Avance de la estulticia


Hace unos días, el conseller Maragall no ocultaba su preocupación ante las pruebas a las que había sometido a los alumnos de sexto de primaria catalanes (12 años). Según sus propias palabras, hay que hacer algo.

Estas pruebas las había efectuado la propia Generalidad de Cataluña. Concluyeron que poco más de una tercera parte de los examinados era incapaz de leer un texto y comprenderlo, y tanto daba que fuera en castellano o catalán. A decir de las estadísticas, el número de analfabetos funcionales se ha incrementado un 8% en ambas lenguas en apenas un año, y no parece que vaya a mejor. El avance de la estulticia ha sido fulgurante.

Aparte, el Ministerio de Educación también evalúa a los alumnos de cuarto de primaria de toda España (10 años), y los catalanes tampoco salen bien parados. Se les ha examinado en catalán (su lengua vehicular en enseñanza). De mil puntos posibles, sacan 503 en Conocimientos Lingüísticos. La misma puntuación, en Sociedad y Ciudadanía. Bajan un poquito en Matemáticas (501). Suspenden en Interacción con el Mundo (480), las antiguas Ciencias Naturales. La media es un suspenso por los pelos (497). Cataluña pasa a ser la duodécima Comunidad Autónoma, por delante de vascos, valencianos, canarios, baleares, ceutíes y melillenses (los peores, con 418). Los que sacan mejor nota, los riojanos (542), y no es nota como para tirar cohetes.

La Conselleria de Educación se excusa con esto y lo otro, pelotas fuera, pero a la luz de sus propias pruebas, ésas que he mencionado antes, poca excusa tiene y suerte hemos tenido de salir tan bien parados. Ser el duodécimo de diecisiete, cuando el primero aprueba justito...

En Suecia, una tercera parte de los niños catalanes sería declarada oficialmente analfabeta. ¿Se han parado a pensar en ello?

2 comentarios:

  1. legiovhispana.blogia.commartes, 15 junio, 2010

    Mi querido Luis,

    A la clase política le importa un pimiento que una tercera parte de los niños sean analfabetos, es más, posiblemente vean en ellos a sus futuros votantes. Por su parte, llevan a sus hijos a escuelas tan caras como privadas donde estoy seguro de que la nota media es muy superior a la catalana (por no hablar del puesto que probablemente ya les tienen asignado en la administración nepotista de que disfrutamos).

    Lo que no deja de aumentar, además de la estulticia de nuestros escolares, es la sinvergonzonería de nuestra clase política.

    Saludos bucarestinos,

    Carlos

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  2. Querido Carlos,

    El sistema educativo en España en general y en Cataluña en particular lleva unos años malditos que ya estamos pagando. Podría señalarte algunos universitarios que no saben escribir una carta, y no hace falta que diga más.

    Este despropósito es del estilo de "entre todos la mataron y ella sola se murió". No hay partido político que no quiera meter mano (que no haya metido mano) a la educación, y todos han dejado una huella... nefasta. ¿Algún lector cree posible un acuerdo de Estado estable y razonable sobre el modelo educativo en España, tal como está el patio? Ni en España ni en Matadepera. Entre ellos y la pedagogía moderna (que "progresa adecuadamente"), nos van a reventar las generaciones futuras.

    La sirvengonzonería del gestor público crece a cuenta de tanta estulticia, es cierto, y también por otras razones (falta de crítica, apatía, servilismo, corrupción, crisis de valores... qué sé yo). Por eso veo tan berlusconiano y liganortiano el futuro de nuestra clase política, y de nuestra ciudadanía. Tendría que pasar algo muy gordo para errar en el pronóstico, y no imagino qué.

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