aunque dado a grandes aspavientos, ha iniciado una campaña en favor de la escritura. Bild, que con cuatro letras llena la primera página... En fin, créanme, ahora se pone a defender la escritura con ahínco. Su última portada dice, con grandes letras manuscritas (sic): Alarm! Handschrift stirbt aus!

En El Mundo recogen la noticia y se suman al escándalo. Traducen el titular tal que así: ¡Alarma! ¡La escritura manual se extingue! Pero Handschrift, en los diccionarios, se traduce simplemente como escritura. Tengo mis razones para suprimir manual y dejar solamente escritura. Si nada dice nada, por defecto, se supone que uno escribe un manuscrito; los mecanoscritos suelen especificarse, aunque cada vez menos.

Sea como fuere, los alemanes se llevan las manos a la cabeza porque la gente ya no escribe con lápices, bolígrafos, rotuladores o plumas estilográficas, sino con teclados y pantallas táctiles. Bild, que se pone melodramático, como si le hubieran pisado un callo, habla de una agonía de la escritura (de puño y letra) y avisa de la cantidad de aparatos electrónicos que escriben por nosotros. Afirma que ya comienzan a extenderse aparatos que escriben al dictado. ¡Pronto no sabremos ni cómo se coge un bolígrafo! Bild sostiene que uno de cada tres alemanes adultos hace seis meses que no escribe una línea a mano; si escribe, emplea teclados o dictáfonos. Mal asunto, se queja Bild, muy malo.

Para alarmar más todavía a la población tudesca, los llamados periodistas acuden al profesor Manfred Spitzer, director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Ulm, un manicomio célebre. Herr Doktor sostiene que la escritura es un instrumento utilísimo para facilitar la coordinación y las habilidades manuales, y escribir es, además, un estímulo muy beneficioso de la actividad cerebral. La tésis del doctor Spitzer es que cuanto más escriba uno, menos tonto será, aunque nosotros conozcamos algunas excepciones. Sin ir más lejos, yo mismo.

Cuando el profesor Spitzer oye hablar de los aparatos electrónicos que escriben o realizan funciones a la orden dada en viva voz por su dueño, se lleva las manos a la cabeza y exclama que la estulticia se está adueñando de Alemania y se pregunta, ay, qué será de nosotros. Bild, feliz por haber dado con un drama para el verano, llora con Herr Doktor y publica las lágrimas.

¿Ocurre lo mismo en España? Véase. En los últimos seis meses uno de cada tres alemanes no ha escrito nada a mano; durante esos mismos seis meses, uno de cada tres españoles no ha escrito nada, ni a mano ni a máquina.

Total, para lo que hay que decir...

Ola de calor



Los meteorólogos, especialmente los de la televisión, se llevan las manos a la cabeza con el tremebundo fenómeno meteorológico que se nos está echando encima. La ola de calor arrasará con todo. De día, se alcanzarán los cuarenta grados centígrados en puntos de la Meseta y de Andalucía, así como se superarán los treinta grados en prácticamente todo el Levante. En el interior, mucho calor; en la costa, bochorno; el día, un infierno y la noche, el purgatorio.

Esto va para largo. Durará, por lo menos, tirando bajo, unos días. Sufriremos condiciones tan extremas que ya se ha declarado la alarma roja, ámbar, naranja, lila o carmesí, según el Servicio Meteorológico de turno en cada Comunidad Autónoma. Un sanseacabó.

Los periodistas aprovechan la ocasión para hablar del cambio climático y del fin del mundo. La crisis se abate sobre nosotros ahora en forma de céfiro y los ciudadanos corren por las calles deshidratados y congestionados, pidiendo socorro inútilmente.

En medio de la catástrofe, el Instituto Internacional para la Observación, Análisis y Seguimiento del Clima, con sede en Albacete, la Comisión Ministerial Interdepartamental para Control de las Alarmas Sociales del Gobierno de España y la Red Nacional de Seguimiento de los Fenómenos Atmosféricos han redactado un documento conjunto donde se explica que el fenómeno descrito es, simplemente, el verano.

Pero puñetero el caso que les van a hacer.

Los trabajadores prefieren al ministro



Ya sabemos los resultados de la consulta convocada por STAJ, CSIF, UGT y CC.OO. entre el personal de Justicia de Cataluña. Con un porcentaje de votantes inusitadamente alto en este tipo de consultas, casi el 83% de la plantilla se manifestó a favor de la devolución de las competencias en Justicia al Gobierno de España, vista y conocida la gestión del Gobierno de la Generalidad de Cataluña desde que las ejerce. El resultado no es vinculante, ni mucho menos, pero jode.

A la vista de semejante contundencia y unanimidad de los empleados públicos de la justicia en Cataluña, el NO-DO de TV3 ha explicado que el presidente del F.C. Barcelona quiere ganar la Liga, la Copa y lo que le echen el año que viene.

Niños de Malí



Malí es un país pobre. La mitad de los malienses viven con menos de un euro al día y la renta per cápita está alrededor de los mil euros al año. Ésa es una de las razones que explican una de las tasas de mortalidad infantil más altas del mundo y una vida media de los malienses que no supera los 50 años.

Sin embargo, Malí puede considerarse un ejemplo en muchos aspectos. En 1991, un golpe de Estado impulsó una constitución democrática. Desde entonces, Malí ha vivido en democracia, con un presidente, un parlamento, partidos políticos, un sistema judicial independiente y unas fuerzas armadas, hasta ahora, bajo control civil. Pero parte de los tuareg, con el apoyo logístico de Al-Qaeda y otras organizaciones semejantes, se alzaron contra el gobierno maliense, exigiendo la independencia. Un mes después, en marzo de este año, los militares malienses dieron un golpe de Estado alegando falta de firmeza del gobierno contra la rebelión.

La guerra, de la que apenas se ha hablado en Occidente, hizo huir a doscientas mil personas de sus hogares en las regiones de Tombuctú, Kidal y Gao e instauró el Estado Islámico de Azawed, que nadie reconoce. Los islamistas de Ansar Dina, el partido único detrás de esta rebelión, aplican la sharia sobre la población y la someten a la tiranía. Ayer mismo, a modo de ejemplo, flagelaron en la plaza pública a un varón y a una mujer por haber tenido un hijo sin estar casados. Doscientos latigazos, cien a cada uno. La Unión Africana y la Comunidad Económica de África Oriental están a favor de una intervención militar internacional para expulsar a estos salvajes, mientras los islamistas moderados, asustados por haber parido un monstruo, están negociando con el gobierno de Malí.

Mientras tanto, la democracia ha regresado al país. Un mes después del golpe de Estado, los militares cedieron ante la presión internacional y un presidente interino tomó posesión del cargo el pasado 12 de abril.

En marzo, ante la situación bélica, la Dirección General de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares y Migratorios hizo una sugerencia al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En vista de la situación política y de seguridad de Malí, proponía la suspensión temporal de las adopciones internacionales. Hoy, los informes recibidos desde la embajada de España en Bamako, capital de Malí, insisten en que no existen las garantías suficientes para la adopción de menores procedentes de Malí. Además, añade el señor embajador, el pasado diciembre se aprobó en Mali el Código de las Familias y las Personas, que está promulgado, publicado y en vigor, y en cuyo artículo 540 se suprime la adopción internacional, indicando que la adopción-filiación sólo puede solicitarse por personas malienses.

En suma, han cesado las adopciones de niños de Malí por familias españolas. Dicho de otra manera, once bebés de Malí no podrán ser españoles; prácticamente todos eran menores de dos años. Todas las familias adoptantes eran catalanas y algunas llevaban tramitando la adopción desde 2006. Otras veinticuatro familias catalanas podrán seguir adelante con el proceso de adopción porque la tramitación del mismo ya corre a cuenta de la burocracia maliense, mucho mejor organizada y más eficiente que la burocracia de la Embajada de España en Malí.

Porque los padres que han adoptado niños en Malí nunca han ocultado al que esto suscribe el disgusto y la lentitud con el que la Embajada de España en Malí tramita los papeles necesarios para la adopción de un niño maliense. De primera mano, sé de niños adoptados que han viajado a España con el pasaporte maliense y no el español porque la Embajada de España en Malí se había quedado sin tinta para imprimir los pasaportes españoles, y la embajada llevaba sin esa tinta ¡dos años! ¡Qué tinta tan rara y especial!

Ante estos hechos, las familias que han adoptado niños en Malí y las que estaban en proceso de adopción han reaccionado como era de esperar, con indignación, y responden al cierre de Malí a la adopción internacional con estos argumentos.

El primero, sobre la seguridad de los españoles. Las familias que han viajado a Malí para recoger a sus hijos viajan a Bamako, la capital, que queda muy lejos del conflicto tuareg. Bamako es una ciudad tan segura como Barcelona, confirman estas familias. Añaden que ningún otro país extranjero ha paralizado el proceso de adopción en Malí.

El segundo, sobre la interpretación que hace el embajador del nuevo Código de Familia. No corresponde al embajador interpretar el artículo 540 de dicho código. Que permita o no permita las adopciones internacionales no dependerá de la diplomacia española, sino de los jueces de Malí y de su Tribunal Constitucional, que son los que tienen la última palabra y por ahora no han interrumpido ningún proceso de adopción internacional.

El tercero, sobre la legalidad de las adopciones. Como se ha dicho antes, son los jueces malienses los que sentencian si una adopción de un niño maliense es válida, y desde enero de 2012 hasta ahora, han sido adoptados más de cincuenta niños malienses por familias españolas, sin que nadie, ni en Malí ni en España, haya cuestionado su legalidad. El funcionamiento de la administración y la justicia de Malí ha sido ejemplar. El de la Embajada de España en Malí, en cambio... A qué vienen las dudas sobre la legalidad de las adopciones en la Embajada de España en Malí es algo que no se explica.

Desde El cuaderno de Luis les invito a reflexionar sobre este asunto. Los padres adoptantes de niños de Malí han publicado esta nota, en http://hijosdemali.wordpress.com/. Les invito a leerla y a sumarse a su reivindicación, si lo desean. También les proporciono un enlace ministerial donde se avisa de las situaciones de riesgo en Malí, éste.

Ojalá se resuelva bien pronto este problema, con bien para todos.

«Alguien puede hacerse daño» si tropieza con la mujer transparente



El señor Navarro, primer secretario del PSC-PSOE, quiere que el Parlamento de Cataluña cree una Comisión de Investigación sobre la corrupción en la sanidad pública catalana. Exige la máxima transparencia, y no tiene pelos en la lengua cuando pide que algunos socialistas responsables de semejante dislate se presenten ante la comisión. ¡Es tanta la porquería y la gangrena...!

Las dos primeras personas que han alzado la voz para oponerse públicamente a esta encuesta parlamentaria han sido, caramba, dos socialistas: la señora Geli y el señor Pérez.

Les recuerdo que la señora Geli fue consejera de Salud y el señor Pérez, alcalde de Reus. Por activa o por pasiva, ya sea de pensamiento, palabra, obra u omisión, los dos personajes han tenido mucho que ver con el asentamiento de la corrupción en el sistema sanitario público en Cataluña. Lo saben y se les nota.

Los dos, ayer mismo, convocaron una rueda de prensa. Es decir, dijeron lo que querían decir y no respondieron a las preguntas del público. Los periodistas que asistieron al evento han hablado todos de nerviosismo, tensión... De un cabreo monumental, vamos, producto del miedo (que no de la vergüenza).

La señora Geli se estrenó diciendo que la comisión ésa podría girarse contra su instigador. La amenaza fue descrita como una censura sobre la gestión del Tripartito... ¿No fue ella gestora del sistema sanitario público entonces? Aseguró que alguien puede hacerse daño si se crea la comisión. Una amenaza en toda regla.

La señora Geli, con un candor impropio, como si pretendiera engañarnos, dijo que ella misma habría solicitado una comparecencia parlamentaria para explicarle al Parlamento que ella no había tenido nada que ver. Pero la dirección del partido, qué maldad, prefirió la comisión parlamentaria. No dijo más, pero dio a entender mucho. Según cuentan, es de la familia del PSC que quiere suprimir la S de las siglas del partido, mientras que el señor Navarro pretende devolver a esta letra su condición de mayúscula. Eso cuentan, que no sé yo si será verdad.

Por eso mismo, creo yo, el señor Pérez, que mucho tiene que ver con el caso Innova, habló además de la mala fe de algunos de sus compañeros socialistas. Especialmente, de la mala fe de la dirección de partido.

Esa tésis de puñalada trapera entre diferentes familias del PSC-PSOE, unas partidarias de suprimir la S y otras partidarias de darle un poco más de peso, se acrecienta cuando sabemos que en esa exhibición del yonohesidismo de Geli y Pérez, con amenazas incluídas, intervino el señor Ros, alcalde de Lérida. El señor Ros quiso encumbrarse en lo más alto en el último congreso del PSC-PSOE y contó con el apoyo de la señora Geli y el señor Pérez. El señor Ros quería y quiere que el PSC se libere del PSOE y se convierta en un P(s)C, una especie de CiU, pero más chachi. Perdió ante el señor Navarro, y ahora éste sale con la comisión y echando mierda encima de sus escuderos.

El señor Ros, pues, también apareció cabreado ante la prensa. Hizo suya la tésis de la comparecencia voluntaria de la señora Geli, que considera suficiente para demostrar su transparencia... ¿Su qué?

En fin, que si tanto quiere comparecer la señora Geli, que lo pida hoy mismo, haya o no haya comisión. Puede hacerlo, nadie se lo impide, y así podremos contemplar su transparencia. Señoras y señores, ¡la mujer invisible! Tan transparente fue, fíjense ustedes, que no se la vio en ninguna lucha contra la corrupción sociovergente de la sanidad pública catalana, ni se la ha visto ahora, ni creemos que se la vaya a ver mañana. Si tantas ganas tenía de comparecer, si tantas ganas sigue teniendo, ¿por qué todavía no lo ha hecho?

Quizá porque prefiere amenazar con hacer daño a alguien desde la sombra. Mal asunto.

Referéndum polémico



El artículo 149, apartado primero, parágrafo quinto, de la Constitución Española dice que El Estado tiene competencia exclusiva en materia de Administración de Justicia. Parece que está claro. Ahora bien, en 1996, los Reales Decretos 409/1996 y 441/1996 de 1 de marzo cedieron a la Generalidad de Cataluña, cito, las funciones y servicios en materia de medios personales, materiales y económicos al servicio de la Administración de Justicia.

Dicho de otra manera, la Justicia es una y única en toda España, pero el Departamento de Justicia de la Generalidad de Cataluña se cuida del personal del Ministerio de Justicia en Cataluña. Les paga el sueldo, les proporciona los medios materiales para realizar su trabajo y organiza éste. Por lo que se ve, no lo hace muy bien. De hecho, los sindicatos STAJ, CSIF, CCOO y UGT, mayoritarios en la Administración de Justicia en Cataluña, han puesto por escrito que esta gestión ha sido NEFASTA (así, con mayúsculas).

Por eso, el pasado 24 de mayo, los trabajadores de la Ciudad de la Justicia en Barcelona aprobaron después de una consulta, y por amplia mayoría, celebrar otra consulta (un referéndum) para que, cito, los funcionarios de Justicia se pronunciasen democráticamente sobre la devolución por parte de la Generalitat, de las competencias al Ministerio de Justicia. A decir de Manuel Gómez, coordinador del sindicato CSIF en Justicia, La Generalitat no está gestionando bien esta materia y por eso preguntamos a los funcionarios si quieren volver a depender del Estado.

La consulta se celebra, finalmente, en todas las sedes de Justicia en Cataluña. Comenzó el viernes y sigue abierta hoy, lunes. Se espera una mayoría aplastante de los trabajadores a favor de un regreso al seno del Ministerio de Justicia. Mejor el ministro que el conseller, dicen, y no hay para menos.

De media, los siete mil trabajadores de Justicia cobrarán 450 euros menos este mes; en julio, 300 euros menos; el resto del año, 110 euros menos al mes. Gran parte de esta rebaja proviene de la eliminación de unos complementos salariales que los trabajadores cobraban en función de las tareas que realizaban en el juzgado. Antes de estas reducciones salariales, que no se practican en el resto del Estado, los funcionarios y empleados públicos de justicia de Cataluña ya eran los peor pagados de España.

Un detalle que supongo jurídicamente complejo es que estos trabajadores sufren las reducciones de sueldo que se aplican a los trabajadores de la Generalidad de Cataluña, aunque no son trabajadores de la Generalidad, sino del ministerio (cuesta de comprender, lo sé). Los sindicatos sostienen que no tendría que ser así, que quien marca su salario es el ministerio, no la Generalidad, y ésta sostiene lo contrario. Hay demandas por lo civil y los sindicatos estudian presentar demandas penales contra los responsables de Justicia de la Generalidad de Cataluña, tal está el patio.

La gente que conozco que ha pasado por ahí, por Justicia, habla de una gestión caótica, una burocracia demencial y una dirección francamente mala. La moral del personal está por los suelos. Los sindicatos coinciden con este análisis.

Mientras el Ministerio de Justicia ha consolidado un 75% del personal de refuerzo y convocó oposiciones para cubrir algunas plazas vacantes el año pasado, además de mantener el salario y las condiciones laborales de los trabajadores, el gobierno catalán ha realizado numerosas amortizaciones de plantilla, ha fastidiado de lleno a los interinos, reduce otra vez el sueldo de todo el mundo y se enfrenta a un 40% más de expedientes judiciales con 400 empleados menos que hace un año. Añadan al berenjenal nuevas tasas para acceder a la justicia que sólo se aplicarán en Cataluña, un colapso en los juzgados y una desidia manifiesta en buscar una solución por parte de los que gobiernan y han gobernado en Cataluña.

A la vista de todo esto, es natural que los trabajadores de Justicia quieran depender del ministro y no del conseller. Es más, vivirían y trabajarían mejor si no hubieran padecido la administración catalana. Pero expresar esta voluntad de querer cambiar conseller por ministro ha sonado como un tiro en algunos círculos, eufemismo que reúne a los que juzgan lo bueno o lo malo por el color de las banderas. Decir en voz alta que con Madrid vivíamos mejor provoca urticaria sociovergente. A más de un líder patrio se le ha indigestado el desayuno.

Aunque no sé por qué se preocupan. De hecho, la consulta sólo tendrá un valor reivindicativo. No conseguirán nada más que hacer rabiar al Gobierno de los Mejores, que no cambiará de opinión. Pero, puestos a morir, muérase matando. Por eso votan en esta consulta, por darles una patada donde más les duele y que se note.

El mal humor del Gobierno de los Mejores es manifiesto. Ya les duele. Hablan de traición en voz baja. ¿Cómo puede nadie solicitar que se devuelvan las competencias a Madrid? ¡Por favor...! Luego, de tapadillo, presionan a los sindicatos para que se manifiesten contrarios a la consulta. Y los sindicatos catalanes, así nos va, se agachan, se bajan los pantalones y pagan la vaselina.

¿No me creen? UGT de Cataluña publica un comunicado escueto, brevísimo, que dice que, copio, comparte les reivindicaciones en materia de condiciones laborales de los empleados y las empleadas de la Administración de Justicia, pero luego añade, y vuelvo a copiar, que desautoriza la celebración de cualquier referéndum entre los trabajadores y las trabajadoras de Justicia en relación a las competencias que tiene o no ha de tener la Generalidad de Cataluña. Éste es un ámbito patrimonio de la ciudadanía de Cataluña, que es quien tiene que decidirlo. Eso dice, no dice más.

De todos modos, no es exactamente así como dice, porque la gestión del personal de Justicia no es patrimonio de nadie, sino competencia del Gobierno de España, que la ha cedido al Gobierno de la Generalidad de Cataluña en Cataluña. Lo que sí que es patrimonio de todos los españoles es que la Justicia es una e igual para todos, y que no puede ser una aquí y otra allá, porque los derechos jurídicos de los españoles son o tendrían que ser los mismos en toda España. Este razonamiento tumbó varios artículos del Estatuto del 3% en el Tribunal Constitucional, como los relativos al Defensor del Pueblo o a las máximas instancias jurídicas a las que podían acudir los catalanes, que se quedaban con menos posibilidades de recurso y amparo que el resto de los españoles con esa nueva legislación.

Pero no hablábamos de eso. Diga lo que diga ahora la dirección de UGT, tenga o no tenga razón, los representantes de Justicia de UGT aprobaron el referéndum y participan en él muy activamente.

CC.OO. se desmarca del referéndum dándole vueltas y vueltas, mareando la perdiz. Si UGT publica una nota tan escueta que parece un apunte, CC.OO. copia casi literalmente la nota del sindicato STAJ (Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia). Todo un ensayo. Eso sí, añade unas lindezas filosóficas que no puedo evitar mencionar. Copio la más notable, pero no la única:

Desde CCOO queremos dejar meridianamente claro que, como sindicato sociopolítico [sic], apostamos por un Estado Federal y defendemos en consecuencia el modelo de transferencias y la necesidad de mejorar e incrementar el autogobierno.

Después de confundir la velocidad con el tocino, porque ya me dirán que pinta un Estado Federal en todo este follón, prosigue su extraña condena del referéndum convocado por los trabajadores de Justicia. Así:

Pero esto no se contradice con que, como representantes de los trabajadores y trabajadoras, nos hacemos eco de sus legítimas protestas y luchamos contra políticas neoliberales del gobierno de CiU que, demostrando día tras día su ineficacia e ineficiencia, han conseguido que en Cataluña tanto los trabajadores como los ciudadanos hayan pasado a ser personas «de segunda categoría».

Es la única vez en todo el discurso que utiliza los genéricos trabajadores y ciudadanos, sin discriminarlos por razón de sexo. Véase el manifiesto entero aquí.

Total, que entre unos y otros han conseguido que yo hable de ellos. En cierto modo, es lo que pretendían, ¿no? Que yo dijera que con el ministro vivían mejor.

El tren llegó puntual


Andreas es un soldado alemán que regresa al frente. Toma un tren hacia Przemyśl, Polonia, donde se incorporará a su unidad. Estamos en 1943. Andreas ha sido un héroe de guerra, un soldado de la quinta de 1920 que ya ha conocido la guerra, que ha sido herido tres veces, pero que ahora, así que arranca el tren, tiene un presentimiento que no ha conocido antes: va a morir pronto.

¿Cuándo es pronto? Andreas comienza el cálculo del tiempo que le queda y comienza a darle vueltas al asunto mientras el tren atraviesa Alemania y Polonia. Las aventuras de Andreas y su imprevisto final se contemplan todas ellas desde la perspectiva de este finiquito, de una muerte al acecho, que llegará pronto, pero no sabemos cuándo.

Con esta alegría en el cuerpo transcurre la primera novela de Heinrich Böll, El tren llegó puntual (Der Zug war pünktlich), que traduce Julio F. Yáñez y publica RBA. Es una novela interesante, escrita en 1949. Algunos autores buscan en el comportamiento del soldado Andreas los síntomas del estrés postraumático, pero lo cierto es que ni Böll ni nadie sabían qué era eso cuando se escribió la novela, aunque Böll conocía la guerra por haberla vivido. No lean el libro como si fuera la sintomatología de un infeliz, sino como una muestra de la profunda estupidez a la que se somete el soldado. Es una obra recomendable, de un autor del que poco sabemos en España, aunque se llevó un Premio Nobel de Literatura en los años setenta.

Como nota curiosa, en la portada de la edición de RBA aparece una fotografía de un grupo de soldados alemanes en un tren. Böll es uno de ellos. Adivinen quién.

¡Qué carrerón, che! (Gran Premio de Europa 2012, Valencia)



Las cosas pintaron mal en los entrenamientos. Los dos Ferrari quedaron fuera de la Q3, y Alonso partía undécimo en Valencia. Además, a decir de todos esos expertos que de todo saben, no era un circuito Ferrari. Total, que no nos íbamos a comer un rosco. ¡Paciencia!

Pero ¡quiá, un rosco! Aunque es cierto que Massa acabó en décimosexta posición, al menos acabó, porque tuvo que cargar con una embestida que le fastidió el alerón delantero, le pinchó una rueda... Acabó justo una vuelta por detrás del primero, que fue ¡el Ferrari de Alonso!

Porque Alonso hizo una señora carrera y adelantó ahora por dentro, ahora por fuera, a quien se le puso a tiro. Hubo safety car. Pincharon Vettel y Hamilton. Volvieron a enfrentarse en la pista media docena de bólidos por un punto más o menos y no faltaron adelantamientos en los boxes y en la pista. En fin, que nos lo pasamos bien.

Ahora, Alonso es líder en el Campeonato de Conductores, aunque en el de Constructores Ferrari sigue en cuarta posición (ay, Massa...). Le lleva veinte puntos de ventaja a Webber, el segundo, pero eso no quiere decir nada, porque todavía queda mucho campeonato por delante. ¡No hay que bajar la guardia!

En el podio, Schumacher, que hacía tiempo que no lo veíamos ahí. El abuelito (43 años) es el piloto de más edad en subirse a un podio desde 1970, aunque todavía le queda para batir la marca de Luigi Fagioli (53 años en el GP de Francia de 1951). Compartió la gloria con otro campeón del mundo, Raikkonen, que pilota un Lotus-Renault. Alonso lleva puntuando veinte carreras seguidas, y está cerca de batir la marca que todavía ostenta Schumacher, con veintitantas. Y no sé cuántos podios seguidos llevamos con más de un campeón del mundo en los cajones. Esta temporada, damas y caballeros, los aficionados a las estadísticas también se divierten.

Wie heeft de Vilafranca koorddansers reizen betaald?




¡Lo que se aprende escuchando a los políticos...! La sociolingüística política me dice que tanto yo como mis vecinos hablamos un popurrí de valenciano del norte, aragonés oriental, balear y francés del sur llamado sudholandés. A decir de la nueva sociolingüística política, en este rincón del Mediterráneo conviven lenguas con una estructura, un vocabulario, una gramática y unas raíces tan completamente diferentes entre sí que parece imposible que pueda entenderse un hablante aragonés oriental con un valenciano del norte.

¡Suerte del sudholandés...!

Esto del sudholandés también me pilla de nuevo. En verdad, este pidgin se llama Nederlandse South (holandés del sur) y lo hablan los Nederlandse Spaanse buren (holandeses con vecinos españoles). Luego están los Nederlands Duits buren (holandeses con vecinos alemanes), que se alimentan de queso y tulipanes, calzan zuecos y se pasan la vida fumando porros, yendo en bicicleta y viviendo debajo del agua. A decir de don Artur Mas, President van Zuid-Holland, nosotros somos igualitos a los Nederlands Duits buren, igualitos. Pero es la vecindad de los Spaans la que provoca males sin cuento en los sudholandeses, pues de esa proximidad nace la corrupción y de ésta, por poner tres ejemplos, de Muziek Palace schandaal, de zwendel van Alavedra en Pretoria waar Prenafeta o la corruptie in de Nederlandse public health zuiden.

El President van Zuid-Holland, el presidente Artur Meer (su verdadero nombre sudholandés), explicaba todo esto en los EE.UU., ante un nutrido auditorio formado por un par de docenas de norteamericanos. Tuvo diez minutos para exponer todo lo que tenía que ofrecer, pero los gastó todos. Su visita ha puesto sobre la mesa el asunto del sudholandés, pero también ha servido para que los americanos disfruten de las tradiciones sudholandesas.

En efecto, ante un público numerosísimo (vean la fotografía, si no me creen), ciento treinta koorddanser van Vilafranca van Penedès elevaron unos menselijke toren en medio de Manhattan (que también había sido una colonia holandesa). Así celebraban la visita de don Artur Meer.

A la vista de semejante multitud de sudholandeses ofreciendo gratuitamente bailes populares a los neoyorquinos, un periodista preguntó a don Artur Meer quién había pagado el viaje de tanta gente para que hicieran aquello, porque es sabido que los holandeses, del norte o del sur, no hacen nada por amor al arte, sino por su afición al vil metal. Acto seguido, el woordvoerder van de President van Zuid-Holland respondió con una frase del folclore sudholandés: We zijn niet.

We zijn niet significa, aproximadamente, nosotros no hemos sido.

Con todo, quiero seguir aprendiendo cosas y me gustaría saber quién ha pagado el viaje, cuánto le ha costado y quién le ha dado el dinero para trasladar a los koorddansers van Vilafranca van Penedès al otro lado del charco para actuar... ¿grátis?

Sé la respuesta: Vandaag wil ik niet praten over dit. En aragonés oriental, se diría Avui no toca! En Holanda del Norte, destituyen a un cargo público inmediatamente por mucho menos que responder así. Pero, ay, el sur... ¡El sur...!

Preparando la noche de San Juan



Trato discriminatorio de la Ley del Cine



La Ley 20/2010, de 7 de julio, del cine, publicada en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña, DOGC 5672, el 16 de julio de 2010, provocó una sonada polémica. Hasta el momento de su publicación, esta actividad económica venía regulada por el Decreto 267/1999, de 28 de septiembre, sobre el régimen administrativo de la cinematografía y el audiovisual. Este decreto sigue vigente porque el reglamento que tenía que explicar cómo aplicar la ley todavía no ha sido redactado, discutido y aprobado por el Gobierno de la Generalidad de Cataluña ni ha pasado por el Parlamento. En otras palabras, hace más de un año que tenemos una ley vigente, pero como si no la tuviéramos, porque no se sabe cómo tiene que aplicarse. Lo de siempre: primero hacen la foto y luego ponen el carrete.

Todo parece indicar que el Decreto 267/1999, de 28 de septiembre, todavía seguirá vigente una buena temporada. Es más, la Ley del Cine, tal como está, tendrá que modificarse y si no la modifica el Parlamento de Cataluña en un plazo inferior a dos meses (con el verano en medio, lo veo difícil), la modificará el Gobierno de España. Uno se pregunta por qué.

He aquí el porqué. A juicio de la Comisión Europea, la Ley del Cine incumple el artículo 56 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea sobre la Libre Circulación de Servicios. Dígase en cristiano: la Ley del Cine es discriminatoria e ilegal. ¡Caramba!

La Comisión Europea la considera proteccionista y da un plazo de dos meses al Gobierno de España para que ponga fin a esas normas discriminatorias. Según la Comisión Europea, la Ley del Cine obstaculiza la distribución de películas no españolas en Cataluña, y eso es muy grave para los intereses del cine europeo.

Ha sido el comisario de Mercado Interior de la Comisión Europea el que ha dado el aviso. Según ese comisariado, es lícito promover el catalán, pero no a costa de perjudicar a otras lenguas europeas. Se basa en las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que consideran legítimas las política de promoción lingüística en un territorio siempre que no perjudique al resto de los socios de la Unión Europea. En palabras del comisario, queremos que las películas europeas sean distribuidas como las españolas en el mercado catalán.

La Comisión recuerda que el artículo 18 de la Ley del Cine (Garantía de acceso lingüístico) obliga a que la mitad de las copias de una película que se exhiban en una sala de cine catalana tendrán que ser dobladas al catalán, si la película está doblada; o subtituladas en catalán, si se exhibe en versión original subtitulada. Lo mismo se aplicará a la publicidad de las películas, mitad y mitad. Si se trata de un producto digital (un DVD, por ejemplo), todas las copias tendrán la opción de escoger el catalán para los subtítulos o el doblaje. Etcétera.

El artículo 18 añade que se librarán del doblaje o subtitulado obligatorio en catalán en las salas de cine (cito) las obras cinematográficas europeas dobladas de las cuáles se distribuyan en Cataluña menos de dieciséis copias. Las películas españolas en español, a decir de los legisladores, podrán exhibirse tal cual.

¡Eh! ¡De eso nada! Los comisarios europeos se exaltan e indignan. ¡Eso es incompatible con el derecho comunitario! Según los tratados europeos, todas las películas europeas tienen que ser tratadas por igual. Si los distribuidores catalanes doblan o subtitulan al catalán una película francesa, inglesa o alemana, forzados por la Ley del Cine, tendrán que hacer lo mismo con una película española en español: doblarla o subtitularla al catalán. Se supone igualmente que serán dobladas o subtituladas al catalán todas las películas no europeas, aunque sean argentinas, mexicanas o chilenas. Todas. ¿No quieres caldo? ¡Dos tazas!

Aunque nuestros líderes patrios se llenan la boca delante de los micrófonos con un discurso que asegura que la Unión Europea apoya el cine [doblado] en catalán, lo cierto es que se han dado con un canto en los dientes. A don Ferran Mascarell, chaquetero notable y hoy conseller de Cultura, se le ha escapado que sería ridículo tener que doblar al catalán una película española. No se ha hecho demasiada publicidad del lapsus linguae del conseller, porque casi todo el mundo coincide con él. Además, el conseller sabe que los intereses de la industria audiovisual catalana (que produce y vende en español) se verían muy dañados, justo ahora que parecía haber enfilado el norte y comenzaba a recuperarse. Los partidos políticos involucrados en este asunto no saben muy bien qué hacer con esta patata caliente.

Todo es, en fin, un despropósito. Las cosas se hacen mal y luego resultan peor.

La dimisión inminente



El señor Prat, un sinvergüenza de gran calibre, es el objeto de las iras del señor Navarro, primer secretario del PSC-PSOE, que quiere verlo declarando ante una comisión de investigación sobre la (mala) gestión de la sanidad pública catalana. Otro día hablaremos de esta comisión, que no llegará a nacer. Pero no ahora.

Ahora quiero prestar atención a las palabras de un portavoz de ICV-EUiA. El tal portavoz también le tiene ganas al señor Prat. Sin ir más lejos, fuera de sí, ha recordado que el señor Prat ya ha sido denunciado formalmente por el Ayuntamiento de Reus por malversación de caudales públicos (pagó más de un millón de euros a dos compinches a cambio de un asesoramiento del que nadie sabe nada). Exigimos su dimisión inminente, ha concluido el portavoz de los iniciativos.

Será inmediata, la dimisión. Pero me gustaría más que lo inmediato fuera una destitución, que es más ejemplar. Uno dimite porque quiere; uno es destituido porque ya no le quieren; en casos de corrupción manifiesta, prefiero las destituciones (a falta de defenestraciones). Una buena, contundente, implacable (e inmediata) destitución por corrupto, canalla, ladrón y sinvergüenza es algo que no se ve cada día, y el espectáculo merecería algún aplauso. Pero los amigos de los amigos no se destituyen entre sí. Qué lástima.

Sea, pues, la dimisión. Si tiene usted vergüenza, debería usted dimitir... ¿inminentemente o inmediatamente? Ah, amigo, buena pregunta.

Una dimisión inmediata es aquella que sucede enseguida, sin tardanza; en cambio, una dimisión inminente es aquella dimisión con la que se amenaza o que está para suceder prontamente. Ahora mismo, qué quieren que les diga, el señor Prat no amenaza con dimitir, precisamente; tampoco parece que haya decidido dimitir y que vaya a anunciarse su renuncia de un momento a otro. ¡Quiá, dimitir...! Fíjense cómo se burla y se ríe de todos nosotros, idiotas.

Por lo tanto, la dimisión del señor Prat no puede ser inminente. Tampoco su destitución, pues no aparece entre en los planes de don Baudilio, que se sepa, y don Artur Mas mira hacia otra parte para poder decir luego que él no había visto nada. Ojalá fuera inminente, la destitución, la dimisión, la expulsión, la condena... pero ahora mismo no lo es. Eso sí, nos gustaría que dimitiera (mejor, que lo destituyeran) inmediatamente.

Pero no sucederá, y no saben cuánto lo lamento. Que no se lamenten ustedes conmigo es también causa de angustias.

Mas, Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus in USA



Érase una vez, hace muchos, muchos años, un presidente de la Generalidad de Cataluña que quiso darse a conocer en el mundo mundial, porque su estatus de líder patrio no esperaba menos de él. Así que se diseñó un anuncio a toda página que se publicaría en las principales revistas y diarios económicos o generalistas (de habla inglesa): Fortune, Financial Times, Forbes, Time, etc. Hablando con propiedad, la operación costó una pasta gansa.

¿Cómo era el anuncio? Serio, sobrio. Arriba del todo, el lema de moda entonces, que somos seis millones (en inglés). Debajo, un retrato del don en su despacho, con las manos sobre la mesa, los dedos entrecruzados, mirando directamente a la cámara, con la bandera detrás y una pared forrada de madera. Era una imagen que transmitía seguridad, confianza. Debajo ponía: Jordi Pujol, president of Catalonia. El lector norteamericano medio comenzaba a preguntarse de qué iba el anuncio.

El núcleo del anuncio era un texto largo y farragoso, con letra pequeña, cargado de tópicos: crisol de culturas, modernidad, progreso, Gaudí, gente trabajadora y estupenda que no veas, Mediterráneo, campos de golf y millones de visitantes. El último tercio de la página, el logotipo de la Generalitat of Catalonia. Fin.

El anuncio tenía una asombrosa semejanza a la publicidad de la Banca Monte dei Paschi di Siena: el nombrecito del banco y el lema, una fotografía de un ejecutivo en la misma postura, con el escudo del Paschi di Siena al fondo, un texto que hablaba maravillas de la Toscana en letra pequeña, etc. El público norteamericano concluyó que la Generalidad de Cataluña era una compañía de seguros, y de hecho ésta es y sigue siendo la percepción mayoritaria del público de los Estados Unidos, tantos años después, a decir de las encuestas. A la vista de los resultados de la campaña publicitaria, se hechó tierra sobre este asunto y ya nadie habla de él. Lástima, porque da para unas risas.

El Gobierno de los Mejores ha decidido poner fin a semejante dislate. Para ello, su presidente, don Artur Mas, y el otro Mas, el Mas-Colell, han pillado un billete de avión y se han plantado, ellos y un numeroso séquito, en Boston, Massachusetts (que se pronuncia Boston, Machasutes), y ya veremos por cuánto sale el viaje. Su intención, explicar lo que no supo explicar el viejo don, que vale la pena invertir en Cataluña, porque somos tan buenos, tan buenos, que da pena que no nos conozcan.

La versión oficial aparece en el NO-DO (TV3) y en el correveidile de La Vanguardia. Ante una numerosa asistencia (prácticamente, todos invitados a comer, y no más de cincuenta, séquito presidencial incluido), el president presentó un informe sobre el sector biotecnológico catalán. Don Artur Mas afirmó que Cataluña es líder en España en el sector biotecnológico e innovación, ahí queda eso. ¿Qué más dijo? Catalunya es la fuerza de empuje de la economía española, afirmó. Supone el veinte por ciento del PIB español, añadió. Somos líderes en infraestructuras e innovación, insistió. Según los voceros del líder patrio, la presentación del informe pretendía llamar la atención de los inversores que pasarían a visitar una feria de muestras de biotecnología, la Bio 2012.

Lo mejor fue cuando se puso a explicar qué era Cataluña ante un auditorio de profanos. Somos la Holanda del sur de Europa, dijo. La diferencia es que Holanda tiene de vecina a Alemania y nosotros a España y no es exactamente lo mismo.

Se comprenden las risas del auditorio, que fueron a Mas.

Dejando a un lado nuestra condición holandesa, no había para menos. La mayoría de catalanes presentes en la comida (con discurso a los postres) eran investigadores catalanes que habían tenido que largarse a los EE.UU. para poder no investigar, sino para poder ganarse el pan, porque la investigación en Cataluña da pena y motivos para derramar lágrimas. Fíjense: Cataluña invierte en innovación, investigación y desarrollo de nuevos productos algo así como el 1,6% de su PIB. Este año será menor, porque los fondos destinados a ello han disminuido alrededor del 12%.

Pues, con estos datos en la mano, va el president Mas y presume de ser líder en innovación. Los masachutenses (massachusettsians) se lo miran con cara de pasmo: el 5,5% del PIB de Massachusetts va a parar directamente a investigación. ¿Un 1,6%? ¿De qué va?, pregunta un masachutense. Será un chiste, responde otro, en voz baja. Educados, los americanos se ríen. Qué simpático es el presidente de la compañía de seguros, murmuran.

También les hace gracia que seamos líderes en infraestructuras. Lo de Holanda, jocoso. Lo de la biotecnología será el vino, observa un investigador catalán en el exilio. De chiste en chiste, llega la traca final cuando uno de los asistentes pregunta si Eurovegas es innovación o desarrollo.

Los americanos regresaron a sus casas con una sonrisa en los labios. ¡Qué simpáticos, los catalanes! A los investigadores en el exilio, en cambio, se les indigestó el postre.

Catalán, valenciano, aragonés oriental y francés del sur


La señora Serrat, consejera Educación, Universidad, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, natural de Ripoll, comarca del Ripollés, es la ponente del anteproyecto de Ley de Uso, Protección y Promoción de las Lenguas y Modalidades Lingüísticas propias de Aragón. El texto evita consciente y estúpidamente el empleo del término catalán y derivados. Según la señora, en Aragón no se habla catalán, sino aragonés oriental.

Los valencianos llevan mucho tiempo diciendo que no hablan catalán, y hasta han montado una Academia de la Lengua Valenciana que propone como valenciano estándar el catalán de Castellón (eso sí, con la ortografía de Pompeu Fabra). Es un debate viejo y aburrido.

Mucho nos tememos que semejante nivel de estulticia arrastrará pronto a los franceses, que considerarán que en el Rosellón se habla francés del sur. Es cuestión de tiempo, ya verán ustedes como llevo razón.

Curiosamente, no se habla canadiense, estadounidense, australiano, irlandés, neozelandés o británico, sino inglés, con las variaciones dialectales correspondientes.

Se demuestra una vez más que lingüística más política igual a gilipollez, algo de lo que vamos todos muy sobrados.

Don Baudilio y las disfunciones técnicas temporales del impuesto por estar enfermo



Me pongo malito y voy al médico. El médico me examina y diagnostica una dolencia. Se supone que el médico no receta un medicamento por amor al arte, sino por necesidad. Si uno quiere salir con bien de ésta, tendrá que hacer caso al médico, y no porque le haga gracia, sino porque no tiene otro remedio. No se acude a la farmacia por capricho, quiero decir.

Así que, cuando uno propone un copago, repago o tasa administrativa, un impuesto por estar enfermo, una tasa por cada medicamento que uno tenga que adquirir no por propia voluntad, sino por prescripción médica, si uno propone algo así, decía, uno está jodiendo a los enfermos, y jode más todavía a los pobres y enfermos. Si uno va por ahí diciendo que el impuesto por enfermedad ayudará a racionalizar el gasto farmacéutico, miente. Si va diciendo por ahí que será un pago disuasorio, volverá a mentir.

El gasto farmacéutico se racionaliza en serio cuando a usted le dan en la farmacia o en el centro de asistencia sanitaria exactamente la cantidad de medicamentos que necesita. Fíjese usted en un hospital. Le dan a usted una pastilla cuando necesita tomarla, no una caja de pastillas para que vaya haciendo. Por eso, no es racional vender cajas de doce pastillas para tratamientos que son de ocho o dieciséis pastillas, como sucede en el caso de muchos antibióticos. Cambiar el número de pastillas por caja, considerando el consumo estándar de los medicamentos, equivaldría a un ahorro de un tercio del gasto farmacéutico, sostienen algunos expertos. ¡Un tercio!

También se racionaliza recetando lo necesario, pero se supone que así trabajan los médicos. Lo que no es racional es que sea el paciente el que decida si ahora toma o no toma un medicamento en función de su precio o del gravamen del gobierno. No es sano, no es lógico.

Lo del pago disuasorio es otra falacia. Un enfermo necesita los medicamentos. Por lo tanto, gasta porque no tiene otro remedio, y gasta más y más hasta que llega un momento en que ya no tiene suficientes recursos para gastar. En términos económicos, el gasto farmacéutico de un enfermo es una demanda cautiva: cuesten lo que cuesten los medicamentos, el enfermo los pagará hasta que no pueda pagarlos. El copago, repago o tasa administrativa no tiene efectos disuasorios, pero sí que afecta (negativamente) a los más pobres y más enfermos, porque es un impuesto por enfermedad que no distingue niveles de renta.

Si no me creen, busquen en los estudios de caso. El pago por receta prácticamente no aporta capital a las arcas de la Seguridad Social y no tiene efectos disuasorios apreciables, pero se asocia a un empeoramiento de la calidad de la salud pública.

Ahora bien, si no queda otro remedio, busquemos un copago, repago o tasa administrativa lo más justo posible. Que sea un impuesto por estar enfermo que no nos ponga malos.

En un lado del ring, tenemos un sistema como éste: la población activa tendrá que pagar entre el 40% y el 60% de las medicinas que necesite, en función de sus ingresos (ahora paga el 40%). Los pensionistas, un 10%, con un máximo anual de ocho euros (si cobra una pensión menor de 22.000 euros al año) o de dieciocho euros (si cobra más). Se calcula que, de media, a cada víctima de este impuesto por estar enfermo le supondrá un gasto de más entre los siete y los ocho euros al año.

En el otro lado, se anuncia un sistema que dice que todos pagarán lo mismo por receta, prácticamente sin excepciones. No se aplicará la tasa administrativa si el medicamento cuesta menos de 1,67 euros y se librarán de pagar el impuesto por estar enfermo los que reciben la renta mínima de inserción, una pensión no contributiva y los dietoterapéuticos. No se librarán de pagar los enfermos crónicos y pagarán lo mismo ricos y pobres. De media, los enfermos pagarán alrededor de quince euros al año y un doce por ciento, o más, de las víctimas de estos gestores pagarán sesenta y un euros al año, el máximo anual previsto.

El primer sistema es el del Gobierno de España. El segundo, el de la Generalidad de Cataluña. Para más cachondeo, el gobierno catalán no retiró su impuesto por enfermedad una vez se anunció el español, sino que lo añade al anterior. Porque es una tasa administrativa para cubrir los gastos de gestión del sistema (sic) y lo de toda España, otra cosa. Manda güevos.

Según los datos que proporcionó don Baudilio, a. Bío Ruiz, consejero de Salud de la Generalidad de Cataluña, alrededor de un diez por ciento de los catalanes pagará casi setenta euros al año por estar enfermo, y la mayoría de estos paganos será, además, pobre. ¡Bravo!

Mientras don Baudilio miente, miente y sigue mintiendo sobre los efectos de su política sanitaria, afronta la pronta aplicación del impuesto por enfermedad con preocupación. El sistema informático no está a punto y se ha demostrado una vez más que el problema del Departamento de Salud no es otro que el de una mala gestión a cargo de personajes mediocres y corruptos.

De ahí que don Baudilio haya dicho que existen todavía unas disfunciones técnicas temporales en la aplicación informática necesaria para cobrar el impuesto por enfermedad. Pero, ay, da la callada por respuesta cuando le preguntan por Josep Prat, Ramon Bagó, Carles Manté, Josep Abelló o Xavier Crespo, entre muchos otros, o quieren saber qué medidas ha tomado para evitar la desviación de fondos del Consorci de Salut i Social de Catalunya, los negocios de los jefazos del Hospital de Sant Pau y un largo etcétera de chanchullos y estafas que han convertido la sanidad pública catalana en un nido de mierda.

(Se adjunta un gráfico que es sólo la punta del iceberg, que ha publicado El País tal día como hoy.)

¿Qué piensa hacer el gobierno con estos canallas que hacen su agosto de la enfermedad del prójimo? Cobrarles una comisión, supongo, visto lo que vemos.

P.S.: El farmacéutico no puede negarse a servir los medicamentos, pero los pacientes tienen todo el derecho a no pagar la tasa por receta, mientras se notifique por escrito la falta a la Generalidad de Cataluña. No está previsto todavía (sic) qué hacer en estos casos. Vamos a ver si los que se atreven con los peajes tienen las narices de atreverse con las recetas, los estoy esperando.

Buenas y malas noticias



Dicen que Europa se encuentra perdida en un laberinto, pero recordemos que Europa, hija de Agenor, parió a Minos en Creta, y ése, Minos, algo tuvo que ver con el invento del laberinto. Así que nada nos pilla de nuevo, aunque ojalá nos pille confesados, porque el asunto se las trae. Fíjense: después de las elecciones al Parlamento griego, parece que gobernarán los mismos que han provocado la ruina del país y la corrupción de la nación helena, los que, queriendo o sin querer, malvados o estúpidos, han mentido, robado y engañado a todo el mundo, los mismos de siempre, los responsables del sarao, y eso, que ganen éstos, se considera una buena noticia. Pues ¿qué hubiera sido una mala noticia?

Gloria y hemorroides



El 18 de junio de 1815 se libró la batalla que puso el punto final a la transición entre lo moderno y lo contemporáneo. En contra de lo que se cree, no se libró en Waterloo, sino un poquito más al sur, en Mont-Saint-Jean, pero el duque de Wellington puso por escrito que había vencido a Bonaparte en Waterloo, y Waterloo se quedó.

Cuando uno examina la campaña de 1815, descubre en Bonaparte el genio que fue, pero también el que ya no era. Si tenemos que señalar una causa de la derrota, ésta podría ser la elección de los comandantes de los ejércitos. Me conformaré con un ejemplo: Davout. El mejor táctico del ejército francés (quizás de Europa entera) se quedó en París haciendo de ministro. Existen otras muchas causas posibles y probables, y es una afición buscarlas y encontrarlas una vez el mal está hecho.

Los bonapartistas de todo el mundo, como si les fuera en ello la vida, dedican mucho tiempo y muchos esfuerzos a demostrar que Napoleón tenía que haber ganado en Waterloo; si perdió, no fue culpa de él, sino de cualquier otro. El mismísimo Napoleón dictó en su Memorial de Santa Helena las razones, tantas, por las que tenía que haber ganado en Waterloo. Qué mal perder.

La búsqueda de culpables arrastra consigo a personas ilustres. El pobre Grouchy, uno de los mejores generales de caballería del Imperio, es el culpable favorito de los bonapartistas y es tanta la insistencia en acusarlo de la catástrofe que el resto de su biografía, repleta de hechos de armas notabilísimos, ni se conoce. El mariscal Ney, valiente entre los valientes, también queda como un idiota después de echarle las culpas del desarrollo de la batalla poco después del mediodía.

Sin embargo, existe un culpable menos glorioso, pero no menos polémico.

Copio, de un recopilador de anécdotas históricas: La tensión y los nervios provocaron que los músculos del esfínter de Napoleón se tensaran de tal manera que el emperador francés sintió intensos dolores hemorroidales que le obligaron a tomar baños para calmar las molestias.

Las hemorroides de Bonaparte, sí, damas y caballeros, fueron la causa última y final de la derrota de Waterloo. Al menos, eso es lo que dice la leyenda, una leyenda napoleónica que se cree a pies juntillas. Como tal leyenda, sin embargo, es discutida por algún iconoclasta. Algunoa bonapartistas acérrimos no creen posible que un genio tan genial quedara del todo anulado por un dolor en el culo, y perdonen ustedes. Otros, aficionados a negarlo todo, creen que las hemorroides son una excusa bastante ridícula.

Uno, después de haber leído tanto sobre este asunto, no se atreve a poner la mano en el fuego. Consta que Bonaparte se encontró indispuesto hacia el mediodía; su salud ya no era la que había sido y está documentado que las hemorroides le amargaron alguna batalla, que él solía atender a caballo. Sin embargo, que las almorranas fueran la causa de semejante indisposición el 18 de junio de 1815 no es algo que se dé por seguro. Echarle la culpa de la derrota a las hemorroides imperiales es tanto como echar tierra sobre los errores tácticos de la batalla, que no fueron pocos.

A fin de cuentas, que los campos de trigo se cubrieran de gloria (muerte y sangre) a primera hora de la tarde del 18 de junio de 1815 a causa de una inflamación del esfínter de Napoleón es grotesco. Tan grotesco que podría ser cierto.