Uno se entera por la prensa

O mienten como bellacos o son completamente inútiles en su cometido. Cabe la posibilidad de darse una combinación de mala gente y además inepta en el gobierno, que sería mi opción favorita.

El trabajador de la Generalidad de Cataluña es informado de los avatares de su sueldo no por los responsables de personal, no por quienes ostentan los cargos públicos, sino por los periódicos o la televisión.

Esa falta de respeto no se sabe a qué es debida. Posiblemente, los líderes patrios desprecian o menosprecian el valor de los empleados públicos; les puede un neoliberalismo atroz, por atrozmente planteado y ejecutado; lo público es, pues, malo, malísimo, por definición.

También es posible que nuestros líderes patrios carezcan de la poca educación que se le puede exigir a un bien nacido, o de la competencia que se le supone al que tiene trabajadores a su cargo, que son personas. Parece que lo hagan a posta, que quieran transmitir una imagen de dureza y resolución, que hostiguen públicamente a un culpable (sólo porque apenas puede defenderse) y vivan de los réditos de echarle a él todas las culpas, las tenga o no.

Véase el caso. Estas Navidades, los empleados públicos recibirán el sueldo de un mes en un par de días y, hacia finales de mes, el 80% de la paga doble. El 20% restante no se sabe cuándo se cobrará. Sin embargo, en el primer sueldo se descontará toda (repito, toda) la retención del IRPF. Es decir, la del sueldo de diciembre y la de toda la paga doble... que todavía no se habrá cobrado. La Generalidad de Cataluña, con el cuento de que retiene los impuestos, pagará menos a sus empleados y les cobrará un adelanto de lo que ella luego pagará a Hacienda.

El problema es que esto es contrario a la ley. El Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento del Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), dice, en su artículo 78, apartado 1, que: Con carácter general, la obligación de retener nacerá en el momento en que se satisfagan o abonen las rentas correspondientes.

Es decir, que no me pueden descontar el IRPF a cuenta de lo que todavia no me han pagado. Pero el Gobierno de la Generalidad de Cataluña se pasa la ley por el forro y la educación, por salva sea la parte. Así se les atasque en el recto y les duela, qué quieren que les diga.

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