Ovejas geniales


Si existe un animal con fama de tonto, no es el burro, sino la oveja. Pero una cosa es la fama y otra, la realidad. Para discernir si las ovejas son tan tontas como se cree, un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge han realizado diversos experimentos sobre la capacidad cognitiva y de discernimiento de las ovejas. Las dos investigadoras, A. Jennifer Morton y Laura Avanzo, trabajaron con siete ovejas seleccionadas de la raza Welsh Mountain en marzo y junio de 2010.

La labor intelectual de las ovejas consistía en escoger entre dos cubos. En uno estaba la comida y en el otro, no. Al principio, la comida estaba siempre en el mismo cubo de color azul. Luego se cambió de cubo. Luego se cambiaron los colores de los cubos, las formas de los cubos, hasta se emplearon dos cubos iguales... Las ovejas superaron todas las pruebas.

También eran capaces de reconocer imágenes fotográficas de otras ovejas, diferenciando a la oveja tal de la oveja cual, como también eran capaces de discernir quién era quién entre las imágenes de los cuidadores humanos (una manera como cualquier otra de llamar a los pastores). Es más, se descubrió que tenían una memoria capaz de remontarse dos años atrás. (Sin ir más lejos, los políticos no llegan a tanto.)

Las ovejas se sometieron a los exámenes no sin angustias. Algunos dilemas intelectuales provocaron ansiedad en los ovinos. Balaban, corrían de un lado al otro, se orinaron encima de puro pánico e incluso en alguna ocasión abandonaron el corral sin comer, indecisas sobre qué cubo escoger. Las investigadoras achacaron el comportamiento al dilema de tener que escoger y al miedo de equivocarse, pero, en general, las ovejas pasaron el examen con nota.

Se reirán, si quieren, pero el experimento tiene su intríngulis. Si se valida la conclusión de las investigadoras sobre la capacidad cognitiva de las ovejas, éstas podrán emplearse en el estudio de diversas enfermedades neuroológicas.

2 comentarios:

  1. Sóc la primera en defensar la vàlua, sensibilitat i inte·ligència dels animals, molt superior a la què els atribuïm, però... espero que els cubs estiguessin segellats. O és que el menjar no fa oloreta?
    En tot cas, l'article està explicat de meravella.

    ResponderEliminar
  2. Desconec el detall de la forma i disposició dels cubs, però el cas és que les ovelles, a primer cop d'ull, ja sabien què fer. Prodigiós.

    ResponderEliminar