¡Ya vienen los Reyes!

Según nuestro enviado especial en el Oásis de Kimera, sede de la central de distribución de Melcior, Kaspar und Balthasar GmbH, la caravana ha partido esta madrugada y los camellos gruñían y bramaban, según su costumbre, camino del desierto. ¡Ya queda menos!

Rodin en Barcelona

Auguste Rodin (n. París, 1840, m. Meudon, 1917) expone en la calle, gracias a la Obra Social la Caixa y el Ayuntamiento de Barcelona. Lo hace en la Rambla de Catalunya, Barcelona, entre Consell de Cent y Diputació. Preside El pensador, su obra más famosa, y siguen seis estudios de los seis prohombres del Monumento a los burgueses de Calais, allá por Francia. Las esculturas ya han posado en Sevilla, Granada, Zaragoza... y estarán en Barcelona hasta mediados de febrero, gracias a la colaboración del Museo Rodin, de París. ¡Véanla! Además, es grátis.

Lástima que no pueda contemplarse el grupo escultórico completo de los burgueses de Calais, porque las figuras huérfanas, una a una, parecen almas errantes, de las que no encuentran reposo. Pero siguen impresionando sus manos brutales y musculosas, desproporcionadas, y esa intensa emoción que hace del gesto una exageración y de las proporciones, un recuerdo. Dicen que Rodin resucitó el arte de esculpir, con pasión y desenfreno. Los dichos burgueses, semidesnudos y arrebatados por la pasión que sea, no son esculturas al uso, no pertenecen al género de La Ciudad a Fulanito de Tal, por que se lo merece, sino que reclaman la atención por lo que son y cómo son, y han nacido para ser vistas, incluso tocadas, por el común. El público se ve forzado a mirar, como quien dice, a una escultura que le arrebata el espacio.

Como ya he dicho, El pensador preside la exposición. No podemos pasar por alto la semejanza entre el caganer y El pensador, y nos vemos tentados a suponer que ambos personajes se enfrentan a dilemas semejantes. El pensador formaba parte de La puerta del Infierno, un grupo escultórico; el caganer se ve también acosado por el Maligno y un apretón. El arte es verdaderamente universal.

Frustración de la pedagogía

Durante años, un equipo de pedagogos han diseñado un juguete que ayude al niño a mejorar la coordinación psicomotriz y la perspectiva espacio-temporal, mediante la estimulación sensitiva de la retina, el nervio auricular, las glándulas olfativas, el tacto, el gusto y las ganas. Pero el niño se ha pasado la tarde jugando con el papel del envoltorio y el cachivache se ha quedado en un rincón, muerto de asco.

Alegría

Dicen que dar, no recibir, es el secreto de la alegría. Don Federico, el filósofo, desconfiaba de esta receta. Afirmaba el sujeto que dar siempre es más difícil que recibir; dar requiere un tacto y un gusto exquisitos, y un ejercicio de la oportunidad al alcance de muy pocos. Don Federico dirá misa y tendrá razón, y a mí me pierde el dar y prefiero dar a recibir, pero recibir la risa de un niño a cambio es un dulce que no empacha nunca.

¿Qué fórmula utilizará estos días?

Queridos lectores:

La última encuesta les preguntaba ¿Qué fórmula utilizará estos días? La respuesta mayoritaria (un 57%) ha sido Que te den.

Lejos han quedado las fórmulas tradicionales, Feliz Navidad o Felices Fiestas, para creyentes y ateos, respectivamente. La fórmula ¿Qué hay de mi regalo?, una fórmula honesta al tiempo que imperativa, no ha conseguido una mejor puntuación. Gana por abrumadora mayoría Que te den.

Que te den, pues, querido lector. Que te den lo mejorcito de cada casa, que te den un buen año, que te den lo que mereces, que te den amor, dinero y amor, o simplemente, si tal es tu gusto, que te den, no más. Sin embargo, prefiero echar mano de una fórmula más clásica, aunque quizá minoritaria, que es Feliz Navidad.

Cuídate, lector, sígueme leyendo y que te guste cada vez más. Si no, ahora sí, que te den.

Declaraciones del señor Kinckle

Sale en los medios mejor informados. Hoy, en vísperas de la mayor distribución del año, Klaus Kinckle, presidente y miembro fundador de Niklaus Distribution Ltd., ha presentado el balance del año. Como ya saben, Niklaus Distribution Ltd. es la mayor empresa de distribución con reno, que posee marcas como Papá Noel, San Nicolás o Jojojó. Según el señor Kinckle, los niños han sido buenos, o casi, y el volumen de distribución será semejante al de otros ejercicios, pese a la crisis y tal. El señor Kinckle, sin embargo, señala preocupado tantas órdenes de distribución escritas por sus clientes con evidente menoscabo de las reglas gramaticales y ortográficas. Según el Centro de Procesamiento de Niklaus Distribution Ltd., las órdenes mal escritas se han incrementado un 20% este ejercicio y esto no puede seguir así, ha añadido el señor Kinckle.

Preguntado sobre los rumores de fusión con su principal competidor, Melcior, Kaspar und Balthasar GmbH, el señor Kinckle ha respondido con un lacónico Sin comentarios. Pero el rumor está en la calle.

Un poco de pedagogía y andando

El Centro de Investigaciones Sociológicas publica un llamado barómetro con periodicidad mensual. El encuestado tiene que mencionar los tres problemas más graves a los que se enfrenta España o él mismo, según su parecer y opinión, y van sumando. Luego se ordenan de mayor a menor y ya está.

Según el barómetro de noviembre, los políticos y la clase política son el tercer problema en importancia al que se enfrenta la población. Tres de cada cuatro españoles mencionan el paro; la mitad, los problemas de índole económica; un tercio, la clase política que nos ha tocado sufrir, el Gobierno, la oposición y la corrupción y el fraude. Sólo un 0,2% (apenas un poco de ruido estadístico) considera que sean un problema las reflexiones sobre la constitucionalidad del Estatuto catalán, la financiación autonómica, la lengua vehicular o las declaraciones independentistas, entre otras, cuestiones todas metidas en un mismo saco para sumar más de una décima.

Peor todavía: la evaluación de la situación política actual, que ya era mala, ha bajado un 30,5% en un año; la confianza en la política, un 17%; y las expectativas políticas, en un 4,6%. Semejante descrédito acojona, en serio.

Pero preguntan a la señora vicepresidenta por el caso y la señora vicepresidenta se cubre de gloria: eso se cura con un poco de pedagogía sobre el Estado de Derecho. Como dijo el célebre prócer de la patria, manda güevos.

La accidentada vida del cagón


En Cataluña y alrededores, existe la tradición del caganer, el cagón. El cagón es una figurilla del pesebre que aparece cagando, y perdonen ustedes. Cuentan que se remonta al S. XVII, aunque existe una cierta polémica sobre ese punto, porque existen otros cagones en Portugal, Murcia, incluso en las Canarias y porque la tradición del belén, donde aparece el caganer contemporáneo, es napolitana. Hoy, el cagón se representa con traje tradicional catalán (alpargatas, gorro frigio, faja y blusa) y corren cagones famosos. La pastelería Faure de Gerona se ha hecho célebre por sus caganers de chocolate. Este año le ha tocado ser cagón al señor Millet, por cagarla con el Palau de la Música, y a otros tantos corruptos que nos han llenado de mierda, y perdonen el tono. Aunque entre los cagones de Faure hay también futbolistas, políticos y gentes de mucho prestigio.

Pero ¿qué hace un cagón enseñándole el culo a la Sagrada Familia? ¡Un poco de respeto, hombre! Salen los antropólogos y hablan de la fertilidad de la madre tierra, será eso; también salen otros y dicen que el caganer es un memento mori, qué alegría, porque del mismo modo que todos defecamos, todos acabamos diñándola. Los piadosos apuntan que la llamada de Dios te puede sorprender en cualquier momento, efectivamente, y en algunas representaciones de Els Pastorets, un auto satírico sobre los pastorcillos de Belén, uno de ellos sufre un apretón y se queda con las ganas de adorar al Niño Dios. En fin, cagando está, donde los niños puedan verlo.

Pero la historia del cagón está llena de peligros. En 2005, en Barcelona, se armó la de Dios porque el belén del Ayuntamiento no tenía caganer. ¿Por qué? Porque la ordenanza cívica recién aprobada prohibía la micción y el alivio en la vía pública, y de ésa no se libraba ni el cagón. El movimiento cívico Salvem al caganer! logró el regreso del cagón en 2006. No es de extrañar, pues con ordenanza o sin ordenanza los barceloneses miccionan y se alivian lo mismo. Y ahora, ahora mismito, en los Estados Unidos de América están censurando imágenes de cagones catalanes porque el cagón en cuestión es... Obama. Pueden verlo en Faure, sin ir más lejos. Pero a ver cómo explican ustedes eso del caganer a los americanos.

Si no estamos chiflados, nos falta poco.

Caramba con el señor Claus

Dice la canción:

You better watch out
You better not cry
You better not pout
I'm telling you why
Santa Claus is coming to town

He's making a list,
Checking it twice;
Gonna find out who's naughty or nice.
Santa Claus is coming to town

He sees you when you're sleeping
He knows when you're awake
He knows if you've been bad or good
So be good for goodness sake
With little tin horns and little toy drums
Rooty toot toots and rummy tum tums
Santa Claus is coming to town


La traducción aproximada sería: No digas nada que pueda contrariar al señor Claus, no llores, no protestes, obedece, porque el señor Claus tiene una lista negra en la que mejor no aparezcas, y ¡cuidado!, que el señor Claus no te quita el ojo de encima, sabe si has sido bueno o malo, si estás en la cama o despierto, o con quién, y mejor será que no chistes, no te pille el señor Claus, que ahora mismo está llegando a la ciudad.

¡Caramba con el señor Claus! Da un poco de grima, ¿no?

Mensajes del Gran Líder


La exposición Mensajes del Gran Líder, autógrafos de Stalin ha causado cierto revuelo en Moscú y quizá se hayan enterado. Una colección de grabados de famosos artistas rusos de finales del S. XIX y principios del S. XX donde se mostraban casi dos docenas de cuerpos desnudos (dos, femeninos) cayó en manos de Stalin. Al hombre no se le ocurrió nada más que tomar lápices de colores y señalar los genitales del personal. También dejó anotaciones de altísima enjundia intelectual, como ¡Busquen unos calzoncillos para este hombre! o ¡Imbécil! Se te va a congelar el culo. También dedicó comentarios a personajes que se había cepillado recientemente, algunos en verso. Por ejemplo, Rádek, si hubieras sido un chico bueno, todavía estarías aquí, y no hace falta que diga quién era Rádek, porque no importa quien fuera. Se aprecian algunas faltas de ortografía y comentarios obscenos, y todo parece indicar que rayar y anotar los grabados fue no más que el pasatiempo de un tonto... de un tonto muy peligroso.

Que no te toque el Gordo


La Asociación Española de Personas con Sobrepeso, AEPS, ha denunciado a la Lotería Nacional por denigrar, insultar y discriminar a los hombres y mujeres que no están de acuerdo, cito textualmente, con los estándares estéticos de una sociedad enferma y desquiciada. En pocas palabras, no quieren ser flacos y consideran que la expresión tocar (le, a uno) el Gordo es, como poco, obscena. ¡Cuántas bromas no han tenido que soportar los simpatizantes de la AEPS! Te va a tocar el Gordo, por ejemplo, o qué vas a hacer con el Gordo cuando te toque la lotería. Desconozco si Lotería Nacional se ha tomado el asunto en serio, pero la AEPS, sí.

De entrada, su presidente, don Obdulio Menéndez Gros, ha anunciado en rueda de prensa que piensan armar una de muy gorda, para regocijo de los reporteros presentes en la sala. Roto el hielo, anunció el recurso a los tribunales y una campaña publicitaria en los autobuses de Madrid. El lema Rebélate contra la dictadura de la moda, sé tú mismo será el leit-motiv de la campaña, que ha tomado su imagen de un cuadro de Rubens.

No se percibe delito

Se cita hoy en la prensa. El pasado marzo, don Martí Cos Burch denunció al señor don Josep Córcoles Pàmies, concejal de Convergència i Unió en Vacarisses por negociar la venta de su acta de edil a don Jordi Cos Ballbé, su hijo, por 30.000 euros. El partido los expulsó a los dos, si preguntan.

El señor Córcoles era el segundo de la lista; si dimitía, don Jordi Cos Ballbé, pasaría a ocupar su puesto. Tres veces negoció el precio de la dimisión con el señor Cos, hijo. El señor Cos, padre, presentó en el juzgado cintas magnetofónicas con la grabación del trapicheo. El juez ha fallado que la negociación está probada, pero se pregunta si constituye delito al margen del reproche moral o político que se le pueda hacer.

Se responde lo siguiente: la acción del señor Córcoles no está tipificada como delito ni en la ley de régimen electoral ni en el Código Penal. No sé si sabrán que el cohecho consiste en aceptar algo a cambio de realizar un acto propio del cargo (público) que se ocupa. El juez y el fiscal han fallado que renunciar a la autoridad de un cargo público no es un acto administrativo. Por lo tanto, ofrecerle dinero a alguien para que abandone un cargo electo no es cohecho, ni percibirlo. Así se ha fallado, amén.

Estoy ahorrando, para negociar ciertas renuncias. Nos ahorraremos el molesto concurso del común.

Mentecatos y polvorones

He encendido el televisor y me han bastado cinco minutos para anunciar a los cuatro vientos que estas Navidades las pasaremos con mentecatos y polvorones.

Para adultos ecológicos

Queridos lectores, un aviso: el siguiente enlace no es apto para menores. Tampoco, para mojigatos. Queden todos ustedes advertidos: el siguiente sitio web vende consoladores. Es: www.theearthangel.ie/index.html. Ahora bien, no se trata de unos consoladores cualesquiera, sino que funcionan con manivela. Que funcionan ¿cómo...? En fin, que la parte eléctrica del asunto se recarga sin baterías, y la otra parte es completamente reciclable. El uso de la bobina y los condensadores garantiza una intensa vibración, dice la propaganda, anticipándose a las incrédulas, y a los incrédulos que quieran sumarse a comprobarlo. Lo que no me queda claro es si con este sistema de calentamiento local se evita realmente el calentamiento global. Un escéptico se preguntaría igualmente si podrían haberse ahorrado la parte eléctrica, porque, ya dispuestos a darle a la manivela... En fin, cosas del ecologismo casquivano.

Madrugón

Cosas del trabajo. Hoy me he regalado con un madrugón de los que quitan el hipo. Además, hacía frío. Según cuentan, se nos ha echado encima la intemerata, una corriente de aire que no sé si viene de Siberia, del Polo Norte o de alguna otra parte. La rasca prometía ser notable y ya me ven caminando por la ciudad desierta, silenciosa, fantasmagórica, embozado en bufanda, abrigo y pasmo, contemplando la maravilla de la noche agonizante.

Luego, lejos de casa, se ha consumado el crimen y la noche ha sangrado hasta morir. El carro de Febo se ha alzado entre las nubes y las montañas se han ruborizado. El suceso me ha sorprendido lejos de casa, en medio de la escarcha.

Ha estado bien, qué quieren que les diga.

Para leer al anochecer


Impedimenta es una de esas pequeñas editoriales que nos alegran la vida y la lectura. Ha publicado recientemente Para leer al anochecer (Historias de fantasmas), del señor don Charles Dickens, que en gloria esté y Dios bendiga. Traducen los cuentos y fragmentos del libro Marian Womack y Enrique Gil-Delgado.

El señor Dickens es uno de los mejores escritores que parió madre de los últimos tres o cuatro siglos, y eso es mucho decir. No descubro nada nuevo. En este acopio de relatos y fragmentos de relatos que tienen tanto que ver con lo fantasmagórico y sobrenatural, conocemos un Dickens alejado de sus grandes obras, que escribe por entregas y sin demasiado cuidado, pero que aún así, como quien no quiere la cosa, nos regala con páginas magníficas y algunos relatos sencillamente brillantes. El guardavías, por ejemplo, o La casa encantada. Es un Dickens, permítaseme decirlo, menor, pero ya quisieran algunos estas minucias para sí.

Pese al título, no todos los relatos son espeluznantes, porque Dickens sabe reírse de sí mismo y de los demás, y merece una mención especial y notoria Pálpitos confirmados, un relato que tendrían que publicar los círculos escépticos, para regocijo del personal. Como Dickens es Dickens, las descripciones de situaciones y personajes pueden llegar a ser irónicas hasta lo indecible incluso en medio de abracadabrantes historias de asesinatos, espíritus y conjuros.

Eso me recuerda que los grandes escritores son todos humoristas. Dickens nos hace reír en David Copperfield; El Quijote es un libro que levanta carcajadas; Kipling juega con nosotros, alegre y despreocupado; Flaubert, tan serio que parece, se ríe del personal una página sí y otra también; hasta Crimen y Castigo es una humorada, según se mire. Desconfiad, amigos míos, de los escritores que se lo toman todo muy en serio. Quien no ría conmigo, que deje este libro, dijo Nietzsche, porque, y esto lo digo yo, la risa es el oxígeno del alma.

Tanto que habla, ¿se ha leído la Constitución?


Mis queridos lectores se vieron asaltados por esta pregunta a poco de celebrarse la fiesta de la Constitución, que este año fue apenas un puente de chichanabo. Las razones que movieron a increpar al respetable con estos modos fueron dos encuestas publicadas por periódicos de tirada nacional. ¿Es usted partidario de cambiar la Constitución?, preguntaban. La ciudadanía se lanzó de barriga a la piscina del . Ochenta y tantos y hasta noventas por ciento eran partidarios de cambiar la Carta Magna. Pero eran partidarios de cambiar... ¿qué?

En las mismas encuestas, con voz chica y letra pequeña, se constataba un profundo desconocimiento de lo que dice nuestra ley. ¿Leerla? ¡Anda allá, leerla...! Ni p'atrás. Pero cambiarla, oh, sí, cambiarla con gusto y ganas para que diga... ¿qué? ¿Qué tendría que decir? ¿Qué no dice, o dice mal? Los periódicos apuntaron el guirigai, pero prefirieron no entrar al trapo. La ignorancia es osada y los tontos se meten donde no deben con ímpetu, pues por algo se dedican al cultivo de la estulticia. Véase, si no, la sección política de cualquier periódico.

Por eso pregunto a mis lectores, que son cultísimos, a fe mía. Mientan o digan la verdad, la mitad afirma haber leído el Quijote y no haber leído la Constitución. No habrán leído la madre de todas las leyes, pero serán un poco más sabios; algo es algo. Una cuarta parte cree no haberla leído y el resto afirma creer haberla leído. En fin, que no se han dado respuestas petulantes, soberbias o molestas, y nos hemos comportado todos como Dios manda, con honestidad y modestia.

Acabo, pues, con palabras que no son mías, sino de una buena amiga, doctora en Humanidades. En este país se opina demasiado, me dijo, pero nadie piensa. Desafortunadamente, ese nadie no se refería a los comunes, sino a las élites. Comentábamos el caso de ese universitario que no sabía distinguir entre persona y ciudadano, que había llegado, no se sabe cómo, cargado de prejuicios y faltas de ortografía, al final de sus estudios.

Como dijo ése, el chaval llegará lejos.

Mi profesor de Economía

(Fotografía publicada en Life.)


Se llamaba Economía, y sus autores eran dos, los señores Samuelson y Nordhaus, pero todo el mundo lo conocía como el Samuelson. Si lo decía el Samuelson, iba a misa. Además, podías leer el Samuelson y entender lo que te estaba diciendo, lo que en Economía es poco más o menos un milagro. Allá está el Samuelson, en un lugar de honor en mi biblioteca, el tocho de la asignatura de Economía, el librito que resultó ser tan o más apasionante que algunos libros de ensayo o filosofía que luego pasaron por mis manos, con más fama que contenido.

Luego resultó que Samuelson era un economista famoso, Paul Samuelson, uno de esos profesores norteamericanos que dejan huella en sus alumnos, y también en los gobiernos, comprometido con la ciencia y el rigor científico, pero también con sus ideas, que defendía con vigor y muchos argumentos, sólidos en su mayoría. Su aportación a la analítica económica, compuesta a partes iguales de genio y figura, de una imaginación desbordante y un método riguroso, ha sido enorme, a decir de los entendidos. Se llevó a casa un premio Nobel, el de Economía. Nos devolvió mucho más que eso.

Era un economista neoclásico, un profesor de la vieja escuela, un bastardo keynesiano, en boca de sus adversarios neoliberales. Samuelson tampoco se andaba con chiquitas, y sus artículos tiraban con bala contra Hayek y Friedmann, que se lamían las heridas con infinita precaución. Samuelson entendía la Economía como un instrumento dedicado a una mejor y más justa distribución de la riqueza. En el fondo, la Economía de Samuelson advierte que la figura del ser humano pasa por delante de cualquier ecuación, y se acerca a las teorías políticas de Rawls, por ejemplo.

Esto da mucho que pensar. Samuelson pertenece a una generación de intelectuales americanos ante la que uno sólo puede quitarse el sombrero. Filósofos y economistas, no se andaron por las ramas de la epistemología heideggeriana, ni deconstruyeron mundos ilusorios como Derrida, ni andaban liando las palabras como Habermas. Se enfrentaron a problemas reales con modestia, pragmatismo y buenas intenciones, se atrevieron a cantarle las cuarenta a los presidentes de su país y cuando hubo que hacerlo, se arremangaron y trabajaron con el Gobierno. Estos caballeros dan mil vueltas al intelectual típico de la vieja Europa, gilipollas y pedante. ¡Cuánto tendríamos que aprender de las universidades americanas...!

Samuelson ha sido un sabio prudente, de los que prefiere equivocarse y aprender a tener siempre razón. Esté uno de acuerdo con él o no lo esté, no importa, porque amigos así los quisieramos todos, y adversarios tan provechosos, también. Cuánto daría yo por tener un Samuelson en casa... y gente que supiera escucharlo. Me consuelo ojeando mi Samuelson y busco en él el consuelo de las ciencias sociales bien entendidas, como tienen que ser.

In Memoriam, Paul Samuelson (15 de mayo de 1915, 13 de diciembre de 2009).

Renos, camellos y camelos


Como es bien sabido, los niños españoles eran beneficiarios en exclusiva de la bondad de los Reyes Magos, la red de distribución camellera de Melcior, Kaspar und Balthasar, GmbH. Pero la agresiva competencia de las redes de distribución de renos está ganando terreno en España. Según el Informe sobre la Infancia y Maternidad en España 2009 realizado por la firma juguetera Chicco (http://www.chicco.es/), las distribuciones de renos son ya una quinta parte del total. Así, marcas como Papá Noel, San Nicolás o Jojojó ganan protagonismo frente a la tradicional carta de pedido a los Reyes Magos de Oriente. Los niños andaluces son los más conservadores y sólo un 20% acude a los renos; uno de cada tres niños valencianos, en cambio, prescinde de los camellos.

Según el estudio patrocinado por Chicco, los niños descubren quién está detrás de las marcas de distribución a los ocho años, aunque los catalanes ya sospechan con seis años y los madrileños no despiertan hasta los nueve. Lo mejor de todo es que los niños españoles prefieren ahorrar a sus padres la cruda realidad y silencian su descubrimiento durante más de un año. Criaturas.

El desastre de Le Mans

Los años cincuenta fueron los más bellos en la competición automovilística, pero posiblemente también los más terribles. Los pilotos llevaban un casco que apenas servía para nada y los espectadores estaban a pie de pista. Los accidentes se sucedían uno tras otro y algunos fueron pavorosos, pero ninguno como el desastre de Le Mans, el 11 de junio de 1955.

En 1955, Jaguar se había mostrado imbatible en los circuitos con el Tipo D, que utilizaba frenos de disco mientras sus adversarios todavía dependían de los frenos de tambor. Los Jaguar apuraban las frenadas como nadie y así batían a coches mucho más potentes. Mercedes-Benz, para vencer a Jaguar, sacó a la pista el 300 SLR, un vehículo con una carrocería ultraligera de un material llamado Elektron, una aleación de magnesio un 30% más ligera que el aluminio. El 300 SLR pesaba apenas 800 kg a pie de pista.

En el momento del accidente, Hawthorn pilotaba un Tipo D y era seguido de cerca por Levegh (300 SLR) y Fangio (300 SLR). A las seis y veintiséis de la tarde, después de más de dos horas de carrera, en la vuelta 35, Hawthorn adelantó a Macklin (Austin-Healey 100), mucho más lento que el Jaguar, y frenó para entrar en boxes. Los frenos de disco hicieron que el Jaguar se detuviera demasiado rápidamente. Macklin esquivó el Jaguar ocupando el centro de la pista, pero no vio que Levegh y Fangio se le echaban encima a toda máquina. El choque fue inevitable.

El Austin-Healey 100 tenía una cola en forma de trampolín que hizo que el 300 SLR de Levegh saliera volando. Fangio evitó el choque de puro milagro, mientras Levegh caía sobre un terraplén de arena, a la izquierda de la pista, que servía para proteger al público de las gradas. ¡Qué tremenda ironía! Porque el 300 SLR se clavó en el terraplén, pero destrozó las bridas que sujetaban el grupo motor. El eje delantero, partes de la transmisión y el pesado motor del automóvil salieron volando y cayeron sobre el público. Levegh también salió volando y se aplastó la cabeza contra la pista, mientras la chatarra del 300 SLR, a doscientos kilómetros por hora, abría brechas sangrientas entre el público. La matanza fue espantosa.

Además, reventó el depósito de combustible y el automóvil se incendió. Como la carrocería era de magnesio y el magnesio tiene un punto de ignición relativamente bajo, ardió con efectos pirotécnicos. Peor todavía: el agua de los bomberos avivó el incendio, pues el magnesio arde en contacto con el agua. El Elektron explotaba y lanzaba partículas de metal fundido en todas direcciones. Metralla y fuego dejaron ochenta y cuatro muertos y más de un centenar de heridos. Horas después, en noche cerrada, la carrocería seguía ardiendo y echando chispas.

Sorprendentemente, no se detuvo la competición. Se quiso evitar que el público invadiera la pista y provocara más accidentes (en aquel entonces, los coches no llevaban radio y la mayoría de pilotos no sabía nada de la catástrofe). La única ambulancia en el circuito hizo lo que pudo y el pequeño hospital de Le Mans se vio superado por los acontecimientos. Imagínense el horror.

Mercedes-Benz se retiró de la competición aquella misma noche. No volvió a la competición deportiva hasta los años ochenta. Hawthorn fue exculpado: lo sucedido había sido un accidente y no se podía responsabilizar a nadie del suceso. Pero Francia, España, Suiza y Alemania prohibieron las carreras de automóviles y la prohibición sigue vigente en Suiza. Pasaron meses hasta que no se celebró otra carrera importante, el RAC Tourist Trophy, en septiembre, seguida de la Targa Florio en octubre. Ninguna más en 1955.

En YouTube se puede ver este noticiario de la Pathe News sobre la carrera de Le Mans de 1955.

Llega el taxi rosa


La empresa Servitaxi (http://www.servitaxi.com/) ha anunciado que pondrá a disposición de sus clientes taxis conducidos por mujeres exclusivamente para mujeres, con el beneplácito del Instituto Metropolitano del Taxi (http://www.taxibarcelona.cat/).

La promotora del nuevo servicio, Begoña Torres, dice, textualmente: Si ya contamos con servicios de taxis con maleteros grandes, monovolúmenes, vehículos adaptados para minusválidos, vehículos con sillitas para bebés y otros que aceptan perros, ¿por qué no atender a mujeres que prefieren que sea una taxista, también mujer, la que las lleve a casa o las traslade de un sitio al otro? El taxi rosa (les ha faltado tiempo para llamarlo así) sólo podrá ser encargado por radio, no se podrá coger en la calle, añade. Está previsto que ya funcione estas Navidades.

De los aproximadamente catorce mil taxis de Barcelona, sólo seiscientos o setecientos están conducidos por mujeres taxistas, que serán las más beneficiadas por esta nueva fórmula segregacionista. El negocio se excusa asegurando que las víctimas de la brutalidad doméstica se sentirán más cómodas en un taxi rosa que no en un taxi machote. También afirman que los padres, especialmente las madres, se sentirán mejor si saben que sus hijas vuelven a casa de madrugada en un taxi rosa, lo que nos da que pensar sobre las prácticas sexuales nocturnas de las adolescentes que toman un taxi de madrugada, la verdad sea dicha.

El negocio es el negocio y el taxi rosa tendrá éxito, ya verán. Auroleado de progresismo y feminismo, y un toque de exclusividad, las señoras bien de Barcelona encargarán un taxi rosa para volver a casa después de una agotadora jornada de rebajas en el Paseo de Gracia, y podrán comentar con la señora taxista la caca de mi niño, cómo está el servicio o los últimos cotilleos de la Corte.

Visto lo visto, he sabido que una empresa está estudiando el taxi para machotes, donde el chófer lucirá camiseta imperio, no utilizará desodorante, fumará puros, escupirá por la ventana y dirá muchas palabrotas. Como ahora, pero más en serio. El taxi para machotes sólo admitirá como pasaje hombres hechos y derechos, que hablen de fumbo, de lo buena que está esa tía y de lo que le harían de pillarla en el ascensor. Pero, ay, el Instituto Metropolitano del Taxi no parece que esté por la labor de un servicio tan particular, por considerarlo, éste sí, sexista.

Xocolateria antiga


Hum... Chocolate con melindros, para entrar en calor, en la Xocolateria Antiga de Girona.

No potential threat

El portavoz del Ministerio de Defensa (MoD) del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte declaró a la BBC: In over 50 years, no UFO report has revealed any evidence of a potential threat to the United Kingdom. Contundente.

El asunto es que el 1 de diciembre el MoD ha cerrado la oficina que investigaba los avistamientos de platillos volantes y hombrecitos verdes. Ha dado de baja el teléfono (una hot-line) y la dirección de correo electrónico. Esto supone un ahorro de cuarenta y cuatro mil libras al año, una minucia, pero el MoD asegura que tiene otras prioridades y cosas mejores en las que gastarse el dinero. En el peor de los casos, any legitimate threat to the UK's airspace will be spotted by our 247 radar checks and dealt with by RAF fighter aircraft, dijo el portavoz. Así que cuidadín, cuidadín, que buenos estamos.

Textualmente, el MoD tiene no opinion on the existence or otherwise of extra-terrestrial life, pero la evidencia es la que es. La oficina tenía cincuenta años de historia y ha estudiado miles de casos: ninguno prueba que existan los extraterrestres o que los platillos volantes supongan una amenaza de seguridad para el Reino Unido.

En resumen: There is no defence benefit in such investigation and it would be an inappropriate use of defence resources.

Eso es decir las cosas con nombres y apellidos.

Con todo, el Examiner publica en http://www.examiner.com/ que se trata de una operación de desinformación acordada después de que el presidente Obama de los Estados Unidos de América revelara a las Naciones Unidas en una reunión secreta en un congreso de astrobiología en el Vaticano que una misión espacial de la NASA había descubierto lo que serían las ruinas de antiguos emplazamientos de una civilización extraterrestre en la Luna, ahí queda eso, y no es broma.

Potential threat


En Barcelona, bebes de la fuente de Canaletas; en Roma, echas unas monedas a la fontana de Trevi; en Florencia, acaricias el morro del porcellino; en Girona, qué cosas, besas el culo de la leona. Para facilitar el ósculo, el municipio instaló unas escaleras. Ahora las ha quitado. ¿La causa? Dicen, no sé si creérmelo, que por no contagiar la gripe A. Se non è vero, è ben trovato.

Girona la nuit


Autorretrato


Fuck The Fuel Economy


Soberbio, irracional, un Ford Bronco, un macho car trucado, negro y desafiante, se manifiesta así, exhibiendo su lema: Fuck The Fuel Economy. Tengo que reconocer que me he reído mucho.

Cunicida


Putadas (con perdón)

El señor Mas, líder de la coalición Convergència i Unió, ha declarado en El Periódico lo siguiente: En política, si no te acostumbras a las putadas, mejor que te retires.

Yo añadiría que mientras ellos pasan el tiempo puteándose, somos nosotros los que las pasamos putas. Que conste en acta.

Una manita de pintura


Cuentan las crónicas que los colores del paisaje de Girona tienen un origen italiano. Años ha, el Ayuntamiento mandó pintar las fachadas de amarillo romano, rojo Siena y ocre florentino, y el río Onyar refleja desde entonces ochenta y tres fachadas con aires toscanos.

La cuestión es que esos aires toscanos hace veinticinco años que no reciben una mano de pintura. Los técnicos del municipio afirman que trece fachadas tendrían que volver a pintarse, y el rebozo de las otras setenta presenta algunos desperfectos que tendrían que repararse, por no hablar de balcones, cornisas y persianas, que dan penita pena.

Los fotógrafos se apresuran a tomar las imágenes de las viejas fachadas, porque un andamio se sabe cuando se levanta, pero no cuando se desmonta. ¡Paciencia!

En defensa de los derechos fundamentales en internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial (un organismo dependiente del ministerio de Cultura), la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

¿Qué llevaría consigo a una isla desierta?

El resultado de esta encuesta ha sido cuanto menos sorprendente. Así, por ejemplo, ningún participante se llevaría a una isla desierta una desbarbadora o un erlenmeyer. En cambio, una cuarta parte de los encuestados llevaría consigo un almocafre, utilísimo instrumento agrícola, o un periostótomo, un martillo para autopsias, que puede servir lo mismo para reventar cráneos que para cascar nueces.

Lo que nos quita el aliento y enturbia nuestro juicio es la elección de la mitad de nuestros lectores, que llevarían consigo a una isla desierta las obras completas de Hegel. Pero ¿cómo es posible...?

Una investigación más detallada arroja algunas luces y esperanzas sobre el resultado. Hegel escribió muchas páginas con poco o ningún sentido que podrían tener una utilidad práctica. Son combustibles, por ejemplo. Pueden utilizarse para procurar abrigo, porque el papel es un magnífico aislante. Mezclándose convenientemente con otros materiales puede formar parte del adobe o del papier maché. No nos olvidemos de la escasez de papel higiénico en las islas desiertas. Los fumadores tendrían con qué liar tabaco. Etcétera.

En fin, que las obras completas de Hegel no son tan mala elección como nos había parecido. Una vez más, la sabiduría de los lectores alumbra la estupidez de los autores.

La oreja de Murdock


El título original es Go With Me. Castle Freeman, hijo (Jr.), la escribió en 2008, recibió muy buenas críticas en los Estados Unidos y Mondadori mandó traducirla a Cruz Rodríguez para publicarla en español. Aquí se titula La oreja de Murdock.

Los críticos intentan prácticamente todos relacionar a Freeman con McCarthy. Así, McCarthy será el Oeste y Freeman, el Este, por narrar las aventuras de Lillian, Lester y Nate en Vermont, no en Nuevo México. Pues, ya ven. También alguno menciona a Eurípides, por si McCarthy supiera a poco. Ahí es nada, Eurípides. Porque afirman, y es cierto, que la estructura de la novela alterna la acción, la búsqueda de Blackway (el malo de la función), con el mentidero de Whizzer, que hace las veces de un coro griego. El señor Freeman en persona, preguntado por ello, responde que escribió Go With Me inspirándose en los cuentos y leyendas del rey Arturo, como si de una aventura de caballerías se tratase.

No es una gran, gran novela, pero es un relato resultón, entretenido y trazado con inteligencia. Tiene ritmo, es muy cinematográfico. Entre los críticos, algunos se dan cuenta de esto y mencionan a los hermanos Coen, aunque yo me inclinaría casi por Tarantino, y ya verán por qué, si leen La oreja de Murdock. Es un relato propio del cine negro más clásico, aunque sean los bosques de Vermont y no las callejuelas de Chicago o Los Ángeles. Sus personajes tienen mucho de detectives sagaces, matones descerebrados, mujeres fatales y malos malísimos, ésos del Hollywood de toda la vida. Esta semejanza, este clasicismo, no será un lastre, sino una virtud.

Vaya esto por Mondadori. La contraportada resume el contenido de La oreja de Murdock con frases que no se corresponden con el relato. Por ejemplo, Lester y Nate no son una pareja de imbéciles, y cito textualmente la contraportada. Tampoco es una novela de carretera. Pero daremos por perdonado el desliz y aquí no ha pasado nada.

Gestión o indigestión del patrimonio (2)

Barcelona étnica (3)


En las cercanías de esta pirámide, se han descubierto grafitis hechos con plantilla que representan a los dioses Anubis y Osiris y una leyenda que reza Deber querer, un querer del deber. Se sospecha, pues, la presencia de una entidad faraónica, pues la cita, si no es del Libro de los Muertos, en la versión del Manuscrito de Turín, traducida por el profesor Weinberger, ya me dirán de dónde sale.

Ezbai


Los retratos del misterioso Ezbai comienzan a verse por la ciudad.

Guerra sucia


En mi barrio se ha desatado una guerra sórdida, nocturna, que pagamos todos. Los letreros de Se alquila y Se vende son arrancados de cualquier manera y arrojados al suelo. El mismo fin espera a cualquier otro cartel, sea el anuncio de una echadora de cartas o propaganda municipal. Ras, ras. Manos crispadas y furiosas arremeten contra los carteles, rompen, rasgan y arrojan al suelo los papeles. Siempre de noche, cuando nadie mira.

Las ordenanzas municipales prohíben fijar carteles, pero los cartelistas se pasan las ordenanzas por el forro. Con decir que algunos carteles los engancha el Ayuntamiento... Pero los anticartelistas están al quite y han decidido actuar por su cuenta y riesgo, mal que le pese al anunciante.

Salen de patrulla por la noche en grupos de dos o tres anticartelistas. El anticartelista típico es varón, jubilado o prejubilado, y pasea un chucho pequeñajo para disimular sus verdaderas intenciones. Mientras los chuchos cagan, mean o fornican en la vía pública a discreción, los anticartelistas proceden con su empresa, mascullando entre dientes que la gente no tiene vergüenza, mostrando un odio inmenso contra cualquier pasquín que descubra su mirada. Atacan con la mano desnuda, pero algunos han sido vistos rasgando letreros con la punta del bastón, con muy mala saña.

A primera hora de la mañana, el suelo muestra los restos de la batalla: meados y cagarrutas de chucho, papeles rasgados, cintas adhesivas a medio arrancar en las paredes, restos de odio por el suelo y el tufo de la bilis. El triste y lamentable espectáculo de una batalla.

Deconstruyendo Aida

Un voluntarioso estudiante de canto intenta deconstruir Aida, después de leer a Derrida. Por suerte, Kraus estaba al quite y puso las cosas en su sitio. Con los añitos que tenía, y qué registros, por Dios.

El cuento del velomotor yacente


Yace tristemente destripada, abandonada. Todos la ven, ninguno la mira. Ya no corre el aceite por sus venas y el aliento de la bencina hace tiempo que la ha abandonado. Las gomas se cuartean, llueve la mugre sobre el óxido, pasaron a la historia los petardeos cuesta arriba, el traqueteo del ralentí y la ilusión del primer velomotor. La bombilla se apagó, hace ya mucho tiempo. Requiescat in pacem.

Barcelona étnica (2)


¡Viva la desafección!

Un palabro es una palabra mal dicha o estrambótica. Pues, atención con el palabro. Se ha puesto de moda hablar de la desafección en política, al menos en casa. Según la Real Academia de la Lengua, desafección significa mala voluntad. Pero si uno de nuestros políticos dice desafección quiere decir desapego, que es falta de afición o interés, alejamiento, desvío, no desafección.

Contemplen la diferencia entre desafección y desapego. Si hubiera desafección, correría la sangre. Imagínense un político ante un público desafecto. ¡Qué mal lo pasaría! Con suerte, sólo sería increpado con violencia. La gente desafectada iría a por él, a por todas, y no sería agradable. La clase política tendría que esforzarse mucho, mucho, para superar una desafección del público. Para entendernos, el público sentía desafección por el Antiguo Régimen cuando asaltó la Bastilla, no desapego.

No, no sufrimos desafección, sino desapego. Imagínense un público desinteresado que se las ve con un político: cambia de canal. Porque ¿qué nos va a contar? Nada que tenga que ver conmigo, nada interesante. Sus palabras sonarán a hueco. Hoy, un político es un pelma, un personaje que vive en un mundo aparte del mío. Es un ruido de fondo, un incordio, ese invitado a la boda que nadie conoce y que nadie quiere tener en su mesa.

Sin embargo, exclama el político, qué mejor que el desapego del público: nos libera de dar explicaciones y rendir cuentas, nos permite actuar a discreción, atender a nuestros propios intereses y asegurar una estructura de poder en la que ellos no pintan nada, sólo nosotros.

El desapego es el paraíso del mediocre, el cementerio de las ideas, la jungla del estereotipo, el adocenamiento, lo gris, el tufo corrupto de una habitación sin ventilar. El desapego es una droga estupefaciente. Las víctimas del desinterés ya no piensan por su cuenta y no tienen fuerzas para luchar por lo que puedan creer justo. El desapego deja tras de sí un aire apático, resignado y ceniciento, funesto.

Queridos lectores, al carajo con el desapego. ¡Viva la desafección! Sólo así se van a enterar de lo que vale un peine, y quizá cambiemos las cosas.

Fiat 500

Causas pendientes

Lo dijo ayer en el Congreso el Fiscal General del Estado, el muy ilustre Sr. D. Cándido Conde-Pumpido. Ahora mismo se están tramitando en España 594 procedimientos judiciales y 136 diligencias de investigación de la fiscalía contra cargos públicos por corrupción. También afirmó que están siendo procesados ahora mismo uno de cada cien alcaldes o regidores españoles.

He calculado la razón entre las causas pendientes y los concejales elegidos en 2007. Sale esto:

PSOE, 264 causas, 1,1 causas por cada cien concejales.
PP, 200 causas, 0,9 causas por cada cien concejales.
Coalición Canaria, 43 causas, 10,6 causas por cada cien concejales.
Convergència i Unió, 30 causas, 0,9 causas por cada cien concejales.
Partido Andalucista, 24 causas, 4,6 causas por cada cien concejales.
Izquierda Unida - Iniciativa per Catalunya, 20 causas, 0,8 causas por cada cien concejales.
GIL, 17 causas.
Unión Mallorquina, 7 causas, 7,3 causas por cada cien concejales.
Esquerra Republicana de Catalunya, 5 causas, 0,3 causas por cada cien concejales.
Bloque Nacionalista Gallego, 3 causas, 0,5 causas por cada cien concejales.
Partido Nacionalista Vasco, 3 causas, 0,3 causas por cada cien concejales.

Fascinación, misterio


Lo descubrí de casualidad, cerca de casa. Este edificio me tiene fascinado desde entonces. Los grifos amenazantes, las columnas corintias, un aire de abandono. Tiene un no sé qué misterioso.

Esto...

¿Cuáles han sido los resultados de la última encuesta? Un 8% se muestra indiferente, quizá optimista, y afirma que esto se arregla en un pis pas. Dos veces este número, un 16%, se muestra fatalista y resignado: esto no tiene remedio. Una cuarta parte de los encuestados dice que esto es culpa de Hegel. Bravo por ellos, por su perspicacia. Sorprende que la mayoría opte por una respuesta airada, decidida y valiente: la mitad de los encuestados asegura que esto lo arreglo yo, con dos c... (cojones, se supone). Esta llamada a la acción, quizá a la rebelión, esta ofuscación biliosa tendría que ser considerada por los responsables de esto, no fuera a pasar esto otro.

The Sopranos


Damas y caballeros, bravo. Me quito el sombrero y me inclino ante ustedes. Ayer vi el último capítulo de The Sopranos, la serie de televisión de la HBO, y me felicito por ello, y felicito a sus señores actores, productores, directores y especialmente guionistas. Seis temporadas y un final de nueve capítulos, ochenta y seis episodios del mejor cine que puede darse hoy en día. Sí, sí, he dicho bien: cine. Porque el mejor cine se refugia en la pequeña pantalla, desde hace ya unos años. Bravo, insisto. Bravissimo.

Muchos ya conocerán el argumento. Tony Soprano es un paterfamilias con graves problemas de agotamiento nervioso y depresión, pero también un capo mafioso de Nueva Jersey que tiene que vérselas con el clan de Nueva York a cara de perro y evadir, mientras pueda, a los espías del FBI. El señor Soprano es glotón, vividor, mujeriego, amante de los suyos, pero también frío, astuto, despiadado y violento. Es una cosa y la otra y las dos cosas a la vez, porque no hay ni buenos ni malos en esta serie, sino personas grises y atrapadas en sí mismas que salen adelante como pueden. Quizá sea ése el gran mérito de la serie.

El sitio web oficial de The Sopranos es www.hbo.com/sopranos.

¡Olé!

Puedo equivocarme, pero podría ser un Ferrari 801, derivado del Lancia D50, con un motor de ocho cilindros en «V» de 2.485,98 cm3 y cuatro carburadores Solex 40 PII que daba 275 CV a 8.400 rpm. El trasto pesaba 650 kg incluyendo agua y aceite, gastaba frenos de tambor en las cuatro ruedas y un cambio manual de cinco marchas. Dicen que llegaba a los 280 km/h.

Al volante, Juan Manuel Fangio, todo un caballero que ostenta la marca de vencedor en una de cada dos carreras en su historial como piloto de autos de carreras en la Fórmula 1, algo inédito desde entonces. Su equipo, como él decía, cabía en una sombrerera: antiparras, casco, guantes, un peto (una especie de babero para proteger de las salpicaduras de aceite hirviendo del motor) y echarle muchas ganas y redaños.

En esta película corre en Fiorano, el circuito de pruebas de Ferrari. Observen el estado del asfalto, los bordillos y eso que llaman medidas de seguridad, y como guía (maneja, decía él) Fangio: contravolante por aquí, doble embrague por allá... Disfruten.




NOTA añadida con posterioridad: Aparece en los comentarios, pero lo repito aquí. Es posible que el circuito de la película no sea Fiorano, sino Módena, y que no sea un Ferrari 801, sino un Maserati 250 F (6 cilindros, 270 CV a 8.000 rpm), pero Fangio es Fangio, el Maestro, el Chueco, el inimitable Fangio, y las imágenes siguen siendo espectaculares, se mire como se mire. Bravo, Maestro. Olé.

La astronauta errante

La última manifestación artística de Alicia Framis (www.aliciaframis.com) es pasear por Nueva York embutida en un traje de astronauta. Simula o quiere provocar desconcierto y nos ofrece la imagen de una persona que ha perdido el norte. No me pregunten: no sé si eso forma parte de su personaje o es que realmente va un poco perdida. La cuestión es que es noticia porque ya van dos veces que la policía le ha dado el alto y le ha ordenado ir por ahí a cara descubierta. A la tercera, ha caído una multa y Alicia Framis, pobrecita, se ve obligada a pasear sin el casco porque la normativa municipal neoyorquina prohíbe andar por la calle ocultando el rostro.

Dicho así, les da vergüenza

De entrada, no nos importa quiénes son los protagonistas. Baste saber que son todos de la Casa Nostra. La noticia aparece hoy en El País.

No nos hace gracia constar en ninguna lista, dice un donante. Varios empresarios ya nos han dicho que no nos van a dar más dinero, dicen los del partido, en voz baja. El diagnóstico es muy claro: a ninguna empresa le gusta salir en el periódico al lado de un partido político, asegura la misma fuente anónima que se chivó a El País. Una empresa constructora se apresura a responder al periodista que las donaciones que aparecieron en prensa eran cosa de los propietarios, que el grupo empresarial no tiene datos que aportar ni conoce los motivos de estas donaciones (sic). Pues qué bien.

Les da vergüenza que se sepa quién da dinero a quién. Mal asunto, se mire como se mire.

Una vespa tra i fiori


Queda constancia del suceso. Las avispas también liban entre las flores.

Lenguaje perverso

El Grupo Planeta (www.planeta.es) es accionista de referencia en Antena 3 TV, Onda Cero, Europa FM y los diarios ADN, La Razón y Avui. Dígase esto porque la línea editorial del Avui se alimenta de los desmanes de las líneas editoriales de los otros medios del grupo, y viceversa, y los accionistas, tan contentos, todo sea por el negocio.

Hoy puede leerse en el Avui (www.avui.es o www.avui.cat, tanto monta, monta tanto) una de estas provocaciones al debate en forma de entrevista. El preguntado es el inefable Carod-Rovira, que una línea tras otra dejar ir palabras con un significado que no es el suyo, y a eso, en puridad, se le llama perversión del lenguaje. Es muy grave, y más grave por frecuente, en política. Quiero decir que este caballero es uno más, uno de tantos que sufre empacho de eufemismos y malversación de significados y prevaricación de metáforas, uno de tantos a los que tendría que lavarse la boca con jabón, y haberlos haylos en todas partes, de todos los colores y en todos los estamentos de nuestra mediocre clase política. No sólo él, que conste, aunque hoy venga al pelo como ejemplo.

Me quedo con un pedacito de la entrevista, por ver si pillan una de tantas perversiones lingüísticas. Traduzco: Porque, si no, lo que puede pasar es que los catalanes seamos una minoría nacional en Cataluña, donde haya marroquíes, argentinos, uruguayanos, rumanos, españoles y catalanes. Unos catalanes que son un grupito pequeño que conserva con formol determinadas esencias y yo no quiero esto; no quiero ser minoría en mi país, sino mayoría, que ser catalán sea la expresión mayoritaria de esta sociedad, cosa que quiere decir una nueva expresión de catalanidad.

(En original: Perquè, si no, el que pot passar és que el catalans siguem una minoria nacional a Catalunya, en què hi hagi els marroquins, els argentins, els uruguaians, els romanesos, els espanyols i els catalans. Uns catalans que són un grupet petit que conserva amb formol determinades essències i jo no vull això; no vull ser minoria al meu país, sinó majoria, que ser català sigui l’expressió majoritària d’aquesta societat, cosa que vol dir una nova expressió de catalanitat.)

Olé, mis huevos, y perdonen la expresión. Los catalanes no podemos ser minoría en Cataluña (excepto quizá en verano, por el turismo), porque, dígase así, todos los que vivimos en Cataluña habitualmente somos catalanes. Una minoría nacional... Pues, depende. Depende, básicamente, de lo que alguno entienda por catalán, por nacional y por minoría, y ésas son cosas muy abiertas a la interpretación cuando se pervierte el lenguaje.

Hasta donde yo sé, ser catalán es un hecho administrativo. Se requiere, para serlo, un DNI y un empadronamiento en Cataluña. Definiciones más permisivas se limitan al empadronamiento. A partir de ahí, un catalán (un ciudadano) puede pensar lo que le dé la gana, actuar como le parezca y sentir según le ha ido. La Ley tiene la obligación (teórica) de defender el derecho de cualquiera de nosotros a pensar, sentir y actuar a su gusto y discreción, y debe ser la misma para todos.

Defender que sólo es ciudadano (o catalán) ése que piensa o siente o actúa de determinada manera, y no otro, plantea dos cuestiones muy serias. La primera, quién determina cómo piensa, siente o actúa un ciudadano (o un catalán, ya puestos), y cómo, y cada cuánto tiempo. La segunda, si cumplir o no cumplir con estos requisitos implica un trato diferente por parte de la ley o del Estado, considerando que estos requisitos pueden ser arbitrarios y discrecionales.

Ser ciudadano es un derecho en democracia, un derecho que se adquiere cumpliendo ciertos trámites administrativos que presumen de objetividad. Por ejemplo, la residencia habitual. No podemos excluir de la ciudadanía a nadie porque sea de un sexo u otro, como tampoco porque sea de una religión u otra, y del mismo modo tampoco lo excluiremos por ser de izquierdas o de derechas, por pensar así o asá o sentir de esta o de esta otra manera. Esas distinciones no son objetivas y además, a quién le importan.

La ley o el Estado no puede obligarte a ser feliz, pero tiene que garantizarte el derecho a serlo, si te apetece. Ni la ley ni el Estado pueden obligarte a amar a tu patria, sea cual sea, ni a sentirte orgulloso de ella, ni nada por el estilo; al contrario, la ley y el Estado tienen que protegerte cuando, abrazándote a la libertad de expresión, cargas contra la vergüenza que sientes por compartir patria con algún que otro sinvergüenza, por poner un ejemplo, aunque seas la única persona que piense así y te ganes la antipatía pública. Que sientes morriña por la tierra que te vio nacer, que te gusta más el blues que la jota, que prefieres la túnica a los pantalones... no importa, mientras respetes la ley, y no hay más. Me aburre el fútbol y me asquea el Barça, no le veo ninguna gracia a la sardana, la Nova Cançó me da grima y pienso que es una burrada eso de hacer castells, pero me enamora el Mediterráneo, las seques amb botifarra y pasear por Barcelona. ¿Soy más o menos catalán por eso?

Cuando uno afirma que sólo será ciudadano quien piense, sienta o actúe como uno diga, estamos delante de un estado totalitario. A los estados totalitarios me remito, por no extenderme. La esencia misma de la democracia, de la libertad, la igualdad y la fraternidad, del Estado de Derecho, de una socidad abierta o como quiera llamarse, reside en el hecho de pensar, sentir y actuar como uno quiera y procurar que la Ley y el Estado no discrimine a nadie por una u otra elección personal, en lo bueno y en lo malo.

Lo demás, pamplinas. O mala fe.

(Puede leerse la entrevista original en:
http://www.avui.cat/cat/notices/2009/11/_8220_pot_passar_que_els_catalans_siguem_una_minoria_nacional_al_pais_8221_78185.php.)

Cubiertas de óxido


Delitos decrépitos descubiertos por alarmas oxidadas. Quizá sea una metáfora, pero casual.

Esquina conflictiva

La isla


Giani Stuparich era un autor triestrino, de esa parte del mundo por la que se han dado siempre de bofetadas los austríacos, los italianos y los eslavos. Pero no es de esto de lo que queríamos hablar, sino de un relato breve, cuento por extensión, novela por estructura, que se llama La isla (L’isola, en original), editado por Minúscula y traducido por J.A. González Sainz. La isla fue finalista del Premi Llibreter en 2008. Ganó Botchan, de Natsume Soseki, un clásico de la narrativa contemporánea japonesa, otro libro magnífico.

Minúscula edita libros preciosos y La isla es uno de ellos. A decir de los stuparichianos, es su mejor relato; en mi opinión, es un relato bellísimo, escrito con una precisión y una simplicidad que pone los pelos de punta. Lo he leído en español y en italiano. Puedo asegurar que la traducción es excelente. Me ha conmovido tanto la primera como la segunda vez.

La isla es la historia de un viaje. De un viaje y mucho más. Un padre ruega a su hijo que le acompañe unos días. Quiere visitar la isla donde nació, donde se hizo hombre y de donde partió para comerse el mundo. Vuelve débil y enfermo al paisaje de su juventud; un cáncer lo está matando. Éste es el argumento de La isla, que narra unos pocos días entre el viaje de ida y el de vuelta. Stuparich adopta ahora el punto de vista del padre y luego el del hijo, y pasa del uno al otro con naturalidad. Así, el contraste entre la vida y la muerte, entre la plenitud y la decadencia, es más acusado, o más nítido, como el cielo azul de la costa de Istria.

La cosa pinta...

Los resultados de la última encuesta de El cuaderno de Luis dan mucho que pensar. Se preguntaba cómo pinta la cosa. Los optimistas existen, aunque no son demasiados: un 14% de los encuestados piensa que la cosa pinta mal. Son más los que no se deciden entre el optimismo y el pesimismo, ya que un 23% piensa que la cosa pinta muy mal. Los pesimistas, que no son más que optimistas bien informados, recordémoslo, suman el 43% y afirman que la cosa pinta fatal. Luego siempre quedan los imbéciles, inevitables, que opinan que la cosa pinta francamente bien, y son el resto. Pues ¿qué quieren que les diga? ¿Que pinta bien? Vamos, hombre.

Sueldos y salarios

Hoy publica la prensa que los nueve consejeros y el Sr. Font, presidente del Consell Audiovisual de Catalunya (CAC), se llevarán cada uno de sueldo poco más de 100.000 euros, a los que sumar 55.000 euros en dietas y traslados y 35.000 euros en ayudas a la comida... de cada uno.
Por cierto, se han subido el sueldo un 10% este año, por eso de la crisis.
Si quieren saber quiénes son estos comilones, vayan a http://www.cac.cat/. Una vez allá, vayan donde pone El Consell, y luego donde dice Composició y allá están los diez zopencos, con sus fotos, sus currícula y sus direcciones de correo electrónico.

Érase que se era


Érase que se era un conejito promotor. Érase que se era un conejito responsable de urbanismo. Érase que se era un conejito comisionista, que conocía a los dos. Éranse que se eran un montón de conejitos delincuentes que tenían muchísimas zanahorias sucias de sangre, drogas y prostitución. El conejo comisionista aceptaba estas zanahorias y se ponía a limpiarlas con el conejo promotor y el conejo responsable de urbanismo. Las devolvía limpitas, pero él se había quedado unas cuántas, que luego repartía con el conejo promotor y con el conejo responsable de urbanismo, y luego todos repartían algunas de esas zanahorias entre sus amiguitos. Tratándose de zanahorias, no faltaban amiguitos, y los conejitos promotores, comisionistas y responsables de urbanismo repartían zanahorias diestro y siniestro. Así vivieron todos felices y gordos, hasta que llegó el zorro y se los comió, de tan cebaditos que estaban.

Suerte que es un cuento, ¿verdad?

Desayuno

La veo cada mañana. Desayuna un café y un bocadillo en un bar vecino. Luego se acerca a su propio bar, lo abre y sirve cafés y bocadillos a los ciudadanos que, como ella, no desayunan en casa.

Satiricón


De su autor, Cayo Petronio Árbitro (Petronio para los amigos), sabemos realmente poco. Unos dicen que fue cortesano de Nerón, y que es el Petronio que describen los Anales de Tácito, pero no hay nada seguro. Me gustaría que fuera ese Petronio, al que todos tomaban por inepto y vividor hasta que, enfrentándose a una responsabilidad pública, mostró unas aptitudes que causaron asombro, revelándose como un funcionario ejemplar y eficacísimo. Las envidias de los cortesanos y la avaricia de Nerón pusieron fin a la vida de Petronio.

Fuera este Petronio u otro cualquiera, el Satiricón es un clásico de la literatura latina, que RBA publica en edición económica y de bolsillo, cosa que agradecemos muchísimo. Lo traduce Lisardo Rubio Fernández y es el mismo texto que publica Gredos con tapa dura y señorial.

El Satiricón es una novela fragmentaria. Es decir, para que nos entendamos, que se conserva a trozos. Se han perdido páginas enteras y tenemos que reconstruir el argumento. No importa. El texto es burlesco, satírico hasta el cinismo o la burla escatológica, no respeta a nada ni a nadie. Es una novela de pícaros escrita por una persona extremadamente culta y gamberra. Describe con insultante precisión la vida del vulgo, burlándose de todo lo establecido mostrándolo tal y como es. El banquete de Trimalción, sus páginas más celebradas, son una burla del nuevo rico que no conoce igual. Gitón, por mentar otro personaje notable, objeto del deseo de unos y otros, vende su culo al mejor postor sin ninguna vergüenza, y se apropia de hembras ajenas con el mismo desparpajo. Los protagonistas se cepillan niños, niñas, sacerdotisas vírgenes, mujeres casadas, los unos a los otros y hasta caen diosas en sus abrazos, con una afición que no conoce límites, y la carcajada (burda y grosera) siempre acechando en estos lances. Leer el Satiricón es anticiparse a la picaresca del Siglo de Oro, que le debe mucho, y vemos pasar criados espabilados, caballeros aparentes, ladrones descarados y Celestinas que nos recuerdan a Quevedo, Cervantes y Rojas.

El texto está lleno de episodios hilarantes, irreverentes y absolutamente desquiciados, pero también de repentinos apuntes de poesía y filosofía. Es Roma en estado puro, pero no la de mármol, sino la de los romanos. Si le gusta Roma, léala.

¿...?


Entre la bruma


Las ciudades con río presumen a menudo de aires brumosos y melancólicos. La humedad corroe la realidad hasta convertirla en una acuarela, en un Turner grisáceo y sombrío, y el asunto deviene sutil, etéreo, fugitivo, sin necesidad de más artificios. Sólo falta el frío punzante y desapacible, que ayuda a concebir silencios.

El puente Eiffel


En Gerona presumen de un Eiffel. De un puente construído por la firma de ingeniería de Eiffel, cuidado, ahí es nada. Es un puente singular, que han pintado de rojo, que bombardean las gaviotas con sus excrecencias y que llama a los turistas. Las carpas, sin embargo, desconfían.

De fires (3)

De fires (2)

De fires (1)

Anem de fires, proponen los gerundenses y vecinos. Caballitos, norias, casetas del pim pam pum, tómbolas, muchísima gente y comercio en la calle de cosas riquísimas o muy curiosas.

Milagros desagradables (para según quién)


Se han celebrado las fiestas de San Narciso, o tendría que haber dicho Les festes de Sant Narcís, que es obispo, mártir y patrón de Girona, o Gerona, donde aseguran que nació y yacen sus restos. A Narciso, Narcís, también se le conoce, permítanme el guiño literario, como el señor de las moscas. Se conservaba su cuerpo incorrupto hasta que una hueste francesa penetró en la ciudad, a finales del siglo XIV, y saqueó la iglesia de San Félix, donde yacía el obispo. Del sepulcro profanado surgieron unas moscas asquerosas y ferocísimas que se introducían por las narices y sorbían el seso de bestias y franceses, y la pestilencia se llevó por delante, de manera escandalosa y terrible, a cuatro mil brutos, veinte mil soldados y un rey de Francia. Volvieron los franceses a la ciudad, pues le tenían una gran afición, y volvieron las moscas de Sant Narcís. En el siglo XVII, el mosqueo se documenta al menos en dos ocasiones, añadiendo a la suma de víctimas tres mil bestias de caballería y otras tantas de abastos. El suplicio de las moscas francófobas y gerundenses consta como uno de los milagros más desagradables a los que se han enfrentado los católicos (franceses).

El yermo solar de los pajaritos

El yermo solar sigue donde lo dejé, sin vagabundo, pero más vivo que nunca. Entre los hierbajos y los hierros oxidados corren palomas sucísimas, picotean gorriones saltarines y asoman urracas curiosas. Allá se descubre un estornino desorientado, en alguna parte canta un avezado mirlo. Las crueles gaviotas sobrevuelan lentamente el descampado, siempre atentas a la carroña. Quién es quién, quién paloma, quién gorrión, quién urraca, no lo sé yo, aunque conozco algunas gaviotas por verlas pasar. Hubo quien nos dijo que miráramos a los pájaros del cielo, que de ellos se aprende mucho.

Muertes estúpidas

Los lectores de El cuaderno de Luis se han enfrentado a una encuesta singular. No consta, pero se supone, que la encuesta tiene que ver con la festividad de Todos los Santos, para abrir boca. Se citaban cinco personajes famosos y reconocidos, y se preguntaba cuál de ellos había tenido la muerte más estúpida. La competición ha sido reñida, y no es para menos.

Tennessee Williams, nacido Thomas Lanier Williams, fue un famoso dramaturgo, autor de obras como La gata sobre el tejado de zinc, Un tranvía llamado deseo o La noche de la iguana. Nació el 26 de marzo de 1911 y murió el 25 de febrero de 1983 cuando se atragantó con el tapón de un tubo de pastillas que se llevó a la boca. Un 25% de los votantes considera que su muerte fue estúpida.

Tycho Brahe nació el 14 de diciembre de 1546 y murió en Praga el 24 de octubre de 1601, a causa de una infección de orina que le hizo agonizar durante setenta y un días. Pilló tal infección por no levantarse a orinar durante una copiosa cena, considerando que una micción entonces sería una falta de educación y respeto. El pis se lo llevó por delante y nos privó de uno de los más grandes astrónomos de la historia. Un 12,5% de los votantes considera que su muerte fue estúpida.

Jim Fixx, nacido James F. Fixx el 23 de abril de 1932, murió el 20 de julio de 1984. Su celebridad fue enorme cuando publicó, en 1977, The Complete Book of Running y puso de moda el jogging (a. footing) para promocionar la vida sana y saludable. Un infarto masivo y fulminante se lo llevó por delante, justo después de su trote matutino en la Ruta 15, en Hardwick, Vermont. Una cuarta parte de los votantes cree que su muerte fue estúpida.

Francis Bacon nació el 22 de enero de 1561 y murió el 9 de abril de 1626. Fue un gran filósofo y un precursor del pensamiento científico, y su pasión por la ciencia lo quitó de enmedio. Quiso demostrar que era posible congelar los alimentos y pilló una pulmonía mientras rellenaba un pollo de nieve en el jardín de su casa. No sabemos qué fue del pollo, ya cadáver, pero Bacon murió poco después. Un 12,5% de los votantes considera que su muerte fue estúpida.

Isadora Duncan, nacida Dora Angela Duncan, nació en San Francisco el 27 de mayo de 1878 y murió en Niza el 14 de septiembre de 1927. Fue una gran bailarina, y revolucionó la danza clásica introduciendo la danza expresionista. Lucir una chalina bordada a mano que rodeaba su cuello y ondeaba al viento le costó la vida. Viajaba en un Amilcar descapotable (la leyenda dice que fue un Bugatti) cuando la prenda se enredó en la llanta de la rueda trasera. El tirón le partió el cuello y la arrancó del automóvil. Luego fue arrastrada un centenar de metros. Murió, naturalmente, y un 25% de los votantes cree que murió estúpidamente.

Sólo se conocen las últimas palabras de Tycho Brahe: Ne frustra vixisse videar! En cristiano, que no parezca que he vivido en vano.