San Pedro, gafe

El pasado 19 de marzo, cerca de Vilardevós, Orense, la Guardia Civil pilló a un ladrón arrepentido. Su delito puede costarle tres años de cárcel, pero su aventura nos dará en qué pensar.

El pasado 30 de diciembre, el personaje robó una figura de San Pedro de la iglesia de esa población, una talla en madera que tenía sesenta años y que, según las fuentes consultadas, no tenía mucho valor. El delincuente, que cuenta con veintidós añitos, se llevó el San Pedro en vez de los candelabros Dios sabe por qué. Dicen que al lado de esa talla había un San Sebastián barroco que valía un potosí. Si necesitaba dinero, hizo un mal negocio; si quería un santo en su vida, escogió el mal camino... o el santo que no era.

A partir de ese momento, la vida torcida y delictiva de nuestro protagonista comenzó a torcerse todavía más. Nadie daba un duro por el San Pedro, y tuvo que quedárselo en casa. Tres meses de comprador en comprador... Entonces comenzó una racha de accidentes y desventuras, que se sucedían un día sí y el otro también. Se le caía encima el café en el desayuno, perdía las llaves de casa, su equipo de fútbol recibía una tanda de goles que para qué contar, se le rompieron los pantalones... En éstas, le dejó la novia. No han transcendido los detalles, pero la mujer le dejó plantado. Ahí te quedas. Compuesto y sin novia, el desgraciado tuvo que enfrentarse a otro grave incidente: se le incendió el coche. Siniestro total. El fuego de la pasión se le llevó la churri y el de la gasolina, el buga.

Fue entonces cuando el ladrón asoció el robo del San Pedro a sus desgracias. El santo era gafe. Convencido de ello, el ratero decidió desprenderse de la talla, abandonándola en un bosque vecino a Vilardevós, cerca de la iglesia, para que la encontraran los feligreses y pudieran maravillarse de la súbita aparición del santo, pues lo que se perdió ha sido encontrado. ¡Quiá, feligreses! Quien dio con el santo, y con su ladrón, fue la pareja de la Guardia Civil, que ya había oído hablar del santo a los peristas y confidentes. El gafado fue detenido y San Pedro ha vuelto a su nicho en el altar de la iglesia de Vilardevós, después de la aventura.

No sabemos si el personaje se curará de ladrón, pero no volverá a robar santos.

¿Cómo se mide el éxito de una huelga?

Pues, vaya pregunta. Ni idea. No lo saben ni los interesados. Es un éxito, o un fracaso, subjetivo, siempre. Si revoluciona el país de arriba abajo, ha sido un éxito; si no, un fracaso; si consigue lo que busca, o parte, un éxito; si no, un fracaso; si... En fin, ustedes mismos. Ya ven que uno siempre barrerá para casa.

De entrada, aquello de la huelga ha sido secundada por tal tanto por ciento de la población, o de los trabajadores, es un acto de fe. En algunos sectores es fácil saber si ha tenido éxito o no; por ejemplo, en el transporte. En otros, como el comercio, resulta difícil saberlo. Podría estimarse con precisión, pero exigiría una muestra estadística amplia y mucho más tiempo del que necesitan para, ese mismo día, asegurar que la huelga ha sido un éxito o un fracaso basándose en un índice de huelguistas que, me permito aventurar, tiene más de cuento que de historia. Además, ese índice ¿sería significativo?

Se ha dicho que puede medirse la disminución del consumo eléctrico previsto (un 16%) o del consumo de gas previsto (un 9,7%). Un 16% de disminución del consumo eléctrico da alas a quien dice que la huelga ha fracasado, aunque también tendría que darlas a quien la considera un éxito. Hay que considerar que la climatología o las horas de luz diurna inciden en esta disminución (¡cuidado con las comparaciones!), y que un tanto por ciento que parece pequeño puede ser, en verdad, importante. Es una de las medidas más objetivas, pero la manipulación política de las cifras la convierte en muy poco fiable si la publican los periódicos, pues la interpreta quien quiere y como quiere y la gente que lee lo que lee no está metida en el mundillo de la distribución eléctrica y no se entera de lo que vale un peine.

Existen otras opciones, pero, al final, todo el mundo echa un vistazo a la gran manifestación y aquí se acabaron las objetividades de una vez y para siempre, porque la geometría y la física no cuentan para nada a la hora de calcular manifestantes.

Veamos, por ejemplo, la gran manifestación de Barcelona. Según el Gobierno de la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona, que son de la misma cuerda, sumó 80.000 manifestantes (muchos). Según los sindicatos, 800.000 (una burrada de gente). Los periódicos opinan según les va. La Vanguardia ejerce de voz de su amo y da por buena la versión oficial; El Mundo, en su edición catalana, da por buenos los 800.000 manifestantes, no me pregunten por qué, quizá para fastidiar a Mas; El País presume de objetividad y hace un cálculo de metros cuadrados y manifestantes por metro cuadrado que le da 275.000 manifestantes, pero calcula mal.

Lo que puede decirse seguro, a juzgar por el registro de fotografías, es que si la manifestación en contra del fallo del Tribunal Constitucional sumó más de un millón de manifestantes (cifra oficial), ésta, la de la huelga, tendría que sumar otro tanto, quizá un poco menos, pero no mucho. En todo caso, si fueran coherentes y consecuentes los contadores de manifestantes, no podría bajar del millón, tendría que ser una manifestación millonaria. Pero ocurre lo de siempre: o mintieron con el millón antes o mienten con los ochenta mil ahora. Mi versión de los hechos es pública: en el Paseo de Gràcia no cabe un millón de personas. Nunca se han manifestado en Barcelona un millón de personas. Nunca. Como mucho, las que se manifestaron ayer sumarían entre 75.000 y 100.000, geometría mediante y las del fallo del Constitucional, entre 100.000 y 150.000.

Quien no esté de acuerdo con el diagnóstico, que piense un poco en las cifras. Cien mil personas son muchas personas, muchas, demasiadas. Una formación militar del tiempo de los romanos que contase con cien mil legionarios ocuparía un frente de tres a cinco kilómetros de largo. ¡No está mal!

Otra consideración es la cantidad de personas por metro cuadrado. Sea un metro cuadrado, sea una persona en cada esquina; la concentración será de una persona por metro cuadrado, no cuatro. De hecho, los expertos en muchedumbres alertan de una aglomeración de cuatro personas por metro cuadrado, porque resultaría inevitable una avalancha, siempre muy peligrosa. Cuando se llega a las cinco personas por metro cuadrado, el peligro es de avalancha mortal. Prueben con una cabina telefónica. Metan una persona, bien; dos, apretaditas; tres, sobra una; cuatro, la cosa se complica; cinco... Si la cifra del Gobierno de la Generalidad de Cataluña sobre el número de manifestantes en contra del fallo del Tribunal Constitucional fuera cierta, o si lo fuera la cifra de la manifestación de ayer que dieron los sindicatos, tendría que meter a quince personas en la cabina telefónica. Usted mismo.

En fin, que unos dicen que fue un éxito y otros, un fracaso. No se pondrán nunca de acuerdo.

Terrorismo de baja intensidad

Si un grupo de personas se reúne para organizar actuaciones que provoquen el terror entre los ciudadanos, o entre un grupo de ellos, hablamos de terroristas. Sus acciones tienen que ser contundentes y violentas, pues buscan atemorizar a unos, llamar la atención de los otros, minar la convivencia de todos y tensar la cuerda de la legalidad para que el sistema se resienta. Sus objetivos pueden ser lícitos o ilícitos, pues pueden rebelarse contra una tiranía o pueden querer imponer una.

Hoy en día, en España en general y en Cataluña en particular, estamos jodidos en serio, y perdonen la expresión, pero no hasta el punto de bautizar como tiranía nuestro sistema político, no hasta el punto de justificar el terror, aunque éste no provoque muertes (por ahora). Nuestros políticos son ineptos, irresponsables, mediocres y corruptos, de acuerdo, pero eso se combate con la ley en la mano y una actitud ciudadana crítica, exigente y responsable, no quemando contenedores y dando de puñetazos al encargado de una tienda que está siendo saqueada o incendiada. Eso es ser gilipollas y darle alas al que nos ahoga.

Ayer, en Barcelona, en el oásis catalán, los hechos demostraron una vez más que tenemos un problema de terrorismo de baja intensidad, fruto de muchas causas e hijo de muchos padres. ¿Qué vamos a hacer con él? ¿Derivará en algo más serio?

P.S.: La fotografía es una de una serie que hizo Joan Valls Bassa desde Vallvidrera, Barcelona, ayer.

¡100.000!

Hacia las ocho de esta mañana, hora española, El cuaderno de Luis ha recibido la cienmilésima visita. Con gozo y sorpresa, celebro el acontecimiento y agradezco a mis lectores su paciencia, su constancia y todo lo demás.

Ahora mismo, El cuaderno de Luis recibe más de 12.000 visitas al mes. Son los españoles (más de 40.000 visitas) los que más leen este blog, seguidos de los mexicanos (más de 13.000), los argentinos (más de 6.000), los colombianos (más de 5.000) y los estadounidenses (casi 5.000). También es notable el número de visitantes alemanes, que supera los 3.000, junto a los chilenos y peruanos.

Las palabras clave de búsqueda más utilizadas por mis lectores son pingüinos, pie griego, Sitges y cronómetro.

Los apuntes más visitados han sido:

Los pingüinos abducidos y las timopulseras, con más de 9.000 visitas;
Mecachis con el cronómetro y la Ley Electoral, con casi 5.000 visitas;
El pabellón «Barcelona», con más de 4.000 visitas; y
Museos Capitolinos (I, el pie griego), también con más de 4.000 visitas.

Gracias a todos.

¡Huelga! (de Eisenstein)




Para amenizar la lucha proletaria, nada como dejarse ilustrar por Eisenstein. Stachka (Huelga) es una película muda de 1925. Fue su primer largometraje de una serie de siete que tenía que llamarse ¡Hacia la Dictadura! (la dictadura del proletariado, se entiende), que no llegó a completar. Más tarde, ese mismo año, Eisenstein filmaría su obra maestra, Bronenosets Potyomkin (El acorazado Potemkin).

Los actores de ¡Huelga! eran del Teatro Prolekult (de proletariado y cultura, quién lo iba a decir). El escenario de la película es una colonia industrial, en 1903. Los capitalistas, que son malísimos y fuman puros, no toleran las reivindicaciones del proletariado. Así que llaman al ejército y sigue una represión de las de antes. Si quieren ver una escena en verdad escalofriante, vayan a los cinco minutos treinta segundos de la película que adjunto, que es el final de ¡Huelga!

¡Huelga!

Cómo encoger una lista de espera

Cuando el médico dice que usted necesita pasar por el quirófano, comienza la cuenta. Eso es lo que usted entendería por tiempo de espera, el tiempo que pasa entre el diagnóstico y la intervención quirúrgica, y mientras esperase estaría en la lista de espera. Es lo que sería lógico, ¿verdad?

Pues, damas y caballeros, no es así. Al menos, en Cataluña. A grandes rasgos, cuando el médico dice que hay que operar no comienza la cuenta. Comienza cuando ha pasado usted por varias pruebas (normalmente, análisis, radiografías, etc.) y a la vista de los resultados, el cirujano le dice que ya está usted a punto para conocer el bisturí. Con esta argucia, el tiempo de espera para una intervención quirúrgica en un hospital público se acorta algunos meses. Es una trampa que viene aplicándose hace años, a la chita callando.

Hace unos días, don Baudilio anunció que los recortes en la sanidad pública apenas habían tenido repercusión en las listas de espera. ¿Qué entiende por apenas? El tiempo de espera y el número de pacientes que esperan todo ese tiempo se ha incrementado más de un 40%, según las cifras oficiales.

Y los médicos cuestionan las cifras oficiales, dicen que las cifras reales son mucho más alarmantes.

Porque las cifras que dio don Baudilio no se referían al número de pacientes y a las listas de espera de todas las intervenciones quirúrgicas, sino sólo a las listas de espera de unas cuantas, previamente seleccionadas. Según los médicos y sus representantes, el incremento de pacientes que esperan y el tiempo de espera ha aumentado mucho más del 40%; en algunos casos, se ha más que doblado. También denuncian trampas en la contabilidad de las listas de espera publicadas.

A modo de ejemplo, uno entre tantos, el doctor Albert Miralles, que había sido presidente de la Sociedad Catalana de Cirugía Cardíaca y es uno de los especialistas que trabaja en el Hospital de Bellvitge, denuncia hoy en los periódicos que el tiempo de espera para las operaciones cardíacas llega, en su hospital, a los ocho meses, y que lo normal es que sea de seis o siete en otros hospitales. Él dice eso, mientras don Baudilio asegura, con sus estadísticas trucadas, que la lista de espera por operaciones cardíacas en Bellvitge no llega a los tres meses, y que la media en Cataluña es de dos meses. Con el corazón en la mano, nos merece mucho más crédito el doctor que tiene que lidiar con los recortes cada día que pasa que el conseller que da cobijo a Prats, Bagó y compañía, y se solaza con ellos.

En éstas, cuando el Gobierno de la Generalidad de Cataluña prefiere mentir sobre el proceso de degeneración que ha provocado en el sistema sanitario público, don Baudilio, el conseller de Salud, anuncia nuevos criterios para incluir el paciente en una lista de espera. Estos criterios servirán para reducir las listas de espera (oficiales), pero no para reducir el número de personas que esperan ser operadas, ni el tiempo que están condenadas a esperar por culpa de tanto cretino con cartera.

El nuevo sistema va por puntos. Si el paciente trabaja, tendrá más puntos que un niño, un jubilado, un parado o una ama de casa, que no trabajan, por ejemplo, porque prima la cotización. Hay que salvar a quien paga y si se muere uno que sólo genera gastos, mejor, es la regla. Otro criterio para obtener puntos es el tiempo que uno lleva esperando a que lo operen; más tiempo, más puntos. Cuando sume tantos puntos, entrará en la lista de espera y su espera comenzará a contar desde cero. ¡Desde cero...! Pero ¡qué es esto!

En fin, que tendrá prioridad quien más puntos tenga, en teoría, pero es todo muy discrecional. Si usted no suma esos puntos, aunque precise la operación quirúrgica según el criterio médico, no será incorporado en la estadística y váyase usted a saber lo que le queda para que le incluyan. El sistema no permite la comparación con la situación en otras Comunidades Autónomas, que cuentan las esperas sin hacer tantas trampas (no digo que no las hagan, pero Cataluña se lleva la palma).

El nuevo sistema de ocultación no ha merecido más comentarios en los periódicos catalanes que la letra pequeña, y sólo en algunos. Eso me permite censurar a la mayoría de la prensa del país, que han vendido su espíritu crítico por un plato de lentejas. Así nos va, así nos luce el peluquín. Canallas.

Connivencia (II)

connivencia. (Del lat. conniventĭa). 1. f. Disimulo o tolerancia en el superior acerca de las transgresiones que cometen sus subordinados contra las reglas o las leyes bajo las cuales viven. 2. f. confabulación. (Real Academia Española).

En Galicia, se ha descubierto una trama de corrupción política que apunta directamente a un ministro del anterior gobierno de Rodríguez (PSOE). A medida que avanza la investigación, apunta directamente a todo lo que se mueve, pues el número de implicados crece cada día que pasa, y proviene de todas partes. Se trata de un grupo de empresarios que sobornan a cargos públicos a cambio de concesiones en esto y lo otro o lo de más allá.

El asunto, que lleva un tribunal de Lugo, ha llegado hasta Cataluña. Sin entrar en detalles, se investiga la concesión fraudulenta de estaciones de inspección técnica de vehículos (ITV) y concesiones de distribución farmacéutica del Departamento de Salud (el de don Baudilio, a. Bío Ruiz). Además, un caso menor, si se puede llamar así, la concesión de un permiso de edificación de una nave industrial cerca del Aeropuerto del Prat de Llobregat por la que tiene que responder el alcalde de Sant Boi de Llobregat delante del tribunal. El alcalde es socialista.

El Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona lleva investigando estas tramas de corrupción en Cataluña desde principios de verano de 2011, a instancias de los jueces instructores de Lugo. Ha llevado la investigación en secreto, pues se han encontrado pistas sobre una trama de corrupción semejante a la gallega y nadie queria espantar la liebre.

En particular, unas conversaciones telefónicas entre algunos de los implicados en el caso (Dorribo, gallego, y Alsina y Pastor, catalanes) mencionaron a Oriol Pujol i Ferrusola, hijo y nieto de los Pujol de Banca Catalana. La frase que menciona el fiscal de Lugo, don Javier Rey, es, copio: Si quieres hacer negocios en Cataluña, tendrás que hablar con Oriol Pujol.

Otras conversaciones grabadas entre doña Marta Rodríguez y don Sergi Pastor y don Sergi Alsina, catalanes todos, indican que pretendían o todavía pretenden crear una sociedad mercantil para obtener concesiones de la sanidad pública catalana (de don Baudilio y sus secuaces), dejando a un lado algunos proyectos en Lugo y en el Principado de Andorra, a los que también quieren meter mano. El señor Pastor, además, estaba mediando para obtener una concesión de estaciones de inspección técnica de vehículos (ITV) para la empresa TÜV Rheinland.

Hace dos semanas, se levantó parcialmente el secreto del sumario en Lugo y así se supo que aparecía en éste Oriol Pujol, hijo y nieto de los Pujol de Banca Catalana, y los otros caballeros mencionados. Tan pronto se supo, los teléfonos intervenidos por el Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona callaron. Sonó la alarma y ayer fueron arrestadas con prisas cinco personas de la trama corrupta barcelonesa, a las que sólo podrán acusar de falsedad documental y tráfico de influencias, cuando quizá hubieran podido llegar más lejos y pillar a más sinvergüenzas si no se hubiera destapado el secreto de sumario en Lugo.

Entre los detenidos destaca don Sergi Alsina, de ALTA Partners. Su trabajo consiste en encontrar trabajo para los demás, es un conseguidor que se mueve en las altas esferas. El señor Alsina había estudiado el máster de IESE de Dirección y Administración de Empresas con don Oriol Pujol, hijo de su padre. Allá trabaron amistad uno y otro y de ahí la cita que antes he copiado: si quieres hacer negocios en Cataluña, habla con Oriol Pujol. Normal, se conocían. Me imagino la conversación: Oye, que soy amigo de Sergi (Alsina) y me gustaría saber... ¿Con quién he de tratar para arreglar un asuntito de las iteuves?

Ahora mismo, el señor Pujol no está siendo investigado, dicen, y no es ni ha sido imputado por este caso. Pero el fiscal del caso en Lugo, don Javier Rey, sostiene en sus escritos que el señor Pujol es connivente. De manera muy clara, además. Es decir, existe connivencia entre don Oriol Pujol y los arrestados, a juicio del fiscal de Lugo.

El señor Pujol negó ayer por televisión conocer a ninguno de los detenidos (qué poco le duran los amigos), aunque acto seguido afirmó que los conocía a todos y sabía que eran hombres incapaces de faltar a su país y celosos cumplidores de su deber. O los conocía, o no los conocía, en qué quedamos.

Los cinco detenidos son dos ejecutivos de empresas metidas en el asunto de las ITV, los señores Pastor y Puignou, el señor Alsina, ya mencionado, el señor Masalles, recién subdirector de Seguridad Industrial de la Generalidad de Cataluña, y el señor don Josep Tous, que cuando era conseller el señor Fernández Teixidó (el amigo del mafioso ruso) era a su vez director general de Consumo y Seguridad Industrial.

El señor Tous llevaba apenas quince días en el cargo de coordinador general de la Diputación de Barcelona. Sustituía al señor Matas, uno que se descubrió que se había apropiado indebidamente de casi un millón de euros de la Asociación Catalana de Municipios. El presidente de la Diputación de Barcelona, el señor Esteve, ha visto como el primer coordinador general que escoge resulta ser un sinvergüenza y el segundo, también. ¿Cuánto tiempo le duran en el cargo? Poco, la verdad. Eso nos dice que el señor Esteve es tonto o lo sabía, o ambas cosas, y cualquiera de las tres opciones merece una dimisión fulminante, ya.

Quizá por ello los congresistas de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) aplaudieron a rabiar cuando su presidente Mas dijo que quería una agencia tributaria catalana y no depender de la del Gobierno de España. Será porque muchos de los que batían palmas ya sienten el aliento de los inspectores de Hacienda en el cogote, digo yo. Vamos, es lo primero que me viene a la cabeza, visto el percal. Qué miedo.

Connivencia (I)

connivencia. (Del lat. conniventĭa). 1. f. Disimulo o tolerancia en el superior acerca de las transgresiones que cometen sus subordinados contra las reglas o las leyes bajo las cuales viven. 2. f. confabulación. (Real Academia Española).

Los últimos meses de CiU en el poder antes del tripartidismo fueron frenéticos. El señor Fernández Teixido (amigo y asesor empresarial de don Malchas Tetruashvili, cabecilla de la mafia rusa en España) ejercía de conseller de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo; Oriol Pujol, hijo y nieto de los Pujol de Banca Catalana, era uno de sus secretarios generales. Don Josep Tous era entonces director general de Consumo y Seguridad Industrial.

Se publica hoy en prensa que estos caballeros, en 2003, decidieron prolongar la concesión de la inspección técnica de vehículos (ITV) hasta 2014 al Grupo Agbar (a través de APPlus) y a RVSA. Se adelantaron meses al plazo de renovación del contrato, una renovación que tendría que haber decidido el siguiente gobierno. Así que dejaron atada y bien atada la concesión, por si perdían el cargo. Tan bien atada que el Tripartito tardó seis años en poder romper el oligopolio de las ITV en Cataluña, sólo gracias a una ley del Gobierno de España.

Casualidad, pero la Fundación Ramon Trias Fargas recibió justo entonces una donación de 90.000 euros de Agbar y de 48.000 euros de RVSA, proporción que coincide, más o menos, con el número de estaciones de ITV que gestionaba cada empresa. La Fundación Ramon Trias Fargas era la fundación a través de la que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) conseguía fondos... o los blanqueaba.

La Fundación Ramon Trias Fargas tuvo otros ingresos casuales. La empresa de seguros Catalana Occidente pagó 120.000 euros a la fundación entre 2003 y 2004, justo cuando obtuvo el permiso del gobierno de CiU para ampliar la estación de esquí de Baqueira Beret (propiedad entonces de la aseguradora) comiéndose un espacio natural de protección especial.

Más. FCC, COPISA y COMSA eran las empresas que se llevaban la mayor parte de las obras que GISA sacaba a concurso. Para quien no lo sepa, GISA es el ente que gestiona la obra pública de la Generalidad de Cataluña. Entre 1999 y 2003, FCC donó 60.000 euros a la Fundación Ramon Trias Fargas, COPISA, 60.000 más y COMSA, 160.000 euros a través de tres empresas filiales. ¡Qué casualidad!

Por aquel entonces, los mossos d’esquadra estrenaron coches de patrulla. El contrato de compra de estos vehículos, de poco más de dos millones de euros, se lo llevaron los concesionarios Motorsol y Autolica. Poco después, Motorsol y Autolica donaron 5.000 euros cada uno a la fundación de marras.

Según consta, treinta y cuatro empresas donaron más de dos millones de euros a la Fundación Ramon Trias Fargas entre 2002 y 2005. De éstas, veintiocho obtuvieron contratos de la Generalidad de Cataluña en 2002 y 2003. El mayor volumen de donaciones correspondía a empresas constructoras con contratas del Gobierno de la Generalidad de Cataluña y laboratorios farmacéuticos proveedores del Departamento de Salud.

Además, hay que contar con las donaciones y convenios de dos fundaciones más, que presidía el señor don Félix Millet: la Fundación Puig y la Fundación del Orfeó Català, a través de las que los convergentes recibían donaciones de otras empresas de manera más disimulada.

Ya sabemos cómo acabó el asunto de don Félix. Según se desprende del caso Ferrovial, una empresa que donó dinero a la Fundación Ramon Trias Fargas a través de la Fundación del Orfeó Català, la comisión era del 4% del contrato; la fundación convergente recibía un 2,5%; el resto, se lo quedaba el señor Millet (de ahí el escándalo, porque los convergentes se sintieron robados). Sin embargo, esto es un suponer, una casualidad, no pasa de sospecha, ¿verdad?

Pues, por si acaso, la familia del finado don Ramon Trias Fargas solicitó a CDC que cambiara el nombre de la fundación para no manchar la reputación, hasta ahora intachable, del apellido Trias Fargas (sic).

Ahora, la fundación se llama CatDem, de catalanismo y democracia. Bien podría llamarse ChanDin, de chanchullo y dinero, que es de lo que se trata, a fin de cuentas. La dirige un señor que dijo que el Parlamento de Cataluña no tenía autoridad moral para preguntar por las cuentas de la fundación (sic), un tal Colomines, ideólogo de CDC.

Mientras tanto, este fin de semana, CDC ha nombrado a don Oriol Pujol, hijo y nieto de los Pujol de Banca Catalana, secretario general del partido, y a los señores Fernández Teixidó (el amigo del mafioso) y Colom (que recibió veintitantos millones de pesetas de don Félix Millet sólo por ser un patriota, qué morro) pertenecen a su Consejo Nacional. Demasiadas caras conocidas, en ese consejo.

Para acabar, doña Margarida Gil. Había sido secretaria general de Trabajo cuando Fernández Teixidó era conseller. A los cuatro días de ser nombrado presidente de la Generalidad de Cataluña, en una ceremonia a la que invitó al señor Prenafeta, bajito, feo y corrupto, don Artur Mas nombró a doña Margarida Gil jefa del Gabinete Jurídico de la Generalidad de Cataluña. Lo primero que hizo la señora fue retirar las imputaciones que la Generalidad había hecho contra don Daniel Osàcar, tesorero de CDC, contra don Àngel Colom, responsable de inmigración en CDC, y contra don Pedro Buenaventura, antiguo directivo de Ferrovial, por razones jurídicas que no supo explicar en el Parlamento de Cataluña, porque le preguntaron por ellas.

En pocas palabras, la Generalidad de Cataluña deja de acusar a CDC de financiación irregular y renuncia a recuperar el dinero que les robó el señor Millet. Era de esperar, porque ¿quién tira piedras contra su propio tejado?

Curiosa

En la primera mitad del siglo XIX, Casimir Lefacheux, un armero francés, inventó el primer cartucho metálico práctico, que permitía un cierre estanco de la culata aprovechando la elasticidad de la vaina, que tenía el culote de latón. Los cartuchos Lefacheux (llamados también de espiga) tuvieron mucho éxito, pero la aguja que sobresalía del cartucho se convirtió en su talón de Aquiles. Los cartuchos de fuego anular o de pistón interno pronto sustituyeron los cartuchos Lefacheux y éstos dejaron de fabricarse en 1920, más o menos.

Sin embargo, todavía se fabrican cartuchos Lefacheux de muy pequeño calibre para armas de juguete (llamadas berloques). En España están rigurosamente prohibidas, aunque en Francia todavía se venden cartuchos Mouche (mosca) o Tue-Mouche (matamoscas) de 2 mm para miniaturas de pistolas.

También existen cartuchos minúsculos de fuego central. En 1910, el relojero austríaco Franz Pfannl diseñó los cartuchos Kolibri, de fuego central, que hoy son piezas de coleccionista. El más pequeño de todos fue el 2,7x9 mm, pero también hubo uno de 3 mm. Luego, en los años veinte, Pfannl construyó una pistola de 4,25 mm para autodefensa (la Erika, también llamada Liliput). Como vendió pocas, se dedicó a fabricar máquinas para fabricar lápices y se ganó mucho mejor la vida con esa industria menos belicosa.

Estos calibres tan pequeños suelen pasar por inofensivos. Una Mouche no puede atravesar un abrigo grueso, pero puede producir heridas muy feas si le da a uno en un mal sitio. Con esa idea en la cabeza, la firma English Patent Railroad Pocket Watch (que fabricaba relojes de ferroviario, cómo no) puso a la venta el modelo Curiosa (sic). Era un reloj con muy mala idea. De hecho, no daba la hora, pero podía pegarle un tiro a uno. Era un reloj pistola de calibre 3 mm (de cartuchos Lefacheux).

Daba el pego: caja de plata, del estilo cazador (con doble tapa). Las agujas eran de mentirijillas (porque no había maquinaria relojera), como la corona, que era, en verdad, el gatillo (propiamente, la cola del disparador). Dentro tenía la recámara de la pistola, de retrocarga. Uno tenía que tirar a boca de jarro, porque era muy difícil acertar a nada más allá de dos pasos del cañón. Como observó un buen amigo mío, era arriesgado llevarla cargada en el bolsillo, y como artilugio de defensa era tan peligroso para el atacante como para el atacado. Cargarla requería paciencia y buen pulso. El modelo Curiosa, pues, tuvo un relativo éxito de ventas, y se vendió más como juguete que como arma. Hoy pueden pagarse cinco mil euros por uno de estos relojes pistola, aunque no funcionen.

Quede dicho: no sabemos de ninguna víctima de una Curiosa, pero sí conocemos algunas víctimas de la curiosidad.

¡Milagro! (Gran Premio de Malasia 2012)

Pues, sí, ha ganado un Ferrari, y eso que pintaban bastos para los italianos. El coche no corría, y no había dado tiempo para cambiarle el chásis (el F2012b tardará un poco todavía). McLaren se lo comía todo y detrás de las migas iban Mercedes y Red Bull, sin contar con Lotus-Renault, que está dando mucho de qué hablar. En Ferrari contemplaban el panorama con cara de penita pena y se oían voces en el antiguo despacho del Commendatore, susurros que le ponían a uno los pelos de punta. Il Commendatore sembra arrabbiato, decían en Maranello.

Pero ha llovido, y la estrategia del equipo ha sido muy buena. Alonso ha sacado oro de un coche que no da para más y ha ganado (¡olé!). Massa, en cambio, que cuando llueve, se moja, ha quedado... No sé dónde ha quedado. Por ahí detrás. En Italia piden su cabeza, por gafe. El segundo puesto ha sido para un Sauber con motor Ferrari (otra vez, ¡olé!), el de Sergio (Checo) Pérez, otra sorpresa muy agradable, porque el mejicano podría haber ganado. ¡Qué buen comienzo!

Ahora sólo nos queda esperar que alguien se ponga las pilas y nos arregle el coche, para que corra un poco más, porque no nos conformamos con una victoria. Forza!

La transición nacional (de Guatemala a Guatepeor)

Atención. Con una inversión pública por habitante superior a la media española, Cataluña arrastra un tercio de la deuda de todas las Comunidades Autónomas (entre 40.000 y 50.000 millones de euros) y está entre las tres que menos invierte en educación, servicios sociales y sanidad pública. En términos absolutos, es la más endeudada. En términos relativos, la segunda o la tercera, según se mida.

En estos últimos años, ha sido la Comunidad Autónoma que más ha incrementado (porcentualmente) el total de trabajadores que se han quedado sin empleo, la que, estando en la cola, más ha reducido el gasto sanitario por habitante, en términos absolutos y relativos, la que soporta las listas de espera para tratamientos médicos e intervenciones quirúrgicas más larga de España...

La industria se está derrumbando. Ni la burguesía catalana ni los poderes públicos han sabido promover la innovación tecnológica. La burguesía se ha manifestado conservadora, corrupta e inmovilista, más preocupada por proteger que por abrirse al mundo. La empresa catalana competía gracias a la mano de obra barata (inmigrante), pero la obertura de la Unión Europea hacia el Este y la globalización han puesto en evidencia la mala, malísima, política industrial del país estos últimos treinta años. En otro orden de cosas, el sistema financiero catalán no supo recuperarse después de Banca Catalana y los negocios de La Caixa se gestan en las sedes de las multinacionales españolas (que no tienen patria).

Mientras tanto, los cargos políticos o los directivos de las empresas públicas catalanas cobran mucho más que en cualquier otra parte. A modo de ejemplo, el año pasado el presidente de la Diputación de Gerona todavía era el cargo público mejor pagado de España y el presidente de la Generalidad de Cataluña cobra más del doble que el presidente del Gobierno de España, sin contar las decenas de miles de euros de dietas que ingresa cada año. El número de asesores y directivos crece sin parar, se multiplica, y no existe control sobre el dispendio que supone tanta asesoría, supuestamente inútil.

Sin embargo, los funcionarios y los empleados públicos catalanes estaban entre los peor pagados de España. Los inspectores de Sanidad, Consumo, Industria, etc., por ejemplo, cobraban entre un 25 y un 30% menos que los inspectores de otras Comunidades Autónomas. En medicina, la diferencia es mucho más notable. El jefe de un servicio de cirugía de un hospital público es posible que no se lleve a casa 1.600 euros al mes, mientras el director del hospital, un abogado elegido a dedo, que no sabe nada de médicos, se lleva a casa ocho veces más.

La política de recortes de la función pública, la sanidad, los servicios sociales y demás ha reducido el poder adquisitivo de los trabajadores públicos catalanes, que ha caído en picado (algunos auxiliares administrativos podrían cobrar una cantidad inferior al salario mínimo interprofesional). Eso sí, la reducción de salario es equitativa: le reducen el 5% a un directivo que cobra 120.000 euros al año y a un administrativo que cobra 12.000. Al primero no le reducen las dietas, pero al segundo... Bueno, simplemente no tenía. Ya ven, a todos lo mismo, equitativo...

En cuanto a la corrupción de los cargos políticos y la malversación de los caudales públicos, el panorama es desolador, tremendo. Sólo los últimos meses tenemos los escándalos en la Asociación Catalana de Municipios, en el Instituto Catalán de la Salud, en la Diputación de Barcelona, en Medio Ambiente... Si son capaces de hacer memoria, pueden sumar los nombres de Pretoria, Palau, Millet, Montull, Reus Innova, Prats, Matas, Bagó, Spanair, Carulla, Colomines, Fundació Trias Fargas, Prenafeta, Alavedra, Colom... ¡Y no se olviden del 3%!

El malgasto ha sido notable y público, y nadie ha dicho nunca nada. El señor Benach se gastó 9.000 euros en poner un televisor y un reposapiés en su coche oficial, y con coche oficial a mano, seguía cobrando las dietas de viaje, manda güevos. El señor Saura se gastó millones de euros (en plural) en disponer los muebles de la nueva sede del Departamento de Interior del paseo de Sant Joan, Barcelona, según la gilipollez del feng-shui, mientras los mossos d'esquadra tenían que comprarse los chalecos antibalas por su cuenta y riesgo.

¿Qué hay del déficit fiscal? ¡Hablemos de Hacienda! Cataluña es la región de la Europa de los 15 donde menos impuestos pagan los que más tienen, y donde más pagan los asalariados y pensionistas. A eso le llamo yo déficit: una empresa catalana paga menos impuestos que un administrativo que trabaja en ella; un miembro de la sociedad civil catalana paga menos impuestos que yo. Además, un tercio del fraude fiscal español se da en Cataluña. ¡Un tercio...! ¿No querían déficit? Aquí lo tienen.

Podríamos hablar de racismo, también. Nos ayudarían las declaraciones de Coll i Alentorn, Pujol, Ferrusola, Barrera, Anglada, Duran i Lleida... Siempre hemos sido racistas, al menos algunos: los murcianos, los andaluces, los moros, los negros, los sudacas... Pero menos de un millón de catalanes pueden presumir de más de tres abuelos nacidos en Cataluña.

La cultura se ha ido por el desagüe. De ser ejemplo y motor de la cultura en España hemos pasado a ser provincianos. La Generalidad de Cataluña invierte más en el F.C. Barcelona que en equipamientos culturales, a las cifras me remito. La industria editorial se está yendo a Madrid o, directamente, a freir puñetas. Los escritores catalanes mejor considerados alrededor del mundo sufren el ostracismo de las autoridades en su propia casa. El teatro... De cine, mejor no hablemos. ¿Qué artista catalán vivo merece un reconocimiento internacional en cualquiera de las artes? ¿Qué artistas de fama internacional vienen a trabajar a Cataluña atraídos por su riqueza cultural? ¿Cómo era la situación hace treinta años? Comparen.

En éstas, el único proyecto que alguien saca de la chistera para sacar adelante el país es un complejo de casinos y hoteles del señor Adelson, reconocido mafioso, con causas judiciales pendientes alrededor del mundo que incluyen complicidad en homicidio. De ser la región más industriosa y moderna, más rica y dinámica de España y del Mediterráneo occidental, hemos pasado a ser los que se bajan los pantalones delante de un especulador de Las Vegas. Fantástico.

Mal que nos pese, y mal que nos ha pesado, ya lo ven, el partido alrededor del cuál gira y ha girado la política catalana es Convergència Democràtica de Cataluña, artífice de gran parte de esta realidad cotidiana. Pues, este fin de semana celebra su congreso.

Tal como están las cosas, nada puede hacerse en Cataluña sin pasar por esta formación política, que ha sido la que ha construido la Cataluña contemporánea, la que nos ha tocado vivir, la que la ha conformado. Pues, vean de lo que trata el congreso de marras. Tal como está el patio y de lo único que se preocupan es de la transición nacional, que es algo así como hablar del sexo de los ángeles con los turcos en las murallas.

Eso sí, mucha transición nacional y mucho cuento, pero, por favor, sin romper con el Partido Popular, porque aquí nadamos y guardamos la ropa y lo que importa no es la patria, sino el bienestar de los patriotas, que son unos y no los otros.

Pues, qué mierda.

El primer reloj espía

En 1886, J. Lancaster & Son, de Birmingham, patentó el reloj que luego se comercializaría como Lancaster Ladies Watch Camera, o reloj-cámara para señoras de Lancaster.

Se preguntarán el porqué del para señoras; ahora les cuento.

Durante los últimos años de la era victoriana, el puritanismo oficial estaba reñido con las costumbres de los caballeros británicos. La institución del matrimonio no era impedimento para que éstos acudieran regularmente a los burdeles y mantuvieran relaciones adúlteras con una o más mujeres. Aunque existía el divorcio, la camaradería masculina dificultaba que una dama pudiera separarse del marido sin sufrir la ruina económica. Sólo casos de muy flagrante adulterio o escándalo público podían asegurar una indemnización o una renta vitalicia suficiente para la interesada, y una vergüenza para el sinvergüenza.

J. Lancaster & Son sacó a la venta su reloj-cámara para señoras con la intención de pillar a los caballeros en situaciones comprometidas, in fraganti. Con el testimonio de una fotografía, estos casquivanos gentlemen difícilmente podrían argumentar que fue sin querer, que pasaban por ahí... Para evitar el escándalo y la ignominia pública, se iniciaban los trámites para separarse por las buenas. Pagando, naturalmente.

El invento de J. Lancaster & Son puso a los maridos británicos contra las cuerdas y les amargó la vida. Pero sólo durante unos años. El reloj-cámara para señoras de Lancaster era un trasto complicado, que tenía que manipularse con mucho cuidado. Montar el objetivo tenía su intringulis, pero lo más difícil era cargar o retirar la película, una placa de celuloide fotosensible que iba dentro de una cajita, en la parte posterior del reloj. Si era manipulada por dedos torpes, se abría y se echaba a perder la película.

Eso explica que el reloj-cámara para señoras de Lancaster dejara de fabricarse en 1890 y no fuera el éxito de ventas que habían previsto en J. Lancaster & Son. Hoy, en cambio, este curioso artefacto es una pieza preciadísima por los coleccionistas. Que se sepa, sólo quedan cuatro ejemplares en todo el mundo.

¡Hasta esto nos recortan!

¡Adónde iremos a parar! ¡Hasta nos recortan las horas de sueño! ¡Ya está bien!

El Gobierno de España, con el beneplácito del Gobierno de la Generalidad de Cataluña y el silencio de todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, ha decidido plegarse a las exigencias de la Unión Europea y ha ordenado recortar el día 25 de marzo un 4,2%, dejándolo en 23 horas, aproximadamente.

Con esta polémica medida, aseguran fuentes gubernamentales, los españoles ahorrarán unos 250 millones de euros en electricidad, y nueve de cada diez euros serán ahorrados en el consumo doméstico. ¡Ja!

Fuentes dignas de crédito (es decir, no gubernamentales) aseguran que, en el mejor de los casos, el ahorro sólo se produce en invierno y rara vez supera el 0,4% de la factura eléctrica. Digámoslo alto y claro: el ahorro es negligible (un euro al año por familia en el mejor de los casos) y las molestias, muchas.

Para don Baudilio, son datos positivos

Hoy, El País publica este gráfico con los datos oficiales del Departamento de Salud, que dirige don Baudilio, a. Bío Ruiz, con el beneplácito de don Artur Mas y la ayuda de varios cargos que compaginan (de manera cuanto menos inmoral) sus cargos públicos con los beneficios de sus negocios (Prats, Bagó, etc.).

Lo trágico es que don Baudilio dice que estos datos son positivos. Lo serán para él. Juzguen ustedes mismos, a discreción. Hoy me abstengo: no me apetece llamar hijo de puta a nadie.

No hemos cambiado tanto

La verdad es que no hubo maquinaciones ni conspiradores, sino sólo, como de costumbre, imbéciles dirigidos y engañados por bribones.

Henri Beyle, Stendhal, sobre el gobierno de España (1817).

La deuda municipal en Cataluña

El Periódico publica la lista de los ochenta y cinco municipios catalanes que deben más dinero del que ingresan en un año. Así, por ejemplo, si un municipio tiene un porcentaje de deuda del 75% querrá decir que el 75% de sus ingresos irá a pagar las facturas pendientes, y el otro 25% podrá gastárselo como crea conveniente. Pero ochenta y cinco municipios, los de la lista, tienen un porcentaje de deuda superior al 100%; es decir, con lo que ingresan en un año no pueden pagar todas sus deudas.

Siete poblaciones superan el 200% de porcentaje de deuda; once están entre el 150 y el 199%; etc.

El ayuntamiento más endeudado es el de Fuliola (Urgell), con un porcentaje de deuda del 295%. Es decir, que debe tres veces lo que ingresa. Magnífica gestión. Bravo.

La alcaldesa de Cunit, ésa que también era senadora, la que tuvo un comportamiento tan reprobable con el personal de su municipio (¿se acuerdan del asunto del imán de Cunit?), dejó un porcentaje de deuda del 207% y ha conseguido que su municipio sea el quinto de la lista. Sabíamos que era un personaje político nefasto y mediocre, pero su gestión parece haber sido ser tan mala como su comportamiento moral. Cunit debe un pastón a todo el mundo, más de sesenta millones de euros.

Moià, que quebró y arrastra deudas de pánico, veintitantos millones, tiene un porcentaje de deuda inferior, del 188%.

Sitges tiene un porcentaje de deuda del 138%, y ya ven qué mal lo está pasando. Es el vigésimosegundo ayuntamiento de la lista, aunque deba más de sesenta millones. Nos queda el consuelo de saber que hay quien lo pasa peor, pero ya ven qué consuelo.

Vic, donde Vila d'Abadal compite a racista con Anglada, con la intención de discutir el poderío del oscense Duran i Lleida y no soltar la silla de munícipe, tampoco está para tirar cohetes, con un porcentaje de deuda del 113%. Será culpa de los inmigrantes, seguro que sí, ya verán ustedes.

Etcétera. Copio la lista y acabo antes. El formato es Localidad, porcentaje de deuda (comarca).

Corbins, 248% (Segrià); Rasquera, 236% (Ribera d'Ebre); Ogassa, 225% (Ripollès); Santa Susanna, 208% (Maresme); Cunit, 207% (Baix Penedès); Tornabous, 202% (Urgell);

Baronia de Rialb, 198% (Noguera); Moià, 188% (Bages); Begur, 177% (Baix Empordà); Aguilar de Segarra, 176% (Bages); Puigdàlber, 169% (Alt Penedès); Anglès, 158% (Selva); Cambrils, 158% (Baix Camp); Guiamets, 157% (Priorat); Santa Oliva, 153% (Baix Penedès); Seròs, 152% (Segrià); Selva del Camp, 151% (Baix Camp);

Besalú, 147% (Garrotxa); Vendrell, 145% (Baix Penedès); Tàrrega, 143% (Urgell); Vinyols i els Arcs, 139% (Baix Camp); Sitges, 138% (Garraf); Sant Joan les Fonts, 137% (Garrotxa); Tiurana, 137% (Noguera); Tortosa, 137% (Baix Ebre); Reus, 137% (Baix Camp); Castellfollit de la Roca, 136% (Garrotxa); Arboç, 134% (Baix Penedès); Llavorsí, 133% (Pallars Sobirà); Camprodon, 132% (Ripollès); Igualada, 131% (Anoia); Roquetes, 130% (Baix Ebre); Mollerussa, 128% (Pla d'Urgell); Riudarenes, 128% (Selva); Corbera de Llobregat, 127% (Baix Llobregat); Alcover, 126% (Alt Camp); Torredembarra, 126% (Tarragonès);

Ulldecona, 124% (Montsià); Pardines, 124% (Ripollès); Espluga Calba, 123% (Garrigues); Tossa de Mar, 123% (Selva); Castellvell del Camp, 123% (Baix Camp); Manresa, 123% (Bages); Vilanova de Prades, 122% (Conca de Barberà); Vilabella, 122% (Alt Camp); Sarral, 122% (Conca de Barberà); Móra d'Ebre, 120% (Ribera d'Ebre); Sant Hilari Sacalm, 120% (Selva); Ciutadilla, 118% (Urgell); Nou de Gaià, 117% (Tarragonès); Castelló d'Empúries, 117% (Alt Empordà); Bellpuig, 116% (Urgell); Vilallonga del Camp, 116% (Tarragonès); Bordils, 116% (Gironés); Llacuna, 115% (Anoia); Bellmunt del Priorat, 114% (Priorat); Agullana, 114% (Alt Empordà); Vilanova del Vallès, 113% (Vallès Oriental); Vic, 113% (Osona); Balaguer, 112% (Noguera);

Ripoll, 110% (Ripollès); Vilablareix, 110% (Gironès); Manlleu, 109% (Osona); Castell-Platja d'Aro, 107% (Baix Empordà); Seu d'Urgell, 107% (Alt Urgell); Valls d'Aguilar, 107% (Alt Urgell); Capellades, 107% (Anoia); Mont-roig del Camp, 106% (Baix Camp); Granja d'Escarp, 106% (Segrià); Banyoles, 105% (Pla de l'Estany); Oliana, 105% (Alt Urgell); Olot, 104% (Garrotxa); Polinyà, 103% (Vallès Occidental); Benifallet, 103% (Baix Ebre); Vilabertran, 102% (Alt Empordà); Tordera, 101% (Maresme); Llívia, 100% (Baixa Cerdanya); Vilassar de Dalt, 100% (Maresme); Aitona, 100% (Segrià); Pallejà, 100% (Baix Llobregat); Bescanó, 100% (Gironés); Esponellà, 100% (Pla de l'Estany).

Chico de barrio

Alguna vez he dicho que Libros del Asteroide merecería un premio de los lectores españoles. Su selección de títulos nos trae algunas sorpresas agradables, como Chico de barrio, de Ermanno Olmi, traducida por Carlos Manzano.

Es la primera y, que yo sepa, única novela de Olmi, que es guionista y director de cine. Bergamasco de nacimiento y milanés de adopción, hizo carrera con las películas y proyectaba una sobre Milán durante la Segunda Guerra Mundial cuando cayó enfermo. Estuvo tres años entre aquí y allá y el proyecto cinematográfico quedó en nada. Gracias a Dios, sobrevivió y en vez de una película, escribió una novela, Chico de barrio.

Es una buena novela, narrada en primera persona nostálgica, que nos muestra Milán durante la guerra y la ocupación desde la óptica de un niño que va dejando de serlo. Se nota que Olmi vive del cine, porque más que capítulos, Chico de barrio tiene escenas. En efecto, es, como diría algún pedante, una novela muy visual.

Es fácil de leer, agradable, está bien escrita y no deja de ser notable. Recomendable a toda clase de lectores.

¡Viva la Pepa!

¿Qué hay del 4%?

Los que vivimos en Cataluña no oímos hablar de otra cosa: el déficit fiscal esto, el déficit fiscal lo otro y el déficit fiscal lo de más allá. Sólo dejamos de oír hablar del maldito déficit de marras cuando hablamos del nuevo sistema de financiación (autonómica), al menos uno por legislatura, que siempre resulta ser el mejor de todos, el no da más, la repera, con el que vamos a tener muchísimo más dinero que antes, y venga y dale en todas partes con el nuevo sistema de financiación hasta que, un buen día, vuelve a hablarse del déficit fiscal, ¡otra vez!, señal de que queremos volver a cambiar el sistema de financiación porque ya no nos llega.

Esta vez, los tertulianos, los políticos y las ilustres firmas del periodismo catalán, ésas que mueven su pluma según sopla el viento, emplean el argumento del 4%. Lo emplean incluso en las Cortes o en el Parlamento algunos señores diputados y algunos cargos de responsabilidad pública. Según este nuevo argumento del 4%, el déficit fiscal de un Länder alemán (el equivalente a una Comunidad Autónoma española) no puede sobrepasar el 4%, ya sea, según unos, porque lo dice la constitución de la República Federal de Alemania, ya sea, según otros, porque así lo impuso el Tribunal Constitucional alemán o ya sea, según los de más allá, porque existe una ley fiscal que lo tiene prohibido. Tres versiones del porqué ya le ponen a uno en guardia.

Sin embargo, en ningún caso se especifica el método de cálculo de este déficit del 4%. Y este es un detalle importante, porque ya sabemos que el déficit fiscal de Cataluña en 2009 puede situarse entre el 0,4% y el 8,4% según cómo se mida, pudiendo escoger el método que más nos interese. Pero da igual: tantas veces se ha repetido que en Alemania no se sobrepasa el déficit fiscal del 4% que ya se da por cierto.

Pero resulta que no es verdad.

En primer lugar, no existe ningún mandato constitucional, ninguna sentencia judicial ni ninguna ley fiscal alemana que limite el déficit fiscal de los Länderen alemanes. Pueden demostrar que me equivoco citando la ley o sentencia alemana de marras; tendría que ser muy fácil dar con ella. Me comeré mis palabras si existe.

En segundo lugar, vamos a las cifras. Diga lo que diga la ley alemana, el déficit fiscal de los Länderen alemanes es el que es. Si calculamos el déficit fiscal mediante una variante del método carga-beneficio, a Cataluña le sale un déficit fiscal importante, del 6,5%. Con el mismo método de cálculo, siete de dieciséis Länderen alemanes sufren un déficit fiscal. Tres se sitúan entre el 0,9 y el 2,6% de déficit. Los otros cuatro, por encima del 6,5% que soporta Cataluña: Baviera, 6,7%; Hamburgo, 7,4%; Baden-Württemberg, 9%; y, Hessen, 10,1%.

Están en su derecho de creer que miento, pero busquen las declaraciones de doña Montserrat Bassols, subdirectora general de Financiación Autonómica de la Generalidad de Cataluña, que tuvo que reconocer en rueda de prensa que no existe ninguna sentencia del Tribunal Constitucional alemán que limite el déficit fiscal de los Länderen.

Creo que es razonable querer resolver el problema de la financiación autonómica. Más que razonable, imprescindible. Pero no podemos tolerar que se mienta. Eso nunca. Y ya está.

Observación patriótica

La propia patria sólo era para ellos una palabra vacía de sentido si el interés de ésta no coincidía con el suyo.

Napoleón Bonaparte.

Por qué UDC importa

Hace nada, el director de la Oficina Antifraude en Cataluña, don Daniel de Alonso, ha solicitado a los poderes legislativos que pongan un veto de una vez a las donaciones anónimas a los partidos políticos, que son, dice, afirma y subraya, un foco de corrupción y la madre de muchas podredumbres. También solicitó que los fraudes en la financiación de los partidos políticos los persiga la Agencia Tributaria y no el Ministerio del Interior o la policía que corresponda.

A modo de ejemplo, los chanchullos de Millet, Montull, Prenafeta, Alavedra y compañía los han descubierto los inspectores de Hacienda, no la unidad de delitos económicos de los mossos d'esquadra, y me gustaría creer (aunque no lo crea) que es una casualidad.

La legislación vigente, en teoría, lucha contra la donación anónima y pone un límite anual a la donación de particulares (100.000 euros) y fundaciones (150.000 euros), siempre que estén completamente identificadas. Para ser anónimas, no deben sobrepasar los 6.000 euros y en todo caso no pueden desgravar más de 600 euros en la Declaración de la Renta. Pero no considera una aportación (sic) la condonación de una deuda (que el banco diga que ya no hace falta que pagues) ni la cesión o donación de un inmueble (¡caramba!). Cuando se votaron estos límites, CiU solicitó que pudieran hacerse donaciones anónimas de 100.000 euros.

Es curioso comprobar como, en los últimos datos conocidos sobre este asunto (siempre arcano, esotérico y oculto), los ingresos de fuentes privadas (no públicas) de PP y PSOE son muy similares en cuanto a volumen, pero muy diferentes en cuanto origen.

En un año, depende del año, cualquiera de estos dos partidos recauda entre 25 y 40 millones de euros de fuentes privadas; menos de un 10% son personas físicas o jurídicas identificables. La gran mayoría de los ingresos del PP (a veces, un 90%) son donaciones (casi todas, anónimas); la gran mayoría de los ingresos privados del PSOE (a veces, otro 90%) son condonaciones de la deuda de los grandes bancos españoles. Y yo me pregunto si no tendría que ser al revés.

Quede constancia que Unió Democràtica de Catalunya, UDC, tiene la marca de donaciones anónimas y supera las del PP (en toda España) en un 50%, según se estima, ahí es nada. Que uno de los partidos más pequeños del país, y circunscrito a una sola Comunidad Autónoma, reciba más dinero regalado que el partido más votado y con más socios de España en toda España... Huele mal. Aquí pasa algo.

A decir del mentidero político catalán, ésta es la principal baza que tiene don José Antonio (¡presente!) Duran i Lleida, líder calvo y populista de Unió Democràtica de Catalunya, para mantenerse tanto tiempo donde está, con más poder del que corresponde a su minoría en la corrupta coalición de Convergència i Unió.

Gran Premio de Australia 2012

Son muchas las novedades este año en la Fórmula 1, y una de ellas parece ser que es que la escudería Red Bull ya no lo tiene fácil para ganar cómodamente. Puede ganar, pero dando el callo. Quien se llevó el gato al agua fue McLaren, con un Button muy bueno y un coche que corre como el demonio. Vettel quedó segundo y otro McLaren, el de Hamilton, tercero.

¿Y Ferrari? Por ahí, en el horizonte. Massa se pasó toda la carrera sin rozar la zona de puntos. Alonso, en cambio, saliendo de la duodécima posición (la duodécima, qué horror) llegó a ser quinto al final. No porque el coche diera mucho de sí, sino porque hubo abandonos y porque el piloto se dejó la piel en este asunto.

En resumen, que va mal, pero quizá no tan mal, aunque todavía nos queda mucho camino por delante para plantar cara a los británicos. Forza! La necesitarás, me temo.

Moscas, sexo, drogas y alcohol

Nunca he oído a ninguna sociedad protectora de animales ni a ningún grupo animalista quejarse de las perrerías que tienen que soportar las moscas del vinagre, que son más conocidas por su nombre en latín, Drosophilae melanogaster. Las drosofilas (así las he oído llamar más de una vez) son víctimas de toda clase de experimentos atroces. El último, las aboca al alcoholismo.

Pueden comprobarlo, si quieren, en el número de Science del 16 de marzo de 2012 (Vol. 335, no. 6074, pp. 1351-1355, DOI: 10.1126/science.1215932). Se trata de un apasionante artículo titulado Sexual Deprivation Increases Ethanol Intake in Drosophila (he dicho deprivation, no depravation, que conste), firmado por G. Shohat-Ophir, K. R. Kaun, R. Azanchi, U. Heberlein y sus colaboradores. Los autores son profesores del Departamento de Anatomía de la Universidad de California, San Francisco, que investigan en el Howard Hughes Medical Institute, Janelia Farm Research Center, en Ashburn, EE.UU.

El experimento comenzó como una broma acerca del sexo y el alcohol y acabó en serio estudiando los niveles de neuropéptidos F (NPF) en las redes neuronales y su relación con los mecanismos de adicción y recompensa.

Los neuropéptidos F están ahí para proporcionarnos una sensación de placer o bonanza relacionada con acciones que son imprescindibles para nuestra supervivencia. Su actividad en las redes neuronales se experimenta cuando comemos y saciamos el hambre, o después del fornicio, satisfecho el deseo sexual. Esa experiencia agradable la tenemos nosotros, pero también las drosofilas, y he aquí lo que hicieron los señores científicos.

Pusieron dos jaulas llenas de machos de drosofilas. En cada jaula, las moscas podían libar de dos tubitos. En uno había agua con azúcares, comida de primera para las drosofilas, y en el otro, agua con etanol. En éstas, los científicos presentaban a los señores drosofilas unas hembras de buen ver. Las drosofilas de la primera jaula podían ejercer el fornicio sin ningún problema, y, de hecho, se pasaron todo el experimento dándole que te pego. Las drosofilas de la segunda jaula, en cambio, se quedaron con las ganas, pues las hembras eran un ver y no tocar y los machos andaban por ahí salidos como una moto, pero sin poder consolarse.

En lenguaje bioquímico, se detectaba en los primeros machos un incremento de la actividad de los neuropéptidos F, pero en los segundos, los que se quedaban con ganas de mosca, no. Ocurría que los primeros machos, los que se daban el gustazo con las señoras moscas, entre fornicio y fornicio bebían agua con azúcar, y los niveles de NPF en la sangre mostraban su mucha satisfacción por el buen comer y el mejor yacer. En cambio, los moscones que tenían que apañárselas solos se daban al alcohol y acudían a los tubitos de agua y etanol para, literalmente, emborracharse.

El experimento tiene su gracia. La ingestión de etanol provoca reacciones en el cerebro de las drosofilas (y de los humanos) que sustituyen los efectos de los neuropéptidos F. Mejor dicho, provocan reacciones químicas que alteran los niveles de los NPF. Bueno, no sé lo que provocan, pero va una cosa por la otra: si no mojan, beben. Los científicos de la Universidad de California han dado un gran paso adelante en la comprensión de los mecanismos que crean la adicción a una determinada sustancia. Gracias a estos experimentos, es posible que pueda facilitarse la cura de la adicción a las drogas, el alcohol o el sexo, ya puestos.

Mientras tanto, las drosofilas alcoholicas se dan al güisqui y ven pasar a las señoras moscas con aire triste. Una escena que se da en muchos bares, ahora que pienso.

En alguna parte entre el 0,4 y el 8,4%

Dicen que los catalanes pagamos una cierta cantidad de impuestos y que el Estado (que incluye el Gobierno de España, las diputaciones, la Generalidad de Cataluña y los ayuntamientos) gasta en Cataluña menos de lo que ha recaudado. Parece ser que es así. A esta diferencia se le llama déficit fiscal y es la excusa de muchos desmanes, y la cortina de humo bajo la que se esconde la mala gestión de los caudales públicos en Cataluña, y la diferencia entre el esfuerzo fiscal de los que más tienen y los que menos, que es la verdaderamente escandalosa... y una de las mayores de toda Europa.

Para que se hagan una idea del asunto, comparemos dos comunidades de vecinos de Barcelona. La primera, los vecinos de la avenida Pearson, que conviven con calles sin asfaltar y un diseño urbanístico más bien caótico, fruto de la especulación urbanística del tardofranquismo; es una zona alejada del metro y el autobús, sin escuelas públicas ni ambulatorios de la Seguridad Social, con calles en pendiente y casas aisladas unas de otras. La segunda, la comunidad de vecinos del Raval, instalada en uno de los barrios más antiguos y cosmopolitas de la ciudad, cerca del puerto y del meollo de la actividad cultural, política y económica catalana, un barrio que cuenta con infinidad de escuelas públicas y oficinas de servicios sociales, rodeada de infinidad de líneas de autobús y paradas de metro.

El déficit fiscal de los vecinos de la avenida Pearson es monumental. Pagan un montón de impuestos y las instituciones públicas apenas invierten en el barrio. Parece que el Gobierno de España, la Generalidad de Cataluña, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona se haya olvidado de ellos, ¡con tanto dinero como pagan...! Una burrada. Es normal que estén cabreados.

Veamos el asunto desde el punto de vista de los vecinos de la avenida Pearson. Los vecinos del Raval cobran todos los subsidios y reciben toda clase de ayudas sociales; la administración pública se vuelca en ese barrio de inmigrantes, parados y demás chusma, alentando la vagancia y la delincuencia. A decir de un pearsonita calvo, se pasan el día en la taberna. El barrio del Raval no genera riqueza, es un pozo sin fondo que sólo pierde dinero. En cambio, los que generan riqueza, los vecinos de la avenida Pearson, los que ponen el cuello para que el país salga adelante... ésos no ven un duro de sus impuestos. ¡No hay derecho!

Por eso, los vecinos de la avenida Pearson son partidarios de pagar menos impuestos, y con lo que se ahorran, tirar de la medicina privada, que debería desgravar, y llevar a sus hijos a escuelas de postín, mejor si tan subvencionadas como las del Raval. Los más exaltados piden que la avenida Pearson se escinda de Barcelona, y otros reclaman que sea una comisión de vecinos la que recaude los impuestos, los invierta en el barrio y ceda al Estado el sobrante. Naturalmente, creen que quien genera más riqueza tendría que tener más ayudas, no el más necesitado, y no son partidarios de facilitar las condiciones laborales de sus chachas, que son todas del Raval. Etcétera.

Éste es el debate filosófico. Aunque he tensado la cuerda al límite, no miento. El argumento del déficit fiscal para reclamar más dinero es el mismo argumento que el de los vecinos de la avenida Pearson del cuento.

El argumento económico es más complejo. Porque existe un déficit fiscal, pero ¿cómo se calcula? Parece fácil: tanto pago, tanto recibo, y la diferencia... ¿Un cálculo simple? En absoluto.

De hecho, se pueden contar (literalmente) por docenas las manera de calcular un déficit fiscal. Por ejemplo, ¿se incluye el diferencial de la inflación entre el afectado y el resto o entre el afectado y la media? ¿Se consideran valores absolutos o relativos? Relativos ¿a qué? ¿Al número de habitantes, a la superficie del territorio, a la unidad de producto interior bruto, a la unidad de valor añadido bruto, a...? En fin, un lío.

El otro día, el conseller de la avenida Pearson... perdón, el conseller de Economía y Conocimiento puso el grito en el cielo porque el déficit fiscal de los catalanes sumaba un 8,4% del PIB de Cataluña. Se hizo justo antes de aprobar en el Parlamento de Cataluña la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Generalidad de Cataluña, que ha asestado un golpe mortífero a la práctica y la filosofía de un Estado que existe para asegurar la igualdad de oportunidades y un mejor reparto de la riqueza. Ahora, el Estado se inclina hacia los que más tienen.

Se trataba de montar una escandalera y echar las culpas a Madrid de lo mal que gestionamos aquí lo que nos dan, gritando que nos dan poco. Porque un 8,4% del PIB de déficit fiscal deja de ser poco y pasa a ser importante. Suma, según el señor Mas-Colell, 16.409 millones de euros en 2009. Para calcular esta cifra, empleó el modelo de cálculo del flujo monetario neutralizado por el ciclo económico (sic), que no sé muy bien qué es o en qué consiste.

Eso ha mosqueado al Partido Socialista, porque en 2009 funcionaba un modelo de financiación que habían pactado ellos (y CiU, no se olviden) y era (como siempre) el mejor del mundo mundial. Resulta la Generalidad de Cataluña había calculado el déficit fiscal mediante el modelo de flujo monetario neutralizado durante toda su vida, no mediante el modelo de flujo monetario neutralizado por el ciclo económico... y no me pregunten en qué maldita cosa consiste la diferencia entre uno y otro modelo.

La cuestión es que, si se emplea el método de cálculo de siempre, el déficit fiscal es de 791 millones, el 0,4% del PIB de Cataluña, y no 16.409 millones de euros. Quince mil millones de euros de diferencia son muchos millones, y plantean un escenario muy diferente.

La queja del PSC no ha caído en saco roto y el Departamento de Economía y Conocimiento ha tenido que publicar la cifra del 0,4% de déficit al lado de la del 8,4% en sus papeles, forzado por la evidencia.

Naturalmente, no se ha hecho publicidad de este asunto ni de la corrección del estudio, porque CiU quiere que nos creamos que su ataque contra el Estado del Bienestar viene impuesto por Madrid, cuando son ellos los que esgrimen las tijeras, con mucho gusto, aprovechando la oportunidad. Son mala gente.

Un cambio de giro...

Ayer, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, declaró en voz alta que España estaba viviendo un cambio de giro en la evolución cíclica de nuestra economía, después de ver unos signos positivos recientes.

Me parece que alguien se fumó los brotes verdes.

Madrid indulta a dos chorizos catalanes

Perdonen el título, pero tenía ganas de llamar la atención y manifestar mi monumental cabreo. La cuestión es que el responsable de un vergonzoso indulto, que comentaré en breve, es el Gobierno de España, que comenzó las gestiones cuando era presidente el señor Rodríguez y ha publicado la resolución siendo presidente Rajoy. Se trata, pues, de una responsabilidad compartida que tiene nombres y apellidos, comenzando por los ministros de Justicia que propusieron el perdón y acabando en los presidentes que lo aceptaron.

El Boletín Oficial del Estado publica que a don Josep Maria Servitje y a don Víctor Manuel Lorenzo Acuña se les conmuta la pena de prisión por la de una multa ridícula (3.600 euros por cabeza), con una única condición, que sean buenos (que no vuelvan a cometer delito doloso en el plazo de tres años, más exactamente). ¿Quiénes son estos delincuentes y por qué delitos obtienen perdón?

Don Josep Maria Servitje era secretario general de Trabajo de la Generalidad de Cataluña, cuando mandaba el señor Pujol, y un cargo importante de Unió Democràtica de Catalunya. Don Víctor Manuel Lorenzo Acuña, era empresario y militante de UDC, y había sido cuñado (me parece que ya no lo es) de don Josep Sánchez Llibre, otro pez gordo de UDC. Todo en casa. Estos dos caballeros fueron acusados y condenados por la Audiencia de Barcelona por el caso Treball, en marzo de 2009. El primero, a cuatro años y medio de cárcel; el segundo, a dos años y tres meses. Este par de delincuentes se las apañaron para quedarse con más de siete millones y medio de pesetas del Departamento de Trabajo contratando estudios inútiles (en su mayor parte, copias de otros estudios).

El caso Treball fue famoso porque también fue acusado el antiguo conseller, Ignasi Farreres, implicado en tan feo asunto, responsable político del mismo, pero absuelto por falta de pruebas. El fallo del tribunal dejó bien claro que fue el señor Farreras el que ordenó los estudios (las resoluciones prevaricadoras, dice el fallo) y se lee que puede parecer extraño (sic) que no se le condene (pues, sí, lo parece). Su absolución, reza el auto, se basa en la duda: no existe indicio o prueba directa de que tuviera perfecto conocimiento de la injusticia y la arbitrariedad de las resoluciones. Pero tener, seguro que lo tenía, aunque no le importaban los detalles.

El empresario, el señor Lorenzo, es además un delincuente reincidente y con antecedentes. Ya había sido antes condenado por el Tribunal Supremo por el caso Turismo a un año y un mes de cárcel, por malversación de más de 150 millones de pesetas (casi un millón de euros), dineros que procedían del Consorcio de Turismo de Cataluña. Al día siguiente de ser condenado por el caso Treball, la Audiencia de Barcelona le cambió la cárcel del caso Turismo por una multa de 9.824 euros. ¡Qué raro...! ¡Qué casualidad...!

Estas sentencias reconocen que los chorizos mencionados desviaron dineros públicos para su propio beneficio y el de terceros, cuya identidad no ha quedado revelada. Es un eufemismo de Unió Democràtica de Catalunya, que era y sigue siendo el partido que más contribuciones anónimas recibe para financiarse de toda España. Repito, de toda España, pues ingresa más dinero de procedencia anónima que el PP y el PSOE juntos, ahí es nada.

El caso huele a un acuerdo bajo mano entre el Gobierno de España y don José Antonio Duran, presente en Madrid precisamente para hacerse rogar por el antiguo presidente Rodríguez y querer por el actual presidente Rajoy. ¿Que no es verdad, que no ha existido ningún acuerdo? Pues, qué quieren que les diga, no me lo creo. A mí me huele mal, muy mal, diría que apesta a un toma y daca que acaba liberando a quien más tendría que sufrir el peso de la justicia, al que malversa la res publica.

En Roma, por menos que eso le metían a uno en un saco y le tiraban de la roca Tarpeya abajo o le metían un perro en el saco y lo arrojaban al Tíber. Ésa es una práctica que sería bueno recuperar.

Blues de Trafalgar

Me recomendaron el libro y lo compré sin haber leído nada de él, sin saber del autor y descubriendo en la contraportada que Blues de Trafalgar es la ganadora del Premio de Novela Café Gijón 2011 y que está inspirada en hechos reales. Nada que ver con la batalla de Trafalgar, sino con cuatro personajes que, una noche de verano, tropiezan con un alijo de drogas que cambiará sus vidas. El narrador es uno de estos personajes, y veremos cómo se las apaña cuando las cosas se le comienzan a torcer, y no diré más por no aguar la fiesta.

Blues de Trafalgar la publica Siruela y la escribe José Luis Rodríguez del Corral, que nos presenta una novela bastante decente, bien tramada y apetecible hasta el final. Eso, en los tiempos que corren, la sitúa muy por encima de la media. Lo dicho: ha sido una sorpresa agradable.

«Ninguna ilegalidad», patente de corso

De un tiempo a esta parte, se ha puesto de moda en Cataluña decir que uno no ha cometido ninguna ilegalidad cuando le pillan a manos llenas de dinero público. No sé decir, sin embargo, si esta coletilla ha sido importada o es de creación propia. En todo caso, es un paso más allá del yonohesidismo, o su sublimación. Si yo no he cometido ninguna ilegalidad, no puedes llamarme culpable ni exigirme responsabilidades, se argumenta, lo que es notoriamente falso, pero pasa por cierto.

No se niega que uno haya podido hacer tal cosa (tampoco se afirma), pero se apunta que, en el caso de ser cierto que uno pudiera haberla hecho, no habría hecho nada ilegal. Es un decir, naturalmente, porque las más de las veces en las que uno sostiene haber actuado de acuerdo con la ley, la Ley actúa de oficio, sospechando lo contrario. Si no, no se apresuraría uno a decir que él no ha sido, y, de haber sido, no habría hecho ninguna ilegalidad.

Veamos algunos casos recientes de gente que no ha cometido ninguna ilegalidad. A uno se le ponen los pelos de punta.

El más notable, el del señor Prat. Una elección personal de don Baudilio, a. Bío Ruiz, para dirigir el Instituto Catalán de la Salud, parcelarlo y venderlo a trozos al mejor postor. El señor Prat accedió al cargo sin dejar de ser alto directivo del Grupo Innova, de Reus, y de un grupo multinacional hospitalario privado.

La opacidad de las cuentas y la sospecha de corrupción generalizada alrededor de ese conglomerado de empresas municipales, y el conflicto de intereses entre la sanidad pública y la privada tendrían que haber obligado al señor Prat a dimitir inmediatamente, o a ser dimitido de manera fulminante por don Baudilio, pero el portavoz del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, el señor Homs, ése que imita al presidente Mas cuando habla, fue el primero que anunció que el señor Prat no había cometido ninguna ilegalidad. El señor Prat sigue con su cargo público, favoreciendo a los suyos, pero no comete ninguna ilegalidad, dicen.

El asunto de la Asociación Catalana de Municipios (ACM) y la red de empresas parásitas de las que eran propietarios cargos de Convergència i Unió y señoras de la comarca de Osona es de puro escándalo. Se estaban forrando de tal manera... Pillada con los pantalones bajados, la ACM se apresuró a declarar que no había cometido ninguna ilegalidad al no encargar una auditoría de cuentas externa, porque no era una entidad pública (sic), aunque todo el dinero que mueve la ACM sea procedente de los ayuntamientos o de subvenciones de la Generalidad de Cataluña. Si eso no es público, ya me dirán.

Del recién escogido segundo de a bordo de la Diputación de Barcelona, un tal Matas, de CiU, pronto se supo que se había hecho con casi un millón de euros ejerciendo un cargo en la ACM: encargaba a sus propias empresas trabajos más bien idiotas, que cobraba a precio de oro. Otro caballero de la ACM y su señora, Solà, que es el segundo de a bordo del conseller de Cultura, se llevó en dos meses el 10% del presupuesto de la entidad contratando a una empresa que acababa de comprar para hacer un trabajo que... Y el actual alcalde de Masnou, Parés... En fin, que la red de corrupción de los cargos convergentes alrededor de la ACM quita el hipo y apenas se ha dado a conocer, pero se insiste que en que nadie ha cometido ninguna ilegalidad.

En el caso Dorribo, se menciona a Oriol Pujol como el personaje con quien establecer contacto si se quieren tratos de favor en la sanidad pública catalana. Es un dato que aparece en el sumario. Pero es evidente que el hijo de su padre no ha cometido ninguna ilegalidad.

Hemos sufrido muchos años a CiU para sorprendernos de su rapacidad y de la corrupción que arrastra por donde va, pero otros partidos que hacen de su honradez bandera merecen también una mención especial, precisamente por bocazas. Yo no creo en la superioridad moral de una ideología, pero sí en la responsabilidad de lo que uno hace, y a ello me remito.

No hablaré de la infinidad de cargos directivos en la sanidad privada de altos cargos del Tripartito, que huelen mal o peor, ni de la cátedra de Diversidad Social (sic) del señor Carod-Rovira, dotada tan generosamente por la UPF. Ahora me toca cuestionar a los caballeros de Iniciativa per Catalunya-Verds, IC-V, que presumían de no cometer ninguna ilegalidad en ninguna parte.

De hecho, en estos casos que citaré, la Oficina Antifraude de Cataluña ya actúa de oficio forzada por las noticias aparecidas en los periódicos. Francesc Baltasar, conseller tripartito de Medio Ambiente y Vivienda, tiene una asesoría privada con un jugoso contrato con Agbar, Aguas de Barcelona, SA. La cuestión es que, siendo conseller, el señor Baltasar adjudicó entre una cosa y la otra obras y servicios a Agbar por más de 180 millones de euros. Pero él asegura no haber cometido ninguna ilegalidad.

La actual directora de Recursos Humanos (i.e., Personal) de Agbar es doña Elisenda Rius, que había sido directora de servicios a las órdenes del señor Baltasar en Medio Ambiente. Agbar también es cliente de la empresa consultora KM2-Knowledge Management, propiedad de Eduard Pallejà, que fue alcalde de Rubí por IC-V y luego secretario general de Medio Ambiente con el conseller Baltasar, cuando esos famosos contratos de tantos millones. La última persona afectada por ninguna ilegalidad es Imma Mayol, que había sido la responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Barcelona y ahora va por ahí con la tarjeta de visita de Agbar.

Los de antifraude saben que ninguna de estas personas puede trabajar para Agbar hasta pasados dos años del abandono de su cargo y ahora discuten si han cometido una irregularidad administrativa o un delito. Pues, para que lo sepan ustedes, repito que nadie, ni siquiera Agbar, ha cometido ninguna ilegalidad, a decir de la portavocía de IC-V. Caramba.

Como nadie comete ninguna ilegalidad, patente de corso.

El precio del «fumbo» que pagamos todos

Se han publicado algunas cifras relacionadas con Televisió de Catalunya que dan mucho en qué pensar. Las retransmisiones deportivas de cualquier tipo en TV-3 nos costaron más de cinco millones de euros al mes, en 2010 y 2011.

Vayamos sumando: dos temporadas de Fórmula 1 costaron 7,5 millones de euros; las de baloncesto, 3,1 millones... Pero la que sacó la guapa a bailar fue el fútbol, porque Televisió de Catalunya pagó más de 105 millones de euros por los derechos de retransmisión de dos Ligas de Fútbol Profesional (un partido a la semana). Eso no incluye el coste de la retransmisión, evidentemente.

Tampoco hemos incluido en el cómputo ni el patrocinio de TV-3 ni los derechos de imagen, que suman más de dos millones y medio de euros al mes a lo anterior, en plena temporada de recortes en sanidad y educación. Veamos la parte positiva de este exceso: sirve para que podamos ilustrarnos con las declaraciones del míster o de alguno de los analfabetos funcionales que juegan en su equipo y saborearlas durante la semana que separa un partido de fútbol del siguiente.

Sólo por eso, por tener un micrófono y una cámara en la sala de prensa, el Real Club Deportivo Español cobró 4,5 millones de euros en dos años, pero el Fútbol Club Barcelona, 24 millones, más el patrocinio y lo que no sabemos. En total, por hacer de estrella de la televisión pública catalana, el Barça ingresa, entre pitos y flautas, unos ochenta millones de euros al año, por lo bajo.

Es una barbaridad, se mire como se mire. Demasiado dinero.

Fíjense si será dinero que lo que se gasta TV-3 en fútbol en un año coincide aproximadamente con lo que se ahorra la Generalidad de Cataluña bajando el sueldo de 240.000 empleados públicos y funcionarios un 5%.

Una cosa va por la otra.

Pero ¿quién llena más calles? ¿El Barça cuando gana o los trabajadores cuando pierden? Con eso está dicho todo.