Apadrina una cabra (catalana)

Slow Food, una sociedad ecogastronómica (sic), ha lanzado la campaña Apadrina una cabra, para recuperar una especie autóctona, la cabra catalana. El proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente, que aportará cerca de 30.000 euros al año los dos primeros años, pero Slow Food asegura que esta aportación no cubre la mitad de los gastos, así que intentarán que los internautas apadrinen a una cabra y aporten el resto del capital necesario para tirar adelante el proyecto.

Más tarde, estudiarán la posibilidad de hacer queso de cabra catalana, aunque, consultadas algunas fuentes del sector, la explotación quesera de la cabra catalana no tiene demasiado sentido, habiendo cabras que rinden mucho más en su producción lechera. Sin embargo, la cabra catalana puede ser utilizada para limpiar el sotobosque, puesto que se alimenta de prácticamente cualquier hierbajo.

Yo sé algo de cabrones, por tener que tratar con algunos, pero de cabras, bien poco, la verdad. Por eso me asombró saber que existía, o todavía existe, una cabra catalana. ¿Qué diferencía la cabra catalana de otras cabras? A decir de los entendidos, algo sutil en extremo: en vez de balar béee..., bala bèee... La posición de la tilde, inclinada hacia el otro lado, indica una fonética distintiva propia de esta especie.

Cuentan que la cabra catalana se menciona como tal por primera vez en el siglo XIV. Es una cabra doméstica, montaraz, de tamaño más que mediano, orejas caídas hacia delante y cuernos que apuntan hacia atrás, que abundaba en la Cataluña inculta (en el sentido clásico del término, rústica), en ese paisaje agreste y despoblado, mayormente leridano, dedicado a la explotación ovina y poco más.

Pero llegaron otras especies de cabra: la serrana, la murciano-granadina, la malagueña, la alpina... que daban más leche y más cabritos, y la cabra catalana, por mucho empeño que puso, no pudo competir con las recién llegadas. Poco a poco se abandonó la cría de la cabra catalana y se dio por perdida y extinguida en 2005. Añado que entonces nadie lamentó la pérdida ni movió un dedo para evitarla.

De repente, se descubre que don Antoni Pellisser, un ganadero que apacentaba un rebaño de cabras en la pedanía de Sant Salvador de Toló, tocando a la sierra del Montsec, allá por el quinto pino, todavía poseía una cuarentena de cabras catalanas. Esas cuarenta son las pocas que quedan de un rebaño original de setecientas o más, de las que el señor Pellisser se ha ido desprendiendo los últimos años, sin saber lo que estaba haciendo.

A Dios gracias, Slow Food supo reconocer a esas últimas cabras catalanas en 2008 y se ha apresurado a hacerse con veintidós ejemplares de cabra catalana del rebaño del señor Pellisser, las que parecen más aptas para reproducirse y con muchos trabajos, las ha trasladado a Vilanova de Meià, en la comarca de la Noguera, donde intentarán lo dicho: recuperar la especie.

Malas lenguas aseguran que a estas cabras no se les ha practicado un análisis de ADN y que, siendo puñeteros, Slow Food no puede asegurar que sean cabras catalanas puras, y que podrían llevar consigo genes de cabras inmigrantes. Son ganas de fastidiar y las cabras, ofendidas, se han negado a responder la cuestión, mientras que don Gerard Batalla, que es el portavoz de Slow Food, asegura que las cabras encontradas no se han mezclado con otras variedades, y esto permite recuperar tanto la raza como la cultura asociada (sic).

Si quieren saber más, pueden acudir el día 30 de este mes a Vilanova de Meià, donde Slow Food prepara una jornada sobre La recuperación de la cabra catalana y sabremos un poco más acerca de su cultura y sus costumbres. Las de la cabra, quiero decir.

Reprimenda

Ya les he dicho que doña Ana María Matute ha recibido el Premio Cervantes. Pero no sé si han leído que nadie del Gobierno de la Generalidad de Cataluña ni del Ayuntamiento de Barcelona, ni un solo representante de ambas instituciones, acudió al homenaje. Ninguna instancia oficial catalana rindió honores a la escritora, que bien los merece y que... ¡es catalana!

Hoy sale don Ferran Mascarell, el inefable conseller de Cultura que nos ha tocado en suerte, y declara que debería de haber ido, pero añade que no fue porque no era consciente de cuándo se entregaba el premio. Así, con dos cojones, y perdonen la expresión, porque ayer mismo declaró que no fue por problemas de agenda, que tenía el día muy liado. Lo que no tiene es vergüenza, y déjense de historias.

Felicidades

Ana María Matute nació en Barcelona en 1925. Es una gran, grandísima escritora, que ha sido reconocida y premiada por su buen oficio en varias ocasiones. Tuvo problemas con la censura en tiempos de Franco y una vida difícil, pero salió adelante con la prosa y nos ha obsequiado con grandes libros. Se ha atrevido con la literatura infantil, pues ¿quién dijo que era un género menor? Acaso serán menores los lectores, si me permiten un chiste malo. Es académica de la Real Academia de la Lengua Española, la tercera en trescientos años, y ocupa el sillón K. Además, ha sido premiada o ha sido finalista de premios importantísimos en el ámbito literario. Etcétera.

El otro día le entregaron el Premio Miguel de Cervantes 2010, que es, seguramente, el premio de mayor prestigio de la literatura española hoy en día. El premio lo concede el Ministerio de Cultura de España, que actúa recomendado por las academias de la lengua de los países de habla hispana.

Doña Ana María, déjeme felicitarla efusivamente, darle las gracias por sus libros y desearle lo mejor. ¡Que le vaya muy bien!

El coste de un café

Es costumbre que el Presidente de la Generalidad de Cataluña organice una recepción el día de Sant Jordi. Se gastaba un dineral en comercio y bebercio, de las mejores casas, y el número de invitados se contaba por centenas. Eran la sociedad civil, ya saben, los de siempre, ese grupo cerrado, endogámico, encantado de conocerse. El año pasado, el presidente Montilla hizo una recepción austera, pues, dijo, no estaba el horno para bollos y con eso de la crisis, mejor ahorrar. Se gastó 70.500 euros y dio de comer a tres mil invitados, más periodistas (que no desaprovechan la ocasión para aliviar las penas del vientre en esta clase de recepciones). Dar de comer y de beber a lo más granado de la sociedad salió a veintitantos euros por cabeza, incluyendo café, chocolate, refrescos, licores, canapés dulces y salados, etcétera. Un fiestorro.

Como la crisis aprieta y por dar una imagen todavía más austera, más que nada por el qué dirán, don Artur Mas ordenó dar ejemplo y sustituir el acto social por algo más íntimo y mucho más barato.

De entrada, sólo invitó a cincuenta personas, poco más o menos: consellers, altos cargos del gobierno y los antiguos presidentes Pujol y Montilla, acompañados de sus respectivas señoras. La sociedad civil se quedó en un representante del arzobispo de Barcelona (véanlo bendiciendo a los asistentes), y paren ustedes de contar. La comilona se quedó en un café con un croissant, y gracias. Periodistas, los mismos del año pasado, pero éstos ya no almorzaron de grátis y nadie tuvo el detalle de invitarlos. La recepción costó 18.000 euros.

Así, pues, parece que se salieron con la suya. A austeros no nos gana nadie, presumen, tijera en mano. Un café para todos, y gracias. Pero hagan ustedes las cuentas y descubrirán que pagaron 360 euros por barba por un café con un croissant.

¡Austeros...! Que cada uno saque las conclusiones que quiera, pero éstos son los que mandan.

Sexo especial... espacial, perdón

Hace ya cincuenta años que el cosmonauta soviético Yuri Alexéievich Gagarin fue introducido en un cohete y lanzado al espacio, del que regresó 108 minutos más tarde después de orbitar la Tierra. De nuevo, los soviéticos pasaron la mano por la cara a los norteamericanos, que seguían fabricando cohetes bajo las instrucciones de Werner von Braun.

Otros muchos han seguido el camino de Gagarin, astronautas y cosmonautas de diversos países y ambos sexos han viajado al espacio, a veces juntos... pero ¿revueltos?

Corre el rumor, el chisme, que nos cuenta que se ha practicado sexo en el espacio. ¡Con fines científicos, naturalmente! O porque tanto tiempo en órbita, dos personas solas, tan lejos de casa... El asunto tiene su interés, porque ¿cómo se hace eso en estado de ingravidez, flotando en el laboratorio espacial? ¡Lo nunca visto! Los amantes ¿se sujetan con gomas elásticas para poder proseguir con el fornicio? ¿Qué postura es la más favorable, cómoda o pausible en esas condiciones? La ingravidez ¿cómo afecta a los amantes? En fin, que son tantas las preguntas que uno se emociona ante la cantidad de misterios que la ciencia todavía tiene que desvelar y la técnica, mejorar.

Ha llegado a tanto el rumor que, por enésima vez, los rusos han respondido de manera oficial y contundente, que sus cosmonautas no han tenido sexo en el espacio, y lo ha dicho Valeri Bogomólov, que es uno de los jefazos del Instituto de Problemas Médico-Biológicos de la Academia de Ciencias de Rusia (puesto que, en efecto, el sexo espacial es un problema médico-biológico, dígase así).

Está bien, doctor Bogomólov, los rusos no... ¿Y los americanos? No tenemos datos oficiales al respecto, ha respondido.

Así está la cosa.

Sant Jordi

Procuro celebrar con entusiasmo la Diada de Sant Jordi. Los protagonistas son los libros y las flores. Las damas son obsequiadas por los caballeros con una rosa roja, a poder ser, y se compran y regalan libros. ¡Libros...! Parece mentira, pero así es. Libros... El mundo del revés.

Porque es el Día del Libro, ya que Cervantes y Shakespeare la diñaron los dos un 23 de abril del mismo año, pero no el mismo día, porque aquí y allá no se empleaba el mismo calendario. Es largo de explicar, pero los libreros se dejaron de sutilezas e inventaron la feria.

¿Y Sant Jordi? Se mentan doncellas, caballeros y dragones, pero la etimología de Jordi o Jorge viene del griego, Georgios, o así, y significa, poco más o menos, campesino.

El verdadero San Jorge, del que nadie sabe nada a ciencia cierta, era un simple campesino, que tuvo que enfrentarse al mal (quizá al Mal) con las únicas armas de sus manos callosas, su azada, quizá su fe, o su bondad, seguramente su perseverancia y paciencia, que cultivó el poco bien que pudo como pudo en tiempos difíciles.

En cierto modo, nuestra azada es el modesto libro, que intenta cultivar los yermos campos de la ignorancia para extraer algún fruto de ellos. También son tiempos difíciles, pero no por eso hay que dejar de intentarlo.

Las hazañas del sargento Roos

El 11 de mayo de 1940, Holanda estaba siendo aplastada por la máquina militar de la Alemania nazi. Los holandeses hacían lo que podían, pero sus cazas eran pocos y anticuados. La supremacía aérea alemana era aplastante.

Ese día, el sargento Roos pilotaba un Fokker D XXI con la matrícula 229. Él y dos cazas más escoltaban a dos bombarderos que pretendían volar un puente sobre el Waas que utilizaban las unidades motorizadas alemanas en su avance. Eran lo poco que quedaba de la aviación holandesa.

Todo fue mal desde el principio. Las bombas fallaron el blanco y los holandeses tropezaron con una barrera de antiaéreos y docenas de cazas enemigos. Perdieron un caza y un bombardero y se dispersaron.

El sargento Roos pronto se vio en serios apuros. Tenía en la cola tres cazas Me 110 que iban a por él. El 229 fue alcanzado varias veces y Roos no vio otra salida que lanzarse en paracaídas. Se desabrochó el cinturón de seguridad y desprendió el techo de la carlinga, para poder saltar. He aquí que se produjo un suceso inesperado. Los alemanes estaban tan cerca de su cola que el techo de la carlinga del caza de Roos golpeó el motor de uno de sus perseguidores... y lo derribó. Los cazas alemanes tuvieron que romper la formación para no chocar entre sí.

Mientras el caza alemán se precipitaba hacia el suelo, Roos descubrió que todavía podía manejar el Fokker y corrió a esconderse en una nube. Pero el maltrecho Fokker no daba mucho más de sí y pronto perdió altura. Al salir de la nube se encontró a pocos metros de la cola de uno de sus perseguidores. ¡De poco que no choca contra él! Roos, más por instinto que por sangre fría, disparó una ráfaga de sus ametralladoras... y acertó. Derribó al segundo caza del día.

Entonces, Roos perdió el conocimiento. Corrió el rumor que fue alcanzado por la artillería antiaérea holandesa, que disparaba a todo lo que volaba, pero lo cierto es que el tercer caza alemán lo había visto aparecer de repente en su punto de mira y como había hecho antes Roos, había aprovechado la oportunidad, había disparado y al fin, lo había derribado.

El caso es que Roos salió despedido de la carlinga (recuerden, no llevaba puesto el cinturón de seguridad) y despertó mientras caía y veía acercarse la muerte. Tenía el brazo derecho paralizado, así que, como pudo, tiró de la anilla del paracaídas con la mano izquierda, y le fue de muy poco no espachurrarse contra el suelo.

Lo encontraron muy cerca de los restos de su caza, malherido. Se había roto el brazo derecho, tenía heridas de bala en una pierna y fragmentos de proyectiles de 20 mm en la cabeza y el hombro izquierdo. Pero vivió para contarlo y sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial.

El 22 de junio de 1993, encontraron los restos del Fokker D XXI número 229 del sargento Roos en Nieuwkoop, de casualidad. Hoy puede verse lo que queda del aeroplano en el Stichting Crash Museum de Lisserbroek, que no queda lejos del aeropuerto de Schiphol.

Cuentos selectos

Samuel Clemens, Mark Twain para los amigos, es un escritor magnífico. De verdad. Un clásico de la cabeza a los pies. Y aunque tenemos la manía de asociar Tom Sawyer o Las aventuras de Huckleberry Finn con la literatura juvenil, dicha juvenil como si dijéramos menor (¡qué disparate!), son dos grandes obras maestras que merecen estar al lado de las más grandes obras de la lliteratura occidental.

Estos días he leído una selección de cuentos de Mark Twain que ha publicado Debolsillo, bajo el título Cuentos selectos. Son varios los traductores, y algunos de los cuentos eran todavía inéditos en castellano, mientras que otros son viejos conocidos. Aún así, nos da la risa leyéndolos, porque el sentido del humor de Samuel Clemens es incombustible. Algún pedante asocia el humor con una literatura de segunda, como si todas las obras verdaderamente literarias tuvieran que ser tostones sesudos y tristes, pero yo respondo preguntando al pedante en cuestión si se ha leído El Quijote, y no hay más que decir.

Yo les recomiendo a Mark Twain, así, en general. Sus cuentos son un buen comienzo, pero no tendrían que ser un final.

Aniversario feliz en tiempos difíciles

El 25 de abril de 1986 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Ley General de Sanidad (LGS), que puso orden y concierto en el sistema sanitario público. Su promotor fue don Ernest Lluch, entonces objeto de burlas y chanzas por su aire despistado, que fue ministro de Sanidad entre 1982 y 1986. En 2000, ETA lo asesinó en Barcelona, donde entonces ejercía de profesor en la universidad.

La LGS fue una revolución. Seguramente ha sido una de las leyes que más ha cambiado la vida de los españoles. En primer lugar, dejó bien clarito que todos los ciudadanos tienen derecho a recibir tratamiento y visita médica, todos, no sólo los que cotizan en la Seguridad Social. A esto se le llama universalidad del servicio.

Luego, creó el Sistema Nacional de Salud, que, mejor o peor, coordina las distintas redes asistenciales, con la intención de cohesionarlas y asegurar esa universalidad del derecho a una atención sanitaria, que ya no se sufraga por las cotizaciones de los trabajadores, sino que depende de los Presupuestos Generales del Estado.

En tercer lugar, se descentralizó el sistema y se permitió a las Comunidades Autónomas gestionarlo de la manera más conveniente a las necesidades de los ciudadanos del lugar. La Generalidad de Cataluña ya gestionaba el sistema un año antes de la publicación de la LGS, que aseguró este privilegio, y todavía lo hace.

Veinticinco años de esfuerzos para que ahora vengan unos vándalos a fastidiarlo todo. La Comunidad Autónoma que menos gasta en Sanidad por habitante, Cataluña, la que pese a todo tiene más hospitales de referencia y prestigio de toda España, está en manos de unos desalmados que no creen que sea bueno que el Estado fundamente sólidamente el derecho a un sistema de Seguridad Social. Las primeras declaraciones del conseller de Salud fueron, cito, yo que usted me haría de una mutua. Así le den.

Su Santidad en televisión

Su Santidad, Benito, o Benedicto, XVI, respondió a siete preguntas en un programa de televisión. ¿En directo? No exactamente. Más bien en diferido, porque las preguntas se habían seleccionado previamente y porque las respuestas se habían grabado días antes. Pero el Obispo de Roma apareció en la RAI dejándolas ir.

En España, con el lío de la TDT, pillé al menos dos emisoras que, no sé si en directo o en diferido, transmitieron el programa de la RAI y yo, buscando una película, tropecé con ellas. El traductor alzaba la voz de manera vacilante y entrecortada mientras Su Santidad decía esto o lo otro, y el resultado fue una mezcolanza del italiano de un cura alemán viejecito ahogado por la voz de un traductor más joven que no sabía muy bien cómo se decía tal o cual cosa en castellano. En resumen, que no se pilló nada de lo que dijo Su Santidad, al menos claramente. Imagino confuso a más de un católico devoto, preguntándose si el Papa ha dicho sí, no, o todo lo contrario.

Suerte que algunas personas presenciaron el programa en su versión original. Por ejemplo, ésta, que comenta y reflexiona sobre las palabras del señor Ratzinger y se plantea algunas dudas razonables.

Nota: La fotografía es de AP.

Embajada celestial

Ya saben que las delegaciones de la Generalidad de Cataluña en el extranjero vienen siempre acompañadas de mucha polémica. Conocidas familiarmente como embajadas, han sido objeto de crítica por diversas razones. En algunos casos, se consideran un derroche innecesario; en ocasiones, el cargo de embajador ha sido un chanchullo con el que se ha beneficiado al familiar o al amigo; se critica la poca efectividad de algunas de estas delegaciones; etc. No entramos a discutir estos asuntos, sino la noticia que publica Efe.

Don Artur Mas ya había declarado que no pensaba cerrar ninguna de estas delegaciones, pero no sospechábamos que quería abrir una ¡en la Ciudad del Vaticano! Eso afirma Efe, mentando fuentes dignas de toda confianza.

Cuentan que el Gobierno de la Generalidad de Cataluña quiere reforzar sus relaciones con el Vaticano. De entrada, don Artur Mas y la licenciada Ortega tienen prevista una visita institucional al pequeño estado el 1 de mayo, aprovechando los actos de beatificación de Juan Pablo II.

A decir de las fuentes que menciona Efe, el actual Gobierno autonómico considera que la relación con la Santa Sede es de gran importancia estratégica para los intereses de Cataluña y del catalanismo. ¡Caramba! Hasta tan punto son importantes estas relaciones con la Santa Madre Iglesia que quieren abrir esa delegación en el Vaticano... si las finanzas lo permiten, añaden, para que nadie se sienta ofendido por el dispendio. Hasta donde he podido averiguar, la única delegación de la Generalidad de Cataluña en Italia es una oficina de Acc10 en Milán.

Mientras tanto, de manera reservada, la licenciada Ortega negocia con el cardenal arzobispo de Barcelona, el señor Sistach, posibles cambios en la Ley de Centros de Culto, sigue afirmando Efe. Sancho, ¡con la Iglesia hemos topado! ¿Qué estarán tramando?

Tendré que consultar con mis fuentes en Roma, que no sé qué pensarán de este asunto.

La Fundación Stamf... Stamp... Planf... o como se llame

Avant la letre, y perdonen ustedes, una confesión. A mí, el arte contemporáneo... Desde el orinal de Duschamps que no... En fin, que cuanto más contemporáneo, peor. Modestia aparte, no será por falta de cultura y sensibilidad. Será por falta de educación. Ahora mismo, soy de los que piensa (de los que sostiene, mejor dicho) que el arte (muy) contemporáneo es poco más que una tomadura de pelo, como la filosofía de Lacan, pongamos por caso, y que el Arte ha muerto... o puede que lo estén matando, todavía no lo sé. Quizá, como Gombrich, piense que el arte no existe, que sólo existen artistas. Queda dicho.

Menciono estos límites de mi sensibilidad y conocimiento porque la Fundación Stämpfli-Art Contemporani se dedica al arte (muy) contemporáneo. La perdonamos, porque, he aquí la buena noticia, ha escogido Sitges como sede y expone en el antiguo Mercat del Peix la pinacoteca de su propiedad. La noticia es bonísima, aunque un servidor de ustedes pille tortícolis delante una de las obras expuestas, buscándole sentido, significado o un qué, simplemente.

Ahora en serio, el arte (muy) contemporáneo es una asignatura pendiente en nuestro país y el señor Sfäm... Spam... Stämpfli (perdón), ha cometido una empresa meritoria, y es de agradecer que la haya resuelto en Sitges. Este caballero, suizo de nacimiento, suburense de adopción desde 1970, ha creado una fundación que ahora mismo expone cuarenta obras de treinta y tantos artistas (Arroyo, Bertini, Monory, etc.) y pronto expondrá una veintena más, muchos de ellos donaciones de los propios artistas. Algunos exponen por primera vez en España. Será un pequeño resumen de la obra pictórica europea de los últimos cuarenta o cincuenta años, y hay que añadir que un fondo como éste es muy difícil de encontrar no ya en Cataluña, sino en España.

Las escuelas pictóricas representadas son muy diversas, lo que suma interés a la exposición. Hay muchos ismos: surrealismo, neorrealismo, cinetismo... También cosas como la figuración narrativa, el pop-art o el yo qué sé (expresión que sólo se emplea entre críticos de arte en la más estricta intimidad). Es decir, un fondo interesantísimo y selecto que, pese a todo lo que he dicho, recomiendo visitar.

El señor (a ver si ahora me sale) Stämpfli merece nuestro aplauso y nuestro reconocimiento, y podemos estar todos de enhorabuena. Especialmente, en Sitges.

Mitologías de invierno. El emperador de Occidente

¿Qué tiene Pierre Michon? Es un escritor magnífico. Me deslumbra, literalmente, me fascina. Ediciones Alfabia publica, traducido por Nicolás Valencia (¡qué difícil debe de ser traducir a Michon...!) Mitologías de invierno. El emperador de Occidente. En realidad, son dos manuscritos, que se publican juntos. Diez años separan Mythologies d'hiver (1997) de L'Empereur d'Occident (2007), pero también apenas el grosor de una hoja de papel. La primera parte (llamémosla así) relata varias vidas relacionadas entre sí por la historia y la proximidad geográfica, que, al principio, parece una especialísima interpretación de un libro de vidas de santos. La segunda es más convencional, aunque Michon no sea convencional.

Yo lo recomiendo. Es breve y bonísimo. Es Michon, eso sí, y reclama un lector exigente y de paladar delicado.

Un sueco en L'Hospitalet de Llobregat

La empresa Orangina Schweppes está lanzando una nueva bebida energética en España (mucho azúcar con burbujas) que se llama V-Energy Drink, allá queda eso. En L'Hospitalet de Llobregat no se les ha ocurriido nada más que promocionarse bajo el lema Trabaja como un sueco aunque seas de L'Hospitalet. ¡Toma...! Pero ¿a quién contrataron para hacer la publicidad?

Porque, señores míos, el caso es que los suecos trabajan muchas menos horas al día y muchas menos a lo largo del año que los trabajadores de L'Hospitalet. De hecho, según las estadísticas, los suecos no pegan un palo al agua en comparación con sus vecinos europeos. Tienen uno de los índices más elevados de abstención laboral, por ejemplo. ¡Y no comparen su sistema de seguridad social con el nuestro! ¡Y no les digo nada sobre la diferencia de salarios...! En fin, un dislate.

Además, que quede entre nosotros, ¿a quién se le ocurre asociar una bebida lúdica con la maldición del trabajo?

Ni les cuento la que ha montado la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, doña Núria Marín, que amenaza incluso con acciones legales contra la empresa del bebercio. Un poco de razón no le falta. Que venga un sueco y verá lo que es bueno.

Ellos se lo guisan, ellos se lo comen

La Creu de Sant Jordi es una distinción que creó la Generalidad de Cataluña en 1981 (Decreto 457/1981 de 18 de diciembre) para, copio y traduzco, distinguir las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Cataluña en defensa de su identidad o, más generalmente, en el plano cívico y cultural.

Aunque personas e instituciones que merecen tantísimo reconocimiento han sido premiadas con la Creu de Sant Jordi, el premio está bajo sospecha por culpa de un anecdotario que provoca sonrojo. ¡Cuánto lo lamentamos!

Hay quien ha estado a punto de ser premiado dos veces. Algunos galardonados han acabado en los tribunales. También han sido premiados bribones y banqueros. Sospechamos que algunos intelectuales han sido premiados con la creu más por servilismo que por el ejercicio del pensamiento crítico.

La última ha sido la concesión de la Creu de Sant Jordi a don Josep Antoni Duran i Lleida, por la simple y única razón de haber sido elegido parlamentario europeo allá por los años ochenta. Ya saben: el señor Duran sobrevivió al exilio al que le envió el señor Pujol, y todavía sigue dando la murga. Premio a la tenacidad y supervivencia política.

La polémica, pues, está servida. No se la ética, pero la estética sufre con el premio, pues ahora gobiernan los suyos, y la conclusión natural a la que llega el común es que ellos se lo guisan, ellos se lo comen.

Yo les digo lo que pienso. Este premio resulta insuficiente o inapropiado si no viene acompañado de otra creu para el señor López Tena, porque este caballero y el señor Duran han protagonizado uno de los episodios más (tragi)cómicos del circo político de los últimos meses, y aunque se haya echado tierra sobre este asunto, es bochornoso que no se premie esta actuación tan significativa del panorama político contemporáneo catalán. La culpa, por supuesto, es del becario.

Si no se cree, no se cree


En Cataluña, el PIB por habitante en 2010 es aproximadamente el mismo que en 2005, y supera los 27.000 euros. Si uno hace la cuenta de la vieja, una familia media catalana tendría que tener una renta bruta anual de aproximadamente 100.000 euros, estadística mediante. Pero el 70% de las familias catalanas ingresó menos de 35.000 euros en 2009; la mitad de las familias se apañan con menos de 25.000 euros al año y la tasa de paro se ha multiplicado por tres desde 2006, sumando 680.000 catalanes sin trabajo en 2010. Además, la llamada tasa de riesgo de pobreza se acerca al 20%.

En pocas palabras y para que se entienda, la riqueza está mal repartida y estos años de bonanza desaforada, de chanchullos y corrupción inmobiliaria, han incrementado muchísimo la riqueza de algunos y han dejado a los demás peor de como estaban. ¿De quién ha sido la culpa? Nuestra, de todos, por verlas venir y mirar hacia otra parte.

Dicho esto, véase esto otro, que es la política fiscal del actual Gobierno de la Generalidad de Cataluña.

En primer lugar, suprime el impuesto de sucesiones a las 4.000 familias más ricas del país, y deja de ingresar 150 millones de euros (el tristpartit ya había dejado de ingresar alrededor de 500 millones). Muchos euros para tan pocas familias, pero piensen que una sola de ellas, la Carulla-Agrolimen-Palau de la Música, por ejemplo, está acusada de evadir más de 135 millones de euros de impuestos en apenas tres años, y lo que no sabemos.

En la línea, el president Mas prometió a los empresarios asumir más riesgos, que, para que se entienda, implica no apretar tanto en las inspecciones de trabajo y renovar de oficio (i.e., sin inspección previa) las licencias ambientales, sanitarias o de seguridad que las empresas tenían que renovar periódicamente. Se trata de reactivar la economía y racionalizar la administración, dijo don Artur Mas. Que cada uno piense lo que quiera, pero a mí me parece una barbaridad.

La última es de ayer mismo, del conseller de Economía y Conocimiento. Declaró a Europa Press que pretendía rebajar los impuestos a las rentas superiores a los 120.000 euros y suprimir el impuesto de donaciones (que se da entre las mayores fortunas). En el mejor de los casos, la medida beneficiaría a 50.000 catalanes, a siete de cada mil, los siete más ricos, naturalmente. Dijo que era un compromiso de esta legislatura y cuando uno da la palabra, la cumple.

Se han dado prisa en corregirlo... pero no en desmentirlo. Lo haremos cuando pase la crisis, ha manifestado un portavoz del gobierno. Aquello del donde dijo digo digo Diego, pero también aquello de las orejas del lobo.

La poda de la sanidad, la educación y los servicios sociales que benefician a los que tienen menos se justifica difícilmente si uno, mientras tanto, suprime impuestos a los que tienen de sobra y algo más... o se justifica plenamente si uno no cree en el papel del Estado como garante de los derechos y el bienestar de la mayoría de los ciudadanos, ni su papel en defensa de la meritocracia y la igualdad de oportunidades. Éstos no son los mejores, pero no son tontos. Perdón, no son tan tontos. Son neocones furibundos y fanáticos. No creen en la res publica, y si no se cree, no se cree, y venga el 3%, que hay prisa.

Gran Premio de la China 2011

Nada, que no hay manera. Ferrari ha llegado a tener opción seria al podio, pero... puf... nos tenemos que conformar con ser sexto y séptimo en una carrera, eso sí, que ha sido muy movida y emocionante, de ésas que merecen la pena verse. Este año no nos vamos a comer un rosco.

El gran Gatsby


Francis Scott Fitzgerald escribió The Great Gatsby en 1925. Edicions 62 la publicó en catalán en 1972, traducida por Ramon Folch i Camarasa, y la ha vuelto a publicar ahora, con una revisión de Rosina Nogales, que es la que he leído.

A todos nos suena El gran Gatsby por la película protagonizada por Robert Redford, pero la novela es un clásico de la literatura americana del siglo XX. En apariencia ligera, incluso banal, es una feroz crítica de la gente bien de los años veinte, de fortunas escandalosamente enormes y derrochadas a manos llenas que llevaron al mundo al crack del 29.

¿Saben? Me ha recordado lo vivido en la decada de 2000, con esas grandes fortunas del ladrillo, la corrupción y la especulación que se repartían el pastel, y su vaciedad, por no decir zafiedad. Esos yates monstruosos, esas mansiones marbellíes, la societat civil... Ya me entienden.

Es una novela muy recomendable, excelentemente traducida al catalán, y que parece ligera hasta el final, cuando se vuelve desconsoladoramente triste, y bella. Léanla.

Canallas

Telefónica quiere, copio las palabras de sus directivos, adoptar una postura más flexible. Han puesto en marcha un proceso de reestructuración de plantilla y, copio, no se descartan otras iniciativas, como la posible externalización de servicios y procesos adicionales de reestructuración de la plantilla los próximos tres años. Igualmente, pretenden desligar los salarios de la inflación, para incentivar la productividad.

Traducción de reestructuración de la plantilla: Telefónica echa a la calle a 5.600 trabajadores, el 20% de su plantilla en España.

Traducción de externalizar servicios: Pagar menos dinero por el mismo trabajo sin asegurar éste.

Traducción de desligar los salarios de la inflación: Mientras Telefónica facturó alrededor de un 4% menos en 2010 que en 2009, sus directivos se subieron el sueldo un 5,9% de media ese mismo año.

Traducción de incentivar la productividad: El Consejo de Administración de Telefónica que preside César Alierta (el caballero de la fotografía) se repartió 27,7 millones de euros en 2010, pese a facturar menos. En 2011, está previsto repartir 6.900 millones en dividendos entre los señores accionistas de la empresa y se ha creado un fondo de incentivos de 450 millones de euros a repartir entre 1.900 directivos los próximos tres años.

Por eso añaden, textualmente, que su plan de empresa busca alinear los intereses del Equipo Directivo del Grupo Telefónica con los de sus accionistas. Traducción, que piensan repartirse 1.300.000 euros por cada trabajador que ponen de patitas en la calle.

¿Qué quieren que les diga? Que son unos canallas. No se me ocurre otra definición.

Prioridad nacional

Fíjense ustedes que con el déficit de los medios audiovisuales de la Generalidad de Cataluña podríamos mantener sin ningún recorte asistencial, de plantilla o servicios sanitarios cuatro, puede que cinco, grandes hospitales públicos. Si sumamos el presupuesto anual de estos medios audiovisuales, se podría cubrir todo el déficit del sistema sanitario público en Cataluña.

Añado que la cuota de pantalla media anual de las televisiones de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (TV3, Canal 33 y nueve o diez canales más, uno recién inaugurado), fue de un 14,8% en 2010. En 2000 superaba el 21%. Disminuye más de un 3% cada año. En cambio, la sanidad pública catalana cubre a toda la población y el sistema de seguridad social es uno de los pilares básicos del Estado.

Ocurre, sin embargo, que los mandamases de ahora no creen en el Estado. En Cataluña, ya se ha comenzado por desmantelar la sanidad pública, se abandonan los servicios sociales y se han formalizado diferencias notables entre la educación pública y la privada. Existen otras preferencias, y verán ustedes cuáles. Con la que está cayendo, el portavoz del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, el señor Homs, se dirige al público en la Universidad Ramon Llull y dice lo que sigue, y copiaré textualmente sus palabras:

Hay que potenciar los medios de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales [...] porque son un instrumento esencial en la construcción nacional de Cataluña. [...] Hay rumores insistentes de que España quiere desmantelar sus televisiones autonómicas, pero nosotros queremos preservar, potenciar y priorizar los medios de comunicación sustentados por la Generalitat. [...] Para nosotros, TV3 y Catalunya Ràdio son prioritarios porque son un instrumento determinante en el conflicto de intereses que hay entre España y Cataluña en el tema de la construcción nacional de Cataluña. [...] Si queremos hacer frente a los rumores de guerra provenientes de España, que buscan cuestionar nuestro imaginario colectivo, nos tendremos que armar. [...] Tomaremos medidas para defender los medios de comunicación de la Generalitat porque son un arma esencial contra esta amenaza. [...] Es bastante evidente que después de las elecciones del 22 de mayo en otras Comunidades Autónomas aflorarán déficits económicos, como en Cataluña. Entonces, muchos gobiernos autonómicos tendrán la tentación de eliminar sus medios de comunicación porque son caros y porque ciertas sensibilidades políticas se sienten suficientemente representados por otros medios de comunicación. Pero este no es nuestro caso. [...]


Etcétera.


Sólo faltaba que después de la perorata con aires de NO-DO el auditorio desfilara con antorchas al ritmo de himnos patrios. Bueno... hay quien lo hace, y no diré nombres. No aprenderemos nunca.

Empacho fumbolero


Si a usted no le gusta el fútbol, prepárese. El Barça y el Madrí se enfrentan cuatro veces, cuatro, en tres semanas, o así, no sé bien. Se juegan la Liga, la Copa, la Copa de Champiñones y a ver quién la tiene más grande. Veintidós tipos en calzoncillos dándole patadas a un balón se van a convertir en protagonistas de sesudas tertulias políticas y se analizará hasta el más mínimo detalle de los encuentros y las palabras de los jugadores, de manera repetitiva, obsesiva y fanática. Pero ¿qué tiene el fúmbol?

¡Viva la República!

Hoy, 14 de abril, se celebra el aniversario de la proclamación de la II República Española hace, agárrense, ochenta años. Por tradición familiar sui generis, por llevar la contraria y porque sí, razones todas ellas válidas para el caso, me permito un ¡Viva la República! y me quedo tan a gustito.
¡Que viva!

Quo uadis, Sanitas?

Lo del latín va por usted, don Baudilio, que ya sabemos cuánto aprecia la cultura clásica. Sin embargo, la pancarta estaba escrita en un castellano aproximadamente correcto. Decía, y perdonen ustedes:

¿Dónde vas, Sanidad?
«BOI» a tomar por culo.

La casa de los siete tejados

Debolsillo publica La casa de los siete tejados (The House of the Seven Gables), de Nathaniel Hawthorne y... ¡qué gran placer volver a tener un clásico entre las manos! ¡Un clásico...!

La edición está traducida por Verónica Canales. Narra la historia de una familia de Nueva Inglaterra, ligada a una mansión, a una maldición, durante generaciones. Hawthorne narra una historia sencilla con un grandísimo lujo de detalles y sus descripciones son inmensas, se las mire como se las mire, sin dejar de lado un sentido del humor, una ironía, casi un sarcasmo, que tira con bala contra todo lo que se le pone por delante, y un profundo conocimiento de la psicología de sus personajes. Podríamos decir que es una novela (un romance, dice Hawthorne) de terror o de misterio, pero no es eso, exactamente. Es sencillamente, una maravillosa novela llena de escenas cómicas, trágicas y poéticas.

Hawthorne y Melville son los dos pilares de la novela norteamericana del siglo XIX. A Melville lo conocemos por la ballena blanca, aunque pocos han leído Moby Dick, pero ¡no tendríamos que perdernos a Hawthorne por nada del mundo!

La epidemia de sarrampión


El sarrampión lo provoca un virus altamente contagioso y no existe un tratamiento específico contra ese virus. Es decir, si uno pilla el sarrampión, tiene que soportar los días que dure como buenamente pueda y rezar para que no se complique el cuadro clínico.

No existe un tratamiento, pero existe una vacuna. Las campañas de vacunación masivas han logrado aislar el sarrampión hasta el punto que en poblaciones donde prácticamente todo el mundo esté vacunado siempre puede salir algún idiota reclamando el derecho a no vacunarse... y en muchos casos no le pasará nada. Será así porque, viviendo entre vacunados, no tendrá contacto con el virus. A él le salva que los demás estén casi todos vacunados, no otra cosa. Las altas tasas de vacunación de la triple vírica permiten que los antivacuneros sigan vivos. Si aumenta el número de antivacuneros... la hemos liado.

Y si uno de estos irresponsables se va de viaje a según qué país puede ocasionar alguna desgracia, especialmente si visita un país pobre, porque podrá convertirse fácilmente en portador del virus.

El sarrampión parece inofensivo, pero las complicaciones durante el desarrollo de la enfermedad son muy comunes. La más frecuente, una diarrea. Pero también se mencionan neumonías, encefalitis e incluso ulceraciones o abrasiones de la córnea. Estas complicaciones son mucho más severas si el afectado es un adulto.

En un país desarrollado, el sarrampión mata a uno de cada mil enfermos. En aquellos países con servicios sanitarios deficientes, donde el sarrampión es más común, la mortandad es de un 10%. Un paciente inmunodeprimido tiene una probabilidad entre tres de morirse de un sarrampión. Como ya he dicho, en la mayoría de los casos el sarrampión lo contagia un imbécil que no quería vacunarse por defenderse de no se sabe qué conjura de las empresas farmacéuticas, o cualquier otra tontería por el estilo.

Todo esto porque en Sevilla ya van por casi seiscientos casos de sarrampión y la Consejería de Salud está tomando medidas de urgencia para detener el brote de la enfermedad. Más de cien pacientes han tenido que ser hospitalizados. La mayoría no se habían vacunado, porque eran todavía bebés o porque a su edad todavía no se vacunaba a la población, enfermando, pues, los grupos de mayor riesgo.

Inversión de futuro

Lo dijo don Artur Mas, en una entrevista en TV3, una de ésas que encarga para dirigirse a los súbditos y autocomplacerse con ello. A una pregunta de la entrevistadora, el presidente con sonrisa de anuncio de pasta de dientes la interrumpió alzando la mano (que por algo es quien manda) y dijo, y traduciré textualmente: Mire, señorita [sic], no diga más «recortes». Diga «ahorro», o «inversión de futuro». Y se quedó así, tan contento, después de haber creado dos nuevos eufemismos.

Ya saben, con la inestimable ayuda de don Baudilio invierte su tiempo en cerrar plantas hospitalarias para que en el futuro no tengamos que preocuparnos más por la sanidad pública, pues, muerto el perro, se acabó la rabia.

Las declaraciones del Dr. Vilardell (en catalán)

Creo que se puede decir más alto, pero no más claro.

¡Qué viene el lobo!

El lobo ha regresado a Cataluña. Dicen que los lobos catalanes provienen de Italia, lo que implica, a decir de los naturalistas, que son propiamente lupi.

Bromas aparte, se ha llevado con mucha discreción el suceso de varios ataques contra rebaños de ovejas en la provincia de Barcelona, sucesos que demuestran que el lobo inmigrante ha cruzado definitivamente los Pirineos. El último, dice la prensa, en Castellterçol, en la comarca del Moianès, y no se registraba un ataque de lobos en la población desde el siglo XIX. El problema es que en el Moianès existe un numeroso grupo de eco-ganaderos y ahora se enfrentan con un eco-peligro inesperado, el lobo. Han pedido ayuda (discretamente) a las autoridades.

Se calcula que entre 2004 y 2010 los lobos se han llevado por delante 85 cabezas de ganado. De éstas, diez en Barcelona (ésa es la novedad). Como el lobo es una especie protegida, la Generalidad paga una compensación por cada cabeza de ganado perdida, y sumando, sumando, se han pagado no más de 9.364 euros en todo este tiempo, contando lobos y osos (éstos, eslovenos).

Los perros salvajes o asilvestrados se han cepillado mientras tanto 648 cabezas de ganado y los ganaderos echan siempre la culpa al lobo (para cobrar las indemnizaciones). Se ha llegado al extremo de tener que estudiar cada denuncia en particular, por sistema, para evitar picarescas.

(Des)control presupuestario

GISA es la empresa de la Generalidad de Cataluña encargada de la gestión de la obra pública. Estos días, la policía ha estado investigando a GISA por un asunto muy feo relacionado con la adjudicación de obras en carreteras en Gerona. Ya saben: concursos amañados, cargos corruptos, etc. A raíz del caso, de casualidad, buscando entre los papeles y sumando números, unos auditores han descubierto el caso de la contable espabilada. Les cuento.

GISA habla de irregularidades contables. La policía, de fraude. El juez dirá, pero una contable de 45 años ha cobrado 207 cheques a cargo de las cuentas bancarias de GISA entre 2007 y hace unos días, y esos 207 cheques suman, agárrense, 513.107 euros, que la contable guardaba para su personal uso y disfrute.

Es cierto, estas cosas pasan en cualquier empresa, pero han pasado en GISA, que últimamente no gana para disgustos.

Gran Premio de Malasia 2011


Mal asunto. Ferrari se lleva dieciocho puntos a casa, pero no parece que pueda con los Red Bull y apenas con los McLaren. Seguimos terceros en el Campeonato de Marcas. Alonso se quedó sin alerón adelantando a Hamilton y allá perdió la oportunidad de un podio, pero ¡tranquilos! Una novena a San Enzo y otra a Santa María de Maranello y esto se arregla... o eso espero, porque, si no...

Reaccíón popular

El otro día, el personal del Hospital de Bellvitge cortó la autopista en señal de protesta y provocó un atasco. En vez de responder con bocinazos e indignación, los conductores aplaudieron y corearon las consignas de los manifestantes durante el cuarto de hora que duró la manifestación.

Lo último de don Baudilio


Este personaje no tiene desperdicio. Ayer se despachó a gusto y dijo lo que dijo. El cada vez menos Honorable Sr. D. Boi Ruiz, don Baudilio, conseller de Salut, hace amigos a diestro y siniestro.

Va y dice, y copio, que la reacción de los profesionales de la sanidad es extraordinariamente exagerada (sic). Oh, sí, don Baudilio, poner el grito en el cielo porque se echen a la calle a miles de trabajadores de la sanidad pública es una exageración, porque debería de ser algo... ¿normal? ¡Cómo nos da por sacar las cosas de quicio...!

Lo dijo en Madrid, en el Foro Ideas y Diálogo (sic, vaya nombre y quién fue a hablar), organizado por Farmaindustria y Europa Press.

Dijo, además: la resistencia [del personal sanitario] no estará [sic] tanto por el impacto sanitario que pueda provocar la medida, sino por las repercusiones que esa medida tiene sobre los ingresos de estos profesionales. Así, con dos c..., y perdonen ustedes.

¿Creen que ya tuvo bastante? Pues, qué va. Se despachó a gusto. Se retrató tal y como es. Dijo:

Que el cierre de los quirófanos por la tarde obedece a un objetivo: buscar mayor eficiencia de los quirófanos por la mañana (sic).

Que sólo aumentarán las listas de espera de fimosis, vasectomía y amígdalas (sic).

Luego aclara una cuestión polémica. Copio: No se cerrarán camas en Catalunya, no se eliminarán. Ante la estupefacción del personal, que parecía no haber entendido bien, porque ya se están eliminando, don Baudilio se explicó mejor y dijo que esas camas de las que tanto se habla, copio, no se usarán durante determinados días porque no habrá actividad. Ya saben, quedará prohibido que la gente enferme en vacaciones, pues ¿qué se han creído? Durante cuatro meses (cuatro) suprimirá casi la mitad de las plazas hospitalarias catalanas, incluyendo las UCI... porque no habrá actividad. Manda güevos, que dijo ése.

Acto seguido, surgió el neocón que lleva dentro. Nada de subir impuestos, porque sería muy grave. Mejor desgravar la sanidad privada. ¡Toma ya...!

Se declaró firme defensor del copago, pero dijo que no lo aplicaría en esta legislatura porque entre una cosa y la otra, favorecería que se siguiera manteniendo el paradigma tradicional de la sanidad (sic), queriendo decir que daría mala imagen. Pero se apresuró a añadir que el copago se aplicará en el futuro, después de las medidas del plan de ajuste.

¡Ajuste...!

Y tan contento.

Tardaron muy poco tiempo los sindicatos en responderle, y le dijeron de todo menos guapo. Metges de Catalunya habla de juego sucio. Añade que si fuera por dinero, hacía tiempo que los médicos se habrían ido a trabajar a cualquier otra parte, porque fuera cobran más que en Cataluña. Es una muestra más del desconcierto que reina en la Conselleria de Salut y una salida en falso ante la reacción de médicos, pacientes e incluso de algunos de sus gerentes que se están oponiendo al plan de choque, añadieron.

Bello, útil


Nuestros ancestros consideraban que un hombre era verdaderamente libre cuando podía dedicarse al estudio de eso que ahora se dice inútil. Es decir, era libre cuando podía dedicar tiempo al cultivo del saber, y de esta agricultura del conocimiento proviene la palabra cultura.

El hombre libre era el que podía dedicarse plenamente al ejercicio de la política, la filosofía, la matemática, la oratoria, la poesía o la música, por poner algunos ejemplos. Sólo un hombre libre podía ser ciudadano, porque sólo un hombre libre podía reflexionar sobre la ciudad y la república sin servidumbres.

En aquellos días, el saber útil, el que sirve para ganarse el jornal, no era considerado noble, porque no era altruista, sino interesado. De ahí vendrá la diferencia, que todavía pervive, entre lo que consideramos un artista y un artesano, y tantas otras discriminaciones tan sutiles entre lo que es y lo que no es cultura. La cultura era lo bello, no lo útil... aunque resultase extremadamente útil, al fin y al cabo. Porque de esas mentes ociosas (ésas capaces de distinguir entre otium et negotium) surgió el derecho o la ciencia, y el placer de las artes.

El mundo da muchas vueltas y el cristianismo por un lado, el poder económico por el otro, y tantos azares de la historia elevaron la categoría social del artesano, del burgués, hasta la ciudadanía. El artesano ya era también responsable de los asuntos de la república. Pero ¡cuidado! Cómo veneraban la cultura.

En tiempos de la Ilustración, la época de oro del pensamiento político, era bien sabido que el hombre más libre era el más culto. Sapere audet, gritaban los ilustrados: ¡Atrévete a saber! ¡Piensa por ti mismo! ¡Aprende, critica, reflexiona! Por alguna razón fue la Enciclopedia el símbolo del Siglo de las Luces, ésas que todavía nos iluminan en estos tiempos tan tenebrosos. La Enciclopedia, la utópica reunión de todo el saber humano, la que querían que fuera accesible a todo el mundo.

Luego pasó lo que pasó, y los nuevos tiempos trajeron el progreso material más acelerado que se ha visto nunca. Lo útil pasó al primer plano, definitivamente, y los dorados frutos del ocio... ahí se quedaron, para hacer bonito. La cultura es apenas un saber ornamental.

Algo de razón tendrían éstos que añoran los tiempos donde se rendía pleitesía a la cultura cuando se toma a Hegel por filósofo, y no por cantamañanas, y cuando los únicos frutos de la política de los siglos XIX y XX han sido el nacionalsocialismo y el comunismo. Lo otros avances de la democracia, como el sufragio universal o la igualdad de derechos y deberes sin discriminación de raza, sexo o religión son frutos tardíos de la Ilustración, no hijos del progreso contemporáneo.

Por eso defiendo el saber ornamental, ése que parece apenas un adorno, pero que, si uno reflexiona sobre ello, resulta tan beneficioso. Defiendo el estudio de las lenguas clásicas, la aplicación en la lectura, la capacidad crítica, el conocimiento de la historia, del arte, de saberes que parecen vanos, pero que son, en realidad, fuentes de las que beben los mejores momentos de la humanidad, luces que nos orientan en un mar agitado y peligroso, lleno de piratas, sirenas y bárbaros.

«Si quieres estudiar filología clásica, te la pagas de tu bolsillo»


Ésta y otras lindezas dijo el Hble. Sr. D. Boi Ruiz en una entrevista en el diario Ara, que se publica en catalán. És una lástima que la entrevista no se publique entera en internet, porque no tenía desperdicio. Dijo, traduzco, que la universidad ha de responder a la demanda del mercado, tal cual.

Sus palabras han provocado un pequeño terremoto entre los amantes de la cultura y sed de sangre entre los filólogos clásicos.

Éstas han sido algunas de las reacciones (algunas, en catalán): En el diario La Mañana. En el diario El País, y un artículo del Sr. Folch. ¡Ya tantos más!

Sin embargo, fue un profesor de la Universidad de Lérida (UdL), don Matías López López, el que inició las quejas con esta carta, de la que se ha hecho publicidad en internet.

A tal punto llegó el revuelo que el Hble. Sr. Ruiz ha tenido que pedir disculpas.

Pero no se dejen engañar. Éste no siente ningún respeto por la res publica. Ni éste ni los suyos, porque, parafraseando a Nietzsche, don Baudilio no es más que un síntoma de nuestra decadencia moral. Y como dijo Cicerón, quosque tandem, Baudilius, abutere patientia nostra?

Toma el dinero y corre

¿Quién paga el aparato de los partidos políticos catalanes? Chanchullos aparte, no se sabe cuánto dinero reciben en préstamo de los bancos, pero las cajas de ahorro están obligadas a declarar la deuda que tienen con los partidos políticos.

En 2010, los partidos con representantes en el Parlamento de Cataluña debían 58,24 millones de euros a las cinco cajas catalanas (La Caixa, Catalunya Caixa, Unnim, Caixa Penedès y Caixa Laietana), un 8,6% más que en 2009. Sólo La Caixa les ha prestado más de 46 millones de euros.

CiU debe 25,72 millones de euros. IC-V, 14,34 millones, más 781.000 euros en otros préstamos. PSC, 11,1 millones, más 3,84 millones en otros préstamos. PP, 3,84 millones. ERC, 670.000 euros.

Varios partidos tienen cuentas de impagos. La de Unió Democràtica de Catalunya supera los tres millones de euros... pero ¿quién habló de embargos?

Otra vara de medir (II)


Examinemos de nuevo el caso de la sanidad pública.

¿Qué hace el Gobierno de la Generalidad de Cataluña? Echa a la calle a miles de trabajadores de la sanidad pública, se niega a sustituir las vacantes, cierra plantas enteras de hospitales públicos durante meses, suprime servicios de urgencias, cierra los quirófanos por la tarde, alarga sine die las listas de espera, propone ahorrar en la limpieza de las salas, sábanas u orinales, ahorrar en la comida o los pañales...

El señor Boi Ruiz, don Baudilio, todavía tiene el cinismo... Qué digo el cinismo... La desfachatez, la insolencia, de afirmar que los ciudadanos no notarán ninguna merma en la calidad sanitaria, aunque luego añade que se apunten a una mutua privada, por si acaso. A los pobres que no puedan pagársela... A ésos, que les den. ¡No notarán ninguna merma...! Pero este señor ¿quién se ha creído que es para mentir así?

No midamos el descalabro en millones de euros, utilicemos otra vara de medir.

¿Cuánto dolor, cuánto sufrimiento y cuántas muertes costará la reforma?

Otra vara de medir (I)


Me siento indignado, furioso. El Gobierno de la Generalidad de Cataluña está aplicándose seriamente, a fondo, en el desmantelamiento de la sanidad pública, los servicios sociales y la educación, que son, tendrían que ser, los objetivos fundamentales del Estado (sin olvidarnos de la administración de justicia). Lo demás son mandangas. El gobierno al que han sustituido lo hizo tan mal que no tendría que verse libre de responsabilidades, añado.

Pero no parece que nadie se lleve las manos a la cabeza. Nuestra prensa, en especial nuestra prensa, guarda un silencio que es pecado de omisión. La gente no sale a la calle para protestar, parece conformarse.

Si hubiera sido el PP el que hubiera castigado tan duramente nuestro sistema sanitario y nuestras escuelas, incluso si hubiera sido el PSOE, o cualquiera en Madrid, ya tendríamos en la calle al famoso millón de personas. Pero los catalanes utilizamos dos varas de medir. Cuando lo hacen mal ellos, no hay piedad; cuando lo hacemos mal nosotros, miramos hacia otra parte y nos sacamos de la manga algo que ellos hayan hecho contra nosotros. Porque nosotros, ah, nosotros todo lo hacemos bien, ¿verdad?

Pues ¿qué quieren que les diga? Lo que hacemos muy bien es hacerlo muy mal, en cuestiones sociales, especialmente, y desde hace varios gobiernos. Fíjense: si yo les digo que la línea política del gobierno del señor Mas es tan neocon y neoliberal como la política que defiende Aznar (recuerden: antiguo socio del actual partido en el gobierno), la gente pone cara de pocos amigos y exclama: Pero ¿qué dices? Pues, digo lo que he dicho. ¿Acaso no es verdad?

Sombras sobre Berlín


Ediciones B publica la primera novela de Volker Kutscher, un historiador que se ha especializado en la historia contemporánea alemana (en especial, en los años veinte y treinta del siglo XX). La traduce Susana Andrés. Se titula Sombras sobre Berlín, y el título es una licencia que se ha permitido la editorial para atraer a los lectores, porque el título original (Der nasse Fisch) no tiene nada que ver ni con sombras ni con Berlín, sino con el pescado fresco (sic), y no pregunten ustedes.

Es una novela negra, sin pretensiones. Un best-seller que se lee para pasar el rato. Su protagonista, Gereon Rath, es un policía que comete algunas maldades, pero es el bueno de la película. En la trama aparece un tesoro ruso, los desórdenes provocados durante el Primero de Mayo de 1929, la sombra del nazismo, sociedades de delincuentes, la vida nocturna berlinesa (que es esa época tenía una fama...), asesinatos, sexo, corrupción... Es una opinión, pero creo que se le podría haber sacado un mejor partido al asunto.

Bien documentada, aunque nos hubiera gustado que la editorial hubiera incluido un mapa de la ciudad en alguna parte para saber por dónde cae la Noséquéstrasse y ver si queda lejos de la Nosédóndeplatz. Pero éste es un capricho del lector al que pueden, perfectamente, no hacer ningún caso.

¡Es que se les ve todo...!


Los políticos tienen la boca muy grande y a veces dejan escapar palabras que provocan polémicas. Unas son debidas a la propia torpeza del político; otras, sirven para generar debates que distraen al personal; algunas, quieren examinar la reacción que provocan en el común o son avisos para navegantes, como esas reflexiones sobre el copago y la privatización en sanidad o educación.

No sé en qué tipología situar la reflexión de la consellera de Educación de la Generalidad de Cataluña, que pensó en voz alta si sería conveniente o no que los alumnos de las escuelas públicas llevaran uniforme. Semejante debate, cuando hay escuelas que no pueden pagar la luz... Pero, en fin, lo dijo y venga uniforme sí y uniforme no, mientras arruinamos las escuelas y nuestro futuro.

Entonces aparece el señor Duran, líder de UDC y muy profundamente medita sobre este asunto en su blog. En http://www.duranilleida.cat/, en una entrada del 30 de marzo, se manifiesta a favor del uniforme por razones prácticas y por imponer la disciplina, y por algo más, que copio y traduzco, literalmente:

Los jóvenes en edad escolar por naturaleza humana son un pelín transgresores, y eso también se refleja en la vestimenta. Hoy, además, tanto en los hombres como en las mujeres y especialmente entre la gente joven, existe una cierta "moda" de enseñar la ropa interior, ya sea llevando los pantalones lo más abajo posible, el jersey más corto posible o ambas cosas a la vez. De entrada, el uniforme resolvería estos problemas.

¡Cómo vela el serñor Duran por la decencia y el decoro! ¡Suerte que alguien nos dice cómo resolver estos problemas! Sin embargo, esta reflexión, tan profunda y enjundiosa, tiene que examinarse a partir de las palabras del señor López Tena, ésas que publicó en su blog, de las que ya hablé aquí y aquí. Léanlas y ahora vuelvan al asunto de las braguitas adolescentes: descubrirán una nueva perspectiva de este asunto.

Sin niños, por favor


Hay una compañía aérea, Ryanair, que con el cuento del bajo coste nos está haciendo comulgar con ruedas de molino. La subvencionamos para que sus aviones pasen por Gerona o Barcelona, por ejemplo, y nos cuesta una buena pasta, y el billete será barato, pero luego le cobran a uno hasta para hacer pis (literalmente). De hecho, la compañía se ha manifestado repetidas veces en contra de la legislación europea que obliga a devolver lo pagado si se suspende el vuelo y cosas parecidas.

La última barrabasada de esta compañía aérea ha sido anunciar vuelos libres de niños a partir de octubre, en la temporada de invierno. Han leído bien, libres de niños. Según Ryanair, un tercio de los pasajeros han tenido vuelos desagradables por culpa del ruido de los niños (de otros) y además echan las culpas a sus padres, por maleducarlos. Así, pues, Ryanair ha descubierto que hay pasajeros a los que no les importa pagar un poco más para viajar sin niños a bordo.

Pero ¿qué hay de los pasajeros que se tiran pedos?

La verdad, me parece que vamos mal.


P.S.: Ryanair ha publicado la noticia en su web el primero de abril, día equivalente a nuestros Santos Inocentes. ¿Será una broma? Pues... quién sabe. Porque la compañía no ha desmentido la noticia. Pero sigue en pie la polémica de los pasajeros que se tiran pedos, que conste.

El silencio de La Vanguardia

Ni quito ni pongo rey, sólo publico dos enlaces (uno en catalán y el otro traducido al castellano) y que cada uno piense lo que quiera. Son éste y aquest.