Llega el taxi rosa


La empresa Servitaxi (http://www.servitaxi.com/) ha anunciado que pondrá a disposición de sus clientes taxis conducidos por mujeres exclusivamente para mujeres, con el beneplácito del Instituto Metropolitano del Taxi (http://www.taxibarcelona.cat/).

La promotora del nuevo servicio, Begoña Torres, dice, textualmente: Si ya contamos con servicios de taxis con maleteros grandes, monovolúmenes, vehículos adaptados para minusválidos, vehículos con sillitas para bebés y otros que aceptan perros, ¿por qué no atender a mujeres que prefieren que sea una taxista, también mujer, la que las lleve a casa o las traslade de un sitio al otro? El taxi rosa (les ha faltado tiempo para llamarlo así) sólo podrá ser encargado por radio, no se podrá coger en la calle, añade. Está previsto que ya funcione estas Navidades.

De los aproximadamente catorce mil taxis de Barcelona, sólo seiscientos o setecientos están conducidos por mujeres taxistas, que serán las más beneficiadas por esta nueva fórmula segregacionista. El negocio se excusa asegurando que las víctimas de la brutalidad doméstica se sentirán más cómodas en un taxi rosa que no en un taxi machote. También afirman que los padres, especialmente las madres, se sentirán mejor si saben que sus hijas vuelven a casa de madrugada en un taxi rosa, lo que nos da que pensar sobre las prácticas sexuales nocturnas de las adolescentes que toman un taxi de madrugada, la verdad sea dicha.

El negocio es el negocio y el taxi rosa tendrá éxito, ya verán. Auroleado de progresismo y feminismo, y un toque de exclusividad, las señoras bien de Barcelona encargarán un taxi rosa para volver a casa después de una agotadora jornada de rebajas en el Paseo de Gracia, y podrán comentar con la señora taxista la caca de mi niño, cómo está el servicio o los últimos cotilleos de la Corte.

Visto lo visto, he sabido que una empresa está estudiando el taxi para machotes, donde el chófer lucirá camiseta imperio, no utilizará desodorante, fumará puros, escupirá por la ventana y dirá muchas palabrotas. Como ahora, pero más en serio. El taxi para machotes sólo admitirá como pasaje hombres hechos y derechos, que hablen de fumbo, de lo buena que está esa tía y de lo que le harían de pillarla en el ascensor. Pero, ay, el Instituto Metropolitano del Taxi no parece que esté por la labor de un servicio tan particular, por considerarlo, éste sí, sexista.

4 comentarios:

  1. ¿Para cuándo taxis para gilipollas?

    ResponderEliminar
  2. El gilitaxi hace tiempo que ya existe. Es ése que no aparece nunca la madrugada que se pone a llover y uno lo espera y espera y espera en una esquina, tan lejos de casa y sin paraguas.

    ResponderEliminar
  3. Sí, pero en ese caso el gilipollas es el taxista, no el cliente. Y clientes gilipollas hay suficientes como para fletar miles de vehículos...

    ResponderEliminar
  4. El caso es, Carlos, que como son gilipollas, no se dan cuenta del negocio, y los que no son gilipollas, antes que meterse en camisas de once varas, prefieren mirar para otra parte y pensar que ya se apañarán ellos con sus tonterías. C'est la vie!

    ResponderEliminar