El proyecto «Rayos X»: la verdadera historia de Batman (y IV)

Quien dude de la eficacia de los murciélagos incendiarios y del proyecto del doctor Adams tendrá que leer lo que sigue.

En junio de 1943, en la base aérea auxiliar de Carlsbad, donde comenzó esta historia y donde ahora se trabaja a toda máquina en el proyecto de los murciélagos incendiarios, se produce un accidente. Una bat-bomb se activa y una nube de murciélagos se extiende sobre la base. Poco después, Carlsbad arde toda ella. A los murciélagos no se les ocurre nada más que cobijarse debajo de grandes tanques de combustible, con la bomba a cuestas. Así que... ¡PUM!

Un hangar, los barracones de la tropa, la cabina de radio y varios edificios más arden hasta los cimientos. El campo de pruebas queda arrasado.

Así, pues, la idea del doctor Adams es una buena idea, el ataque con murciélagos funciona, aunque ha costado un disgusto al Ejército. El contratiempo, quizá el éxito, según se mire, obliga al Ejército a abandonar el proyecto, que pasa a la Marina (US Navy) en agosto de 1943. En diciembre, la Marina cede el proyecto al cuerpo de infantería de marina (US Marine Corps), por razones prácticas y de presupuesto. Los marines bautizan al proyecto X-Ray, Rayos X, y trasladan murciélagos y personal a la base aérea de El Centro, en California, que será su nuevo cuartel general.

Después de varias pruebas y ajustes, deciden probar el ataque murcielaguero sobre la Japanese Village, la reproducción a escala real de un entorno urbano japonés en el campo de pruebas de Dugway, Utah. Ya estamos en 1944, y el ataque simulado es todo un éxito. Un B-25 deja ir una carga de bat-bombs y arrasa el villorrio japonés. La prueba ha tenido un éxito rotundo, indiscutible. El entusiasmo de los observadores es notable.

El jefe de Pruebas de Artefactos Incendiarios de Dugway informa sobre el caso: A pesar del pequeño tamaño de las bombas, éstas generan una cantidad apreciable de incendios. La principal ventaja de estas unidades de ataque [los murciélagos] es que penetran en los edificios sin que los vecinos o los servicios de extinción de incendios se den cuenta.

El National Defense Research Committee se muestra entusiasta. Dice: Se concluye que Rayos X es una arma efectiva. El informe del doctor Fieser, el químico que inventó la bomba, asegura que los murciélagos incendiarios son más efectivos que las bombas de fósforo. Dice: En otras palabras, las bombas convencionales que arroja un bombardero generan entre 167 y 400 incendios, pero si utilizara Rayos X, un bombardero podría provocar entre 3.625 y 4.748 incendios. ¡Caramba!

Sin embargo, el proyecto Rayos X muere ahí mismo, en diciembre de 1944. Washington ya no parece tan interesada en el proyecto, el almirante King, de los marines, dice que ya lleva gastados dos millones de dólares en murciélagos y que hasta aquí hemos llegado y la guerra sigue su curso sin la inestimable ayuda de los murciélagos de cola de ratón.

Eso sí, corren rumores sobre una terrible arma secreta. Alguien se ha chivado, y se dicen cosas sobre el misterioso proyecto Rayos X, capaz de reducir una ciudad a cenizas no se sabe muy bien cómo. ¿Qué arma terrible será Rayos X?

El doctor Adams protesta por la desidia del FBI, encargado de la seguridad del proyecto, y por el fin de las bombas murciélago. Parece que no le hacen mucho caso y aquí acaba el papel del cirujano dentista en la historia secreta de la Segunda Guerra Mundial.

Mucho más tarde se sabrá que la publicidad del proyecto Rayos X ha sido una maniobra del FBI para despistar a los espías alemanes, japoneses... y soviéticos... y proteger otro proyecto mucho más secreto, mucho más mortífero y terrible, que acabaría mostrándose al mundo en agosto de 1945, en Hiroshima.

¿Así que esto era Rayos X?, exclamaron los espías. ¡La bomba atómica!

El sacrificio y el heroismo de los murciélagos de cola de ratón norteamericanos merece un recuerdo. Pocos recuerdan qué fue del proyecto Rayos X, pero justo es recordarlo, ¿no les parece?

El proyecto «Rayos X»: la verdadera historia de Batman (III)

Los murciélagos son unos comilones, se zampan al día su propio peso en insectos. No pueden, pues, transportarse vivos, pues darles de comer sería un problema. Pero tampoco muertos, como es evidente. Un biólogo tiene una idea: ¿por qué no hacerlos invernar? Después de varios experimentos, descubren que los murciélagos se ponen a invernar si se enfrían hasta los 4 ºC. Si luego se calientan, despiertan y vuelve a las andadas. Así, pues, se enfriarán los murciélagos hasta justo el momento del ataque. Un problema menos.

El ataque en sí es complicado. El aeroplano que transporte a los murciélagos tiene que volar alto para evitar la artillería antiaérea. No puede soltar los murciélagos desde tan arriba. Se necesita un vehículo que libere a los murciélagos a baja altura. Pero ¡qué no inventarán los militares...!

La bat-bomb, o bomba murciélago, es una caja metálica donde aguardan mil murciélagos su momento de gloria y muerte. Consta de veintiséis cajetines, en cada uno de los cuales cobija a cuarenta murciélagos. Se lanza desde una altura de cinco mil pies, pie más o menos, y un altímetro abre un paracaídas cuando el artilugio llega a mil pies de altura sobre el objetivo. Entonces se activa un dispositivo que abre (más bien, desmonta) la caja y libera a los mil murciélagos incendiarios. Ese altímetro también activa los detonadores de las bombas que los murciélagos llevan colgadas del cuello.

El ataque murcielaguero puede ser tremendo. Diez bombarderos B-24 volando desde Alaska pueden bombardear la bahía de Osaka, el núcleo industrial del Japón, con un millón de murciélagos pirómanos. Por el momento, sin embargo, las bombas murciélago se probarán en un B-25, que es un avión más pequeño, pero muy apañadito para estas cosas.

¿Tendrá éxito el ataque?

El proyecto «Rayos X»: la verdadera historia de Batman (II)

No, el proyecto del doctor Adams no tiene nada de sencillo.

El primer problema que tienen que resolver los militares es qué tipo de murciélago es el más adecuado para el ataque. Tiene que ser un murciélago fortachón, patriota, audaz, sacrificado, capaz de volar con un peso atado al cuello que doble su propio peso. Un grupo de naturalistas recorre los Estados Unidos costa a costa, hasta dar con el llamado murciélago de cola de ratón (tadarida brasiliensis), que es un murciélago pequeñín, pero apropiado para el caso.

También dan con una colonia de veinticinco millones de murciélagos de cola de ratón en Bandera, Texas. Los militares seleccionan dos cuevas del lugar para atrapar los murciélagos necesarios mediante unas trampas muy ingeniosas. La zona queda acordonada por los marines, que se pasan una buena temporada en el lugar cazando bichos. En éstas, ya estamos en 1943.

El segundo problema es el explosivo que tienen que acarrear estos murciélagos, el cómo será la bomba. Un químico del National Defense Research Committee, el doctor Louis S. Fieser, diseña el artefacto explosivo, que pesa 28 g. El combustible es una sustancia pegajosa, con aspecto de melaza, que se obtiene mezclando nafta y aceite de palma. Con el tiempo, el potingue será conocido como napalm.

El explosivo se sujeta al cuello del murciélago con dos clips quirúrgicos. El doctor Adams es un genio, pero también tiene su corazoncito. No quiere que los animales sufran innecesariamente. Con el sistema de los clips, los murciélagos se libran de la bomba así que se cuelgan boca abajo para dormir. La bomba cae, prende el napalm, se origina el incendio y el murciélago tiene todavía la oportunidad de salvar su vida.

¿Y el tercer problema? Pues ¿cuál va a ser? ¿Cómo transportar a miles de murciélagos hasta el Japón, para soltarlos encima de una ciudad enemiga?

El proyecto «Rayos X»: la verdadera historia de Batman (I)

Tenemos que remontarnos al 7 de diciembre de 1941. Los aeroplanos japoneses bombardean y torpedean a los acorazados norteamericanos atracados en Pearl Harbour, en las islas Hawai. Estados Unidos entra en la Segunda Guerra Mundial como víctima de la infamia nipona; así les gusta decirlo.

Profundamente ofendido e irritado por el ataque a traición, el doctor Lytle Adams, cirujano dentista de Pensilvania, idea un plan para vengarse del Japón. Ha visitado, no hace mucho, las cuevas de Carlsbad, donde se ha quedado pasmado ante una concentración de miles y miles, millones de murciélagos. Ha leído que las casas de las ciudades japonesas están construidas de materiales frágiles, ligeros... e inflamables, básicamente papel y madera. Asocia una idea con la otra y pronto maquina un perverso e ingenioso plan para rendir al pueblo japonés.

El doctor Adams escribe un memorando describiendo su plan y lo envía a la Casa Blanca. Por casualidad o porque el destino así lo tenía previsto, el memorando cae en manos del presidente Rooselvelt. El plan es ingenioso, el presidente cree que puede funcionar y ordena que se ejecute. La orden del presidente no es una orden cualquiera, pues el plan obtiene la prioridad máxima (Top Priority). El doctor Adams es nombrado jefe del proyecto, que corre a cargo de la Sección Química del Ejército (US Army).

¿En qué consiste el plan? El doctor Adams ha observado que, así que sale el sol, los murciélagos corren a refugiarse bajo techo, ya sea en una caverna, ya sea en el alero de una casa. Si se toman unos cuantos miles de murciélagos, se les pone una carga explosiva-incendiaria al cuello y se los deja ir encima de una ciudad japonesa, los murciélagos correrán a refugiarse en las casas de los japoneses y entonces... ¡pum! Cada murciélago será una imprevisible bomba incendiaria, pegará fuego allá donde esté y las llamas arrasarán la ciudad.

Parece un plan sencillo, ¿verdad? Pues, no, no lo es en absoluto.

El feo asunto del señor Prat

Josep Prat Domènech nació en Tarragona y la Universidad Politécnica de Madrid le otorgó el título de ingeniero naval. Cómo es que Madrid reparte títulos de ingeniería naval es un misterio, pero no indaguemos en él. De la universidad, a los astilleros. Llegó a ser subdirector de ASTANO (Astilleros y Talleres del Noroeste, SA) en 1977. En 1985, se convierte en el gerente del Hospital Universitario Sant Joan, de Reus. Qué hace un ingeniero naval... Da lo mismo lo que haga, porque ahora se pone a navegar en los mares de la sanidad catalana. Entre 1989 y 1998 es director general del Grupo de Asistencia Sanitaria y Social, SAGESSA.

Aquí conviene detenerse un momento. SAGESSA es un conglomerado de hospitales, centros sanitarios y demás que ofrecen servicios públicos en el ámbito sanitario en el sur de Cataluña. Se creó en 1989 y el señor Prat fue su primer director general, a instancias del señor Abelló, ex-alcalde de Reus (PSC), presidente del Hospital Universitario Sant Joan de Reus y presidente del Consorci Hospitalari de Cataluña (que reúne a los grandes hospitales de la red pública sanitaria catalana). Los poderes del señor Abelló fueron proverbiales, pues colocó a sus amigos y conocidos en la cumbre de la sanidad pública catalana. Véase.

El señor Prat fue, entre 1998 y 2003, los últimos años de CiU, director del Servei Català de la Salut (Servicio Catalán de la Salud) del Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalidad de Cataluña. El señor Prat cesó como director para sumarse a la vicepresidencia del Consorci Hospitalari de Cataluña del señor Abelló y administrar, como director general, INNOVA, un grupo de empresas municipales de Reus que proporcionan atención socio-sanitaria, y ser, también, director general de Servicios del Ayuntamiento de Reus. Paréntesis: el Ayuntamiento de Reus ha privatizado gran parte de los servicios públicos que ofrece, desde hace ya mucho tiempo.

Después del señor Prat, los directores que ha tenido el Servicio de Salud en Cataluña se han relacionado también con SAGESSA, INNOVA y el señor Abelló. El director del Servicio de Salud hasta 2007, el señor Manté, es hoy apoderado del Consorci Hospitalari, tiene cargos en el Laboratorio de Referencia de Cataluña, que también controla el señor Abelló, y es administrador de la Fundación Irsi Caixa... que preside el conseller de Salud, Sanidad o como se diga en el gobierno de turno. El siguiente, el señor Sabaté, también tuvo relación con SAGESSA. Había sido delegado territorial en Tarragona y se vio metido en un escándalo por contratación irregular (por el método digital, a dedo) en el Hospital Universitario. Igualmente, el señor José María (se apellida así), que fue secretario del Consorci Hospitalari hasta que, en enero de 2007, fue nombrado gerente del Institut Català de la Salut (ICS), mientras seguía siendo gerente y accionista de INNOVA, como el señor Prat.

Que gran parte de estas extraordinarias maniobras continuaran después de la victoria del Tripartito se comprende porque el señor Benach, que fue Presidente del Parlamento de Cataluña, es, según el Registro Mercantil, responsable de la gerencia del Hospital Universitario Sant Joan de Reus y había sido miembro del equipo del señor Abelló, ocupando el cargo de vicepresidente de SAGESSA. Etcétera. La tela de araña de los contactos entre Abelló, SAGESSA y compañía pone los pelos de punta.

El negocio de la sanidad pública nació cuando el hoy alcalde de Barcelona y entonces, en los años ochenta, conseller de Sanidad, don Xavier Trias, de CiU, creó el Servei Català de la Salut, para poder comprar o contratar servicios sanitarios a empresas privadas, servicios que iban desde la atención sanitaria propiamente dicha hasta los servicios de mantenimiento, cocina, limpieza y demás. Es una práctica habitual que las empresas contratadas subcontraten a terceros y así sucesivamente, para ahorrar dinero e incrementar los beneficios. Se pierde, pues, el control del dinero público (porque no se quiere controlar, no por otra cosa) y se ofrece un servicio de peor calidad (y previsible).

Los entramados de empresas públicas, semipúblicas y privadas provocan y han provocado numerosos casos de contrataciones irregulares... y SAGESSA aparece a menudo en las pesquisas de la fiscalía. Como muchos altos cargos de Salud, o Sanidad, tienen cargos directivos en empresas que ofrecen servicios públicos, el riesgo de favoritismos es muy elevado y peligroso.

¡Quizá por aquí podría recortarse de verdad el gasto sanitario!

Pero ¿no hablábamos del señor Prat, el ingeniero naval metido en el negocio sanitario? Lo habíamos dejado como director general de INNOVA, ¿no es cierto? El País señala que el objeto social de INNOVA es, principalmente, la asistencia técnica del Hospital Universitario Sant Joan, de Reus. Pues, bien, INNOVA tiene hoy una deuda de unos 200 millones de euros. De esta deuda, 47 millones de euros corresponden a un préstamos del Servicio Catalán de la Salud que había dirigido el señor Prat y otros caballeros relacionados con el tejemaneje de la sanidad de la provincia de Tarragona.

Cuando CiU volvió al Palau de la Generalitat, a su casa, como dicen ellos, el señor Prat sonó como conseller de Salud. Al final, fue don Baudilio, Bío Ruiz García, el mandamás de la gran patronal de la sanidad privada catalana. Pero el señor Prat no se quedó sin recompensa. El ingeniero naval es hoy mismo presidente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), la empresa pública que gestiona unos 400 centros sanitarios de titularidad pública.

El señor Prat es el tipo de las tijeras. Él es quien decide qué y dónde y cuándo se recorta tal prestación sanitaria, se cierra tal quirófano, se clausura tal servicio de urgencia o se echa a la calle tantos interinos. A su cargo corre también la privatización de los grandes hospitales de la red sanitaria catalana.

Sin embargo, no cobra un sueldo del ICS, sólo las dietas (que suman un buen pico). ¿Por qué? Pues porque ya cobra el sueldo de la vicepresidencia de USP Hospitals, una de las empresas de la sanidad privada más grande de España, que cuenta con cuatro hospitales en Cataluña, y porque también cobra el sueldo de presidente de INNOVA.

Lo diré que se entienda: el tipo que decide los golpes de tijera y la privatización de la sanidad catalana tiene cargos directivos en dos empresas que se frotan las manos por obtener una parte del pastel de la venta de la sanidad pública catalana. El señor Prat dispone de una ingente cantidad de información privilegiada que puede favorecer a sus amigos de Reus y a la empresa que vicepreside.

El asunto del señor Prat es un asunto muy feo.

No piensan lo mismo los Servicios Jurídicos del Gobierno, que aseguran que el señor Prat no incurre en ninguna incompatibilidad de cargos.

¿Que no qué? ¡Vamos, anda allá! ¿Que no...? ¡Eso no te lo crees ni tú! Y si no es ilegal es, cuanto menos, feo, muy feo, feo de dimisión inmediata o cese fulminante. Pero, como decimos siempre en estos casos, aquí no dimite ni la abuela y encima la culpa de las travesuras del señor Prat (y de don Baudilio, que le metió de presidente) la tendrán los funcionarios, los inmigrantes o la pérfida envidia de los madrileños. Hay que j..., y perdonen ustedes.

P.S.: Febrero de 2013. Varios lectores anónimos me han advertido de un error garrafal. A saber, que el señor Abelló no era de CiU, sino del PSC, lo que es cierto. Fue un lapsus linguae, porque la alcaldía de Reus es ahora que está en manos de CiU, no cuando mandaba el señor Abelló. El error está corregido en el texto, pero prosigue el horror de la corrupción. Fíjense, queridos lectores: El cambio de siglas no afecta al resultado, que se dice, porque en Cataluña, se dan extrañas alianzas de ladrones y la sociovergencia es la más común de ellas. Gracias, y perdonen.

¡Chita! ¡Ankagua!

La mona Chita era, en inglés, Cheetah, y no era mona, sino un chimpancé macho. Además, Chita, o Cheetah, en original, era su nombre artístico. La mona Chita respondía, en verdad, al nombre de Jiggs.

Nosotros no sabíamos nada de todo esto. Nosotros veíamos a Tarzán en taparrabos gritar ¡Chita! ¡Chita! ¡Ankagua! y salía la mona y hacía sus monadas. Ella ponía la bis cómica, pero también sacaba del apuro a su amigo humano, que siempre se metía en líos por culpa de una hembra de su especie, qué cosas.

Los chavales de mi generación, que ya estamos un poco creciditos, nos criamos con Weissmuller haciendo de rey de la selva en Primera Sesión, los sábados en TVE. Los que vienen ahora han crecido con Schwartzenegger (si se escribe así) como gobernador saliente de California. El primero, Tarzán, se enfrentaba a los malos con el cuerpo desnudo y en blanco y negro; el segundo, da igual en qué papel, con una IMI Desert Eagle del calibre cincuenta, a todo color y sin reparar en gastos de munición. Ay, el progreso...

A lo que íbamos. Jiggs interpretó a Chita, o Cheetah, por primera vez en 1934. La mona... el chimpancé, perdón, tenía apenas dos años de edad, pero ya dio sobradas muestras de su capacidad artística. A ésa primera película, en la que Maureen O'Sullivan aparece completamente desnuda (¡guau!), siguieron otras once películas de Tarzán, en las que iba creciendo la cantidad de ropa con la que tapaban las curvas de Maureen. Chita, en cambio, por exigencias del guión, actuó siempre en pelota picada.

Después de dos décadas dedicadas al cinematógrafo, Chita se retiró. Ya entonces Lassie o Rintintín se llevaban los aplausos del público, pero a Chita le quedaba la satisfacción de haber interpretado su papel con mejor competencia dramática que Rock Hudson, por poner apenas un ejemplo. Mantuvo una nutrida correspondencia con la mula Francis que será publicada en breve (Talking with a Talking Mule, a Hollywood's Correspondence, editado por Brewster & Morrow) y vivió tranquilamente en una residencia para simios de Florida.

Pintaba (y vendía sus cuadros), veía la televisión (le gustaba mucho el fútbol americano), recibía visitas y se pasaba el día haciendo el mono, en palabras del señor Westfall, su último cuidador.

Chita ha vivido mucho y muy intensamente. En 2001, Jiggs fue reconocido como el chimpancé más longevo del que se ha tenido noticia, pero esta pasada Nochebuena... nos ha dejado.

Dicen los ángeles del cielo que se oyen gritos de ¡Ankagua! ¡Ankagua! y que una mona anda revolviéndolo todo. Que así sea.

¿Qué género de violencia es la violencia de género?

Qué lío, cuando la recién ministra Ana Mato habló de violencia en el entorno familiar por no decir violencia de género. Se armó la de Dios es Cristo. La señora Pajín, así que pudo, cargó contra la ministra diciendo que las palabras están cargadas de ideología, y cuando dijo lo que dijo por no decir lo que no dijo es que lo dijo por alguna razón que la mueve a negar que exista lo que no dijo... o poco más o menos, no sé si me he explicado bien.

La observación de la señora Pajín es interesante en muchos sentidos. En primer lugar, nos invita a sospechar que alguna vez leyó un libro, aunque no podemos afirmarlo con certeza. Pero, yendo al intríngulis, ¿las palabras están cargadas de ideología? No es una pregunta inocente, ni tiene una respuesta fácil.

En cierto modo, sí, las palabras que uno escoge para decir tal o cual cosa provienen de un concepto del mundo compartido por la comunidad a la que pertenezco. Pero, en cierto modo, no, porque el significado de la palabra viene determinado por el uso que se le da a la palabra, y cambiar una palabra por otra ¿realmente hace que cambie la realidad o mi percepción del mundo? Dejemos aquí este asunto, que tiene demasiada miga para tan poco espacio.

Violencia en un entorno familiar puede referirse a la violencia que se da en el seno de una familia, pero también a la que se produce en un entorno conocido. De entrada, la expresión de la señora ministra no es desacertada si quiso decir algo así, pero se deja mucha violencia fuera, y ése es el caso.

Los defensores de la expresión violencia de género, ésa que se resiste a utilizar la ministra, sostienen que no es lo mismo violencia de género que violencia intrafamiliar (en un entorno familiar). Aseguran que no diferenciar una cosa de otra podría suponer un retroceso en el combate contra la violencia de género.

Así, la violencia intrafamiliar, en un entorno familiar, o como se llame, es la que tiene lugar exclusivamente en los grupos familiares, dicen los expertos. Puede ser violencia física, psicológica, sexual, económica o espiritual, por llamarla de alguna manera, y el violento puede ser un miembro de la familia o más de uno, lo mismo que el número de víctimas, que puede ser una o varias. La violencia más frecuente en una familia es la que sufren los niños, los ancianos, los enfermos... también las mujeres... los miembros más débiles de la familia, bajo la tiranía del cafre de turno.

En cambio, la violencia de género es otra cosa. La han definido, por ejemplo, algunos comités de las Naciones Unidas o del Consejo de Europa. También, de ahí surge el problema, muchos estudios universitarios en la órbita del relativismo, el feminismo, el estructuralismo... que lastran de ideología una expresión que tendría que ser una expresión puramente técnica. Siempre, en origen, se ha definido en inglés.

Violencia de género es la que se ejerce contra la mujer por ser mujer. Es un género de violencia más amplio que la violencia familiar (o intrafamiliar, perdón). Conviene señalar esto, porque si queremos combatir la violencia de género, necesitamos definir quién es la víctima, qué agresiones sufre, por qué, etcétera.

Pero ¡atención! no se dice violencia de género, por mucho que venga ahora el título de una ley a sostener lo contrario, por mucho que se indignen las antropólogas sociales feministas post-modernas. La ministra hace bien en no querer emplear el término violencia de género, aunque ha escogido mal al emplear el término violencia en un entorno familiar.

La violencia de género es la que se aplica contra el género, masculino o femenino, no la que se aplica contra uno de los dos sexos del hombre, el varón o la mujer. Eso de género procede de una mala traducción del inglés. Una traducción literal tendría que ser violencia sexual, apuntando directamente a las gónadas.

Me explicaré. Decir ciudadanos y ciudadanas es violencia de género. En los idiomas indoeuropeos, como el nuestro, una declinación permite diferenciar el género masculino o femenino de un sustantivo (asociados normalmente, en el caso de los animales y las personas, al sexo). Pero se emplea una determinada declinación para referirse a todos, con indiferencia del sexo, el genérico.

En castellano, decimos ciudadanos, que es un genérico que incluye a los ciudadanos (masculino, varones) y las ciudadanas (femenino, mujeres); como también decimos personas, que incluye tanto a los varones (masculino) como a las mujeres (femenino). La declinación de ciudadanos (generico, varones y mujeres) es igual que la de ciudadanos (masculino, varones); pero la declinación de personas (genérico) coincide con la del género femenino.

Si forzamos el uso de los dos géneros, ciudadanos y ciudadanas, estamos diciendo, por activa y por pasiva, que no existe un genérico, que un ciudadano y una ciudadana no son lo mismo, que existe una diferencia, que es exactamente lo contrario de lo que pretendíamos. Sostener que los ciudadanos y las ciudadanas no son iguales ¿no es ejercer un cierto tipo de violencia contra la mujer? O contra el varón, ya puestos.

La llamada violencia de género es un género de violencia contra el lenguaje. Pueden emplearse términos como violencia contra la mujer, violencia machista, violencia sexista... y muchos más que son más correctos y de mejor decir.

Más diputados, homeópatas et altri

Seguimos con el famoso informe del Ministerio de Sanidad sobre pseudomedicinas. Hace unos días, partiendo de un artículo de El País, comenté los resultados del informe que habían encargado los señores diputados al Ministerio de Sanidad sobre las terapias alternativas, aquí mismo. Otros escritores internáuticos fueron más breves, más críticos y más contundentes que yo; otros fueron, por lo tanto, mejores, como éste, y justo es reconocerlo. Por lo tanto, a ellos me remito para tener otra visión de este asunto.

Dicho esto, El País volvió a la carga sobre el mismo tema con otro artículo titulado Curas alternativas, ¿ciencia o fe?, que da la voz a algunos defensores de estas patrañas, y a algunos escépticos.

En general, la prensa se enfrenta a estas cuestiones con un dilema. Si las pseudomedicinas no tienen fundamento científico (que no lo tienen), ¿pueden compararse las declaraciones de un médico de verdad con un terapeuta de mentirijillas? Es decir ¿tienen el mismo peso ambas opiniones? ¿Puede compararse un a mí me funciona con un análisis estadístico de miles de casos? En otro ámbito, ¿se daría el mismo crédito a alguien que habla con San Nicolás cuando toma sustancias psicotrópicas que a su psiquiatra? ¿Qué postura tendría que tomar la prensa en estos casos de falsas medicinas?

En mi modesta opinión, tendría que defender la verdad, contra viento y marea, y denunciar las tomaduras de pelo. Pero hay tantos intereses... Es tan guay eso de lo alternativo... Si uno se enfrenta a estas tonterías, corre el riesgo de ser acusado de intransigente, incluso... ¡de mal informado! Caramba.

De este segundo artículo de El País me quedaré con algunas declaraciones, que considero muy jugosas.

Así, por ejemplo, la presidenta de la Asociación Española de Terapias Naturales y No Convencionales (APTN-Cofenat), doña Rafi Tur, asegura en El País lo siguiente: El usuario no es tonto. Si más de 60.000 profesionales trabajamos en esto y se siguen abriendo consultas es porque dan resultado. Esa es la mayor prueba de que estas terapias funcionan. Si fuese un placebo, ¿cree que muchos médicos la estarían recomendando?

La respuesta es sí, evidentemente. De hecho, eso es lo que hacen, y a las pruebas me remito. Y ése es, precisamente, el problema, que hay 60.000 personajes a los que sólo con mala fe o ignorancia podríamos llamar profesionales (sanitarios) que se aprovechan de los incautos y ponen en peligro la salud de las personas, engañándolas. Aplican todos ellos docenas de terapias de dudosa o nula efectividad y su actividad no está apenas regulada. Éste es un problema de salud pública, quién podría sostener lo contrario.

Otra respuesta puede leerse en el mismo reportaje, una respuesta que nos dice por qué tantos médicos (a todas luces, demasiados) engañan al público con la homeopatía, por ejemplo. Dice don Isidro Lara, de la Federación Española de Médicos Homeópatas (FEMH), que visitar a un homeópata y ponerse en sus manos puede salirle a usted por un ojo de la cara. La primera cita le costara entre 80 y 130 euros, y se le comerá entre una y dos horas de su tiempo. Las revisiones, según el caso, le saldrán entre los 40 y los 100 euros por visita, que podría durar tanto quince minutos como tres cuartos de hora. Don Isidro se queja de tener que atender homeopáticamente a sus pacientes en una consulta privada, porque la sanidad pública no está por la labor. ¡Menos mal...! Pero vaya usted con cuidado, porque si le atrapa uno de estos médicos homeópatas, no le va a soltar y se verá usted sujeto a revisiones periódicas de su cuenta corriente cada dos por tres.

Luego, el farmacéutico se frotará las manos cuando lo vea venir a usted del consultorio homeopático. Las pastillitas de Boiron, por poner un ejemplo, las comprará usted esté o no esté enfermo, pues si no sirven para curar, sirven para prevenir, y pasará a depender de bolitas de sacarosa a un precio por kilogramo superior al precio del oro. Sacarosa por sacarosa, puede usted ponerse ciego de anisetes e invitar a sus amigos en una casa de chuches por mucho menos de lo que le cuesta una caja de cualquier porquería de Boiron, y el resultado médico será el mismo, pero más divertido.

Si considera usted, querido lector, que una cuarta parte de la población se deja engañar por homeópatas, acupuntores, quiroprácticos y demás cantamañanas una vez al menos a lo largo de su experiencia médica, podrá sumar y estimar el negocio. Cuando alguien habla de regular las pseudomedicinas, siempre se queja el que tiene (dinero) que perder en este asunto.

Boiron se quejó y se queja cuando se pide que un producto homeopático sólo pueda llamarse medicina si supera las mismas pruebas que un medicamento normal. Se juega muchos millones de euros en este asunto... porque sus productos no podrían superar, no han podido superar nunca, ningún ensayo clínico.

La señora Tur, ésa que hemos mencionado antes, sostiene que los profesionales de las medicinas naturales o no convencionales no tienen que ser médicos, ni estar supervisados por médicos, porque, copio, estos médicos de hoy han aprendido la homeopatía o la acupuntura de profesionales no médicos. [...] Estudiaron en escuelas no regladas con profesores no sanitarios. Ah, bien... Lo dicho ¿tendría que darnos seguridad o ponernos los pelos de punta?

Porque ahora vienen las escuelas de pseudomedicina, que también se forran contando tonterías. Estos curanderos se han formado casi todos en escuelas privadas españolas, incluso en el extranjero, si no es que se han puesto a ello con todo el morro. Podrían hacerlo, porque no existe una regulación clara, lo hemos dicho, y porque los títulos que ofrecen estas escuelas no están ni reconocidos ni homologados. La señora Tur habla de autorregulación y luego reclama que sean las universidades las que ofrezcan títulos oficiales de pseudomedicinas, para poder colgarlos de la pared y presumir de ellos.

Que responda don Fernando Frías, el autor del artículo que he mencionado antes, que es abogado y vicepresidente del Círculo Escéptico. En el artículo de El País dice: Lo que ocurre es que están de moda. Los cursos sobre terapias naturales tienen una salida comercial muy lucrativa que aprovechan con las matrículas. Añade: La Universidad no puede legitimar estas disciplinas pseudocientíficas basadas en creencias y supersticiones. Va en contra de los fundamentos de esta institución, que debe promover el pensamiento crítico. Bravo. Pero, lamentablemente, sucede esto.

Queda una pregunta en el aire: ¿deberían regularse estas actividades? ¿Cómo? Yo las prohibiría, directamente, pero no me dejarían hacerlo. La vergüenza es que algunos colegios de médicos mantienen una sección de homeopatía o acupuntura, como el Colegio de Médicos de Barcelona. ¡El negocio es el negocio! Aunque el colegio sostiene que se hace para dar seguridad al paciente, para que exista un diagnóstico fiable y haya siempre por ahí un médico supervisándolo todo. A los médicos les encantaría que se regularan estas actividades, porque en ellas se gana mucho dinero y la regulación implicaría colocar a muchos profesionales que han sido expulsados de la sanidad pública y que tienen que ganarse la vida como sea.

Aunque sea a riesgo de su salud, querido lector

Viaje a Rusia

Editorial Minúscula edita una magnífica colección de libros de viajes... o quizá tendría que decir de libros de viajeros... una colección, decía, a la que vale la pena echar un vistazo. El Viaje a Rusia, de Joseph Roth, traducido por Pedro Madrigal y siguiendo la edición de Klaus Westermann, que también escribe un posfacio interesante, es uno de esos títulos que mi mano atrapa sólo verlo.

Roth, es decir, Joseph Roth, fue un gran periodista. Sus artículos tenían un tono literario que todavía nos asombra, y una intuición política y social aguda, afiladísima. En 1926, el Frankfurter Zeitung le propuso viajar a Rusia, la Rusia bolchevique, a cambio de una serie de artículos. Roth aceptó, y se lanzó a la aventura.

Los que conocen a Roth, dicen que ese viaje marcó un antes y un después. Fue recibido como un amigo del socialismo revolucionario por las autoridades; al despedirse, ya había sido declarado enemigo del pueblo, aunque no marchó por eso, sino por una minuta de gastos de viaje demasiado elevada. Por lo visto, Roth hacía muchas preguntas incómodas y decía en voz alta lo que más le hubiera valido callar.

Roth dijo que había entrado en Rusia con el alma bolchevique, y que había salido de ella monárquico. Walter Benjamin, que coincidió con Roth en Moscú y se entrevistó con él, dijo que era uno más de los rojo-rosados, gente de izquierdas cargada de ideas infantiles sobre la política y el mundo que visitaba la Rusia bolchevique sin atender a la realidad. Quién sabe. Creo que podría acusarse a Roth de utopía política, pero no de prescindir de la realidad, sobre la que siempre trabajó como periodista o escritor, siempre tan próximo a la gente sencilla que uno encuentra por la calle.

El Viaje a Rusia puede leerse como la historia de una desilusión, pero no como un ataque. Esperaba una cosa, encuentra otra; se felicita por algunos éxitos, se lamenta por algunos resultados, observa los problemas a los que se enfrenta el nuevo régimen y se pregunta... En fin, que Viaje a Rusia reúne algunos comentarios que podríamos llamar políticos y otros típicos de un viajero en tierra extraña. Los dos son muy interesantes y todavía hoy nos dan mucho en qué pensar.

También caído del cielo

Aunque con retraso, más vale tarde que nunca. Que cunda el regocijo porque ha nacido un niño, dice la canción. La interpreta la Academía de San Martín en el Campo (Academy of Saint Martin in the Fields, en original), dirigida por Sir Neville Mariner, en Dublín en 1992. Disfruten, no diré más.


Caído del cielo

Vamos a reconstruir la escena y nos trasladamos a Namibia, a un pueblecito del norte del país, a 750 kilómetros de la capital. Es decir, lejos de cualquier parte. En la comisaría del pueblo se llevaron un susto morrocotudo cuando escucharon varias explosiones en las afueras de la aldea. Los policías del destacamento salieron a la calle con prisas, donde coincidieron con los nativos del lugar. Todos miraban al cielo, nadie sabía qué había pasado.

Cinco días después, un nativo llamado... no sé... Pepe, o algo parecido, descubrió un cráter de casi cuatro metros de diámetro. En medio, a un pie de profundidad, había una misteriosa esfera metálica. Pepe salió corriendo, pies para qué os quiero, se plantó en la comisaría, comentó el hallazgo y fue sometido inmediatamente a la prueba de alcoholemia.

Aquel día, por suerte para él, Pepe no había bebido. Así que los policías siguieron a Pepe hasta el cráter misterioso y dieron con la bola de metal que había descrito. Procedía del cielo, sin duda. Pocas horas después, el tranquilo villorio namibio se había convertido en el centro del mundo.

El Gobierno de Namibia solicitó la ayuda de expertos de la NASA y la ESA, que se trasladaron al lugar del suceso mientras los ufólogos y los internautas más imaginativos ya corrían la voz de una invasión extraterrestre. A juzgar por lo que se decía, en cualquier momento iban a salir de la bola unos hombrecillos verdes con tentáculos y ganas de liarla con la Humanidad. Porque, atención, si uno buscaba en las hemerotecas encontraba bolas como ésa en África, Australia y Sudamérica. ¡Qué maldad, la de los marcianos! Por lo visto, llevan tiempo planeando la invasión.

Pero los científicos que llegaron al lugar se acercaron a la bola metálica, le dieron una patada (bong...) y declararon que era segura, que ya no había ningún peligro de explosión. Uno se pregunta a santo de qué tanta familiaridad con un objeto desconocido procedente del espacio. Pero los ingenieros que se desplazaron al lugar vieron la bola y exclamaron: ¡Caramba! ¿Qué hace aquí un depósito de hidracina de treinta y nueve litros?, que es lo que suelen exclamar los ingenieros en estos casos.

Sí, damas y caballeros, no era una avanzadilla extraterrestre, sino uno de los depósitos de combustible de un cohete de tamaño medio, de ésos que lanzan satélites de televisión. Medía treinta y cinco centímetros de diámetro y estaba formado por dos semiesferas soldadas entre sí. Nada del otro jueves. Los ingenieros de la NASA y de la ESA la identificaron sólo con verla.

En cuanto a las bolas semejantes caídas del cielo en el hemisferio sur, los ingenieros espaciales señalaron que muchas rutas de los cohetes no tripulados en su camino hacia su órbita definitiva pasan precisamente por ahí, por África, Australia y Sudamérica. Es normal, pues, que de vez en cuando alguien dé con un pedazo de cohete caído del cielo, y que ese pedazo sea un depósito de combustible se explica porque éstos son especialmente resistentes a la corrosión y el calor.

Así que, amigos míos, tranquilos, que los hombrecillos de verde y con tentáculos todavía no están aquí. Son potencialmente más peligrosos esos hombrecillos endiosados con corbata que aseguran, refugiados en la mediocridad que los envuelve, que no hay otra manera de enfrentarse con la crisis que sacar la tijera y recortar lo que se da a los pobres.

Ahora bien, si es usted vecino de África, Australia o Sudamérica, mejor que salga a la calle con paraguas, no le caiga un bólido artificial encima.

Primeras consecuencias del nuevo Gobierno de España

Según anuncia el genial Forges en su viñeta diaria en El País, su célebre personaje Mariano dejará de llamarse Mariano y pasará a llamarse Vicente mientras don Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno de España, para evitar confusiones.

En cambio, en Aragón no se deciden sobre qué hacer con Marianico, el Tonto.

¡Cómo está el patio!

En el PSOE se lo están pasando en grande. Vuelan los puñales de aquí para allá. Los chaconistas, con Carme Pucheros Chacón a la cabeza, publican un manifiesto, Hay mucho PSOE por hacer. No me lo he leído (tiene que ser aburridísimo), pero dicen que carga contra los errores cometidos por el gobierno de Rodríguez Zapatero. La ambición de doña Carme está crecida, dicen, y todavía le duele no haber sido candidata contra Rajoy.

El manifiesto está firmado, curiosamente, por muchos antiguos ministros del gobierno al que ahora critican, comenzando por la señora Chacón, su instigadora. Quizá por eso, un nutrido grupo de antiguos secretarios generales ha publicado otro manifiesto en contra del primero, que se titula Yo sí estuve ahí y que reivindica la actuación del PSOE estos últimos años. Son los subalternos cargando contra los antiguos jefes. El título del manifiesto tira con bala, con ese yo sí estuve, que quiere decir que tú también, y censura la mutación ideológica de la que fue niña mimada del señor Rodríguez Zapatero.

Lo dicho: vuelan los puñales. Es espectáculo será sangriento y lamentable. Sólo queda exclamar: ¡Cómo está el patio!

Aquí no dimite ni la abuela

El pasado 9 de diciembre, mientras todavía se reunían los representantes de los empleados públicos con los representantes del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, el conseller Mas-Colell, con la aquiescencia del president Mas, dio la orden de suspender parte de la paga de Navidad de esos empleados públicos, pero retener (ilegalmente, dicen) la parte del IRPF que correspondería a toda la paga. Igualmente, se tomó la decisión de retrasar el pago de las cuotas de la Seguridad Social y del IRPF de los empleados públicos a las arcas de Hacienda. Así, la Generalidad de Cataluña se financiaría con el sueldo que no pagaría a sus empleados y las retenciones a cuenta en exceso. El 9 de diciembre, repito.

Nadie informó de nada a los empleados públicos o a sus representantes. El abuso se conoció por la prensa. Ni una sola nota oficial hasta que llegó el ingreso bancario... notablemente inferior a lo esperado. El gobierno ha actuado con alevosía y premeditación.

Luego todo han sido excusas de mal pagador. Con la Generalidad de Cataluña en práctica suspensión de pagos por una mala gestión de su Tesorería, el conseller de Economía y Finanzas habla de un fallo informático. Miente. Luego dice que quizá hubo un fallo en la comunicación... ¿Quizá?

El president Mas tuvo que salir ayer por televisión para admitir que el gobierno había cometido un error. En ningún caso, señalo, un error de comunicación (sic). Aunque dijo poco antes que se deberían de haber explicado las consecuencias de esta medida desde el principio, para Mas eso no es un problema de comunicación (sic). Dijo, agárrense, que es un problema de hacer las cosas bien o no tan bien. Me niego a comentar la frase por no llamarle imbécil.

En fin, el gobierno había cometido un error, pero un error indeterminado, no se sabe qué error. En palabras del muy honorable señor Mas: Hemos cometido un error y, cuando un gobierno comete un error, lo que tiene que hacer es disculparse, reconocerlo y hacer entender que los compromisos se mantendrán. Como para creérselo.

Se habla mucho de los empleados públicos, pero miles de autónomos se quedarán sin cobrar lo que se les debe por la misma razón. Quizá hablemos de docenas de quiebras por impago de la Generalidad de Cataluña.

Éste es un país de pandereta. Primero, que se diga cuál ha sido el error y quién es el responsable. Alguien tiene que asumir la responsabilidad que se le supone y poner su cargo a disposición del presidente. Si no, el presidente podría indicarle amablemente por donde cae la oficina del INEM más próxima, como en cualquier país civilizado. La prensa, todo, tendría que pedir la cabeza del sujeto.

Pero aquí... Aquí no dimite ni la abuela. Aquí no ha pasado nada. Somos los mejores y se nota.

Los trapicheos de don Emilio

En el resto de España, se hace llamar Emilio, pero en Cataluña, Emili. Don Emilio Cuatrecasas es el presidente del bufete de abogados más importante de España, con el permiso del bufete del señor Roca, otro que tal. Don Emilio se ha especializado en el Derecho de Negocios y cuenta con mil abogados en plantilla, quinientos empleados más y veintitantas oficinas en nueve países, lo que no está nada mal. Don Emilio es, además, presidente de un puñado de empresas, consejero de tantas más, patrono de unas cuantas fundaciones y un pez gordo de la gran patronal catalana. Es decir, es uno de los miembros más destacado de la Casa Nostra.

Por méritos propios, el caballero se suma hoy a la lista formada por Millet, Alavedra, Carulla, Prenafeta y compañía, porque Francisco Bañeres, fiscal de Delitos Económicos de Barcelona, lo ha acusado de diez delitos contra la Hacienda Pública por evadir impuestos. 3,7 millones de euros, no está mal, ¿verdad?

Doña Mercedes, de la que se divorció hace unos años, también está acusada por evadir más de 142.000 euros, pues se había enredado en este asunto todavía casada.

La Agencia Tributaria pilló a don Emilio cometiendo fraudes donde pudo en 2006, 2007 y 2008. Según la querella presentada, don Emilio utilizó un sofisticado artificio negocial para engañar a Hacienda y mostrar ante el fisco una realidad económica falsa, y añade que dispuso mediante una trama de sociedades evitar la tributación por el impuesto sobre el patrimonio, que es donde doña Mercedes, la que fue su señora, se ha pillado los dedos.

Según la fiscalía, don Emilio consideró gastos vinculados a una actividad empresarial sus varias residencias (un ático que quita el hipo en el Paseo de Gràcia y dos mansiones en el Pirineo y la Costa Brava, con sus muebles, chachas y criados, su yate, dos amarres (valorados en seis millones de euros), nueve automóviles de lujo, los viajes de placer y otros muchos gastos domésticos, de ésos que se asocian a la buena vida. Mediante una doble superposición de sociedades, dice el fiscal, que nunca realizaron actividad económica alguna, defraudó a Hacienda, ayudado por sus amplios conocimientos de la normativa fiscal.

Para explicar el caso que se entienda, el fiscal dice que se trataba de un pago del bolsillo izquierdo al derecho.

De vez en cuando, el aparato del Estado (lo que aquí llaman Madrid) nos da algunas alegrías como ésta. Me alegro de que hayan pillado a don Emilio, porque nos ha robado a todos, aunque mucho me temo que saldrá de ésta con bien, y que seguirá bien considerado entre la burguesía catalana, que, si fuera danesa y yo, Hamlet, sostendría que huele a podrido.

Comienza la votación por el peor político catalán del año

Así es, en efecto. Esperamos que hoy mismo los lectores de El cuaderno de Luis puedan votar al que consideren el peor político catalán del año por méritos propios. Han llegado a la final los siguientes candidatos, cuyos méritos exponemos a continuación.

Josep Anglada i Rius, (Vic, 1959), que se llama Josep y gasta la i entre los apellidos desde que descubrió que su discurso racista en catalán era más digerible que andar, como andaba, todo el día gritando ¡Vivaspaña! con el brazo en alto, la bandera con la gallina y sosteniendo que con Franco vivíamos mejor. Ahora gasta otro idioma, una bandera con más rayas, pero sin pájaro, y en vez de mentar a los polacos menta a los moros. Su discurso ha calado hondo en muchos políticos catalanes, que lo imitan. Tal es el caso, por ejemplo, del actual alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal (CiU), o del actual alcalde de Salt, Jaume Torremadé (también de CiU).

Agustí Colomines i Companys (Barcelona, 1957) es un político casi desconocido, en la sombra, aunque es uno de los ideólogos más influyentes de Convergència Democràtica de Catalunya y asesor personal de Artur Mas. Su discurso fundamenta el llamado nuevo soberanismo de CDC. Es historiador, especialista en estudios etnicistas, nacionalistas e identitarios (es miembro de la Association for the Study of Ethnicity and Nationalism, ASEN, por ejemplo). En una reciente conferencia política dijo, traduzco: Antes se nos decía que era catalán aquel que vivía, trabajaba en Cataluña y quería serlo. [...] Esta definición se ha quedado anticuada, ya que las condiciones en que vivimos han cambiado de una forma notable. Por tanto, hemos de redefinir quién es y quién no es catalán. Pero la (mala) fama de Colomines no viene de ésta, sino de otra frase, que amenaza con estirar de la manta, poner el país en crisis y convertir esto en Italia cuando se le acusó de andar blanqueando dinero para CiU mediante la Fundación Trias Fargas y el sarao del Palau de la Música. ¡Cuánto nos hubiera gustado que hubiera estirado de la manta...! Pero ya saben que quien ladra, no muerde. La Fundación Trias Fargas estaba tan metida hasta el cuello en el asunto de la financiación ilegal que tuvo que cambiar de nombre por no ofender la memoria del señor Trias Fargas, difunto. Ahora es la Fundación CatDem. Colominas tuvo que retirarse (con honores) en la Universitat Oberta de Catalunya, donde ejerció de director de los Estudios de Arte y Humanidades con manifiesta ineptitud, a juzgar por lo que se dice en los mentideros de la universidad.

Carmen María Chacón Piqueras (Esplugas de Llobregat, 1971), conocida como Carme Chacón, en representación de sí misma y también, por qué no, de todos sus compañeros de partido, por su manifiesta mediocridad e ineptitud, y por llevar al partido socialista en Cataluña a una derrota de padre y muy señor mío, nunca vista. A juzgar por cómo está el patio, el partido no saldrá de ésta en muchos años por venir. La principal razón del descalabro ha sido el mal gobierno de los socialistas aquí y allá los últimos siete años, no hay otra. El partido no ha sabido mantenerse en la izquierda, donde se le suponía, ni en un mínimo nivel de inteligencia, lo que era más difícil de suponer si uno echaba un vistazo a sus líderes. Han hecho muchos esfuerzos para acabar como han acabado y ya veremos cómo lo arreglan.

Nacido José Antonio Duran Lleida en un pueblecito de Huesca, de familia conservadora y católica (de ahí su nombre compuesto en honor de ya saben quién) en 1952, es ahora firmante como Josep Antoni Duran i Lleida. Es el líder de Unió Democràtica de Catalunya y se ha soltado el pelo este año, pese a ser calvo. Se ha destapado su yo clasista, racista, sexista, populista y despreciable, en suma, que ocultaba cuidadosamente tras una (falsa) imagen de moderación. A lo largo de 2011, han sido tantas las veces que la ha dicho y liado tan gorda que hemos perdido la cuenta. Con todo, esta grosera forma de hacer política, ruin y barriobajera, le ha proporcionado una sonada victoria electoral, cosa que tendría que preocupar a las personas de buena voluntad que habitan en este país dejado de la mano de Dios.

Xavier García Albiol (Badalona, 1967) ganó la alcaldía de su ciudad gracias a un discurso racista que ha acabado en los tribunales y queda por resolver. Su campaña se centró demasiado en la inmigación y la oposición jaleó demasiado el suceso, haciéndole propaganda grátis. Todavía no se ha licenciado en Derecho.

Alfonso, ahora Alfons, López Tena (Sagunto, Valencia, 1957), se licenció en Derecho en Valencia y fue vocal del Consejo General del Poder Judicial de España entre 2001 y 2008, promovido por CiU. Asumió el cargo después de un escándalo de corrupción en su notaría. La investigación del Colegio de Notarios se paralizó cuando López Tena pidió la excedencia de notario y accedió a la vocalía que le ofreció Duran i Lleida. En 2010, fundó la coalición Solidaritat Catalana per la Indepèndencia (SI). Obtuvo el cargo de parlamentario y acto seguido ha dado sobradas muestras de no estar a la altura de lo que se le supone a un caballero. Sus rifirrafes con Duran i Lleida, antiguo socio, descubrieron las aficiones sexuales y la corrupción del calvo, pero también las aventuras notariales del personaje. En vez de llevar sus acusaciones a los tribunales, como era su deber, ambos tipos hicieron ver que aquí no había pasado nada. La mala educación parlamentaria de López Tena comienza a ser fastidiosa.

Artur Mas i Gavarró (Barcelona, 1956), es el último responsable de los recortes sociales de la Generalidad de Cataluña, además de impulsar personalmente el caos de la renta mínima de inserción (RMI) el pasado mes de agosto, con la inestimable ayuda y chulería del conseller Mena y el secretario general Colet Petit (sic). Su gobierno es el primero en no aprobar la valoración anual de los ciudadanos desde que existe el Centro de Estudios de Opinión de la Generalidad de Cataluña, algo que no había conseguido ni el Tripartito en sus mejores tiempos. Ha suspendido justito, con un 4,96 sobre 10, pero ha suspendido. La mitad de los ciudadanos no saben qué responder a la pregunta ¿Qué es lo mejor que ha hecho el gobierno este último año? De su sagacidad política podría comentarse que ha sido engañado varias y repetidas veces por el antiguo presidente Rodríguez Zapatero: con el Estatuto, con los Fondos de Competitividad, con los de Compensación, etc. En todas se ha dejado engañar y eso le da mucha rabia, siempre. Es que dejarse engañar por Zapatero... En fin, no diremos más. Su señora es recién presidenta del Salón de la Infancia y el matrimonio compartía vacaciones hasta hace poco con Millet, en Menorca. Otro de sus innegables méritos para permanecer en la lista es que su gobierno de los mejores incluye a don Baudilio, a la licenciada Ortega, al docto Mas-Colell, al secretario general Colet Petit (sic), al conseller Mena...

Andreu Mas-Colell (Barcelona, 1944) pasa por ser uno de los profesores de Economía más prestigiosos de España. Es doctor especializado en Microeconomía. Pero como conseller deja mucho que desear. Su caso es típico, porque demuestra que una cosa es la teoría y otra, la práctica. Recuerden que Keynes montó una empresa... y se arruinó. Es de la escuela económica ultraliberal y pompeufabrista, en la que se juzga que Margaret Thatcher y Ronald Reagan eran radicales de izquierda. El caso es que el sabio conseller no ha sabido cuadrar la Tesorería de la Generalidad de Cataluña y que es el responsable de la suspensión de pagos del gobierno. Igualmente, desconoce los mecanismos que regulan la retención del IRPF en los sueldos y salarios de los empleados a su cargo. No creemos que sea tonto, pero ha dado sobradas muestras de ser un inútil para el cargo que ostenta.

La licenciada Ortega, Joana Ortega i Alemany (Barcelona, 1959), entra en esta lista por mentirosa e inútil. Es la vicepresidente del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, por obra y gracia de la influencia de don José Antonio Duran, y consejera de Gobernación y Relaciones Institucionales. La función pública cae bajo su responsabilidad, y ya ven qué contentos están los empleados públicos con este gobierno. Recrimina a la señora diputada Camats cuando le pregunta por su labor de gobierno diciéndole que está usted abusando de mi paciencia (sic), lo que muestra su elevado grado de saber parlamentario y democrático. Es muy conocida por su licenciatura en Psicología, que anunció a bombo y platillo ella misma en su blog, en los sitios de internet del partido y en los sitios de internet oficiales. Lamentablemente, la señora Ortega nunca obtuvo la licenciatura de Psicología... y se le nota.

Jordi Portabella i Calvete (Barcelona, 1961 ) milita en ERC y es el presidente del grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona. Lo de grupo municipal es un decir, porque son él y el señor Laporta. ERC se pegó un severo batacazo en las últimas elecciones municipales, pero ¿creen que le importa al señor Portabella? Qué le va a importar, le va de narices. Como está prácticamente solo en el grupo municipal, participa en un montón de comisiones del ayuntamiento y afines y se lleva un sueldazo de 96.000 euros al año, más dietas por valor de más de 91.000 euros, netas y libres de impuestos, por no hacer nada ni tener ninguna responsabilidad en el ayuntamiento, la Diputación de Barcelona, el Consejo Comarcal o el Área Metropolitana de Barcelona. No es el único (véase aquí o aquí), pero sí el que más cobra de los políticos catalanes... con la excepción de Artur Mas. Se lleva a casa más de dos veces lo que cobra el Presidente del Gobierno de España... y no pega sello.

Don Baudilio, a. Bío Ruiz Garcia (Barcelona, 1954) resulta que fue médico, pero se torció con un curso de Gestión Hospitalaria de ESADE. Durante muchos años, ha sido la persona más influyente de la sanidad privada en Cataluña, pues ha sido director general y luego presidente de la Unión Catalana de Hospitales, la gran patronal de la sanidad privada del país. Por tales méritos, fue escogido por Artur Mas para destrozar la sanidad pública, y lo está consiguiendo, a base de cerrar quirófanos, plantas hospitalarias, centros de urgencia, etcétera. Su gestión será recordada con horror por los profesionales sanitarios y la mayoría de los enfermos.

Comienza el invierno...

Comienza el invierno, suben las temperaturas y pillo un gripazo... ¡Seguro que la culpa es del gobierno! Porque, fíjense, es cambiar el gobierno y ¡catapum! Ya no queda vergüenza en este país...

¡Qué no inventarán...!


Afectados por la tasa administrativa

Don Baudilio sigue adelante con su plan de destrozo de la sanidad pública. Como el copago de los medicamentos o de la atención sanitaria sólo puede regularlo el Gobierno de España, don Baudilio sale por peteneras y se inventa una tasa administrativa que pretende satisfacer el coste del papeleo de una receta médica. ¿No sería más eficiente reducir este coste, que peca de exceso de burocracia? Ay, no, eso no sabemos cómo se hace.

Así, pues, todas, todas las recetas tendrán que pagar un euro, todas y cada una de ellas, cuando se pase por la farmacia, porque ése es el camino fácil para resolver el problema. No se librarán de pagar ni los jubilados, ni los enfermos crónicos, ni los pobres de solemnidad. Este euro lo pagará todo dios, fin del cuento. Se establecería un máximo de 61 euros por año, pero sólo porque somos buenos. Un enfermo crónico llega al máximo en un mes, maldita la broma, pero ¿qué importa?

Don Baudilio afirma que la gente se medica en exceso, y que pagando un euro por receta, sólo tomará los medicamentos que realmente necesita. Perdón, ¿cómo dice? Tales han sido sus palabras.

Ahora bien, yo no me medico por capricho, sino porque un médico me ha recetado algo, y por algo será. ¿Me medico más de lo que debería medicarme? Si fuera cierto, ¿de quién es la culpa? ¿Mía o del médico? Mucho me temo que ésta es otra de esas excusas basadas en el tópico y de carácter populista.

¿Cuánto costará la gestión de este nuevo impuesto? ¿Más de un euro por receta, o menos? Mucho me temo que más, aunque gran parte del coste de gestión del cobro lo cargarán las farmacias a sus espaldas y por eso el gobierno dirá que menos. E ahí por qué el Colegio de Farmacéuticos se opone al copago... a la tasa administrativa, perdón.

¿A quién beneficia? (Silencio.)

¿A quién perjudica? A los más pobres y a los más enfermos en particular, y a los catalanes en general, pues no se aplica en el resto de España... por ahora.

¿Conclusión? Sírvanse ustedes mismos.

Uno se entera por la prensa

O mienten como bellacos o son completamente inútiles en su cometido. Cabe la posibilidad de darse una combinación de mala gente y además inepta en el gobierno, que sería mi opción favorita.

El trabajador de la Generalidad de Cataluña es informado de los avatares de su sueldo no por los responsables de personal, no por quienes ostentan los cargos públicos, sino por los periódicos o la televisión.

Esa falta de respeto no se sabe a qué es debida. Posiblemente, los líderes patrios desprecian o menosprecian el valor de los empleados públicos; les puede un neoliberalismo atroz, por atrozmente planteado y ejecutado; lo público es, pues, malo, malísimo, por definición.

También es posible que nuestros líderes patrios carezcan de la poca educación que se le puede exigir a un bien nacido, o de la competencia que se le supone al que tiene trabajadores a su cargo, que son personas. Parece que lo hagan a posta, que quieran transmitir una imagen de dureza y resolución, que hostiguen públicamente a un culpable (sólo porque apenas puede defenderse) y vivan de los réditos de echarle a él todas las culpas, las tenga o no.

Véase el caso. Estas Navidades, los empleados públicos recibirán el sueldo de un mes en un par de días y, hacia finales de mes, el 80% de la paga doble. El 20% restante no se sabe cuándo se cobrará. Sin embargo, en el primer sueldo se descontará toda (repito, toda) la retención del IRPF. Es decir, la del sueldo de diciembre y la de toda la paga doble... que todavía no se habrá cobrado. La Generalidad de Cataluña, con el cuento de que retiene los impuestos, pagará menos a sus empleados y les cobrará un adelanto de lo que ella luego pagará a Hacienda.

El problema es que esto es contrario a la ley. El Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento del Impuestos sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), dice, en su artículo 78, apartado 1, que: Con carácter general, la obligación de retener nacerá en el momento en que se satisfagan o abonen las rentas correspondientes.

Es decir, que no me pueden descontar el IRPF a cuenta de lo que todavia no me han pagado. Pero el Gobierno de la Generalidad de Cataluña se pasa la ley por el forro y la educación, por salva sea la parte. Así se les atasque en el recto y les duela, qué quieren que les diga.

No se dice «copago», se dice «tasa administrativa»

Efectivamente, no se dice copago, se dice tasa administrativa.

Tampoco se dice recorte, sino reasignación de gastos.


No se dice echar a la calle, sino reestructurar la plantilla, y despido barato es incorrecto, porque se tiene que decir flexibilización del puesto de trabajo.

No existe la burocracia redundante e inútil, sino la racionalización de los procesos administrativos.

No es correcto privatizar, sino abrir oportunidades para las empresas privadas.

No hay que decir compensaciones por un sueldo bajo, sino privilegio de funcionario.

No se dice que es un privilegio del cargo cobrar una dieta por asistir a una reunión a la que es obligatorio asistir por ostentar un alto cargo (léanse plenos municipales, consejos de administración et altri), sino compensación.

Incentivar es exigir más de lo que sería sensato exigir.

Si alguien dice que no apela a la demagogia, es que es un demagogo.

Quien diga que tenemos que aunar esfuerzos, piensa en el esfuerzo de los demás, no en el suyo propio.

Si alguien habla de unidad, o no cuenta con los otros o la situación particular de su partido se asemeja a la diáspora.

Quien dice ciudadanos y ciudadanas, trabajadores y trabajadoras u otras expresiones semejantes, está diciendo que los ciudadanos no son iguales a las ciudadanas, los trabajadores son otra cosa que las trabajadoras, etcétera.


Sostener que hay que plantearse seriamente el tema de la inmigración indica la proximidad de un discurso racista, clasista, populista o demagogo.

La sociedad civil no somos todos los ciudadanos, sino algunos privilegiados.

Un nuevo modelo de cultura suele ser una cultura banal, provinciana e insustancial.

El pueblo siempre tiene la razón... cuando me la da.

Hacer país, una expresión típicamente catalana, significa conseguir que todos piensen como yo.

Una especial atención a los más necesitados significa que nadie había pensado en ellos.

Un gran potencial de mejora quiere decir que está muy mal.

Los brotes verdes son de moho, quizá líquenes.

Una administración abierta a todos es aquella que no atiende a la mayoría.

Una reestructuración del sistema financiero es un incremento de las tasas bancarias, una restricción del crédito y un aumento de sueldo de los miembros del Consejo de Administración que pagamos entre todos.

No se dice que el yerno del rey es un ladrón y que su hija lo sabía, sino que se lamenta que se haya dado a conocer el comportamiento no ejemplar del duque de Palma.

Que la justicia siga su curso quiere decir que Millet, Alavedra, Prenafeta y compañía saldrán inmunes de ésta.

Aunque no se conozcan alimentos minerales, se dice que no todos los alimentos son biológicos.

Etcétera quiere decir, ahora mismo, que esta lista parece que no quiere acabar nunca y que yo me bajo aquí.

Diputados, homeópatas et altri

Desde 2007, por encargo del Congreso de los Diputados, el Ministerio de Sanidad ha estudiado la situación de las terapias alternativas, llamémoslas así. El estudio tenía que valorar la seguridad y la efectividad de estas prácticas y la posibilidad de regularlas de alguna manera. Sólo Cataluña intentó regular estas actividades... y la regulación no superó los tribunales, por intrusismo profesional. En general, las Comunidades Autónomas son partidarias de regular esto o lo que sea, les encanta regular, sueñan con regular lo que les pongan por delante. Son así, qué le vamos a hacer.

Pero hay que señalar que todavía no existe una regulación sobre el ejercicio de estos timos en España, aunque sí que existe un real decreto, el 1277/2003, que regula la autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios. Es ahí donde aparecen las terapias no convencionales, un poco por encima. Los establecimientos que las ofrezcan tienen que contar con un médico titulado, que, ahora copio, es responsable de realizar tratamientos de las enfermedades por medio de medicina naturista o con medicamentos homeopáticos o mediante técnicas de estimulación periférica con agujas u otros que demuestren su eficacia y su seguridad.

Aquí comienzan los problemas. En primer lugar, no siempre hay un médico titulado. En segundo lugar, la eficacia de estas timo-terapias es dudosa, en el mejor de los casos. En tercer y último lugar, sobre la seguridad de las mismas...

Vayamos paso a paso.

Es un estudio (mejor dicho, la suma de varios estudios) del Instituto de Salud Carlos III y varios organismos de las Comunidades Autónomas que se han sumado a la fiesta. El primer problema ha sido cuantitativo: se han catalogado 139 terapias de pacotilla, y más que se hubieran catalogado si no hubieran puesto freno a la colección.

En este catálogo hay de todo: de la imposición de manos a la magnetización del píloro, pasando por la aromaterapia y los enemas. El número de terapeutas o timadores es elevado, y cada uno con su canción. Ven, que te pincho; ven, que te impongo las manos; ven, que te retuerzo la columna vertebral... La mayoría de estos personajes no están cualificados para ejercer una labor sanitaria, concluye el estudio.

¿Cómo saber si alguien está cualificado para tomarle el pelo a su cliente? El informe dice, copio, que no es sencillo identificar claramente a los profesionales de las terapias naturales, porque tampoco es fácil saber cuáles son éstas, como consecuencia de las múltiples tipologías, procedimientos y concepciones que se engloban bajo esta denominación. Vamos, que hay tanta terapia descabellada que se apunta cualquiera como terapeuta, y resulta prácticamente imposible titular a nadie más o menos oficialmente de algo que no se sabe qué es.

El estudio lamenta lo siguiente: Pese a no estar reguladas ni las titulaciones ni la formación en este ámbito, universidades, sociedades, centros privados, etc., proporcionan formación para profesionales sanitarios y no sanitarios. Es decir, que con el cuento se forran unos y otros y usted puede colgar en la pared un diploma que diga que pasó por la Universidad de Tal para que le enseñaran el lucrativo arte de la pedoterapia. Curiosamente, nadie sanciona ni censura a las universidades por semejante práctica.

Vayamos al asunto de la eficacia de estas prácticas.

Eficacia, poca, por no decir ninguna. El estudio concluye de manera muy clara, copio, que la eficacia de estas técnicas, medida en ensayos clínicos, no ha sido demostrada en casi ningún caso. Punto.

Algún caso merece más atención. Es el caso de la acupuntura, por ejemplo, donde se aprecia que no sirve para nada si usted quiere adelgazar o dejar de fumar, y es inútil en las dolencias articulares, posturales, insomnio... Aunque algún ensayo clínico, señala la prensa, indica que las agujitas pueden controlar vómitos o náuseas postoperatorios o en pacientes sometidos a quimioterapia. Pero ¡no se emocionen! La efectividad de los pinchazos es la misma se pinche en el sitio correcto... ¡o en cualquier otro sitio! Da igual donde se pinche. El paciente anda tan pendiente de la agujita que se olvida de marearse. Esto apunta, sin duda, a un fortísimo efecto placebo.

Algo parecido sucede con aquellas terapias donde hay algún tipo de masaje. Quiroprácticos y osteópatas señalarán que sus manipulaciones producen efectos beneficiosos. En su mayor parte, en dolencias posturales (dolor de espalda, por ejemplo), y combinadas con ejercicio físico y consejos para adquirir una mejor postura en el puesto de trabajo o en casa. Maldita la gracia, porque sin los masajes, pero con ejercicio y mejores posturas ¡se mejora lo mismo! En resumen, se habla de efectos psicológicos.

Sobre la efectividad de la homeopatía, el resultado ha sido categórico. No cura ni alivia la gripe, ni infecciones varias, ni el cáncer, ni los efectos secundarios de tratamientos químicos, los dolores articulares (artrosis, artritis, etc.), el asma, la demencia, la depresión, un cólico o, ya puestos, tampoco es capaz de inducir el parto. Que no, que no funciona. Es puro cuento. Fin.

Finalmente, estas prácticas ¿son seguras?

Corre el bulo de que las medicinas alternativas son inocuas, pero no es así. Osteópatas y quiroprácticos han ocasionado muchas desgracias, y hay un dolor de espalda característico que los médicos conocen como espalda de quiropráctico. Cuidado con retorcer articulaciones y pinzar nervios, pues. En cuanto a la acupuntura, parece más segura, porque, sin entrar en detalle, sólo produce pequeñas hemorragias y hematomas. La Sociedad de Acupuntores Chinos, la de China, no piensa lo mismo, pues asegura que en el 15% de los tratamientos se producen efectos secundarios dolorosos y no deseados, y en algunos casos, peligrosos. Cuidado con los herbolarios, porque los principios activos de las plantas también tienen efectos secundarios (incluso, peligrosos)... porque son los mismos principios activos de un medicamento de laboratorio.

Aquí hay que romper una lanza a favor de la homeopatía, que es la estafa, es decir, la pseudo-medicina más segura, o mejor dicho, más inofensiva. Las diluciones homeopáticas, dice el informe, son prácticamente agua.

Con todo, ¿qué hay del peligro de no hacer caso al médico por acudir a un impostor de manos o a cualquier otro cantamañanas alternativo? ¿No existe ese peligro?

¿Cómo se regularán estos timos a partir de este informe? Mucho me temo que se dejará ejercer a los timadores... mientras paguen impuestos. Vendemos nuestra salud por un plato de lentejas al primer desalmado que pasa por delante. Qué penita pena.

Adiós a la Academia Científica

Fundada en 1798 por Napoleón Bonaparte, entonces todavía general, pero ya presto a ser cónsul, la Academia Científica de Egipto, en El Cairo, es... era... una institución memorable ella misma y su obra. Anexa al Museo Egipcio, albergaba una biblioteca enorme, con doscientos mil volúmenes entre los cuáles se contaban algún raro ejemplar de La Descripción de Egipto o manuscritos de sabios y exploradores.

En una de las últimas manifestaciones en El Cairo, un grupo de personas, provocadores del ejército según unos, fanáticos religiosos según otros, arrojaron botellas de gasolina contra el edificio, que prendió fuego y ha quedado reducido a cenizas. Otros manifestantes, espontáneamente, han intentado salvar lo que han podido, que ha sido poco, no más de treinta mil ejemplares.

¡Qué desastre...!

En fin, lo que digo siempre: empiezas quemando libros y acabas quemando personas.

Discurso sorprendente

Cómo está el patio que ha causado sorpresa en algunos círculos que el discurso de investidura de don Mariano Rajoy no haya sido en alemán.

La lista de la compra

No mencionaré marcas, pero el otro día me dieron un susto. Soy cliente habitual de una cadena de supermercados y voy con eso que llaman tarjeta de cliente. Sé para qué sirve: para engatusarme con ofertas y estudiar mis hábitos de consumo, para diseñar la propaganda a mi medida, para seleccionarme como target (objetivo) en algunas campañas publicitarias... Pero una cosa es saberlo y otra, verlo con tus propios ojos.

Me llega una carta de la empresa, la abro, me bombardean a gráficos. Con todo detalle, veía cuánto había consumido los últimos meses, y qué había consumido: un tanto por ciento de sopitas de sobre, un tanto por ciento de alcachofas, un tanto por ciento de galletas, un tanto por ciento de leche... ¡Caramba! La vida privada (mi vida privada) hace ya tiempo que pasó a la historia.

Da un poco de grima enfrentarse a algo así.

¿A eso le llaman respeto?

Sean las reuniones entre los representantes de los empleados públicos y la Generalidad de Cataluña. Da igual lo que usted piense. Podría estar de acuerdo con el gobierno, o podría creer que quienes tenían razón eran los representantes sindicales. Qué más da. Lo que me dolería es que fuera usted partidario de la mala educación y aplaudiera las malas formas de este gobierno.

Lo digo por el lamentable episodio que se dio cuando los representantes del gobierno se negaron a informar a los representantes de los trabajadores de la suspensión de pagos de estas Navidades. En esos momentos, el conseller portavoz, Homs, ése que imita a Mas cuando habla, las estaba anunciando en rueda de prensa. Nadie se había molestado en informar a los representantes legales de las personas afectadas.

Ya sabréis de qué van estas medidas cuando las veáis en el telediario, dijeron los representantes del gobierno, literalmente. ¿A eso se le llama respeto? Podría llamársele cobardía, pero no respeto.

Que les den.

El neutrino, el bosón y la función de P

La física está últimamente muy revolucionada. Lo está por culpa de unas cosas que ni se ven ni se oyen, que prácticamente no existen y que tendríamos problemas para definir y muchos más para comprender. Esas cosas se llaman partículas.

La vida de las partículas es muy perra. Uno es una partícula y vive tan tranquilo. De repente, le meten a uno en un acelerador de partículas y ¡allá va! Sin pedir permiso, se encuentra dando vueltas como un loco en una especie de rosquilla de kilómetros de diámetro. Cuando uno ya va lanzado, lo estampan contra otra partícula que pasaba por ahí, también es mala suerte, y los científicos examinan los pedacitos de partícula que quedan después del morrazo, por ver si aprenden algo.

Una partícula famosa es el neutrino. Se coge un neutrino, se le da vueltas y vueltas en el acelerador y se lo envía a varios cientos de kilómetros de distancia, por ver cómo llega después del viaje. Pero resulta que no llega después, sino antes, y los físicos se preguntan si los neutrinos es cierto que corren tanto que llegan antes de haber salido.

¿Y qué hay del bosón de Higgs? ¿Existe? Bueno... Puede que sí, puede que no. Hemos dado con algún indicio, dicen ahora, después de haber espachurrado millones de partículas, pero podría ser indicio de sabe Dios qué. Ahora mismo, no podría decirle si el bosón de Higgs está ahí o no ha estado nunca.

La última en partículas es lo sucedido con la función de P (f(P)). P es la llamada partícula predominante o aglutinadora. Se asocia a una serie de características y la teoría nos dice que f(P) será la influencia de P sobre su entorno asociada a estas características. Al conjunto de P y sus características se le llama aparato de P. También, organización de P. Se escribe PXYZ, siendo X, Y o Z las características de P.

Se discute si P tiene un spin. Es decir, si gira sobre sí misma en un sentido u otro. Hasta el momento, se creía que las partículas P podían clasificarse en dos grandes grupos, las que giran hacia la izquierda y las que giran hasta la derecha. Pero ahora se cree que prácticamente todas las partículas P giran hacia la derecha, con poquísimas excepciones, mientras que un grupo de matemáticos ha propuesto que el spin de P es sinistrógiro o dextrógiro, según. ¿Según qué? Según le va, según sopla, poco más o menos.

Se creía que la función de P era una función equilibrada. Es decir, que si reunía varias características, las potenciaba de forma simétrica, más o menos igual unas que otras. Si no era así, ahora potenciaba una característica, ahora la otra, por equilibrar el balance final. Ahora se ha visto que no, estudiando el caso de P asociada a las características S y C. Es decir, P tal que f(P)=PSC.

S tiene un spin sinistrógiro, pero la fuerza del giro hacia la izquierda es muy débil. C, en cambio, tiene un spin dextrógiro con una fuerza más que notable, y su giro hacia la derecha es una constante que define a C y debilita la influencia de S.

Se acelera un campo de partículas PSC de la siguiente manera: se fuerza el spin de P para que sea dextrógiro y S, prácticamente, deje de girar y casi, de existir. ¿Cómo? Potenciando C, que se come a S. La aceleración de PSC se inicia con una maceración en el efecto Pujol, que convierte cualquier incremento de S en una manifestación de -C. Una vez S es apenas un recuerdo, se induce una aceleración en el giro dextrógiro de C.

PSC sale disparada, girando sobre sí misma, arrastrando tras de sí otras partículas P que también se ven dominadas por el giro dextrógiro de C. Se crea un complejo mapa de interacciones formado por tres tipos de partículas. Predomina P tal que f(P)=PSC, pero choca continuamente con los elementos redundantes de C (en argot, ERC) y la inducción de C que genera una característica luz verdosa, conocida como IC-V.

Este amasijo de partículas, en vez de mantener un rumbo rectilíneo y lógico, inicia un rumbo errático, velocísimo, impredecible, que ahora va para aquí y ahora va para allá de forma aleatoria. El conjunto genera mucho ruido electrostático, pero apenas libera energía. Más bien, la consume y agota.

Al final, el conglomerado de partículas se desintegra, porque no hay energía que pueda vencer la fuerza centrífuga de C, porque distintas partículas con la característica C suelen repelerse entre sí. Se genera mucho ruido de fondo de alta frecuencia y al final se comprueba que han desaparecido muchas partículas PSC.

La C de esas partículas es captada por otras partículas del entorno, potenciándolas. Tal es el caso de la partícula super-C, que combina dos C en una sola función de P, pues f(P)=CDC. Estas partículas son netamente dextrógiras. Además, se asocian naturalmente a un pequeño grupo de partículas con la característica ultradextrógira de C (UDC).

Estas nuevas partículas super-C tienen energía suficiente para atraer a todas las demás partículas de su entorno y tienden a absorver un 3% de la energía que éstas emiten. Se produce el remolino de C, también conocida como órbita de Millet, o aglutinación de Paldep-Aller. Así, las partículas se arremolinan alrededor de las partículas super-C y comienzan a girar hacia la derecha, sometidas a su influencia. Si había partículas sinistrógiras, la presencia de las partículas super-C las disuelve o las repele, expulsándolas del remolino. Algunas partículas cambian el sentido de giro de su spin, en la conocida variación oportunista de la velocidad angular.

Es curioso constatar que partículas ajenas al entorno se ven expulsadas por el remolino de partículas C y super-C. Así se reduce la inmigración de partículas, que, al carecer de C, no pueden adaptarse al giro hacia la derecha. Sólo una partícula libre de C, pero también dextrógira, P tal que f(P)=PP, o P2, es admitida en el remolino. Entonces se produce el curioso efecto de ver las partículas super-C girando alrededor de P2 y siguiendo su rumbo.

Así, pues, la partícula P tal que f(P)=PSC, tras la contención de S y la promoción de C, se lleva un batacazo de padre y señor mío, que deja el campo libre a las partículas que giran hacia la derecha, agrupadas primero alrededor de las partículas super-C o ultra dextrógiras de C y después, si se diera el caso, a las partículas de doble P, PP o P2, según el autor.

Sin embargo, ésta es una teoría discutible. Como todas.