Spa Francorchamps (GP de Bélgica 2010)

Siete kilómetros y un puñado de metros en un circuito de leyenda, y la promesa de estar preparado para lo que venga, especialmente para los chubascos. Luego, un fiasco tras otro y cuando finalmente llueve, el campeón se va de detrás y rompe la suspensión de delante. Suerte que el segundo coche llega cuarto y suma puntos para la escudería, pero qué triste consuelo. Nos están pasando la mano por la cara.

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