A vueltas con la alcaldesa de Cunit

Ferran Balsells vuelve a publicar en El País el último y lamentable capítulo del cuento de despropósitos protagonizados por la alcaldesa de Cunit, y senadora, Alberich, un personaje de probada incompetencia personal y profesional.

El penúltimo fue la renovación de la orden de alejamiento del señor juez, que menciona y avisa explícitamente al Ayuntamiento de Cunit para que no vuelva a quebrantarla. La lectura de la orden de alejamiento habla por sí sola, me remito a ella. Apareció esta semana en casi todos los periódicos. Pone los pelos de punta lo que pasó la pobre empleada municipal, que encima tuvo que aguantar con el proceder de la alcaldesa y senadora de marras.

Decía que el último capítulo de esta lamentable historia es un panfleto que la agrupación del PSC de Cunit ha enviado a sus vecinos. Copiaré el texto del panfleto, incluyendo sus faltas gramaticales y ortográficas (búsquenlas).

«Debido a las declaraciones y noticias aparecidas en diversos medios de comunicación durante los últimos días, la agrupación de Cunit del Partit dels Socialistes de Catalunya MANIFIESTA»

»Nuestra compañera, Alcaldesa de Cunit y Senadora, Judith Alberich, se ha caracterizado siempre por una acción política en defensa de aquellos valores que sostienen las políticas socialistas sobre inmigración, defensa de los derechos de la mujer y, de forma prioritaria, aquellas políticas que promueven, de forma amplia, la igualdad, la tolerancia y la justicia social. Su trayectoria en el Partido Socialista y en la gestión municipal pone de manifiesto su credibilidad como política y como persona.»

»Algunos medios de comunicación han querido transmitir, durante los últimos días, una falsa sensación de conflicto social en Cunit. Nada más lejos de la realidad. En Cunit no ha existido ni existe conflicto entre los diversos colectivos que la configuran. El colectivo magrebí, como el resto de colectivos, conviven de forma natural en nuestro municipio, de tal forma que podemos ver por nuestras calles una amplia diversidad de mujeres musulmanas: con velo, sin velo, con pantalones, con faldas, etc. Una muestra de normalidad democrática.»

»Los partidos de la oposición en Cunit (CiU, ERC i ICV), con la complicidad del presidente de la Federación de Vecinos, hombre de Esquerra Republica
[sic], están actuando sin la responsabilidad política y social que se les debería exigir. Están manipulando un conflicto privado entre la mediadora cultural y el imán para elevar al plano político un fenómeno tan sensible como el de la inmigración, con el objetivo de obtener rentabilidad electoral.»

»Desde el Partit dels Socialistes de Cunit queremos reprobar cualquier intento de manipulación política de unos hechos que se sitúan en el terreno judicial. Manifestamos nuestro total respeto a la justicia y nuestro rechazo a cualquier forma de violencia social, física, psicológica..., y ponemos de manifiesto nuestro más firme apoyo a las víctimas que las sufren.»

»Nuestro municipio está liderado por una persona políticamente preparada, reflexiva, humana, sensible a las injusticias y que apuesta por la resolución de conflictos para evitar, en la medida de lo posible, la judicialización de la convivencia. Judith Alberich cuenta con el apoyo firme e incondicional de la Agrupación Socialista de Cunit.»


¡Olé! ¿Quién lo ha escrito?
Porque, no nos confundamos, la cuestión de fondo es que una empleada municipal, por ejercer las funciones que correspondían a su puesto de trabajo, resultó amenazada, coaccionada y perseguida por una serie de personajes que tienen nombre y apellidos, no por un colectivo. No se trata de un conflicto social, ni de la cuestión de la inmigración (que presumo compleja en Cunit), sino de un comportamiento delictivo de una persona y sus secuaces.

Cuando la empleada municipal comenzó a hacer su trabajo, esos personajes se le echaron encima, porque vieron amenazada una posición de privilegio tolerada hasta entonces por las autoridades municipales. Tú ocúpate de los tuyos y yo me ocuparé de los míos, ése era el trato, y la empleada municipal se interpuso en esta relación de complacencia mutua. Se me ocurre preguntar ¿quién había elegido al imán para representar a nadie? Hay mucha oscuridad en esta relación política.

Por eso, a la violencia del imán y sus secuaces hay que sumar el comportamiento de la alcaldesa y senadora: tú eres el problema, se trata de un asunto personal, retira la denuncia, estás judicializando la convivencia, si quieres te buscamos otro trabajo en cualquier otra parte, buen rollito del bueno. Ningún tribunal juzga a la alcaldesa y senadora. Ojalá lo hiciera, pero ya se sabe: un comportamiento vil y canalla no tiene por qué ser delito. Es más, una maldad horrenda puede nacer de un montón de buenas intenciones, incluso legítimas. No digo que sea el caso.

En fin, que les vaya bien con su conciencia.

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