De ciencia, poca y mala


Avisan las asociaciones y clubes de científicos españoles... Sí, sí, aunque les parezca increíble todavía tenemos científicos en España... Y no, un científico y un dentrífico no es lo mismo... Decía que ayer se reunió la Sociedad de Confederaciones Científicas de España para presentar un informe sobre la educación científica en España, y es para ponerse a llorar.

De entrada, sólo un 4% de los alumnos sobresalen en ciencia, mientras que un 19% de los mismos se instalan en los niveles más bajos, y no van más abajo porque no hay. El nivel medio es deficiente, no superaría una prueba de mínimos, y el interés por la ciencia, nulo. Casi la mitad de los alumnos consideran ser científico algo así como ser un apestado, algo intrínsecamente malo, mientras todo el mundo aspira a ser futbolista o salir en Gran Hermano... (Paréntesis: la inmensa mayoría no han leído 1984 ni saben quién es el Gran Hermano, pero ésa es otra historia.)

El informe asegura que no disponer de una élite científica es un lastre para nuestra sociedad, pero que lo más preocupante y peligroso es la falta de cultura científica, que puede producir mucho daño a la población y un retroceso en la economía de quítate para allá. Así, por ejemplo, los movimientos contrarios a la vacunación en los EE.UU. han hecho rebrotar enfermedades que se creían casi erradicadas y la ignorancia permite la manipulación de la opinión pública con demasiada facilidad. Véanse casos como los aparatos que magnetizan el agua, las timopulseras, la promoción y el éxito de falsas medicionas (homeopatía, quiropráctica, acupuntura, etc.), algunas alarmas sociales sin fundamento... y algunos peligros con mucho fundamento que despreciamos con mucha alegría e insensatez. Cuidado, cuidado.

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