Los bigotes del coronel Morland


Cuentan que en el meollo de la batalla de Austerlitz, el coronel Morland, de los cazadores a caballo de la Guardia Imperial, se lanzó contra los rusos a la cabeza de dos escuadrones y que un balazo se lo llevó por delante. Como suele suceder en estos casos, lo suyo se consideró heróico y el señor Bonaparte en persona ordenó que su cadáver se trasladara a Francia, para que su viuda pudiera enterrarlo con todos los honores. Larrey, el cirujano jefe del Gran Ejército, lo momificó, mediante el simple procedimiento de sumergir al coronel Morland en una gran garrafa de aguardiente, según unos, o de ron, según otros. Envolvieron el paquete y ordenaron enviarlo a la señora viuda de Morland, en París, Francia.

Aquí se tuerce la historia, y existen muchas versiones acerca de ella. Se cree que el paquete cayó en manos de feriantes y titiriteros, que exhibieron a cambio de unas monedas un auténtico coronel de la Guardia Imperial por media Europa, hasta que tuvieron la mala suerte de topar con franceses entre el público. Pero ¿fue así? Unos cuantos eruditos se inclinan a pensar que sí, que eso es lo que sucedió, pero ¡quién sabe!

Lo que está seriamente documentado es el susto que se llevó la señora viuda de Morland, que recibió el paquete muchos meses después de la batalla de Austerlitz, cuando ya no pensaba volver a ver jamás a su querido esposo. Al mencionado héroe le habían crecido los bigotes y la melena de tal manera que le llegaban a los pies y se arrastraban por el suelo. Este suceso forense sería la única manera de datar el periplo de nuestro heroico y desgraciado coronel Morland, que en paz descanse.

Buen rollo, mal rollo (bis)

Poco después de escribir sobre el caso de la mediadora social de Cunit, aparecieron en los periódicos entrevistas, noticias e investigaciones que añaden más leña al fuego. Así, en una entrevista concedida a El País, la señora Alberich, la alcaldesa pánfila, se contradice abiertamente, constantemente y de manera contumaz, evidente y notoria demuestra que su empeño por el buen rollo era, es, siendo benévolos, una majadería, y que no sirve para el desempeño del cargo. El periodista, Ferran Balsells, la pilla en falso en una pregunta sí y en otra, también. Si no fuera por el daño que ha hecho, casi nos daría pena. El caso es que otros periódicos insinúan algo más serio: el conflicto entre el imán y la mediadora social pudo tener su origen en los negocios ilícitos del imán, que cobraría, según El Mundo, entre 2.000 y 5.000 euros por ayudar a sus compatriotas a instalarse en Cunit, empadronarlos, buscarles un trabajo, un piso... y ésas son las cosas que hace, precisamente, gratuitamente, una mediadora social, como la agredida. Como no sé más, no diré más, pero ¡cuántos casos como éste no habrá por ahí!

Gracias, Villatoro

Queridos lectores,

Sé que las últimas anotaciones parece que ataquen al señor Villatoro por haber escrito Tenim un nom y haberse llevado el premio Ramon Llull. ¡Nada más lejos de mi intención! No, no, por favor. Si ataco algo es el orden de prioridades de la prensa y los medios catalanes al hablar de cultura, que dejan de lado un personaje tan universal como Salinger para referirse a un premio literario que otorga el Gobierno de Andorra y Editorial Planeta. Felicito al señor Villatoro y siento que el señor Salinger la haya diñado precisamente el día de su triunfo, que también es mala suerte.

Que quede clarito: aunque no creo que vaya a leer esa novela del Barça, ni coincida con el señor Villatoro en muchas de las cosas que dice o hace, el señor Villatoro merece todos mis respetos, y hasta un agradecimiento. Me explicaré.

Hace ya algunos años, me tocó acompañar a un director general al Parlament de Catalunya. Éste tenía que exponer el nuevo Plan de la Energía al grupo parlamentario de Convergència i Unió, cuando éste mandaba y hacía lo que le venía en gana, y yo le acompañaba porque era yo quien había preparado las diapositivas. Y yo, que nunca me había visto en estas lides, me sorprendí mucho al topar con una tropa de parlamentarios maleducados, soeces y despreocupados. Se hablaban a voz de grito, se llamaban entre sí por el teléfono móvil, les importaba todo un pimiento.

Pero en ese mar de estulticia, un diputado escuchaba con atención, tomaba notas, hacía preguntas inteligentes y ponía mala cara a sus compañeros. Ese diputado atento y amable era el señor Villatoro. Gracias.

Gracias, Salinger

Ha muerto J.D. Salinger, a los noventa y un años de edad, el 27 de enero de 2010. Se ha ido el huraño, misterioso, gruñón escritor que publicó en vida apenas una novela (The Catcher in the Rye, traducida como El guardián entre el centeno) y un puñado de cuentos. Se cree que nunca ha dejado de escribir, quizá se publiquen ahora más cuentos, o novelas, que guardaba consigo en su refugio. Quién sabe.

No seré yo quien glose su obra, excepcional. Tan pocas letras pusieron patas arriba la literatura contemporánea y pocos autores pueden presumir de ello. Salinger es sutil y profundo, muy sutil y profundo, aunque su escritura parezca simple. Lo consigue con honestidad, porque escribe lo que realmente sienten o piensan sus protagonistas, ya sea en primera persona o ya sea en unos diálogos brillantes y realistas. Tanta honestidad le trajo problemas: El guardián entre el centeno ha sido el libro más censurado en la historia de los Estados Unidos, porque su protagonista las deja ir acerca del sexo y la religión, como las dejaría ir cualquier adolescente. Por eso mismo, y porque tiene fama de libro terrible y pecaminoso, es el libro más leído por los adolescentes americanos. Viene siéndolo desde 1951.

Gracias, Salinger. Te echaremos en falta, aunque nunca te hayamos visto.

Literatura comparada

Ayer murió J. D. Salinger. Ayer, Vicenç Villatoro ganó el premio Ramon Llull para novela escrita en catalán, dotado con 90.000 euros y el sostén del Gobierno de Andorra y la Editorial Planeta. La novela ganadora se titula Tenim un nom, y va de un padre que se muere. El padre tiene un hijo, que es adolescente, y se lo lleva a París a ver la final de la Copa de Europa, que resulta que ganó el Barça, qué emocionante, y se pasan el rato hablando de mujeres y de fútbol, viva la Virgen. El autor declaró en rueda de prensa que muchos padres e hijos no sabrían de qué hablar en sus casas si no existiera el Barça, resumiendo de esta manera tan brillante su premiada novela y la profunda psicología del asunto en cuestión.

Ambas noticias se anunciaron en el Telenotícies de TV3, el telediario más visto en Cataluña. La muerte de Salinger, uno de los escritores más influyentes del siglo XX, ocupó aproximadamente veinte segundos. La noticia del premio Ramon Llull, uno de esos premios que nos concedemos nosotros a nosotros mismos, porque somos así de guapos, nosotros, quiero decir, se contó en minutos.

Me apena decir que TV3 no se quedó sola. La versión digital de El Periódico dedica 659 palabras a Salinger y casi 890 a Villatoro; la versión digital de La Vanguardia, 369 a Salinger y 749 a Villatoro; la versión digital del Avui es la más escandalosa de las tres, 187 a Salinger y 560 a Villatoro. Es que Villatoro es uno de los nuestros, caramba, y Salinger ¿quién era? ¿No ha muerto? Pues, el muerto al hoyo y para el vivo, el pollo. Al menos, en internet.

Afortunadamente, hay excepciones. La versión digital de El Mundo dedica más de 2.600 palabras a Salinger y además publica el primer capítulo de El guardián entre el centeno, mientras que Villatoro tiene que conformarse con 788 palabras (que no son pocas). La versión digital de El País dedica 615 palabras a Villatoro y varias miles a Salinger.

Mi conclusión es tremebunda: si nos fiamos de las publicaciones periódicas en internet, concluimos que nos hemos vuelto asquerosamente provincianos e incultos. Hubo un tiempo en el que Barcelona era sinónimo de escritores, editores y Cultura, con mayúscula. Que una novela sobre el Barça con aires de melondrama fumbolero merezca mucha más atención pública y notoria que la muerte de Salinger da pena, mucha pena, y también rabia.

Buen rollo, mal rollo

El buen rollo es una tendencia nefasta en política, y además ir de buen rollo, o de mal rollo, puede significar cualquier cosa, y generalmente mala. Hay que ser justo, hay que ejercer la autoridad, hay que decidir, elegir, promover, hay que proteger al desvalido y exigir las cuentas claras, hay que cumplir la ley y hay que protestar si la ley no es justa o no cumple su cometido, etcétera, pero lo que no hay que hacer jamás en política (jamás) es ir de buen o mal rollo. Los periodistas, por cierto, que se apliquen el cuento, que buena falta les hace.

Hoy leemos en los periódicos ejemplos del nefasto ejercicio del panfilismo y de la tergiversación del rollo, bueno o malo. Por ejemplo, el señor don Joan B. Culla i Clarà escribe en El País criticando el buenismo (¡panfilismo, coño!) de tantos personajes que acusaron a las autoridades municipales de Vic de ser cosas malísimas (racistas, clasistas, oportunistas, cobardes), y allá se quedaron a gusto, haciéndose así pasar por gente de buen rollo, cuando el fondo no pasaban de irresponsables, porque con el tópico por delante y el panfilismo como bandera se negaban a afrontar el necesario e imprescindible debate sobre la inmigración.

Dicho así, parece que el citado caballero podría tener razón, en todo o en parte, y una buena pluma apreciaría el reto de escribir un artículo de opinión sobre este asunto; pero hace tiempo que el citado caballero, el señor Culla i Clarà, escribe al dictado de la Casa Nostra y se suma a la defensa de la actuación ilegal, racista, clasista, oportunista y cobarde del Ayuntamiento de Vic, dándonos gato por liebre. El núcleo de su artículo sostiene que las citadas autoridades municipales de Vic obraron de manera responsable, ahí es nada. Por si fuera poco, el citado caballero escribe cada vez peor, y si puedo perdonarle el provincianismo, la contemplación del propio yo colectivo y la estrechez de miras que gasta, tan típica y triste, no puedo dejar de advertir con fastidio que cada vez escribe peor y cada vez me cuesta más acabar uno de sus ya infumables escritos, donde se define ya sin vergüenza como uno de los nuestros (de los suyos, perdón), un fiel y seguro servidor de la Casa Nostra. Que le aproveche.

Otro ejemplo notable de las catástrofes que puede generar el panfilismo es el de la alcaldesa de Cunit, doña Judit Alberich, del PSC-PSOE. Como en tantas otras poblaciones catalanas, en Cunit existe una importante población inmigrante. Fatima Ghailan era musulmana y trabajaba en los servicios sociales del ayuntamiento. Topó, la mencionada señora, con la frontal enemistad del señor don Mohammed Benbrahim, que ejerce de imán en la población y es de la cuerda integrista. Tanta enemistad surgió entre ellos que el imán presionó al ayuntamiento para que despidiera a dicha señora, por no llevar velo y relacionarse con españoles no musulmanes (sic). Como el ayuntamiento dio largas y no dijo ni sí ni no, por no cuestionar las creencias de nadie, la cosa fue a mayores y el asunto acabó en los juzgados, donde el señor Benbrahim, su señora, su hija y el presidente de la Asociación Islámica de Cunit se enfrentan a penas por amenaza, coacción, acoso, calumnia e intento de agresión, que en el caso del imán pueden sumar cinco años de cárcel.

El asunto se resolverá mejor o peor, pero todos los expertos en inmigración consultados por la prensa coinciden en un punto: la defensa de los derechos y la exigencia de los deberes de las personas, con independencia de su origen, mediante la aplicación estricta de la ley. Qué menos ¿verdad? Pero la señora Alberich pensó que andar condenando a la gente por amenazar, coaccionar, acosar, calumniar e intentar agredir a alguien por motivos religiosos no era de buen rollo, y se cuenta hoy en los periódicos que la alcaldesa, mostrando un panfilismo agudo, casi crónico, intentó que la señora Ghailan retirara la denuncia contra el cafre y su cuadrilla, e intentó mediar entre las partes para que se concluyera un aquí no ha pasado nada y pelillos a la mar. La señora Alberich, descubierto el pastel, se ha negado a hacer declaraciones.

Trivializamos el problema de Cunit, que es el de tantos pueblos y personas, pero ¡cómo echamos tierra por encima de la justicia y el ejercicio de la política! Repito: hay que ser justo, hay que ejercer la autoridad, hay que decidir, elegir, promover, hay que proteger al desvalido y exigir las cuentas claras, hay que cumplir la ley y hay que protestar si la ley no es justa o no cumple su cometido, etcétera. No hay que andar por ahí de buen rollo, ni de mal rollo. Pero hay que ¿o tendría qué? ¿No seré yo el pánfilo, reclamando cosas tan elementales?

Se dice panfilismo

Una expresión que me revienta el oído es la de buenismo, expresión que pretende burlarse de una autoridad que se ejerce con buen rollo, otra expresión que me pone de los nervios. Con razón o sin ella, buenismo es una expresión que se utiliza con mala baba, con ánimo peyorativo, con mala fe. Pero ¡cuidado! El buenismo no existe, es un palabro que tendrá más o menos gracia, pero que no tiene entrada en el diccionario. La palabra que existe, la que reivindico en estas líneas, es panfilismo, y puestos a joder al adversario, jódasele bien, pardiez, y utilícese el término correcto.

Alta tecnología


Hijos del balón

Cuentan que la mujer preñada que contrae matrimonio se casa de penalti y la relación entre fútbol y natalidad parece cada vez más íntima. Sin ir más lejos, la Sra. Rodríguez, supervisora de partos del Hospital Quirón de Barcelona, declaró en COM Radio que estos días se han incrementado los partos en más de un 40%, y que retrocediendo nueve meses coincide la concepción con un famoso gol de Iniesta, un jugador de F.C. Barcelona, y con la victoria de este club de fútbol sobre el Real Madrid. El estado de exaltación futbolera acabó en ejercicios eróticos, y de tales lluvias salieron estos lodos, que dice el refrán. Pero ¿qué nombre recibirán estos hijos del balón? Imagínense a una madre: «Iniestito, cállate y come la sopa». Cosas más raras he visto.

¿Falta mucho para el viernes?

Nos dicen que sopla del norte; se ha llevado las nubes, nos ha traído el frío que toca en enero. Salgo a la calle, me arrebujo en mi abrigo y marcho en dirección a la oficina, bajo el índigo del cielo y la roja herida de muerte con que el día golpea a la noche, mientras las nubes se espantan y huyen. El aire me despierta, agradezco el paseo.

Poco después, cruzo la avenida con cuidado, porque sé que las vías del tranvía resbalan, húmedas, y puedo dejarme los dientes en la acera. Veo cómo los vagabundos abandonan su campamento, cada uno por su lado, míseros y asquerosos. Me cruzo con los parias que esperan la furgoneta de los servicios sociales. Uno vende papelinas de heroína. «Coño, qué frío», exclama uno de sus clientes. El otro me pregunta qué hora es. Siempre lo hace, cuando me ve pasar camino de la oficina. «Las ocho y veinte.» «Gracias, muy amable.»

Un poco más allá, me adelanta una camioneta del servicio forense. La floristería recibe un cargamento de claveles y la marmolería ya está abierta. Los Servicios Funerarios hace tiempo que han abierto las puertas y ya se oyen las máquinas de la fábrica de ataudes, pero es ahora cuando comienzan a llegar parientes y amigos para presentar sus respetos a los señores difuntos. Un olor dulzón, a flores mustias, me llena las narices. Paso deprisa por delante y me planto en la oficina casi con urgencia. Me reciben algunos funcionarios en la calle, con el primer pitillo del día entre los dedos, pateando el suelo para sentir los dedos de los pies y después de un largo viaje en ascensor descubro que los marrones siguen exactamente donde los dejé ayer, encima de la mesa.

Hace frío, es verdad, porque casi se me congela el alma.

Deudas

Los promotores inmobilarios españoles tienen una deuda con los bancos de, agárrense, 325.000 millones de euros, que son casi 55 billones (con b) de las antiguas pesetas. Esto, tirando por lo bajo. Se asegura que los promotores no pueden pagar esta deuda y aquí no pasa nada, dicen los bancos. Con las provisiones de fondos, el recargo a los morosos y comisión por aquí, comisión por allá, el asunto se arregla en un pispás, o eso es lo que dicen para tranquilizar al personal. Los promotores, contentos, aunque reviente la burra.

La deuda exterior de Haití con el resto de países del mundo es de 750 millones de euros, apenas un 0,2% de la deuda de los promotores inmobiliarios españoles. Hoy se publica que no se piensa condonar esta deuda. Manda cojones.

Donde dije digo, digo Diego (van dos)

Cataluña produce el 40% de toda la energía nuclear española, y la consume toda. Dicho esto, y en año electoral, la están armando muy gorda porque Ascó se afirma como candidata al almacén de residuos nucleares. Total, con dos centrales nucleares en el municipio no viene de un poco más. Se estima que el 90% de los habitantes de Ascó quieren el almacén en su municipio, pero es año electoral, los partidos políticos quieren pasar todos por ecologistas, verdes y chachis y ya la tenemos liada.

La historia se inicia el 27 de julio de 2006, cuando la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) anunció que quería tener terminado un almacén temporal centralizado (un cementerio nuclear) en 2010. Tantas prisas por una razón: en 2011 iban a regresar a España los residuos de la central nuclear de Vandellós I, ésa que se quemó y tuvo que cerrarse. Como no había donde meterlos, se han guardado en Francia mientras tanto. Ese día, hace tres años y pico, se publicó en prensa el anuncio de un concurso entre municipios para ver quién quería ese almacén al lado de casa. El 27 de septiembre de ese mismo año ya se habían presentado una docena de candidaturas, dos de ellas de la provincia de Tarragona.

El almacén ocupa unas 25 hectáreas; sus instalaciones gestionarían 160 toneladas de residuos nucleares al año, procedentes, en su mayor parte, de las centrales nucleares españolas. Serían dos o tres trenes nucleares al mes, para entendernos. Quien se lleve el almacén a casa recibe un premio de 1.000 millones de euros; 300 puestos de trabajo durante la construcción del almacén; 110 puestos de trabajo durante su funcionamiento; la construcción de un Centro Tecnológico; y otros muchos incentivos económicos anuales.

El ministro que autorizó el concurso era don José Montilla. Defendió en prensa la maravillosa idea y las prometió muy felices a los habitantes del municipio ganador del concurso. Además, juró y perjuró que el almacén era seguro, una cosita de nada, que ni se nota, vamos. El president de la la Generalidad que dice que no quiere el almacén en Cataluña por malo, malísimo, es don José Montilla. No es un tocayo, es el mismo don José Montilla que fue ministro y firmó la autorización del concurso. No diré más, pero pregunto cuándo quiso engañarnos, ¿antes o ahora?

Debate

En un grafito:
Morir es acordarse de que te has olvidado algo.

Añadido justo después:
¿Dónde?

El debate continúa en las paredes, muerto en los diarios.

¿Qué película vería ahora mismo?

Los señores lectores se inclinaron por películas de corte clásico, aunque tampoco había mucho donde elegir.

La ganadora fue The Searchers, de John Ford, que se ha llevado el 52% de los votos.



En segundo lugar, otra grandísima película, The Godfather, de Francis Ford Coppola, con el 23% de los votos. En tercer lugar, un empate entre Lawrence of Arabia, de David Lean, y El cochecito, de Marco Ferreri, las dos con un 11%.

Finalmente, Rambo IV, de Sylvester Stallone, que no se comió un rosco en las preferencias de nuestros lectores, y eso que contiene frases à la Shakespeare como Live for nothing or die for something, que dice John Rambo, el sufrido protagonista. En fin, que Shakespeare ya no es lo que era y no sé adónde iremos a parar.

Donde dije digo, digo Diego

Véanse las dos películas, primero una y después la otra, y luego piénsese lo que se quiera.



4.601

En octubre de 1959, en la Encomienda de Mudela, Ciudad Real, Francisco Franco Bahamonde, Caudillo por la Gracia de Dios, Generalísimo de los Ejércitos, etcétera, y algunos amigos, cobraron, agárrense, cuatro mil seiscientas una perdices (4.601) en una cacería de tres días. Descontando desayunos, comidas y cenas, eso es tanto como cobrar cuatro perdices por minuto, o más, una cada veinte segundos. ¡Qué balacera! ¡Y cuántas perdices! Las fotografías que publica hoy El Mundo, que tomó aquellos días Eduardo Matos, son del género surrealista: un prado lleno de perdices y en medio, pequeñito entre semejante multitud de cadáveres, Paquito.

Las fotografías fueron censuradas por obscenas (sic), y han tenido que pasar cincuenta años para que alguien haya querido, o podido, publicarlas. Esa imagen absurda, y sí, es verdad, también obscena, la de un ser ridículo y minúsculo en medio de un campo de perdiz-ción, resume perfectamente décadas de la historia de España.

No dan pie con bola

No dan pie con bola. El Centre d’Estudis d’Opinió (ceo.gencat.cat) publica estos días el Informe de Valoración del Gobierno, Enero de 2010. Los resultados tendrían que mover a espanto, son tremendos.

Cuando se les da a escoger a los catalanes, piensan que el primer problema del país es el paro, pero el segundo problema es la política o los políticos (será esta política de estos políticos, digo yo). La primera, en la frente. Luego dejan caer alguna más, puesto que la mayoría (más de un 55%) cree que el actual gobierno ni sabe ni es capaz de solucionar los problemas del país, y un porcentaje superior cree, además, que no pasa a la acción (que ni lo intenta, vamos). Dos terceras partes de los catalanes piensan que su gobierno autonómico gestiona el dinero ineficientemente.

En general, la percepción es que empeora todo, excepto aquello que estadísticamente no importa, que sigue lo mismo. Suspenden en gestión y confianza, claramente además, los tribunales de justicia, los sindicatos, el Gobierno de España y el de la Generalidad de Cataluña. Los ayuntamientos tienen un aprobado justísimo. Los catalanes responsabilizan de los problemas que sufren en sus carnes al Gobierno de la Generalidad de Cataluña antes que al Gobierno de España. La culpa ya no es de Madrid (no tanto, al menos).

Ah, que no vayan frotándose las manos los partidos de la oposición, porque tampoco salen bien parados en el reparto de bastonazos: no hay diferencias apreciables entre la valoración de un partido u otro. Por cierto, uno de cada tres catalanes no sabe qué partidos gobiernan, y uno de cada cuatro no sabe qué partidos tienen parlamentarios. Ya puestos, la mayoría de los catalanes no sabe si es de izquierdas o de derechas y se sitúa en el centro, porque dos de cada tres catalanes no siente ningún interés por la política. Sobre quién te quiere más, si papá o mamá, se declaran moderadamente catalanistas, y no pierden el sueño por esta cuestión. De hecho, el total de catalanes que se siente sólo catalán ha disminuido el último año, aunque se mantiene en el orden de uno de cada seis.

Así las cosas, nos vamos a divertir en un año de elecciones. ¿Votará el 50% del censo? ¿El 60%? Se aceptan apuestas.

Políticos «para anormales»

Ja, ja, qué risa, lo de Rumanía. Ja, ja, las energías negativas... Pero ¡cuidado! Que nosotros también nos bañamos en estos lodos.

No se olviden: el Gobierno de la Generalidad de Cataluña quiso regular por decreto la acupuntura y otras terapias orientales (como la moxibustión, el tuina y el chi-kung), unas terapias llamadas naturistas (como la naturopatía y la naturopatía con criterio homeopático), diversas terapias llamadas manuales (como la kinesiología, la osteopatía y el shiatsu) y diferentes técnicas llamadas manuales (como la reflexología podal, el drenaje linfático, los quiromasajes, la diafreoterapia, la espinología y la liberación holística de estrés con tecnicas de kinesiología, chúpate ésa), y que ninguna de estas disciplinas ha demostrado jamás curar nada.

Igualmente, se estima en un millón de euros (no se conoce la cifra exacta, porque no se quiso decir, qué vergüenza) lo que gastó el señor Saura en contratar a un maestro de fen-shui (o como se llame) para que asesorara a los decoradores de la nueva sede del Departamento de Interior, Relaciones Institucionales y Participación. La misión del maestro era, como les cuento, procurar que la disposición de los muebles atrajera energías positivas y esas cosas. Un pastón que mueve a risa, si no fuera porque un millón de euros hace mucha falta en cosas mucho más importantes. Añadiré que el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda está estudiando la contaminación por energías telúricas negativas (geonosequé) producidas por la orientación de un edificio. Y lo sé porque me consultaron, aunque no creo que mi parecer vaya a ser tenido en cuenta. Utilicé palabras muy groseras.

Política paranormal

Carlos, un amigo residente en Rumanía, me ha puesto sobre la pista. En las últimas elecciones a la presidencia de Rumanía, el Partido Social Demócrata rumano (PSD) perdió las elecciones. Su candidato, Mircea Geoana, con el resquemor en el cuerpo, ha acusado formalmente a su contrincante, Traia Basescu, de atacarlo con energías negativas (sic). A decir del señor Geoana, su contrincante utilizó un equipo de especialistas en parapsicología para amargarle la campaña, como los que utilizan los servicios de inteligencia rusos y americanos, dijo. Añade que lo sabe porque los vio y reconoció, porque allá estaban, escondidos detrás de las cámaras echándole el gafe en el debate televisivo con su contrincante. Para empeorar las cosas, su señora insiste en este ataque de energías negativas, que dejaron a su señor marido con cara de pasmo en el mencionado debate. Por si hicieran falta más pruebas, señaló que el señor Basescu vestía prendas moradas porque ese color atrae las energías positivas, lo que demuestra que estaba muy bien asesorado por un equipo de parapsicólogos y fantasmones. Así las cosas, menos mal que ha perdido las elecciones.

Se acabó lo que se daba

El mariscal Murat, cuñado de Napoleón, puso fin a la campaña de Prusia en 1807 con este breve comunicado:

Sire, la batalla ha terminado por falta de enemigos.

No hay más que decir.

Nos están tomando el pelo

Seis euros al mes. Si el local tiene más de cincuenta metros cuadrados, serán doce. Es lo que tiene que pagar un peluquero por escuchar la radio delante de sus clientes, según la SGAE (http://www.sgae.es/). El asunto salió a la luz cuando el Sr. D. Esteban Criado González, peluquero de L’Hospitalet de Llobregat, recibió la visita de un inspector de la SGAE, que le reclamó un contrato para poder escuchar la radio, coaccionándolo con iniciar actuaciones legales si no firmaba. Así lo denunció en El Periódico el pasado mes de noviembre, en una carta que se ha hecho célebre. El señor Criado no entendía un pijo. Argumentaba que uno acude a él para cortarse el pelo, no para oír música. Otros peluqueros señalan que la radio también emite publicidad, que es ésta la que paga los derechos de emisión, y que escuchar la radio es grátis... o lo era. Pero la SGAE, erre que erre. Paga y calla.

Total, que los peluqueros catalanes se han sublevado. No ponen la radio, ellos, sino sus clientes, a los que piden que traigan la música ya puesta. ¿Se atreverá la SGAE a multar a nadie por escuchar la radio (su radio) en la peluquería? Todo es posible.

También se estudian otras medidas. Una de ellas, reclamar a la SGAE una lista actualizada de todas las canciones que representa, para apagar la radio cuando suene una de ellas y ahorrarse el cánon. La SGAE nunca ha proporcionado esa lista, por cierto. Otra es reclamar derechos de autor por los peinados, tan pronto el cliente aparezca en un lugar público.

No sé cómo acabará todo esto, pero me parece que alguien nos está tomando el pelo, y no es el peluquero.

Ombra mai fu, por Gigli

Beniamino Gigli, viéndoselas con Haendel. Bravo!
Está grabado en los años treinta, disculpen las molestias.



La letra dice:

Ombra mai fù
di vegetabile,
cara ed amabile,
soave più.


Quiere decir (traduzco libremente) que nunca una planta dió una sombra tan querida, amable y suave como ésta. Una vez más, la siesta crece hasta convertirse en la culminación del arte.

¿Qué firmes propósitos se ha hecho para 2010?

Mis queridos lectores no dejarán de sorprenderme. Más de la mitad (un 58%) optan por trabajar menos y cobrar más o por echarse al monte, directamente (un 52%). Ambos propósitos son loables y razonables, aunque se quedarán en nada con el transcurrir del tiempo. Sin embargo, un grupo numeroso (el 41%) opta por no tener ningún propósito, lo que de por sí es ya un propósito, y un lío lógico que no desata ni Sócrates. En fin, lo preocupante no es todo esto, sino lo que sigue, porque un 23% quiere leer a Hegel... ¡y entender lo que dice! Más que un propósito, esto es un despropósito. Una minoría del 17% opta por la formación profesional y se ha hecho el firme propósito de doctorarse en Metafísica Aplicada, una disciplina que sirve tanto para un roto como para un descosido. Un 5% está confuso y quiere trabajar más y cobrar menos. Son los que sobrevivieron a Hegel el año pasado, y así les va.

La vida de los otros


Das Leben der Anderen (La vida de los otros, en español) fue estrenada en Alemania el 23 de marzo de 2006. Poco después, se llevaba siete premios del Deutscher Filmpreis, y una cantidad de premios y menciones que no se acaba nunca. Entre los más famosos, ser finalista a la mejor película extranjera en los Globos de Oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa de 2007. Tiene mérito, si se considera que es la primera película como director y guionista de Florian Henckel von Donnersmarck. Prácticamente toda la película se rodó en los lugares en los que transcurre la historia, en Berlín, en 37 días.

Es una gran película, una grandísima película que tendría que verse en las escuelas. Porque vivimos tan bien... No recordamos qué es vivir sin libertades, nos cuesta concebir qué significa no poder pensar diferente, miramos hacia otro lado creyendo que no va con nosotros, sino con los demás, y dejamos que un pensamiento fácil y simplista arrincone la reflexión y la crítica en nuestra vida pública y privada. La vida de los otros nos recuerda que no siempre hemos vivido rodeados de libertades. De hecho, nos ha costado mucho respirar un poco, y poco nos costará volver a ahogarnos, si perdemos la costumbre de nadar.

Desde el punto de vista puramente formal, La vida de los otros es magnífica. El guión y la puesta en escena parecen simples, pero ocultan un trabajo intenso y detallista. Es emocionante, de principio a fin. El día que el cine español sea capaz de filmar algo razonablemente parecido sobre el franquismo o la Guerra Civil, será mayor de edad. Mientras tanto, nos conformaremos con los marujones de Almodóvar.

De nuevo Rodin

De día, las figuras son trágicas, oscuras, uno quisiera decir profundas. Pero es de noche, a la luz de la ciudad, que el bronce brilla como plata y dibuja con asombrosa perfección aquello que antes pasaba desapercibido. Así se alzan en medio de la calle, vigorosas, casi exultantes, y arrastran tras de sí la carga de tantas pasiones con el orgullo de sentirse el centro de todas las miradas. Sólo El Pensador permanece oscuro, siempre en sus cosas, presidiendo la colección.

(Véase http://luissoravilla.blogspot.com/2009/12/rodin-en-barcelona.html.)

Parecidos asombrosos


No he caído en cuenta hasta que me han enseñado su fotografía. Es igualito, igualito, que Bruno Ganz. En efecto, el actual alcalde de Vic, de Unió Democràtica de Catalunya, que cuenta con el apoyo de la coalición Convergència i Unió, el Partit Socialista Català-Partido Socialista Obrero Español y Esquerra Republicana de Catalunya, tiene un grandísimo parecido con el célebre actor alemán. Véanse, si no, las fotografías del señor alcalde en una rueda de prensa y las dos fotografías del señor Ganz, que presento todas juntas.

«Cuidado, que soy periodista.»

Visto y oído en un programa de televisión que se emite en prime time. Una mujer de plástico que grita mucho va siempre por ahí diciendo Cuidado, que soy periodista, por si le llaman la atención o le llevan la contraria. En uno de esos debates de enjundia y miseria, va la señora, y es un decir, y suelta que ella sabe de qué va Fulanita de Tal, porque Fulanita de Tal es atea y no hace más que comportarse en consecuencia.

Más concretamente, dice:

Déjame hablar, que lo sé yo, grita. Es atea, y los ateos sólo creen en Dios.
¿Los ateos?, exclama un escéptico contertulio.
Pues ¡claro! ¡Los ateos! Ésos sólo creen en Dios, ¿no? Y cuidado, que soy periodista y no me vengas con ésas.

No iré yo con ésas, señora, pero cuidadín, cuidadín, que cualquier día de éstos leemos un libro y nos pilla un empacho.

El Memorial de Santa Helena

Pasen y vean, en la sección militar de la Brown Collection, esta pequeña maravilla histórica:

http://dl.lib.brown.edu/askb/veterans.html

Las fotografías (daguerrotipos, perdón) fueron tomadas en 1860. Los caballeros retratados son antiguos veteranos de las guerras napoleónicas, recién condecorados con la medalla del Memorial de Santa Helena, y posan con sus antiguos uniformes, los originales. Dejando a un lado el aspecto puramente histórico o el fascinante detalle de su vestimenta, veo en el porte y la mirada de estos abuelitos y contemplo la llanura de Eylau, gélida y brumosa, o los campos de trigo dorado de Quatre-Bras, cerquita de Waterloo. Cuánta gloria y cuánta miseria han visto esos ojos cansados, pero todavía orgullosos.

El gruñón lleva razón

La mayor parte de los entendidos hablan bien de la obra del señor Marsé. A decir de algunos, es uno de los mejores escritores que ha dado Cataluña al mundo. A decir de muchos, Marsé tiene un verbo que dice verdades y no se arruga ante imbéciles. Se ha ganado fama de gruñón por señalar con el dedo donde les pica, y todavía celebramos el trato que brindó a los responsables de la política cultural catalana (un ser en sí para sí que es siendo, que diría Heidegger), aplaudimos cómo dejó al jurado del Premio Planeta (qué gran boutade) y ahora casi lo adoramos por las cosas que le ha dicho al productor de El cónsul de Sodoma, el señor Gómez.

Porque, de ahí viene la reflexión, Marsé conoció en persona a Jaime Gil de Biedma y viendo lo que hacían con su memoria en una mala (perdonen la redundancia) película española, se puso como una moto y comenzó a escupir sapos. El señor Gómez, dolido, se rebotó, y como digo lo que pienso, digo que se rebotó con muy mal perder. Hoy, en El País, Marse vuelve a despacharse a gusto y me inclino a darle toda la razón del mundo. No he visto la película, pero con el anuncio de la misma y leyendo al señor Gómez tengo más que suficiente.

La primera vez, Marsé dijo de la película que era grotesca, ridícula, falsa, inverosímil, sucia, pedante, dirigida por un fallero incompetente y desinformado, mal interpretada, con diálogos deplorables [...] desvergonzada, de título infamante y producida por gente sin escrúpulos [por el señor Gómez, más exactamente]. Esta vez ha añadido que es insoportablemente plasta.

Pobre Gil de Biedma, cómo se ha de ver.

Será cosa del cambio climático


Es lo que yo digo, será cosa del cambio climático. Porque va y sale el señor alcalde y anuncia, así, de sopetón, que queremos celebrar los Juegos Olímpicos de invierno el 2022. Ya saben: esquiar y esas cosas. Dijo exactamente que vamos a sorprender al mundo, esta ciudad mediterránea también puede hacer unos Juegos Olímpicos de Invierno, y vaya si nos ha sorprendido. Para que no me acusen de mal ciudadano, he adjuntado una fotografía del archivo del diario ABC para demostrar que alguna vez ha nevado en el municipio de Barcelona, incluso alguna vez que yo recuerde, pero aún así no las tengo todas conmigo.

Hablábamos de la sorpresa y es cierto que el anuncio ha pillado a todos a contrapié, comenzando por los barceloneses, que no teníamos ni idea, y acabando en el Comité Olímpico Español, que tampoco. No creo que en Jaca tiren cohetes y no sé qué pensarán en Madrid. En el mejor de los casos, sumamos una razón más para hacernos querer más allá del Ebro. El señor Maragall, que de olimpiadas sabe un rato, enterado de la propuesta de nuestro señor alcalde, propuso con aire despistado una candidatura conjunta, algo así como los Juegos Olímpicos del Pirineo. La idea es peregrina, del género de la maragallada, y muchos marrones tendremos que tragar para apaciguar a los aragoneses, pero con todo es una idea mucho más razonable que la salida precipitada y desconcertante de nuestro señor alcalde, que olimpiada va, olimpiada viene, pretende sumar votos, o no sé qué pretende, directamente. Sumar ilusiones, dice.

Contemplo el espectáculo desde la barrera, escéptico y confuso. Si esto sale adelante, que Madrid organice la Copa América, porque ya puestos ¿no eran campeones los suizos? El deporte, para quien lo entienda.

Las orejas del lobo


El Ayuntamiento de Vic, con un alcalde de Unió Democràtica de Catalunya apoyado por CiU, el PSC y ERC, ha decidido adoptar la propuesta de Plataforma per Catalunya sobre el empadronamiento de inmigrantes no europeos (sic), que es la de no empadronarlos si se encuentran en situación irregular. A decir del ministro y de los abogados que entienden de estas cosas, esta negativa es ilegal, porque afecta al derecho de las personas que se recogen en dos leyes orgánicas e invade las competencias del Gobierno que recoge una tercera. Por lo que se ve, el empadronamiento es obligatorio y confidencial, aunque el Ayuntamiento de Vic dice que empadrona a quien quiere, juzga por sí mismo la presunta ilegalidad y utiliza los datos confidenciales sin permiso judicial o del interesado para cursar denuncias.

Los portavoces de CiU, el PSC y ERC muestran su desacuerdo con esta decisión, como mucho, sin demasiado convencimiento. En CiU y ERC se oyen voces que cantan que no hay para tanto, excusando a los suyos. Los de Plataforma per Catalunya, mal rayo les parta, se frotan las manos, porque son los únicos que salen ganando, pase lo que pase. Ya verán qué bien les irá cuando toquen elecciones. El debate, por otra parte, alcanza las cotas más altas de populismo zafio y vulgar. Bastante miga tiene el asunto como para andar por ahí de mesías salvapatrias y en cualquier país civilizado, los señores miembros de un consistorio que públicamente desafiasen la legalidad vigente serían expulsados de su partido político, a patadas y sin medias tintas. Pero donde se mezclan los sentimientos, las banderas, los nuestros y los de fuera, donde campan demagogia y populismo, donde lo simple, lo fácil, se utiliza para tapar, no para explicar, ¿qué podemos esperar? Hace mucho tiempo que nuestra política es ésa, y así nos va. Con tanta bandera no hacemos más que alentar a los que gustan desfilar con ellas.

En resumen: le estamos viendo las orejas del lobo. En Italia ya ha mordido a algunas personas, y cuidado, que de lobos sabemos mucho en Europa. Homo homini lupus.

Janine Jansen viéndoselas con Tchaikovsky

Seguimos con los violines. Escuchen a esta jovencita y véanla enfrentarse al tercer movimiento del concierto para violín y orquesta de Tchaikovsky. Para chuparse los dedos.

PaGAGnini


Voy poco, poquísimo, al teatro, y entono el mea culpa. Pero ayer fuí al Teatro Romea y me lo pasé en grande. La obra era PaGAGnini. Dicen que ha recibido premios y críticas bonísimas, y no me extraña. ¿De qué va PaGAGnini? De música, de joie de vivre. Un cuarteto de cuerda (tres violines y un violonchelo) intenta interpretar un repertorio clásico: Sarasate, Bocherini, Mozart, Paganini, Vivaldi... Pero se les va el santo al cielo y se pasean, digámoslo así, por diferentes estilos musicales, sin complejos y con mucho humor. Ríes y te diviertes, y disfrutas como un enano. Los músicos saltan, corren, bailan, bromean, mientras interpretan lo que se les pone por delante, y uno que los ve hacer cosas dificilísimas como si fueran la cosa más sencilla del mundo. Un consejo: vayan a ver PaGAGnini. Ya me dirán.

Frío

La prensa se ha vuelto loca: ¡que hace frío, que hace frío...! Pues ¿qué va a hacer, si no? Estamos en enero, por si no se han dado cuenta. Además, el frío de Barcelona es de andar por casa, un frío de segunda mano, prestado, desangelado. Pero ¡cómo disfruta el público!

Ocho horas

Según fuentes del Departament de Salut, se registran 60.000 urgencias semanales; de éstas, un 12% acaban en hospitalización. La semana pasada, entre empachos y gripe, se registraron 63.000 urgencias, según las mismas fuentes, y el servicio de urgencias de Barcelona se saturó. El tiempo medio de espera para ser atendido fue de ocho horas, que se dice pronto.

Entrevistada por la emisora RAC1, la señora Geli, responsable del Departament de Salut, va y suelta lo que sigue: una persona que se puede esperar ocho horas se puede esperar al día siguiente. Tal cual.

Señora Geli, en cualquier país civilizado usted amanece consellera pero se va a dormir dimitida por menos que eso. Si alguien espera ocho horas en un servicio de urgencias supongo que no será por gusto, y si un incremento de un 5% de las urgencias provoca semejante atasco, señora mía, es que las urgencias ya no pueden con su alma. Alguna responsabilidad tendrá usted, señora, al menos de palabra, obra y omisión. A la vista de cómo las gasta, las gasto yo también. Reciba pues, señora, la falta de respeto que merece y tanto desprecio como gasta usted con el ciudadano de a pie.

Atentamente, etc.

Abono ecológico

Se vende abono ecológico (caca de camello) a granel. Ideal para regalos de empresa y el cultivo de geranios. Razón, aquí.

Este año ¿ha sido usted bueno?

Con cierto escepticismo leo los resultados de la última encuesta propuesta a los señores lectores, que preguntaba: Este año ¿ha sido usted bueno? Ninguno ha respondido: Tanto como usted, lo que se agradece. Una quinta parte afirma: Leí a Hegel, pero fue sin querer, lo que no es grave, sino gravísimo. La misma proporción responde: El otro día hablé bien del Gobierno, lo que demuestra que la carne es débil y el verbo, fácil, y también miente al afirmar: Más bueno que el pan. Un cuarenta por ciento de los encuestados responde: Me hice el firme propósito de ser bueno y mentí. Luego no se quejen de la caca de camello.

Todo a punto

Me cuentan que Melcior, Kaspar und Balthasar GmbH ya lo tiene todo a punto. Han atravesado mares y montañas, desiertos, valles y hondonadas y ahora viene lo bueno, atravesar las calles de los pueblos y las ciudades con la discreción que es marca de la casa. Esta noche, los niños y algunos padres oirán crujir el parqué, ruido de pasos quedos, suspiros de dromedario, y el rasgar del papel de embalar.

Carta de pedido

Melcior, Kaspar und Balthasar, GmbH
Oasis de Kimera, s/n

Muy señores míos,

Les adjunto la carta de pedido de este curso, habiendo cumplido sobradamente las exigencias por ustedes impuestas. A saber: he sido bueno, me he portado bien, no he hecho rabiar a papá ni a mamá, etcétera. Por si acaso, dado que es mejor prevenir que curar, argumento en mi defensa la ímproba e inefable tarea de mis superiores, que es la que marca el rumbo de mis quehaceres en mi desempeño laboral, por si alguno critica el uso que hago de internet en horas de oficina.

En cuanto al pedido, insisto en algunos presentes que vds. no pudieron servirme el año pasado. A saber: un Ferrari 459 Italia completamente equipado y asegurado a todo riesgo, con todos los gastos derivados de su uso y disfrute satisfechos de por vida; una señorita estupenda que sepa coser y planchar, para que me caliente el asiento del copiloto y sea mi alma y mi inspiración y esas cosas que vds. ya saben y que no hace falta que mencione; mi retiro, en condiciones inmejorables, en una villa toscana cercana a Florencia, donde disfrutar del Ferrari, la señorita, el paisaje, el arte y el yantar del lugar; etcétera.

Por razones que no me explico, estos presentes no me han sido entregados todavía. Así que, sospechando que este año será lo mismo, me conformaré con lo que tengo, gozar de buena salud, de buenos amigos, de sentido común y de ese ánimo dispuesto y alegre que sabe darme buenos momentos cuando se merecen, buscarlos cuando se necesitan y darlos cuando se requieren.

Quedo a su entera disposición, etcétera,

Luis Soravilla

P.S.: Si el camello se vuelve a cagar en mi casa, les meto una demanda que se les va a caer el pelo.

Existencias

Muy preocupado, Serafín Mondié ha declarado esta mañana delante de la prensa que las existencias de abono ecológico (caca de camello) están prácticamente agotadas. Consideren ustedes, ha dicho, que los consejos de administración de la banca y las promotoras inmobiliarias se lo llevan a toneladas, y que no se quedan atrás los responsables de la administración pública, y no citaré nombres, que cada palo aguanta su vela. Ha añadido que esta demanda ha superado todas las expectativas. Pero sus palabras también han tranquilizado a la población: No se preocupen, que no faltará una ración de abono ecológico (caca de camello) para ningún niño malo, ha prometido, aunque tengamos que apurar las existencias. Preguntado sobre cuántos niños malos conoce, Serafín Mondié ha respondido: Sin comentarios.

Siguen acercándose

El último cable de la Melcior, Kaspar und Balthasar GmbH señala que ya han dejado atrás el desierto de Nostán, se han adentrado en el arenal de Sistán y en éstas estamos, cada vez más cerquita. Mientras tanto, Wilbur Epifanio, portavoz del sindicato de camelleros (SINCAM), ha destacado que este año se distribuirán grandes cantidades de abono ecológico (caca de camello), porque quizá así crezca algo en los yermos y desolados parajes de la inteligencia humana de las personas así obsequiadas. Coincidiendo con estas declaraciones, la agencia Gudnius ha publicado su informe anual: los niños han sido buenos así, así, y los papás y las mamás, así, asá. Pese a todo, no está mal.

Refuerzos


El testimonio gráfico (la foto, para entendernos) habla por sí solo. Los juguetes reclaman refuerzos, ya no pueden con su alma. Pero ¡ánimos! ¡Ya falta menos! Nuestro corresponsal en la caravana de Melcior, Kaspar und Balthasar GmbH informa que ya han pasado los cerros de Akinostán y se han adentrado en los arenales de Nosedondestán. Los refuerzos están al llegar.

¿Qué piensa hacer la Nochevieja?

Los amables lectores de este cuaderno podían escoger entre las siguientes opciones, a saber: pillar una curda como un piano; bailar la raspa con la vecina del quinto; encerrarse en casita, a verlas pasar; o echarse al monte. Uno de cada cinco lectores ha escogido pillar una curda como un piano; el resto, una mayoría aplastante, ha decidido encerrarse en casita, a verlas pasar.

Sin embargo, hemos sorprendido a la vecina del quinto encantada de la vida después de haber bailado la raspa, y sabemos de algunos lectores que se han echado al monte. Esto ¿pone en duda la fiabilidad de nuestras encuestas? No, más bien pone en duda la fiabilidad de nuestros lectores, que habían previsto pasar la Nochevieja en casa y luego pasa lo que pasa.

2010

Despedimos 2009 con más o menos melancolía y recibimos 2010 como siempre. Quien dijo que el año nuevo trae una vida nueva estaba, seguramente, bajo los efectos del cotillón y decía memeces. En cuanto a las buenas intenciones, tranquilos, ya pasarán. Se dijeron en un momento de ofuscación y euforia, no cuentan. A mitad de enero ya nadie se acuerda de ellas, y mejor que sea así, porque si no lo fuera, la frustración sería inaguantable el resto del año. Lo que sí que cuenta es lo que contó Horacio, el poeta: cada día, y el siguiente. Vive todo lo que hagas como si fuera la última vez que vayas a hacerlo, dijo. Vívanlo, pues, y disfrútenlo en 2010 y los que quieran venir después. Que les vaya bien.

El tipo de las gafas


No sé quién es el tipo de las gafas, pero es bien capaz de ser alguien (conocido). La cuestión es que en Gerona se encuentran pintadas memorables en lugares que no ofenden a nadie, y eso siempre me ha llamado la atención. Otra cosa son las guarrerías que dejan en las paredes algunos vándalos, allá donde no deben, pero éste es un cáncer urbano que ya padecían los pompeyanos, que decían de Fulanito de Tal stultus est.

Context(o)


Siempre defenderemos la amable y prometedora combinación de un buen café y un buen libro. La librería-café Context(o) de Gerona (http://www.cafecontext.com/) merece nuestro aplauso, pues, y una mención. La bandeja de azucarillos es para echarse a bailar de contento, y a uno le entra la glotonería que precede a un capuchino con nata.

El gueto de Gerona


Gueto viene de ghetto, que era como se llamaba y sigue llamándose la judería en Venecia. En Gerona tienen un gueto muy famoso, el call de Girona. El barrio es pintoresco y está muy bien conservado; merece la pena visitarse para imaginar cómo era entonces una ciudad medieval. Por cierto, no sé de dónde viene ni qué significaba exactamente call en sus orígenes, pero es una de esas palabras que hacen reír a los catalanes, porque los de fuera pronuncian cal, no call, o se confunden con el inglés y dicen col, que no es una judería, sino una hortaliza.

Tradiciones y leyendas


He aquí la escalinata de la catedral de Gerona. Cuentan, y no sé si será verdad, que tiene que bajarse, o subirse, o las dos cosas, al dar el año, para asegurar que se cumplirán los buenos deseos de cada cual. Unos me han dicho que con bajarlas a pie es más que suficiente; pero otros relatan trayectos de rodillas, de espaldas, haciendo el pino o qué sé yo. El caso es que, hace unos años, un imbécil bajó las escaleras con un automóvil todo-terreno y se excusó delante del guardia explicándole que era la tradición. Los mentideros de la ciudad afirman que sólo le cayó una multa y la reparación de los desperfectos porque era un hijo de papá. Si llega a ser uno cualquiera, continúa el común, se come el automóvil en prisión. Pero no sé yo, ni meto cizaña en la cuestión de la equidad de la justicia, que bastante tenemos ya.

¿Si funciona? Pues qué sé yo.